"¡¿QUIERE BERRO, QUIERE EPAZOTE, QUIERE AGUACATE?!"
"¡¿QUIERE BERRO, QUIERE EPAZOTE, QUIERE AGUACATE?!"
¡Aaaah!, el otro día volví a tener un refrescante cuanto cordial y cultural encuentro con mi amiga Rosita, la marchante de mi mamá que desde tiempo ancestral pasa por la que era mi casa en Revillagigedo, en pleno centro de Veracruz vendiendo sus géneros vegetales.
TANTO EJERCICIO LA MANTIENE AL TIRO
En otras ocasiones les he platicado sobre ella, es oriunda de la zona serrana de Zongolica, Ver., avecindada por mi otrora barrio desde hace como 60 años, de los tiempos en que era esa zona conocida como "las colonias", cuando Veracruz comenzó a crecer hacia el oeste.
Bueno, pues como se los he dicho, ella es todo un ejemplo a la perseverancia, al trabajo y en sí a la vida y lo que un ser humano (sobre todo una mujer) puede lograr con fuerza de voluntad e indestructible fe en el futuro. Tiene ¡84 años de edad! Y diariamente recorre aproximadamente todo el barrio cargando dos canastas llenas de legumbres y vegetales vendiéndolo todo entre los que de toda la vida la conocemos.
¡MUY CARERA!
¡Ah!, eso sí ¡Es muy carera!, por lo que me tengo que poner a regatear con ella, pues un aguacate, el más pequeño que ustedes imaginen lo da ¡20 pesos! (creo me ha visto la cara de turista). Y no obstante no se deja rebajar nada, termino comprándole buena parte de su mercadería. Hago de cuenta que fui a una buena función de teatro o cine, en donde soy uno de los protagonistas, pues es toda una faena y muchas carcajadas de por medio estar haciendo transacciones comerciales con Rosita. Ella, invariablemente en su español todavía un poco cortado, no cede un ápice en materia de precios y por lo regular, como la estoy siempre fastidiando en que es una carera, termina regalándome una de sus muy peculiares sonrisas propias de nuestros ancestros indígenas, mostrando una perfecta dentadura en donde no falta una sola pieza a pesar de sus años.
Luego la acompaña una de sus nietas, la cual ya tiene todo el aspecto de una citadina, pero se ve quiere mucho a su abuela pues la ayuda en todo momento, desde cargar la canasta hasta hacer cuentas.
NI DE CHISTE TIENE PROBLEMAS DE IDENTIDAD
Lo que me llama grandemente la atención siempre, es la gran dignidad con la que se desplaza y convive Rosita, en lo absoluto se siente menos o más que nadie, como tampoco muestra actitud a la defensiva, sino que siempre nos aventamos un tú a tú más que divertido y por demás amigable. Ahora que estoy desarrollando una novedosa actividad en mi otrora casa en donde ya hay puerta de oficina a la calle y toda la cosa, Rosita ya no anuncia su mercancía, abre la puerta y si me ve en la oficina su rostro se ilumina en una amplia sonrisa que yo interpreto como si dijera: "¡Agua patos!". Y se arranca a enumerar sus géneros en venta.
UNA MUJER SUPERADA, EMANCIPADA, ALEGRE Y ¡PRIISTA!
Es realmente admirable Rosita, que a pesar de su condición indígena, otrora analfabeta, jamás se ha derrumbado y ni creo le haga falta psicoanalista o psicólogo que la ayude a superar ningún conflicto existencial, simple, sencilla y llanamente ella ha salido adelante en la vida, enfrentando los retos, venciéndolos y no por ello volverse mendiga y permitir su calidad de vida bajara jamás, al contrario, siempre en ascenso, y esto último lo juzgo por el aspecto de su nieta. Una joven vivaracha de unos 15 años de edad, tan vital como su abuela.
Y para completar el cuadro de identidad y simpatía mutua, amén de ir a favor de mis encuestas Rosita es priísta! Cómo la ven?
http://losbuenosdias.blogspts.com
correo: losbuenosdias@gmail.com
Estás a un clic para ganar premios con Windows Live
¡Aaaah!, el otro día volví a tener un refrescante cuanto cordial y cultural encuentro con mi amiga Rosita, la marchante de mi mamá que desde tiempo ancestral pasa por la que era mi casa en Revillagigedo, en pleno centro de Veracruz vendiendo sus géneros vegetales.
TANTO EJERCICIO LA MANTIENE AL TIRO
En otras ocasiones les he platicado sobre ella, es oriunda de la zona serrana de Zongolica, Ver., avecindada por mi otrora barrio desde hace como 60 años, de los tiempos en que era esa zona conocida como "las colonias", cuando Veracruz comenzó a crecer hacia el oeste.
Bueno, pues como se los he dicho, ella es todo un ejemplo a la perseverancia, al trabajo y en sí a la vida y lo que un ser humano (sobre todo una mujer) puede lograr con fuerza de voluntad e indestructible fe en el futuro. Tiene ¡84 años de edad! Y diariamente recorre aproximadamente todo el barrio cargando dos canastas llenas de legumbres y vegetales vendiéndolo todo entre los que de toda la vida la conocemos.
¡MUY CARERA!
¡Ah!, eso sí ¡Es muy carera!, por lo que me tengo que poner a regatear con ella, pues un aguacate, el más pequeño que ustedes imaginen lo da ¡20 pesos! (creo me ha visto la cara de turista). Y no obstante no se deja rebajar nada, termino comprándole buena parte de su mercadería. Hago de cuenta que fui a una buena función de teatro o cine, en donde soy uno de los protagonistas, pues es toda una faena y muchas carcajadas de por medio estar haciendo transacciones comerciales con Rosita. Ella, invariablemente en su español todavía un poco cortado, no cede un ápice en materia de precios y por lo regular, como la estoy siempre fastidiando en que es una carera, termina regalándome una de sus muy peculiares sonrisas propias de nuestros ancestros indígenas, mostrando una perfecta dentadura en donde no falta una sola pieza a pesar de sus años.
Luego la acompaña una de sus nietas, la cual ya tiene todo el aspecto de una citadina, pero se ve quiere mucho a su abuela pues la ayuda en todo momento, desde cargar la canasta hasta hacer cuentas.
NI DE CHISTE TIENE PROBLEMAS DE IDENTIDAD
Lo que me llama grandemente la atención siempre, es la gran dignidad con la que se desplaza y convive Rosita, en lo absoluto se siente menos o más que nadie, como tampoco muestra actitud a la defensiva, sino que siempre nos aventamos un tú a tú más que divertido y por demás amigable. Ahora que estoy desarrollando una novedosa actividad en mi otrora casa en donde ya hay puerta de oficina a la calle y toda la cosa, Rosita ya no anuncia su mercancía, abre la puerta y si me ve en la oficina su rostro se ilumina en una amplia sonrisa que yo interpreto como si dijera: "¡Agua patos!". Y se arranca a enumerar sus géneros en venta.
UNA MUJER SUPERADA, EMANCIPADA, ALEGRE Y ¡PRIISTA!
Es realmente admirable Rosita, que a pesar de su condición indígena, otrora analfabeta, jamás se ha derrumbado y ni creo le haga falta psicoanalista o psicólogo que la ayude a superar ningún conflicto existencial, simple, sencilla y llanamente ella ha salido adelante en la vida, enfrentando los retos, venciéndolos y no por ello volverse mendiga y permitir su calidad de vida bajara jamás, al contrario, siempre en ascenso, y esto último lo juzgo por el aspecto de su nieta. Una joven vivaracha de unos 15 años de edad, tan vital como su abuela.
Y para completar el cuadro de identidad y simpatía mutua, amén de ir a favor de mis encuestas Rosita es priísta! Cómo la ven?
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