"ES QUE EL ARBOL ECHA MUCHA BASURA"
"ES QUE EL ARBOL ECHA MUCHA BASURA"
En su momento me gustó mucho la canción pero luego me resultó un tanto cursi, pero, debo admitir su alto contenido ecológico permanece. Me refiero a la canción de Alberto Cortés: "Mi árbol y yo". Hago mención de tal composición y hecho en virtud a que independientemente de que mi casa es un auténtico vivero, desde que mi abuelita materna comprara este predio en la década de los treinta del siglo pasado y por cuestiones del destino se me quedó a mí y aquí construí mi casa, hay un árbol de los llamados "palos de mulato", limítrofe con el predio del vecino. Tengo entendido por las historias contadas por mis tías y mi augusta madre, que dicho amigo arbóreo ya era todo un ejemplar desde aquel entonces.
Tal y como se los referí en una ocasión, cuando construí mi casa en medio del terreno, hice en tal forma el inmueble que para nada toqué al hoy vetusto árbol, mismo que se yergue con esa frondosa majestad propia de los de su especie. A mí me gusta mucho ir a la azotea de la casa y admirar su follaje. Eso sí, cada tres o cuatro días la azotea debe ser barrida por la hojarasca que se va acumulando, pero, bueno, es parte de la actividad del muchachón encargado de mantenerme el patio en forma.
ME ATREVO A DECIR EL ÁRBOL VA PARA LOS CIEN AÑOS
Pero, por estar el árbol, como les digo, limítrofe con el terreno vecino parte de las ramas dan hacia este lugar; que en si se trata de la parte de atrás en donde al frente del mismo desde que yo tengo uso de razón (es un decir -y ya tengo 53 años de edad-) hay un templo evangelista. Por lo que las ramas del "palo de mulato" dan al patio vecino, no estorbando para nada. Y recuerdo siendo un niño, cuando todavía no se urbanizaba toda esta zona y la natura prodigiosa de Veracruz estaba manifestada en una gran cantidad de fronda, el patio vecino, no obstante albergar toda una gama de cuartería, en donde vivían, el ministro de la iglesia en cuestión, así como algunos feligreses, a la vez había una enorme cantidad de todo tipo de árboles en dicho sitio. Hoy, sólo existen en dicho lugar un aguacate y un pequeño arbusto, y todo lo demás del patio, o ha sido construido o cubierto con cemento.
"ESAS RAMAS QUE ECHAN TANTA BASURA"
El otro día que fui a pedir permiso para que dieran acceso a unos trabajadores que estaban impermeabilizando la azotea de mi casa y se requería pasar por el solar vecino, el pastor, amén de darme el permiso muy amablemente, aprovechó para exponerme sobre el "problema" que le ocasionaba el "palo de mulato", en función a que "echa mucha basura".
¡Y NO VOY A CORTAR NADA HASTA QUE NO SE CONSTRUYA AHÍ!
Por lo que me pidió proceder a cortar la parte de las ramas que daban a su propiedad. A lo cual accedí en virtud de asistirle toda la razón en cuanto a Derecho, pero, no sin antes decirle: "Pero vecino, no se fije en la hojarasca sino en el oxígeno que tanto nos falta y que todas las noches nos proporciona el árbol", replicando él "lo entiendo, pero, no tengo tiempo para estar barriendo tanta basura". En calidad de "el bohemio calló", ya no dije nada y pedí se me concedieran quince días para proceder a cortar las grandes ramas del mulato, que desde hace ¡Años! Existen ahí.
¡LOADO SEA EL SEÑOR CAMBIARON DE ADSCRIPCION AL PASTOR!
Pero, Dios en su infinita sabiduría y misericordia obró el milagro de que al pastor que realizara la petición lo cambiaran de adscripción, por lo que la mitad del árbol se ha salvado de momento. Pues espero el relevo que ha llegado tenga una mentalidad ecológica y consciente de la necesidad de permitir a los árboles existir.
JAMAS ME HE QUEJADO DE LA CONTAMINACIÓN AUDITIVA GENERADA AHI
Y bueno, lo comido por lo servido, pues independientemente de las virtudes que he señalado del árbol y son mínimas las molestias que dan (si es que así las podemos llamar), yo de toda la vida he tenido que aguantarme toda una gama de invocaciones religiosas que a todo pulmón echan desde el templo mencionado. Que si nos ponemos a analizar, es más nociva la contaminación autiditiva que la "basura que echa el árbol". Pero, ni de chiste se me ha ocurrido, jamás se me ocurrirá y mucho menos se me ocurriría hacer petición a los vecinos de bajar el volumen, tanto de las plegarias como de los instrumentos musicales con los que luego acompañan tales ejercicios religiosos, sobre todo cuando se dan festejos especiales ¡Dios mío!
ACTITUD LAMENTABLE PROHIJADA POR MUCHOS CIUDADANOS
Pero en fin, les cuento esta experiencia en virtud de que se trata de mi vecino, pero, no es privativa de él esta actitud, lamentablemente es compartida por la mayoría ciudadana que tiene la dicha de poseer un árbol, ya bien en su patio o ya bien en la banqueta del frente de su casa, tienen en su escondida intención, la acción de tirar el árbol "porque echa mucha basura". Cuanto que la basura somos nosotros los que la generamos, pero lo peor de todo, cuando derrumbamos un árbol.
Correo: losbuenosdias@gmail.com
En su momento me gustó mucho la canción pero luego me resultó un tanto cursi, pero, debo admitir su alto contenido ecológico permanece. Me refiero a la canción de Alberto Cortés: "Mi árbol y yo". Hago mención de tal composición y hecho en virtud a que independientemente de que mi casa es un auténtico vivero, desde que mi abuelita materna comprara este predio en la década de los treinta del siglo pasado y por cuestiones del destino se me quedó a mí y aquí construí mi casa, hay un árbol de los llamados "palos de mulato", limítrofe con el predio del vecino. Tengo entendido por las historias contadas por mis tías y mi augusta madre, que dicho amigo arbóreo ya era todo un ejemplar desde aquel entonces.
Tal y como se los referí en una ocasión, cuando construí mi casa en medio del terreno, hice en tal forma el inmueble que para nada toqué al hoy vetusto árbol, mismo que se yergue con esa frondosa majestad propia de los de su especie. A mí me gusta mucho ir a la azotea de la casa y admirar su follaje. Eso sí, cada tres o cuatro días la azotea debe ser barrida por la hojarasca que se va acumulando, pero, bueno, es parte de la actividad del muchachón encargado de mantenerme el patio en forma.
ME ATREVO A DECIR EL ÁRBOL VA PARA LOS CIEN AÑOS
Pero, por estar el árbol, como les digo, limítrofe con el terreno vecino parte de las ramas dan hacia este lugar; que en si se trata de la parte de atrás en donde al frente del mismo desde que yo tengo uso de razón (es un decir -y ya tengo 53 años de edad-) hay un templo evangelista. Por lo que las ramas del "palo de mulato" dan al patio vecino, no estorbando para nada. Y recuerdo siendo un niño, cuando todavía no se urbanizaba toda esta zona y la natura prodigiosa de Veracruz estaba manifestada en una gran cantidad de fronda, el patio vecino, no obstante albergar toda una gama de cuartería, en donde vivían, el ministro de la iglesia en cuestión, así como algunos feligreses, a la vez había una enorme cantidad de todo tipo de árboles en dicho sitio. Hoy, sólo existen en dicho lugar un aguacate y un pequeño arbusto, y todo lo demás del patio, o ha sido construido o cubierto con cemento.
"ESAS RAMAS QUE ECHAN TANTA BASURA"
El otro día que fui a pedir permiso para que dieran acceso a unos trabajadores que estaban impermeabilizando la azotea de mi casa y se requería pasar por el solar vecino, el pastor, amén de darme el permiso muy amablemente, aprovechó para exponerme sobre el "problema" que le ocasionaba el "palo de mulato", en función a que "echa mucha basura".
¡Y NO VOY A CORTAR NADA HASTA QUE NO SE CONSTRUYA AHÍ!
Por lo que me pidió proceder a cortar la parte de las ramas que daban a su propiedad. A lo cual accedí en virtud de asistirle toda la razón en cuanto a Derecho, pero, no sin antes decirle: "Pero vecino, no se fije en la hojarasca sino en el oxígeno que tanto nos falta y que todas las noches nos proporciona el árbol", replicando él "lo entiendo, pero, no tengo tiempo para estar barriendo tanta basura". En calidad de "el bohemio calló", ya no dije nada y pedí se me concedieran quince días para proceder a cortar las grandes ramas del mulato, que desde hace ¡Años! Existen ahí.
¡LOADO SEA EL SEÑOR CAMBIARON DE ADSCRIPCION AL PASTOR!
Pero, Dios en su infinita sabiduría y misericordia obró el milagro de que al pastor que realizara la petición lo cambiaran de adscripción, por lo que la mitad del árbol se ha salvado de momento. Pues espero el relevo que ha llegado tenga una mentalidad ecológica y consciente de la necesidad de permitir a los árboles existir.
JAMAS ME HE QUEJADO DE LA CONTAMINACIÓN AUDITIVA GENERADA AHI
Y bueno, lo comido por lo servido, pues independientemente de las virtudes que he señalado del árbol y son mínimas las molestias que dan (si es que así las podemos llamar), yo de toda la vida he tenido que aguantarme toda una gama de invocaciones religiosas que a todo pulmón echan desde el templo mencionado. Que si nos ponemos a analizar, es más nociva la contaminación autiditiva que la "basura que echa el árbol". Pero, ni de chiste se me ha ocurrido, jamás se me ocurrirá y mucho menos se me ocurriría hacer petición a los vecinos de bajar el volumen, tanto de las plegarias como de los instrumentos musicales con los que luego acompañan tales ejercicios religiosos, sobre todo cuando se dan festejos especiales ¡Dios mío!
ACTITUD LAMENTABLE PROHIJADA POR MUCHOS CIUDADANOS
Pero en fin, les cuento esta experiencia en virtud de que se trata de mi vecino, pero, no es privativa de él esta actitud, lamentablemente es compartida por la mayoría ciudadana que tiene la dicha de poseer un árbol, ya bien en su patio o ya bien en la banqueta del frente de su casa, tienen en su escondida intención, la acción de tirar el árbol "porque echa mucha basura". Cuanto que la basura somos nosotros los que la generamos, pero lo peor de todo, cuando derrumbamos un árbol.
Correo: losbuenosdias@gmail.com
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