VAN DE NUEZ DOS CUENTOS POR SER DOMINGO
VAN DE NUEZ DOS CUENTOS POR SER DOMINGO
Una tarde un famoso y acaudalado abogado iba en su limusina cuando vio a dos hombres a la orilla de la carretera comiendo zacate.
Preocupado, ordenó a su chofer detenerse y bajó a investigar. Le preguntó a uno de ellos:
"¿Por qué están comiendo zacate, muchacho?". El pobre individuo responde: "No tenemos dinero para comida, por eso estamos comiendo zacate."
El letrado les dice con gesto preocupado: "Bueno, entonces venga a mi casa y yo los alimentaré". El aludido contesta: "Gracias, don, pero tengo esposa y dos pequeños hijos conmigo, que están allí, debajo de aquel árbol". El jurisperito con tono firme le ordena: "¡Que vengan todos!"; y volviéndose al otro hombre también le invita a venir con todo el grupo a subir a su gran vehículo.
El nuevo invitado le responde con voz lastimosa: "Pero señor ¡Yo también tengo esposa y seis hijos conmigo!".
"¡Que se vengan ellos también", exclama magnánimamente el jurista.
Entraron todos en el enorme y lujoso carro, lo que no fue fácil aún para un automóvil tan grande como la limusina. Una vez en camino uno de los pobres tipos miró al licenciado y le dijo con voz cuyo acento mostraba su enorme gratitud: "Señor, usted es muy bueno ¡Gracias por llevarnos a todos con usted para darnos de comer!". Respondiendo el jurisconsulto: "Les va a encantar mi casa ¡El zacate está como de metro y medio de alto!".
Moraleja: Cuando creas que un abogado te está ayudando, piénsalo dos veces.
SUCEDIÓ EN LA ESCUELA
La profesora interviene en una discusión entre alumnos: -Pedrito, ¿Cuál es el problema?-
-Es que yo soy muy inteligente para estar en primer grado. Mi hermana está en tercero y yo soy más inteligente que ella ¡Yo quiero ir a tercero también!-
La profesora ve que no puede resolver el problema y lo manda para la dirección. Mientras Pedrito esperaba en la antesala, la profesora le explica la situación al Director. Este le promete hacerle una prueba al infante, que seguro no conseguirá responder a todas ellas y así accederá a continuar el primer grado. Ya de acuerdo ambos hacen pasar al alumno y le hacen la propuesta de la prueba, que él acepta.
Inicia entonces las preguntas el director: "A ver Pedrito, ¿Cuánto es la raíz cuadrada de 81". "9, señor Director". "Y cuanto es 6 veces 6?". "36, Director". El director continúa por casi una hora con la batería de preguntas que sólo un excelente alumno de tercero puede conocer y Pedrito no comete ningún error. Ante la evidente inteligencia del menor el director dice a la profesora: "Creo que tendremos que pasarlo a tercer grado".
La maestra no muy segura y en una actitud de mentora solterona piensa: "Yo a este payasito lo pondré en su lugar", e inquiere: "¿Puedo hacerle unas preguntas también?". El director y Pedrito asienten e inicia entonces la profesora:
-¿Qué tiene la vaca 4 y yo solo 2?-, - las piernas-, responde Pedrito sin dudar. -¿Qué tienes en tus pantalones que no hay en los míos?- El director se ajusta los lentes y se prepara para interrumpir. -Los bolsillos-, responde el niño. -¿Qué entra en el centro de las mujeres y sólo detrás del hombre-. Estupefacto el director contiene la respiración - La letra "E"-, responde al alumno (mujEres-hombrE). ¿Y en dónde las mujeres tienen el pelo más ensortijado?-. El Director hace una mueca de asombro. En África-, responde Pedrito sin dudar. -¿Qué es blando y en las manos de una mujer se vuelve duro?-. El Director se le cruzan los ojos. El esmalte de las uñas, profe-, contesta el niño. -¿Qué tienen las mujeres en medio de las piernas?-. El director no puede creer y estaba ya en el desfase total. Las rodillas- responde Pedrito al instante. -¿Y que tiene una mujer casada más ancha que una soltera?-. La cama, profesora-. ¿Qué palabra comienza con "C" y termina en "O" y todos tenemos atrás?-. El director empieza a sudar frío, y está que no da más. -El codo, profesora-. -¿Y qué empieza con "C", tiene un hueco y yo se lo di a varias personas para que gozaran?-. -Un disco compacto-.
El director ya mareado por la presión los interrumpe, y le dice a la profesora:
"¡Mire, ponga a este cabrón en la Universidad! ¡Yo mismo acabo de fallar todas las respuestas!"
TENGAN UN MUY BUEN DOMINGO
http: //losbuenosdias.blogspot.com
correo: losbuenosdias@gmail.com
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Una tarde un famoso y acaudalado abogado iba en su limusina cuando vio a dos hombres a la orilla de la carretera comiendo zacate.
Preocupado, ordenó a su chofer detenerse y bajó a investigar. Le preguntó a uno de ellos:
"¿Por qué están comiendo zacate, muchacho?". El pobre individuo responde: "No tenemos dinero para comida, por eso estamos comiendo zacate."
El letrado les dice con gesto preocupado: "Bueno, entonces venga a mi casa y yo los alimentaré". El aludido contesta: "Gracias, don, pero tengo esposa y dos pequeños hijos conmigo, que están allí, debajo de aquel árbol". El jurisperito con tono firme le ordena: "¡Que vengan todos!"; y volviéndose al otro hombre también le invita a venir con todo el grupo a subir a su gran vehículo.
El nuevo invitado le responde con voz lastimosa: "Pero señor ¡Yo también tengo esposa y seis hijos conmigo!".
"¡Que se vengan ellos también", exclama magnánimamente el jurista.
Entraron todos en el enorme y lujoso carro, lo que no fue fácil aún para un automóvil tan grande como la limusina. Una vez en camino uno de los pobres tipos miró al licenciado y le dijo con voz cuyo acento mostraba su enorme gratitud: "Señor, usted es muy bueno ¡Gracias por llevarnos a todos con usted para darnos de comer!". Respondiendo el jurisconsulto: "Les va a encantar mi casa ¡El zacate está como de metro y medio de alto!".
Moraleja: Cuando creas que un abogado te está ayudando, piénsalo dos veces.
SUCEDIÓ EN LA ESCUELA
La profesora interviene en una discusión entre alumnos: -Pedrito, ¿Cuál es el problema?-
-Es que yo soy muy inteligente para estar en primer grado. Mi hermana está en tercero y yo soy más inteligente que ella ¡Yo quiero ir a tercero también!-
La profesora ve que no puede resolver el problema y lo manda para la dirección. Mientras Pedrito esperaba en la antesala, la profesora le explica la situación al Director. Este le promete hacerle una prueba al infante, que seguro no conseguirá responder a todas ellas y así accederá a continuar el primer grado. Ya de acuerdo ambos hacen pasar al alumno y le hacen la propuesta de la prueba, que él acepta.
Inicia entonces las preguntas el director: "A ver Pedrito, ¿Cuánto es la raíz cuadrada de 81". "9, señor Director". "Y cuanto es 6 veces 6?". "36, Director". El director continúa por casi una hora con la batería de preguntas que sólo un excelente alumno de tercero puede conocer y Pedrito no comete ningún error. Ante la evidente inteligencia del menor el director dice a la profesora: "Creo que tendremos que pasarlo a tercer grado".
La maestra no muy segura y en una actitud de mentora solterona piensa: "Yo a este payasito lo pondré en su lugar", e inquiere: "¿Puedo hacerle unas preguntas también?". El director y Pedrito asienten e inicia entonces la profesora:
-¿Qué tiene la vaca 4 y yo solo 2?-, - las piernas-, responde Pedrito sin dudar. -¿Qué tienes en tus pantalones que no hay en los míos?- El director se ajusta los lentes y se prepara para interrumpir. -Los bolsillos-, responde el niño. -¿Qué entra en el centro de las mujeres y sólo detrás del hombre-. Estupefacto el director contiene la respiración - La letra "E"-, responde al alumno (mujEres-hombrE). ¿Y en dónde las mujeres tienen el pelo más ensortijado?-. El Director hace una mueca de asombro. En África-, responde Pedrito sin dudar. -¿Qué es blando y en las manos de una mujer se vuelve duro?-. El Director se le cruzan los ojos. El esmalte de las uñas, profe-, contesta el niño. -¿Qué tienen las mujeres en medio de las piernas?-. El director no puede creer y estaba ya en el desfase total. Las rodillas- responde Pedrito al instante. -¿Y que tiene una mujer casada más ancha que una soltera?-. La cama, profesora-. ¿Qué palabra comienza con "C" y termina en "O" y todos tenemos atrás?-. El director empieza a sudar frío, y está que no da más. -El codo, profesora-. -¿Y qué empieza con "C", tiene un hueco y yo se lo di a varias personas para que gozaran?-. -Un disco compacto-.
El director ya mareado por la presión los interrumpe, y le dice a la profesora:
"¡Mire, ponga a este cabrón en la Universidad! ¡Yo mismo acabo de fallar todas las respuestas!"
TENGAN UN MUY BUEN DOMINGO
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