NO DEBEMOS DEJAR PERDER UNA SOLA LAGUNA MÁS

NO DEBEMOS DEJAR PERDER UNA SOLA LAGUNA MÁS

Bajo ninguna circunstancia los jarochos nos debemos permitir el lujo de perder ya ninguna otra laguna, de las 26 de 300 lagunas que teníamos.

JAROCHOS SOMOS LOS DEL MUNICIPIO DE VERACRUZ ¡Y'ÑOR!

Uso deliberadamente el calificativo o gentilicio (procede y cabe el último vocablo), porque jarochos somo los oriundos del municipio de Veracruz; en virtud de que en aquel Veracruz amurallado hasta un poco más allá de la mitad de siglo XIX, en forma despectiva se llamaba "jarochos" a todos los que vivían extramuros (que eran algo así como aquellos alumnos sentados en las filas de atrás de los salones de clases, que era en donde estaba la creatividad, la vitalidad y la diversión). Y, al derribarse la muralla (craso error de aquellos ancestros), poco a poco, por extensión, todos los habitantes de la ciudad de Veracruz fueron denominados "jarochos" en el ámbito estatal y luego nacional, para, terminar convirtiéndose tal palabra en sinónimo de veracruzano en el resto de la nación y el mundo. Por lo tanto y en tanto estemos en el Estado de Veracruz, jarochos somos los nacidos en el municipio de Veracruz.

RESPONSABILIDAD DE TODA LA COMUNIDAD CONSERVARLAS

Retornando al tema, los jarochos debemos hacer hasta lo imposible por conservar nuestras lagunas, que, no obstante se encuentran diezmadas al extremo, las supérstites deben prevalecer cueste lo que cueste. No hacerlo, es condenar a la extinción a toda una gama de seres integrantes de la flora y fauna veracruzana, así como del resto del continente, pues no es un secreto el que aves procedentes del norte del continente, vienen a pasar el invierno a las lagunas veracruzanas, a reproducirse y emprender el vuelo una vez más hacia sus puntos de partida, para iniciar el ciclo una vez más entrada la estación fría. Esto lo han venido haciendo las plumíferas viajantes, desde tal vez antes de que el hombre apareciera en la faz de la tierra. Pero hoy, para no hablar de el mundo entero, con la desaparición de las lagunas del municipio de Veracruz, se ha reducido con ello el hábitat de estos seres emplumados, así como de infinidad de otros integrantes del reino animal, como otrora los lagartos y tortugas que por miles viví

an en estos reservorios de agua.

Independientemente de que las lagunas que han sido ya rodeadas por la llamada mancha urbana se encuentran en un franco peligro de extinción, en virtud a la voracidad de fraccionadores, vecinos irresponsables y representantes corruptos de la autoridad correspondiente, esperando el menor espacio ganado a la laguna para declararlo patrimonio personal e ir poco a poco rellenando el resto para el mismo fin, para proceder después a la venta y fraccionamiento correspondiente del otrora necesario vaso de agua.

TODAS SON BELLAS, PERO LA DE SAN JULIAN ¡SUPREMA!

Otras, languidecen y se van cubriendo de lirio acuático, así como de nenúfares y tul, antecedentes estos indiscutibles de la erradicación del agua, transformando todo lo que invaden en lodo y de ahí en tierra firme, para alegría y beneplácito de los propietarios de los predios colindantes. Este fenómeno le está sucediendo a la bellísima laguna de San Julián, exactamente ubicada a un lado del trébol o distribuidor vial en la autopista Veracruz-Cardel, que da ruta hacia Paso del Toro y hacia San Julián.

VERLA DESDE LA CARRETERA UN POEMA, DE CERCA ¡EXCELSA!

El espectáculo de la laguna desde la carretera sigue siendo todo un poema, pero, lo era mucho más antes cuando estaba libre del lirio, nenúfares y matas de tul. Bueno, pues todo esto lo debemos remediar y evitar ¡Todos!, pero ¡Todos los jarochos!, no es menester dejar a "papá gobierno" toda la carga, pues, por ejemplo, los vecinos de las lagunas ya rodeadas por la ciudad, pueden colaborar no arrojando basura a estos importantísimos cuerpos de agua, así como todo tipo de contaminantes. Realmente no comprendo esa manía casi congénita de nosotros los mexicanos de convertir en basureros todo lo que contenga agua. Ya bien sea ríos, lagunas e incluso el mismo litoral.

¡CUANTA BASURA ARROJAMOS A LOS CUERPOS DE AGUA!

Fue sorprendente ver el año pasado, conforme iban limpiando los canales de desagüe de La Zamorana y otros, la cantidad de mugrero extraído de ahí. Responsabilidad atribuida incuestionablemente a la ciudadanía en su conjunto, pues en el canal había, desde despojos de: refrigeradores, salas, boilers, colchones y cuanta basura doméstica se nos ocurra pensar ¿Quién la arrojó ahí? ¡El pueblo indolente!, aquella gente carente de todo tipo de escrúpulo y conciencia de convivencia colectiva. Y que no se percata que tales acciones les dañan a ellos mismo. ¡Ah!, pero eso sí, en cuanto viene el desbordamiento por los "tapones" causados por la basura arrojada, viene el "lamento borincano" de: "¡¿Y qué espera el gobierno para limpiar el canal para que no se desborde y no me inunde mi casa?!". Pues incuestionablemente los que arrojan todos esos desechos son los vecinos y si no son ellos, toleraron la conducta negativa de quien así lo hizo.

COMENCEMOS CON LO QUE NOS QUEDA Y CONSERVEMOSLO

En fin, no se trata de buscar ahora culpables, el daño se ha perpetrado, hoy es cuestión de mantener con vida las actuales 26 lagunas, devolverles el esplendor de antaño y que sigan cumpliendo su misión no sólo de existir, sino de servir como fuentes de vida y reguladoras incluso de la temperatura de la ciudad. Pues el agua siempre es una buena absorbente del calor, por lo que es una espléndida ayuda en la época de las temperaturas altas.

LA VIDA, OPTEMOS POR PRESERVAR LA VIDA, SIEMPRE LA VIDA

Por lo tanto, optemos por la vida, defendamos las pocas lagunas aún supérstites de la voracidad de vecinos, fraccionadores y funcionarios indolentes y corruptos.

Correo: losbuenosdias@gmail.com