IO NON SO LETTERE...
IO NON SO LETTERE...
Cuenta la historia que con estas palabras el Papa Julio II se dirigió a Miguel Ángel cuando éste le preguntó que libro le ponía en las manos a la estatua que del Sumo Pontífice había hecho el rival de Leonardo Da Vinci; y como Julio II fue un Papa que se caracterizó por ser un gran y destacado guerrero, le respondió: "Yo no se leer (io non so lettere...), mejor ponme una espada".
EN POR MI AVERSION HACIA TODO LO QUE NO SEA VIDA
Esta frase se me vino a la testa en función a lo que hoy estamos celebrando los mexicanos, nuestra mexicanísima fiesta de Todos Santos o Día de Muertos. Y digo mexicanísima, en virtud de que no obstante en otras latitudes se festeja lo mismo en el mundo hispano y católico, en nuestra nación la cuestión de la muerte es todo un rito. Para nuestros ancestros indígenas fue prácticamente una religión, de ahí los sacrificios humanos (y que nunca se trató de canibalismo, como algunos mal intencionados y torpes lo señalan) y que al llegar el cadáver del sacrificado a la base de la pirámide en cuya cúspide se había sacado el corazón a la víctima, el pueblo pasaba junto al cadáver y le arrancaba pequeños trozos de carne que de inmediato ingería. Pero, esto era un ritual, un simbolismo, no que se aventaran todo un guiso con los restos mortales del pobre sacrificado ¡Para nada!
ESPERO DAR GUERRA TODAVÍA UN BUEN RATO MAS ¡REDIEZ!
Pero, retornando a lo de la frase, insisto, me vino a la cabeza porque ya van varias ocasiones que por las fechas le he platicado el origen y significado de todo este ceremonial y tradición, por lo que hoy no lo haré y me circunscribiré a decirles que no obstante soy un ferviente defensor de nuestra mexicanidad y en consecuencia lógica de nuestras tradiciones y no obstante la muerte es parte fundamental de la vida, pues es cuando esta se acaba. Aquí precisamente en donde yo no voy con el asunto de la adoración, ni de los muertos y mucho menos de la muerte.
RESPETANDO A LOS DEMÁS...
Eso es algo para mi un tanto feo, claro, respetando las creencias de cada quien, pero, la vida se me hace tan interesante, tan dinámica, tan llena de sorpresas y dinámica, que pensar en morirme o en que la muerte se muera, como que mejor eso de lo dejo a la madre naturaleza, a Dios o a quien ustedes mejor consideren.
¡ESE ES MI JESUS PREDILECTO! ¡EL QUE ANDUVO EN LA MAR!
Les he dicho ya que en estas cuestiones de la muerte, le voy más a mi cuate Antonio Machado cuando en su poema "La saeta" (que según esto cuando anduve por Andalucía, la saeta viene a ser un género de poesía muy propia de este región de España, tal como lo es el flamenco). Mi cuate Toño nos dejó en su magnífico legado poético, en "La Saeta":
¿Quién me presta una
escalera
para subir al madero.
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?
Saeta Popular
¡Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!
¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!
¡Cantar de la tierra mía
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en la mar!
Y CHUCHO SE AVENTO MUY BIEN EN FAVOR DE LA VIDA
Pues por ahí ando yo, no obstante me facinan las mexicanas tradiciones, la de Todo Santos me trae recuerdos muy gratos de los altares en la casa de mi abuelita Carlota, de cuando niños siempre estábamos picoteando todos esos manjares que se le ofrecían a la parentela muerte y que en mi vida había yo conocido, y el día tres era un atracón riquísimo de todo lo sabroso de aquellas ofrendas. Pero, de rendir culto a muertos o a la muerte ¡Guácala! Aquí estoy con aquello de la señora Ana María Rabatte: "En vida hermano ¡En vida!". Y lo que el mismo Jesús nos deja prescrito en función a que dice cuando por enésima vez pone como camotes a los fariseos que le andan buscando por todos lados: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas; porque os parecéis a esos sepulcros blanqueados, que por fuera se ven bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda clase de podredumbre!" (San Mateo 23: 27). U otra mucho mejor de Chucho, en donde nos da el máximo sentido de lo que es el valor de la vida: Un
o de sus discípulos le dijo: "Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre". Pero Jesús le dijo: "Tú sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos". Aquí estuvo excelso Chucho.
SIGAMOS LA TRADICION, SOBRE TODO DEGUSTAR LAS OFRENDAS
¿Ven?, sigamos la tradición, pero, nada de "clavarse" en lo de la muerte. La muerte es negación, es el final de esta maravillosa experiencia llamada vida ¿O no?
LA ULTIMA DE LA MOHICANAS
Incluso, Mein Führer, que por cierto, estando yo de viaje falleció mi muy querida tía Carmela, concuña de Mein Führer, mamá de mi querido primo Roy y de Arturo, amén de nueve primos más. La autora de mis días por tan sensible deceso recibe ahora el título honorífico de: La última de la mohicanas. En virtud de ser la última de su generación que queda en pie de lucha, todos los demás, esposo, cuñados, cuñadas, concuños, concuñas, hermanos, hermanas, padres, suegros, todos, absolutamente todos han chupado faros y ella sigue como Johny Walker (únicamente que en versión peleonera ¡Le encanta estar en el pleito!), tan campante ¡Y capulina! Pues cuando entro en diálogos con ella de quererle levantar la canasta y dejar que mis otros fraternos tomen "la bendición de mantenerla", eso sí, promesa de por medio de que el día que "entregue el equipo" le voy a construir un monumento funerario deslumbrante, ella, con esa mansedumbre que tanto la caracteriza, me espeta: "¡Te vas mucho ya saben a donde recab...! Lo que pienses
gastarte en la tumba, me lo das ahora para echármelo encima ¿¡Lo oyes!?".
DICE LA CALACA LE HACE LOS MANDADOS Y SE COME LA ÑAPA
Como podrán ver, mi madre es inintimidable, pues a sus 82 años dice la calaca le hace los puros mandados. Por eso es mi madre ¡Canija al 100%!
Cuenta la historia que con estas palabras el Papa Julio II se dirigió a Miguel Ángel cuando éste le preguntó que libro le ponía en las manos a la estatua que del Sumo Pontífice había hecho el rival de Leonardo Da Vinci; y como Julio II fue un Papa que se caracterizó por ser un gran y destacado guerrero, le respondió: "Yo no se leer (io non so lettere...), mejor ponme una espada".
EN POR MI AVERSION HACIA TODO LO QUE NO SEA VIDA
Esta frase se me vino a la testa en función a lo que hoy estamos celebrando los mexicanos, nuestra mexicanísima fiesta de Todos Santos o Día de Muertos. Y digo mexicanísima, en virtud de que no obstante en otras latitudes se festeja lo mismo en el mundo hispano y católico, en nuestra nación la cuestión de la muerte es todo un rito. Para nuestros ancestros indígenas fue prácticamente una religión, de ahí los sacrificios humanos (y que nunca se trató de canibalismo, como algunos mal intencionados y torpes lo señalan) y que al llegar el cadáver del sacrificado a la base de la pirámide en cuya cúspide se había sacado el corazón a la víctima, el pueblo pasaba junto al cadáver y le arrancaba pequeños trozos de carne que de inmediato ingería. Pero, esto era un ritual, un simbolismo, no que se aventaran todo un guiso con los restos mortales del pobre sacrificado ¡Para nada!
ESPERO DAR GUERRA TODAVÍA UN BUEN RATO MAS ¡REDIEZ!
Pero, retornando a lo de la frase, insisto, me vino a la cabeza porque ya van varias ocasiones que por las fechas le he platicado el origen y significado de todo este ceremonial y tradición, por lo que hoy no lo haré y me circunscribiré a decirles que no obstante soy un ferviente defensor de nuestra mexicanidad y en consecuencia lógica de nuestras tradiciones y no obstante la muerte es parte fundamental de la vida, pues es cuando esta se acaba. Aquí precisamente en donde yo no voy con el asunto de la adoración, ni de los muertos y mucho menos de la muerte.
RESPETANDO A LOS DEMÁS...
Eso es algo para mi un tanto feo, claro, respetando las creencias de cada quien, pero, la vida se me hace tan interesante, tan dinámica, tan llena de sorpresas y dinámica, que pensar en morirme o en que la muerte se muera, como que mejor eso de lo dejo a la madre naturaleza, a Dios o a quien ustedes mejor consideren.
¡ESE ES MI JESUS PREDILECTO! ¡EL QUE ANDUVO EN LA MAR!
Les he dicho ya que en estas cuestiones de la muerte, le voy más a mi cuate Antonio Machado cuando en su poema "La saeta" (que según esto cuando anduve por Andalucía, la saeta viene a ser un género de poesía muy propia de este región de España, tal como lo es el flamenco). Mi cuate Toño nos dejó en su magnífico legado poético, en "La Saeta":
¿Quién me presta una
escalera
para subir al madero.
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?
Saeta Popular
¡Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!
¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!
¡Cantar de la tierra mía
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en la mar!
Y CHUCHO SE AVENTO MUY BIEN EN FAVOR DE LA VIDA
Pues por ahí ando yo, no obstante me facinan las mexicanas tradiciones, la de Todo Santos me trae recuerdos muy gratos de los altares en la casa de mi abuelita Carlota, de cuando niños siempre estábamos picoteando todos esos manjares que se le ofrecían a la parentela muerte y que en mi vida había yo conocido, y el día tres era un atracón riquísimo de todo lo sabroso de aquellas ofrendas. Pero, de rendir culto a muertos o a la muerte ¡Guácala! Aquí estoy con aquello de la señora Ana María Rabatte: "En vida hermano ¡En vida!". Y lo que el mismo Jesús nos deja prescrito en función a que dice cuando por enésima vez pone como camotes a los fariseos que le andan buscando por todos lados: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas; porque os parecéis a esos sepulcros blanqueados, que por fuera se ven bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda clase de podredumbre!" (San Mateo 23: 27). U otra mucho mejor de Chucho, en donde nos da el máximo sentido de lo que es el valor de la vida: Un
o de sus discípulos le dijo: "Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre". Pero Jesús le dijo: "Tú sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos". Aquí estuvo excelso Chucho.
SIGAMOS LA TRADICION, SOBRE TODO DEGUSTAR LAS OFRENDAS
¿Ven?, sigamos la tradición, pero, nada de "clavarse" en lo de la muerte. La muerte es negación, es el final de esta maravillosa experiencia llamada vida ¿O no?
LA ULTIMA DE LA MOHICANAS
Incluso, Mein Führer, que por cierto, estando yo de viaje falleció mi muy querida tía Carmela, concuña de Mein Führer, mamá de mi querido primo Roy y de Arturo, amén de nueve primos más. La autora de mis días por tan sensible deceso recibe ahora el título honorífico de: La última de la mohicanas. En virtud de ser la última de su generación que queda en pie de lucha, todos los demás, esposo, cuñados, cuñadas, concuños, concuñas, hermanos, hermanas, padres, suegros, todos, absolutamente todos han chupado faros y ella sigue como Johny Walker (únicamente que en versión peleonera ¡Le encanta estar en el pleito!), tan campante ¡Y capulina! Pues cuando entro en diálogos con ella de quererle levantar la canasta y dejar que mis otros fraternos tomen "la bendición de mantenerla", eso sí, promesa de por medio de que el día que "entregue el equipo" le voy a construir un monumento funerario deslumbrante, ella, con esa mansedumbre que tanto la caracteriza, me espeta: "¡Te vas mucho ya saben a donde recab...! Lo que pienses
gastarte en la tumba, me lo das ahora para echármelo encima ¿¡Lo oyes!?".
DICE LA CALACA LE HACE LOS MANDADOS Y SE COME LA ÑAPA
Como podrán ver, mi madre es inintimidable, pues a sus 82 años dice la calaca le hace los puros mandados. Por eso es mi madre ¡Canija al 100%!
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