¡UY! EL TIEMPO SE VA VOLANDO
¡UY! EL TIEMPO SE VA VOLANDO
Hoy se cumplen cuatro años del fallecimiento del Papa Juan Pablo II, uno de los máximos y más carismáticos pontífices de la Iglesia Católica, que no obstante no pudo llevar a cabo todo los cambios que él quiso (tal y como sucede por lo regular a todos los grandes líderes), su paso por el mundo cumplió a cabalidad con la misión que debe tener todo líder en general pero sobre todo los de carácter espiritual como lo fue él.
FUE EL ARTIFICE DEL CAMBIO
No obstante algunos tratan de escatimarle imagen en el derrumbamiento de la llamada Cortina de Acero, ni duda cabe de que él fue el artífice de la caída de ese régimen de terror que desafortunadamente fuera la ahora ex URSS. Él llevó a cabo los cambios y lo que haya venido después ya no fue su responsabilidad, él contribuyó con creces a la caída de ese muro que más que de hierro era de la ignominia. Tal y como él les dijera a sus compatriotas en su última visita a Polonia, cuando puso como camotes a los polacos, al expresarles que habían olvidado muy rápido los sufrimientos bajo el régimen totalitario pues habían abrazado de manera pronta los vicios del capitalismo salvaje. Y, bueno, no se le resta razón a Juan Pablo II (que se está tardando la alta jerarquía católica en nombrarlo El Magno o El Grande), pues no sólo los polacos, sino el mundo entero ahora pareciera estar inmerso cada vez más en el hedonismo restándole cada vez más figura a la espiritualidad.
EL LO DIJO Y DE EL ES LA FRASE
Ya algunos amigos me han refutado el que la frase sea original de Juan Pablo II, pero, ahí estamos en el pleito, pues nadie me aporta nada en concreto, en cambio yo en su momento leí lo expresado por él, cuando al acercarse el momento de la entrada del mundo al año 2000, el cual fue conocido también como el inicio del Tercer Milenio del Cristianismo (el conteo de los años está fundamentado precisamente en la llamada "era cristiana", porque se reformó el calendario y establecieron las fechas de la Historia Universal en: Antes y Después de Cristo. Por lo tanto, a partir del año 2000 comenzó el tercer milenio del cristianismo y de ahí que Juan Pablo II dijera que: "En el tercer milenio, la humanidad se torna espiritual o no será más". Y es verdad, ahí tenemos todo lo que ahora sucede en el mundo entero, precisamente en virtud al alto materialismo del que somos objeto y afectos ¡Todos los seres humanos! La crisis económica mundial y toda esa gama de fraudes de toda índole que se están ahora llevando a cabo por doquier, en detrimento de la enorme mayoría del género humano, mismos que son los que padecen tales excesos del "capitalismo salvaje", tan buena definición que diera Juan Pablo II.
¡VAYA QUE SI NUESTRA GENERACIÓN HA VISTO GENTE INTERESANTE!
No cabe duda a nuestra generación le tocó vivir en una época por demás interesante y trascendental y veremos además como se comporta la actual generación de mediocres que dirigen el mundo, en comparación con estos grandes personajes que de una u otra forma vimos y podríamos decir en función a los extraordinarios adelantos de los medios de comunicación: "convivimos con ellos". Por ejemplo, John F. Kennedy y su papel tan importante cuando el conflicto de los misiles nucleares con la URSS y la Cuba de Castro; el mismo Fidel Castro. ¡Juan XXIII!, destacada figura en el avance de la Iglesia Católica. Tito, el dirigente de la hoy ex Yugoslavia; Mao Tse Tung; el emperador japonés Hirohito; el trácala de Richard Nixon; el mismo Salvador Allende ¡Mandela! ¡Golda Meir!, Doña Margaret Thatcher, en fin, tantos y tan importantes, pero, incuestionablemente de entre ellos está Juan XXIII y Juan Pablo II, pues Paulo VI fue un simple burócrata gris, que vino a cancelar y clausurar todas esas reformas tan trascendentales del Concilio Vaticano II iniciado por Juan XXIII, y Juan Pablo II porque le cambió de cara a la Iglesia y la volvió tan humana como lo hizo Juan XXIII.
EN MEXICO ENCONTRO SU MISIÓN
Nos cabe en orgullo a los mexicas que fue precisamente en México en donde Juan Pablo II encontró su misión ¡La de visitar el mundo!, al ver las multitudes que se agolpaban para verlo cuando su primera visita en enero de 1979, apenas a escasos tres meses de haber sido electo Papa, vio lo que debía ser su pontificado: un peregrinar constante. Y así lo hizo. De ahí que él mismo dijera siempre que era un Papa mexicano. Ojalá y no tarden mucho en hacerle justicia a este gran integrante del género humano, llamándolo como merece: Juan Pablo II El Magno (o El Grande).
http://losbuenosdias.blogspot.com
correo: losbuenosdias@gmail.com
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Hoy se cumplen cuatro años del fallecimiento del Papa Juan Pablo II, uno de los máximos y más carismáticos pontífices de la Iglesia Católica, que no obstante no pudo llevar a cabo todo los cambios que él quiso (tal y como sucede por lo regular a todos los grandes líderes), su paso por el mundo cumplió a cabalidad con la misión que debe tener todo líder en general pero sobre todo los de carácter espiritual como lo fue él.
FUE EL ARTIFICE DEL CAMBIO
No obstante algunos tratan de escatimarle imagen en el derrumbamiento de la llamada Cortina de Acero, ni duda cabe de que él fue el artífice de la caída de ese régimen de terror que desafortunadamente fuera la ahora ex URSS. Él llevó a cabo los cambios y lo que haya venido después ya no fue su responsabilidad, él contribuyó con creces a la caída de ese muro que más que de hierro era de la ignominia. Tal y como él les dijera a sus compatriotas en su última visita a Polonia, cuando puso como camotes a los polacos, al expresarles que habían olvidado muy rápido los sufrimientos bajo el régimen totalitario pues habían abrazado de manera pronta los vicios del capitalismo salvaje. Y, bueno, no se le resta razón a Juan Pablo II (que se está tardando la alta jerarquía católica en nombrarlo El Magno o El Grande), pues no sólo los polacos, sino el mundo entero ahora pareciera estar inmerso cada vez más en el hedonismo restándole cada vez más figura a la espiritualidad.
EL LO DIJO Y DE EL ES LA FRASE
Ya algunos amigos me han refutado el que la frase sea original de Juan Pablo II, pero, ahí estamos en el pleito, pues nadie me aporta nada en concreto, en cambio yo en su momento leí lo expresado por él, cuando al acercarse el momento de la entrada del mundo al año 2000, el cual fue conocido también como el inicio del Tercer Milenio del Cristianismo (el conteo de los años está fundamentado precisamente en la llamada "era cristiana", porque se reformó el calendario y establecieron las fechas de la Historia Universal en: Antes y Después de Cristo. Por lo tanto, a partir del año 2000 comenzó el tercer milenio del cristianismo y de ahí que Juan Pablo II dijera que: "En el tercer milenio, la humanidad se torna espiritual o no será más". Y es verdad, ahí tenemos todo lo que ahora sucede en el mundo entero, precisamente en virtud al alto materialismo del que somos objeto y afectos ¡Todos los seres humanos! La crisis económica mundial y toda esa gama de fraudes de toda índole que se están ahora llevando a cabo por doquier, en detrimento de la enorme mayoría del género humano, mismos que son los que padecen tales excesos del "capitalismo salvaje", tan buena definición que diera Juan Pablo II.
¡VAYA QUE SI NUESTRA GENERACIÓN HA VISTO GENTE INTERESANTE!
No cabe duda a nuestra generación le tocó vivir en una época por demás interesante y trascendental y veremos además como se comporta la actual generación de mediocres que dirigen el mundo, en comparación con estos grandes personajes que de una u otra forma vimos y podríamos decir en función a los extraordinarios adelantos de los medios de comunicación: "convivimos con ellos". Por ejemplo, John F. Kennedy y su papel tan importante cuando el conflicto de los misiles nucleares con la URSS y la Cuba de Castro; el mismo Fidel Castro. ¡Juan XXIII!, destacada figura en el avance de la Iglesia Católica. Tito, el dirigente de la hoy ex Yugoslavia; Mao Tse Tung; el emperador japonés Hirohito; el trácala de Richard Nixon; el mismo Salvador Allende ¡Mandela! ¡Golda Meir!, Doña Margaret Thatcher, en fin, tantos y tan importantes, pero, incuestionablemente de entre ellos está Juan XXIII y Juan Pablo II, pues Paulo VI fue un simple burócrata gris, que vino a cancelar y clausurar todas esas reformas tan trascendentales del Concilio Vaticano II iniciado por Juan XXIII, y Juan Pablo II porque le cambió de cara a la Iglesia y la volvió tan humana como lo hizo Juan XXIII.
EN MEXICO ENCONTRO SU MISIÓN
Nos cabe en orgullo a los mexicas que fue precisamente en México en donde Juan Pablo II encontró su misión ¡La de visitar el mundo!, al ver las multitudes que se agolpaban para verlo cuando su primera visita en enero de 1979, apenas a escasos tres meses de haber sido electo Papa, vio lo que debía ser su pontificado: un peregrinar constante. Y así lo hizo. De ahí que él mismo dijera siempre que era un Papa mexicano. Ojalá y no tarden mucho en hacerle justicia a este gran integrante del género humano, llamándolo como merece: Juan Pablo II El Magno (o El Grande).
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