¡POR MI MADRE BOHEMIOS!
¡POR MI MADRE BOHEMIOS!
"Brindo por la mujer, pero por una, por la que me brindó sus embelesos y me envolvió en sus besos; por la mujer que me arrulló en la cuna.
Por la mujer que me enseñó de niño lo que vale el cariño exquisito, profundo y verdadero; por la mujer que me arrulló en sus brazos y que Me dio en pedazos uno por uno el corazón entero".
¡Obviamente!, lo anterior forma parte del "Brindis del bohemio" de mi tocayo Guillermo Aguirre Fierro. Y lo he transcrito con mucho gusto en función a que el domingo pasado a las 8:05 perdí para siempre a mi muy querida madre. De la cual en muchas ocasiones escribí en este espacio, llamándole "Augusta", "Inclita", "Mein Führer", "La última de las mohicanas", etc. Pues todo esto lo fue y en mucho la autora de mis días. Fue una gran guerrera y una muy amorosa madre.
ENTRE MAS HABLO DE ELLA MENOS TRISTE ME SIENTO
Hoy, sólo su recuerdo y memoria me quedan. Ya no volveré a usar tales adjetivos hacia ella, no porque cuando lo hiciera le faltara al respeto, pues lo hice con todo el amor que le tuve y le tengo, pero, además porque a ella le divertía mucho y después de leerme me daba siempre un "raund de cariño". Y hoy ya no tendré quien me "tunda" por gastarle ese tipo de bromas. Cumplió en abundancia su ciclo, pero aun lo bueno en esta vida tiene su fin y ahora le tocó el suyo a ella.
¡HOMBRE! NO CREO HAYA UN HIJO QUE HABLE MAL DE SU MADRE
Y claro ¿quién no piensa con orgullo y cariño en su mamá?, creo que todos. Pero, no es por nada, la mía era algo así como fuera de serie, sobre todo por su gran, pero gran carácter.
Era muy alegre, sus carcajadas eran un canto a la vida. Había un vecino, a quien dejé de ver por muchos años en función a que cada quien se mudó de casa, pero, en una ocasión que lo encontré de pura casualidad me preguntó por mi mamá, preguntándome si seguía con esa su risa que cuando él la escuchaba en su casa contigua a la nuestra, sin saber de qué reía mi madre él también prorrumpía a reír.
FUE MUY LEAL, MUY RECTA Y CON GRAN SENTIDO DEL HUMOR
Yo en ocasiones me he preguntado por qué constantemente ando en pos de cumplir siempre mis compromisos o promesas empeñadas, e independientemente de las lecciones y ejemplo de mi señor padre, mi mamá siempre cumplió a cabalidad lo que prometía y cuando consideraba tener razón, así se cayera el mundo ella defendía su posición y así nos enseñó a proceder, incluso, en una ocasión que me encontró meditabundo sobre un problema del que ella intuía de lo que se trataba, me exhortó a cumplir cuanto antes con la moción de lealtad con la que me debía conducir. De lo cual no tenía yo ni duda que así lo iba a hacer, pero, quería descansar un poco antes de entrar en materia. Pues siempre ella detestó la deslealtad. Pero no obstante su férreo carácter, poseía un gran sentido del humor.
ME DEJO AL TIRO EN UN DOS POR TRES, QUE DR. CORDOVA NI QUE NADA
Y para que se den cuenta del talante que les refiero, recuerdo cuando en una ocasión que sentí el mundo se me había venido encima, esa mañana no quise salir de mi cama, por lo que mandó a Fany a averiguar qué pasaba, y le dije a Fany que nada, sencillamente que no tenía plan alguno de abandonar la cama. La improvisada "Mercuria" bajó, y considero rindió el parte militar a su superior, pues mi madre procedió a subir a verme. Entró al cuarto y me preguntó qué me pasaba, yo, lleno de pesadumbre le relaté la historia de mi vida a grandes rasgos y que hasta de residencia iba yo a cambiar; entonces, vi la mirada de mi madre tornarse penetrante y posándola en mí, hasta me hizo cobijar la esperanza me iba a consolar a continuación con alguna arenga muy maternal, pero, por toda respuesta me dijo en tono un tanto neutral: "Con tan poco agua te estás ahogando ¡Pendejo!". Se dio la media vuelta y se marchó a seguir dirigiendo sus quehaceres domésticos. Créanlo o no, me electrizó todo el cuerpo, me levanté de inmediato y salí de nuevo a intentar conquistar al mundo.
Ese era el calibre de mi mamá ¿Cómo la ven?
¡MUY DULCE MI MADRE!
Precisamente, en virtud a episodios tan "tiernos" y llenos de "dulzura", es que en dos ocasiones les transcribí en honor a ella el poema hispano de "La Guaja", en donde una madre amenaza con golpear y "mondar" a palos a su pequeño hijo que nunca le hace caso y sólo se dedica a gozar la vida en la holganza; después de dirigirle al infante todo tipo de admoniciones y casi molerlo a palos (sin llegar a tal extremo), el poema dice se van los dos a dormir y termina así:
"La aurora se acerca espléndida, diáfana,
lentamente despliegan las nubes su manto escarlata,
la madre afanosa se tira del lecho
y sus toscos aperos prepara
que ya espera más ruda que nunca la brega diaria.
Cariñosa y tierna se acerca
Hasta el lecho donde el niño
Cándido, tranquilo descansa,
Un instante contempla amorosa
Su faz sonrosada
y después!...
Con cariño ferviente
Dando un beso en sus labios exclama:
¿yo turbar este sueño tan dulce?
¡no fuera quien soy ni tuviera entrañas!...
¡juega, brinca y destroza hijo mío!...
¡Tu madre lo gana!
¡POR MI MADRE BOHEMIOS!
Por ahí iba mi madre más o menos ¡Por cierto!, esta "calumnia" la estoy rescribiendo, toda vez que la de ayer la mandé por correo electrónico, pero, por más que me afané en teclear lo que debía para que llegara, siempre aparecía en pantalla la esquela de mi mamá. Finalmente la "calumnia" se "perdió" en algún lugar en el ciberespacio, pues por más que hasta vino el ingeniero de sistemas de El Dictamen, ni él pudo dar con ella y como me sentía muy, pero muy cansado, ni siquiera intenté escribirla de inmediato. Por lo tanto, no me cabe la menor duda mi señora madre, desde la gloria del Señor vino a hacerme la mala pasada. Luego entonces.....¡Por mi madre bohemios!
Correo: losbuenosdias@gmail.com
"Brindo por la mujer, pero por una, por la que me brindó sus embelesos y me envolvió en sus besos; por la mujer que me arrulló en la cuna.
Por la mujer que me enseñó de niño lo que vale el cariño exquisito, profundo y verdadero; por la mujer que me arrulló en sus brazos y que Me dio en pedazos uno por uno el corazón entero".
¡Obviamente!, lo anterior forma parte del "Brindis del bohemio" de mi tocayo Guillermo Aguirre Fierro. Y lo he transcrito con mucho gusto en función a que el domingo pasado a las 8:05 perdí para siempre a mi muy querida madre. De la cual en muchas ocasiones escribí en este espacio, llamándole "Augusta", "Inclita", "Mein Führer", "La última de las mohicanas", etc. Pues todo esto lo fue y en mucho la autora de mis días. Fue una gran guerrera y una muy amorosa madre.
ENTRE MAS HABLO DE ELLA MENOS TRISTE ME SIENTO
Hoy, sólo su recuerdo y memoria me quedan. Ya no volveré a usar tales adjetivos hacia ella, no porque cuando lo hiciera le faltara al respeto, pues lo hice con todo el amor que le tuve y le tengo, pero, además porque a ella le divertía mucho y después de leerme me daba siempre un "raund de cariño". Y hoy ya no tendré quien me "tunda" por gastarle ese tipo de bromas. Cumplió en abundancia su ciclo, pero aun lo bueno en esta vida tiene su fin y ahora le tocó el suyo a ella.
¡HOMBRE! NO CREO HAYA UN HIJO QUE HABLE MAL DE SU MADRE
Y claro ¿quién no piensa con orgullo y cariño en su mamá?, creo que todos. Pero, no es por nada, la mía era algo así como fuera de serie, sobre todo por su gran, pero gran carácter.
Era muy alegre, sus carcajadas eran un canto a la vida. Había un vecino, a quien dejé de ver por muchos años en función a que cada quien se mudó de casa, pero, en una ocasión que lo encontré de pura casualidad me preguntó por mi mamá, preguntándome si seguía con esa su risa que cuando él la escuchaba en su casa contigua a la nuestra, sin saber de qué reía mi madre él también prorrumpía a reír.
FUE MUY LEAL, MUY RECTA Y CON GRAN SENTIDO DEL HUMOR
Yo en ocasiones me he preguntado por qué constantemente ando en pos de cumplir siempre mis compromisos o promesas empeñadas, e independientemente de las lecciones y ejemplo de mi señor padre, mi mamá siempre cumplió a cabalidad lo que prometía y cuando consideraba tener razón, así se cayera el mundo ella defendía su posición y así nos enseñó a proceder, incluso, en una ocasión que me encontró meditabundo sobre un problema del que ella intuía de lo que se trataba, me exhortó a cumplir cuanto antes con la moción de lealtad con la que me debía conducir. De lo cual no tenía yo ni duda que así lo iba a hacer, pero, quería descansar un poco antes de entrar en materia. Pues siempre ella detestó la deslealtad. Pero no obstante su férreo carácter, poseía un gran sentido del humor.
ME DEJO AL TIRO EN UN DOS POR TRES, QUE DR. CORDOVA NI QUE NADA
Y para que se den cuenta del talante que les refiero, recuerdo cuando en una ocasión que sentí el mundo se me había venido encima, esa mañana no quise salir de mi cama, por lo que mandó a Fany a averiguar qué pasaba, y le dije a Fany que nada, sencillamente que no tenía plan alguno de abandonar la cama. La improvisada "Mercuria" bajó, y considero rindió el parte militar a su superior, pues mi madre procedió a subir a verme. Entró al cuarto y me preguntó qué me pasaba, yo, lleno de pesadumbre le relaté la historia de mi vida a grandes rasgos y que hasta de residencia iba yo a cambiar; entonces, vi la mirada de mi madre tornarse penetrante y posándola en mí, hasta me hizo cobijar la esperanza me iba a consolar a continuación con alguna arenga muy maternal, pero, por toda respuesta me dijo en tono un tanto neutral: "Con tan poco agua te estás ahogando ¡Pendejo!". Se dio la media vuelta y se marchó a seguir dirigiendo sus quehaceres domésticos. Créanlo o no, me electrizó todo el cuerpo, me levanté de inmediato y salí de nuevo a intentar conquistar al mundo.
Ese era el calibre de mi mamá ¿Cómo la ven?
¡MUY DULCE MI MADRE!
Precisamente, en virtud a episodios tan "tiernos" y llenos de "dulzura", es que en dos ocasiones les transcribí en honor a ella el poema hispano de "La Guaja", en donde una madre amenaza con golpear y "mondar" a palos a su pequeño hijo que nunca le hace caso y sólo se dedica a gozar la vida en la holganza; después de dirigirle al infante todo tipo de admoniciones y casi molerlo a palos (sin llegar a tal extremo), el poema dice se van los dos a dormir y termina así:
"La aurora se acerca espléndida, diáfana,
lentamente despliegan las nubes su manto escarlata,
la madre afanosa se tira del lecho
y sus toscos aperos prepara
que ya espera más ruda que nunca la brega diaria.
Cariñosa y tierna se acerca
Hasta el lecho donde el niño
Cándido, tranquilo descansa,
Un instante contempla amorosa
Su faz sonrosada
y después!...
Con cariño ferviente
Dando un beso en sus labios exclama:
¿yo turbar este sueño tan dulce?
¡no fuera quien soy ni tuviera entrañas!...
¡juega, brinca y destroza hijo mío!...
¡Tu madre lo gana!
¡POR MI MADRE BOHEMIOS!
Por ahí iba mi madre más o menos ¡Por cierto!, esta "calumnia" la estoy rescribiendo, toda vez que la de ayer la mandé por correo electrónico, pero, por más que me afané en teclear lo que debía para que llegara, siempre aparecía en pantalla la esquela de mi mamá. Finalmente la "calumnia" se "perdió" en algún lugar en el ciberespacio, pues por más que hasta vino el ingeniero de sistemas de El Dictamen, ni él pudo dar con ella y como me sentía muy, pero muy cansado, ni siquiera intenté escribirla de inmediato. Por lo tanto, no me cabe la menor duda mi señora madre, desde la gloria del Señor vino a hacerme la mala pasada. Luego entonces.....¡Por mi madre bohemios!
Correo: losbuenosdias@gmail.com
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