¡HOMBRE!. AHORA LA NAVIDAD COMIENZA EN AGOSTO
¡HOMBRE!. AHORA LA NAVIDAD COMIENZA EN AGOSTO
Un poco antes de irme de vacaciones comencé a ver en las tiendas departamentales los clásicos objetos navideños. Si mal no me equivoco, esto arrancó por finales de agosto, o sea ¡En el mes más caluroso del año!. Cuando los "nortes", esos fenómenos meteorológicos que nos dicen "el frío ya está aquí", también nos anuncian que la Navidad está a la vuelta de la esquina. Pero ¿Arrancar con el espíritu navideño desde agosto?. No en balde para cuando llega el seis de enero el público se encuentra hasta el copete de tanto "villancico". Yo estoy esperando con horror y espanto escuchar las "carcajadas" de Santa Clos. Como también todos esas bonitas canciones que a través de la radio y la TV nos las han hecho odiar, que de puro gusto apagamos la TV (yo rara vez escucho radio) o cambiamos de canal en cuanto aparecen los anuncios navideños. O de plano, toda esta época me convierto en asiduo lector de libros y leo como tres veces EL DICTAMEN, pues incluso, hasta en la programación de TV meten hasta por las orejas "La Navidad".
LA TV Y LA RADIO HAN DADO AL TRASTE CON EL ESPIRITU NAVIDEÑO
La bellísima obra musical de "Noche de Paz" se encuentra por demás choteada. ¿Y qué me dicen de: "Pero mira como beben los peces en el río...?". ¡De ataque existencial cada vez que se escucha!, aunque la canción es muy bonita. Bueno ¡Hasta reviven la canción de "El niño del tambor", cantada por Raphael!. ¡Qué fastidio!
DIRAN QUE COMO FRIEGO
Pero, todo esto no es sino la nefasta influencia gringa, pues en el periplo por el Viejo Continente del que les he estado contando, allá no encontré nada relacionado con la Navidad todavía, incluso, en la Madre Patria, se conserva con gran peculiaridad nuestra hispanidad, ninguna tienda tenía aún "arbolito de navidad" y ni una alusión a la venidera estación. En los famosos almacenes de "El Corte Inglés" ¡Na nay!, todo en paz y en calma, eso sí, una de promociones y ofertas que se le van a uno los ojos y en caso de contar con el numerario para comprar los productos, nadamás de pensar en lo exorbitante del pago de exceso de equipaje en el avión, es más que suficiente para persuadir al más templado a no comprar. Pero, reitero, aún no avientan nada navideño.
EL CONTINENTE DE LAS BARRAS Y LAS ESTRELLAS
Todo fue llegar a la tierra del TLC, que gringolandia presente, hay Santa Closes por todos lados. Por eso es que les digo, cuando llega el 24 de diciembre, ya está uno a punto del suicidio existencial por el desgaste a que fue uno sometido, pero llegando "Reyes" ya quiere uno que todo acabe.
Claro de que se debe comprar a fin de que la economía mantenga su ritmo, pues nos guste o no, vivimos en una sociedad de consumo y es a través de este como la economía subsiste, prospera y crea fuentes de empleo, pero ¡Un poco más de inventiva por favor!, pues eso de gastar hasta más allá del cansancio a la Navidad como que no se vale.
¡QUE TIEMPOS AQUELLOS SEÑOR DON SIMON!
Pues si antes mirábamos con gran añoranza la llegada decembrina en virtud a todas la notables festividades que nos aguardaban, hoy las vemos hasta con miedo por el desgaste vía radio y TV de todo lo relacionado con tan entrañable tiempo.
TAN PADRES OBRAS CON LAS QUE NOS DELEITABAN
Pues insisto y vuelo a insistir ¿Qué diantres debe hacer mercancía navideña en pleno Verano?
Hoy hasta los cuentos de Charles Dickens se han olvidado de contar, la TV y la radio está tan apurada en atiborrarnos de comprar y "ser felices", que se han olvidado de hacer amable y entrañable la Navidad. El "Cuento de Navidad" de este autor ¡Sublime obra literaria!, era una delicia verla cada año e incluso hasta escucharla en radio, pero ¡Dios mío y Jesús mío!, es tal la cantidad de comerciales que se avientan en estos medios electrónicos si es que se dan la "puntada" de transmitir este tipo de obras, que reitero, da miedo ver o escucharlos. Y si se atreve uno a llevar a cabo tal odisea, con tanta y extensa interrupción, termina uno por deplorar tan sublime obra.
ENTONCES LEA USTED EL DICTAMEN Y SIGA CON SU LIBRO PREFERIDO
Por lo tanto, mis amables lectores, les sugiero hacer lo que su "servilleta", tomar EL DICTAMEN y leerlo, y leerlo, disfrutando cada una de sus secciones. Una vez concluida la lectura del diario, tomar un buen libro para llevar a cabo el glorioso intento del hábito de leer libros.
EL GALANO ARTE DE LA LECTURA ¡REDIEZ!
De tal manera se puede practicar tan sano ejercicio intelectual, que lejos de terminar deplorando el maravilloso tiempo de la Navidad, muy bien podemos revivir ese notable espíritu navideño que otrora nos embargaba a todos, incluso, hasta se podrían ustedes tomar la molestia de revisar con detenimiento los productos a comprar, para ver que son netamente mexicanos y no chinos. En forma tal, que de manera efectiva estemos cooperando con el fortalecimiento de nuestra economía, sobre todo la de la mediana y pequeña empresa, que son aquellas realmente las que dan empleo a buena parte de la población y hasta contribuirán con una amable cooperación para evitar a través de la compra de productos mexicanos, que otro paisano salga de espaldas mojadas por falta de movimiento en la economía nacional.
¡GUACALA!
Y nada de andar con pavos rellenos o el "fruit cake", aberraciones estas del TLC, "chútense" el guajolote enchileanchado y los veracruzanísimos buñuelos.
Un poco antes de irme de vacaciones comencé a ver en las tiendas departamentales los clásicos objetos navideños. Si mal no me equivoco, esto arrancó por finales de agosto, o sea ¡En el mes más caluroso del año!. Cuando los "nortes", esos fenómenos meteorológicos que nos dicen "el frío ya está aquí", también nos anuncian que la Navidad está a la vuelta de la esquina. Pero ¿Arrancar con el espíritu navideño desde agosto?. No en balde para cuando llega el seis de enero el público se encuentra hasta el copete de tanto "villancico". Yo estoy esperando con horror y espanto escuchar las "carcajadas" de Santa Clos. Como también todos esas bonitas canciones que a través de la radio y la TV nos las han hecho odiar, que de puro gusto apagamos la TV (yo rara vez escucho radio) o cambiamos de canal en cuanto aparecen los anuncios navideños. O de plano, toda esta época me convierto en asiduo lector de libros y leo como tres veces EL DICTAMEN, pues incluso, hasta en la programación de TV meten hasta por las orejas "La Navidad".
LA TV Y LA RADIO HAN DADO AL TRASTE CON EL ESPIRITU NAVIDEÑO
La bellísima obra musical de "Noche de Paz" se encuentra por demás choteada. ¿Y qué me dicen de: "Pero mira como beben los peces en el río...?". ¡De ataque existencial cada vez que se escucha!, aunque la canción es muy bonita. Bueno ¡Hasta reviven la canción de "El niño del tambor", cantada por Raphael!. ¡Qué fastidio!
DIRAN QUE COMO FRIEGO
Pero, todo esto no es sino la nefasta influencia gringa, pues en el periplo por el Viejo Continente del que les he estado contando, allá no encontré nada relacionado con la Navidad todavía, incluso, en la Madre Patria, se conserva con gran peculiaridad nuestra hispanidad, ninguna tienda tenía aún "arbolito de navidad" y ni una alusión a la venidera estación. En los famosos almacenes de "El Corte Inglés" ¡Na nay!, todo en paz y en calma, eso sí, una de promociones y ofertas que se le van a uno los ojos y en caso de contar con el numerario para comprar los productos, nadamás de pensar en lo exorbitante del pago de exceso de equipaje en el avión, es más que suficiente para persuadir al más templado a no comprar. Pero, reitero, aún no avientan nada navideño.
EL CONTINENTE DE LAS BARRAS Y LAS ESTRELLAS
Todo fue llegar a la tierra del TLC, que gringolandia presente, hay Santa Closes por todos lados. Por eso es que les digo, cuando llega el 24 de diciembre, ya está uno a punto del suicidio existencial por el desgaste a que fue uno sometido, pero llegando "Reyes" ya quiere uno que todo acabe.
Claro de que se debe comprar a fin de que la economía mantenga su ritmo, pues nos guste o no, vivimos en una sociedad de consumo y es a través de este como la economía subsiste, prospera y crea fuentes de empleo, pero ¡Un poco más de inventiva por favor!, pues eso de gastar hasta más allá del cansancio a la Navidad como que no se vale.
¡QUE TIEMPOS AQUELLOS SEÑOR DON SIMON!
Pues si antes mirábamos con gran añoranza la llegada decembrina en virtud a todas la notables festividades que nos aguardaban, hoy las vemos hasta con miedo por el desgaste vía radio y TV de todo lo relacionado con tan entrañable tiempo.
TAN PADRES OBRAS CON LAS QUE NOS DELEITABAN
Pues insisto y vuelo a insistir ¿Qué diantres debe hacer mercancía navideña en pleno Verano?
Hoy hasta los cuentos de Charles Dickens se han olvidado de contar, la TV y la radio está tan apurada en atiborrarnos de comprar y "ser felices", que se han olvidado de hacer amable y entrañable la Navidad. El "Cuento de Navidad" de este autor ¡Sublime obra literaria!, era una delicia verla cada año e incluso hasta escucharla en radio, pero ¡Dios mío y Jesús mío!, es tal la cantidad de comerciales que se avientan en estos medios electrónicos si es que se dan la "puntada" de transmitir este tipo de obras, que reitero, da miedo ver o escucharlos. Y si se atreve uno a llevar a cabo tal odisea, con tanta y extensa interrupción, termina uno por deplorar tan sublime obra.
ENTONCES LEA USTED EL DICTAMEN Y SIGA CON SU LIBRO PREFERIDO
Por lo tanto, mis amables lectores, les sugiero hacer lo que su "servilleta", tomar EL DICTAMEN y leerlo, y leerlo, disfrutando cada una de sus secciones. Una vez concluida la lectura del diario, tomar un buen libro para llevar a cabo el glorioso intento del hábito de leer libros.
EL GALANO ARTE DE LA LECTURA ¡REDIEZ!
De tal manera se puede practicar tan sano ejercicio intelectual, que lejos de terminar deplorando el maravilloso tiempo de la Navidad, muy bien podemos revivir ese notable espíritu navideño que otrora nos embargaba a todos, incluso, hasta se podrían ustedes tomar la molestia de revisar con detenimiento los productos a comprar, para ver que son netamente mexicanos y no chinos. En forma tal, que de manera efectiva estemos cooperando con el fortalecimiento de nuestra economía, sobre todo la de la mediana y pequeña empresa, que son aquellas realmente las que dan empleo a buena parte de la población y hasta contribuirán con una amable cooperación para evitar a través de la compra de productos mexicanos, que otro paisano salga de espaldas mojadas por falta de movimiento en la economía nacional.
¡GUACALA!
Y nada de andar con pavos rellenos o el "fruit cake", aberraciones estas del TLC, "chútense" el guajolote enchileanchado y los veracruzanísimos buñuelos.
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