LAS GLORIETAS
LAS GLORIETAS
El día de ayer les decía que "el tiempo pasa" y sin duda alguna esto queda demostrado en el hecho de que ahora están desapareciendo por necesidades del crecimiento de las ciudades y lógicamente el del aforo vehicular, las glorietas. Pues antes fueron sinónimo de belleza y esplendor, flores y verdor, hoy, ante tanto vehículo sin duda alguna y por las prisas mismas de la vida contemporánea la gente ni se fija en todo lo hermoso de una glorieta y mucho menos lo que luego en ella está significa.
Por ejemplo, en la ciudad de México, cuando expliqué que dentro del cuerpo de estatuas que hay en el monumento a la Independencia, en la glorieta del mismo nombre en el Paseo de la Reforma, el león que se ve llevado por un niño, significa el león el pueblo y el infante al gobierno, pocos los sabían. Incluidos los chilangos que prácticamente a diario transitan por ahí. Y ni qué decir que dicha glorieta es muy hermosa y también es causa de embotellamientos desde hace ya muchos años.
¡A MOCHAR GLORIETAS!
Pues en Veracruz no le vamos a la vera del camino al asunto, que dicho sea de paso, casi ni tenemos glorietas, pero, por lo pronto, la que estaba y en su momento marcó el inicio de "la salida del pulpo", en el municipio de Boca del Río, al del Presidente, que precisamente mandó construir el bulevar que lleva su nombre: Manuel Avila Camacho, ahora su estatua se encuentra al inicio del camellón, pues la glorieta desapareció en virtud de que ya estorbaba a la circulación.
CASI PONEN EN FIRMES A CUAUHTEMOC
En su momento, en lo que respecta al municipio de Veracruz, la otrora bella glorieta de Cuauhtémoc tuvo que ser reducida a su mínima expresión y casi ponen en "firmes" al buen Cuauh para que no estorbara la lanza (como el chiste aquel del cuate ese que era tan chica su casa del Infonavit que tenía que compartir los mismos clavos con el vecino para colgar los cuadros y además el Cristo lo tuvo que meter en "firmes" porque no cabía con la cruz). Otra que salió "volando" rumbo al norte de la ciudad, fue la de "los pescadores", que estaba sobre Díaz Mirón, a un lado del ADO. Hoy, al parecer le sigue en el mismo destino la otrora bella glorieta de Don Salvador Díaz Mirón, pues ya ni está tan bonita y realmente estorba.
DON JUAN MALPICA MIMENDI Y LA ESTATUA DE DIAZ MIRÓN
Por cierto, la estatua del bardo veracruzano debe su forma a mi gran amigo y benefactor, Don Juan Malpica Mimendi, pues cuando el escultor fue a El Dictamen a documentarse en la hemeroteca respecto a los antecedentes de Díaz Mirón, estaba platicando con Don Juan Malpica Silva y él le dijo al escultor, mira, aquí está mi hijo Juan, quien fuera alumno de Salvador, él te podría ilustrar bien. A lo que Don Juan, entonces un joven y talentoso periodista, le transmitió al escultor la expresión corporal de Don Salvador cuando se dirigía a algún alumno, con la mano izquierda envuelta en un pañuelo, su inseparable gabán y con la mano derecha señalando imperioso al alumno escogido para que respondiera a la pregunta a formular con un imperioso: "¡Haber tú!".
EN EL DF HUBO AMAPOLAS EN GLORIETAS Y CAMELLONES
Ni duda cabe, la belleza se cambia en aras de la agilización y la comodidad, pues, si mal no me acuerdo y regresando al D.F., en los tiempos de aquel regente Don Ernesto P. Uruchurtu, hay aún fotos de aquellas portentosas glorietas y camellones construidos en el D.F., en donde y porque aún a los gringos no se les metía la loquera de fumarse todo lo que tuvieran al alcance ¡Había plantadas las bellas flores de amapolas!
http://losbuenosdias.blogspot.com
correo: losbuenosdias@gmal.com
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El día de ayer les decía que "el tiempo pasa" y sin duda alguna esto queda demostrado en el hecho de que ahora están desapareciendo por necesidades del crecimiento de las ciudades y lógicamente el del aforo vehicular, las glorietas. Pues antes fueron sinónimo de belleza y esplendor, flores y verdor, hoy, ante tanto vehículo sin duda alguna y por las prisas mismas de la vida contemporánea la gente ni se fija en todo lo hermoso de una glorieta y mucho menos lo que luego en ella está significa.
Por ejemplo, en la ciudad de México, cuando expliqué que dentro del cuerpo de estatuas que hay en el monumento a la Independencia, en la glorieta del mismo nombre en el Paseo de la Reforma, el león que se ve llevado por un niño, significa el león el pueblo y el infante al gobierno, pocos los sabían. Incluidos los chilangos que prácticamente a diario transitan por ahí. Y ni qué decir que dicha glorieta es muy hermosa y también es causa de embotellamientos desde hace ya muchos años.
¡A MOCHAR GLORIETAS!
Pues en Veracruz no le vamos a la vera del camino al asunto, que dicho sea de paso, casi ni tenemos glorietas, pero, por lo pronto, la que estaba y en su momento marcó el inicio de "la salida del pulpo", en el municipio de Boca del Río, al del Presidente, que precisamente mandó construir el bulevar que lleva su nombre: Manuel Avila Camacho, ahora su estatua se encuentra al inicio del camellón, pues la glorieta desapareció en virtud de que ya estorbaba a la circulación.
CASI PONEN EN FIRMES A CUAUHTEMOC
En su momento, en lo que respecta al municipio de Veracruz, la otrora bella glorieta de Cuauhtémoc tuvo que ser reducida a su mínima expresión y casi ponen en "firmes" al buen Cuauh para que no estorbara la lanza (como el chiste aquel del cuate ese que era tan chica su casa del Infonavit que tenía que compartir los mismos clavos con el vecino para colgar los cuadros y además el Cristo lo tuvo que meter en "firmes" porque no cabía con la cruz). Otra que salió "volando" rumbo al norte de la ciudad, fue la de "los pescadores", que estaba sobre Díaz Mirón, a un lado del ADO. Hoy, al parecer le sigue en el mismo destino la otrora bella glorieta de Don Salvador Díaz Mirón, pues ya ni está tan bonita y realmente estorba.
DON JUAN MALPICA MIMENDI Y LA ESTATUA DE DIAZ MIRÓN
Por cierto, la estatua del bardo veracruzano debe su forma a mi gran amigo y benefactor, Don Juan Malpica Mimendi, pues cuando el escultor fue a El Dictamen a documentarse en la hemeroteca respecto a los antecedentes de Díaz Mirón, estaba platicando con Don Juan Malpica Silva y él le dijo al escultor, mira, aquí está mi hijo Juan, quien fuera alumno de Salvador, él te podría ilustrar bien. A lo que Don Juan, entonces un joven y talentoso periodista, le transmitió al escultor la expresión corporal de Don Salvador cuando se dirigía a algún alumno, con la mano izquierda envuelta en un pañuelo, su inseparable gabán y con la mano derecha señalando imperioso al alumno escogido para que respondiera a la pregunta a formular con un imperioso: "¡Haber tú!".
EN EL DF HUBO AMAPOLAS EN GLORIETAS Y CAMELLONES
Ni duda cabe, la belleza se cambia en aras de la agilización y la comodidad, pues, si mal no me acuerdo y regresando al D.F., en los tiempos de aquel regente Don Ernesto P. Uruchurtu, hay aún fotos de aquellas portentosas glorietas y camellones construidos en el D.F., en donde y porque aún a los gringos no se les metía la loquera de fumarse todo lo que tuvieran al alcance ¡Había plantadas las bellas flores de amapolas!
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