¡QUE CALOR TAN ESPANTOSO!
¡QUE CALOR TAN ESPANTOSO!
O ya me puse viejo y gordo o sencillamente el calor ha aumentado enormidades. En muy buena onda, les comunico que en mi vida había sentido tanto calor como este año y miren que por lo regular siempre he estado viviendo en esta maravillosa ciudad de Veracruz, pero ¡Méndigo calor! En otras ocasiones les he platicado de cómo escuchaba cuando niño a la gente mayor quejarse del calor, sobre todo cuando íbamos a comprar las tortillas, que se hacían en una casa dedicada a vender gordas y picadas por la mañana y mole los domingos por la mañana, con todas las variedades de antojitos que este suculento manjar mexicano da lugar; pero, invariablemente, mañanas y medios días había que ir a comprar las tortillas que se hacían a mano y si mal no me acuerdo, en aquella década de los sesentas, costaban ¡3 tortillas por 20 centavos! Y, en lo que las palmeadoras hacían lo suyo sacando los pedidos de tortillas, ahí se enteraba uno de toda una bola de comentarios que hacían las señoras entre sí, entre ellas, obviamente, las palmeadoras y la dueña del local, que no es por nada, pero, era todo un despliegue de relaciones públicas de la barriada. ¡Lógicamente!, de ahí salía uno a hacer determinados comentarios en casa, de resultar interesante lo que exponían las señoras en tan singular, cuanto divertido conciliábulo. Que dicho sea de paso, esta es otra "sana" costumbre y tradición que ya se perdió ¿O es que ya no voy a comprar tortillas? Pero a lo que iba, no obstante con el calor emanado del comal, la temperatura subía más en la estancia y yo no sentía el calor; además, me acuerdo cómo se veían las señoras llegadas de sus casas, recién bañadas, con el pelo aún mojado (pero peinado), y con cantidades industriales de talco encima, sobre todo en el cuello, que me recordaban aquellas cucarachas cuando salían de la harina. Hoy ya ni talco se aplican las señoras pues existen modernos sustitutos.
EN CHILANGOLANDIA SE MUEREN DEL CALOR Y NI SE DIGA EN XALAPA
Pero, regresando a la cuestión de este perrísimo calor ¡Qué bárbaro! Ahora si extraño mis tiempos aquellos. Hoy, leo como los chilangos languidecen del super calor que hay en el D.F. Para muestra de este horror podemos muy bien ir a darnos un ligero quemón a la ciudad de Xalapa, la cual está ¡Terriblemente calurosa!, cosa que hace 30 años, cuando estudié en la Facultad de Derecho, era toda una divinidad vivir en Xalapa y todas la noches jalar por la cobija para taparse, pues cuán rico estaba el frío.
¿Hoy? Ya hay hasta mosquitos y el prácticamente obligatorio el uso de aire acondicionado ¡Espantoso!
SOPLABA LA SUAVE Y REFRESCANTE BRISA ¡LOS MOSQUITOS NO LLEGABAN AL TERCER PISO!
¡Aaah! En aquellos días de mi infancia, en los sesentas y en casi todos los setentas, el lujo máximo en las noches en algunas casas veracruzanas era el ventilador, el clima sólo se usaba en los bancos, pues de ahí en fuera, todo era casas de techos altos y a salir a "tomar el fresco" a las banquetas.
Nosotros vivíamos en un edificio de departamentos, en el tercer piso, frente al mar, por lo que el calor nos hacía los mandados, así como los mosquitos, con la brisa del mar, sobre todo por las noches, eso era dormir muy bien.
Pues, tal vez hoy parezca increíble, pero, los mosquitos no llegaban al tercer piso ¡Se los juro!
HOY TODO SE ENCARECIÓ Y TODO SE ACHICÓ
Hoy, gracias al encarecimiento de los materiales de construcción y a toda una gama de modas prevalecientes en materia de arquitectura ¡Todo se ha ido para arriba! Y en consecuencia lógica las casas habitación son auténticos "huevitos", en los que, incluso, por la mala orientación, se hace imprescindible el aparato de aire acondicionado, de lo contrario, todo eso se asemeja a un horno de barbacoa. Amén de que ahora los mosquitos traen el dengue y debe uno impedir su picadura a costa de lo que sea, cuando que antes, entre la chamacada, era hasta divertido ver cómo se iban "empanzonando" estos insectos según succionaban la sangre de nuestra piel, y cuando estaban por emprender el vuelo, meterles un manotazo y quedaran todos aplastados en una gran mota de nuestra sangre ¡Juar, juar, juar! ¡Qué divertido era esto!, hoy, los niños, por salud, tampoco juegan con los mosquitos.
SI ESTO SIGUE ASÍ ¡HUIRÉ A LA SIERRA!
En fin, espero se pase rápido esta temporada de calor y lleguen las lluvias, aunque con ello se incrementarán los mosquitos, pero, ya por lo "betabel" que nos encontramos, nos hemos ganado el uso del aire acondicionado, aunque en ello nos vayan gripas, tos de perro y esa sensación espantosa que se experimenta cuando se sale de la estancia enfriada hacia la terrible realidad del calor abundante.
Por lo tanto, les deseamos muy cordialmente, el mensaje tumulario ese de:
"¡Qué la tierra les sea leve".
http: //losbuenosdias.blogspot.com
correo:losbuenosdias@gmail.com
En Messenger están mis contactos con los que sí tengo contacto
O ya me puse viejo y gordo o sencillamente el calor ha aumentado enormidades. En muy buena onda, les comunico que en mi vida había sentido tanto calor como este año y miren que por lo regular siempre he estado viviendo en esta maravillosa ciudad de Veracruz, pero ¡Méndigo calor! En otras ocasiones les he platicado de cómo escuchaba cuando niño a la gente mayor quejarse del calor, sobre todo cuando íbamos a comprar las tortillas, que se hacían en una casa dedicada a vender gordas y picadas por la mañana y mole los domingos por la mañana, con todas las variedades de antojitos que este suculento manjar mexicano da lugar; pero, invariablemente, mañanas y medios días había que ir a comprar las tortillas que se hacían a mano y si mal no me acuerdo, en aquella década de los sesentas, costaban ¡3 tortillas por 20 centavos! Y, en lo que las palmeadoras hacían lo suyo sacando los pedidos de tortillas, ahí se enteraba uno de toda una bola de comentarios que hacían las señoras entre sí, entre ellas, obviamente, las palmeadoras y la dueña del local, que no es por nada, pero, era todo un despliegue de relaciones públicas de la barriada. ¡Lógicamente!, de ahí salía uno a hacer determinados comentarios en casa, de resultar interesante lo que exponían las señoras en tan singular, cuanto divertido conciliábulo. Que dicho sea de paso, esta es otra "sana" costumbre y tradición que ya se perdió ¿O es que ya no voy a comprar tortillas? Pero a lo que iba, no obstante con el calor emanado del comal, la temperatura subía más en la estancia y yo no sentía el calor; además, me acuerdo cómo se veían las señoras llegadas de sus casas, recién bañadas, con el pelo aún mojado (pero peinado), y con cantidades industriales de talco encima, sobre todo en el cuello, que me recordaban aquellas cucarachas cuando salían de la harina. Hoy ya ni talco se aplican las señoras pues existen modernos sustitutos.
EN CHILANGOLANDIA SE MUEREN DEL CALOR Y NI SE DIGA EN XALAPA
Pero, regresando a la cuestión de este perrísimo calor ¡Qué bárbaro! Ahora si extraño mis tiempos aquellos. Hoy, leo como los chilangos languidecen del super calor que hay en el D.F. Para muestra de este horror podemos muy bien ir a darnos un ligero quemón a la ciudad de Xalapa, la cual está ¡Terriblemente calurosa!, cosa que hace 30 años, cuando estudié en la Facultad de Derecho, era toda una divinidad vivir en Xalapa y todas la noches jalar por la cobija para taparse, pues cuán rico estaba el frío.
¿Hoy? Ya hay hasta mosquitos y el prácticamente obligatorio el uso de aire acondicionado ¡Espantoso!
SOPLABA LA SUAVE Y REFRESCANTE BRISA ¡LOS MOSQUITOS NO LLEGABAN AL TERCER PISO!
¡Aaah! En aquellos días de mi infancia, en los sesentas y en casi todos los setentas, el lujo máximo en las noches en algunas casas veracruzanas era el ventilador, el clima sólo se usaba en los bancos, pues de ahí en fuera, todo era casas de techos altos y a salir a "tomar el fresco" a las banquetas.
Nosotros vivíamos en un edificio de departamentos, en el tercer piso, frente al mar, por lo que el calor nos hacía los mandados, así como los mosquitos, con la brisa del mar, sobre todo por las noches, eso era dormir muy bien.
Pues, tal vez hoy parezca increíble, pero, los mosquitos no llegaban al tercer piso ¡Se los juro!
HOY TODO SE ENCARECIÓ Y TODO SE ACHICÓ
Hoy, gracias al encarecimiento de los materiales de construcción y a toda una gama de modas prevalecientes en materia de arquitectura ¡Todo se ha ido para arriba! Y en consecuencia lógica las casas habitación son auténticos "huevitos", en los que, incluso, por la mala orientación, se hace imprescindible el aparato de aire acondicionado, de lo contrario, todo eso se asemeja a un horno de barbacoa. Amén de que ahora los mosquitos traen el dengue y debe uno impedir su picadura a costa de lo que sea, cuando que antes, entre la chamacada, era hasta divertido ver cómo se iban "empanzonando" estos insectos según succionaban la sangre de nuestra piel, y cuando estaban por emprender el vuelo, meterles un manotazo y quedaran todos aplastados en una gran mota de nuestra sangre ¡Juar, juar, juar! ¡Qué divertido era esto!, hoy, los niños, por salud, tampoco juegan con los mosquitos.
SI ESTO SIGUE ASÍ ¡HUIRÉ A LA SIERRA!
En fin, espero se pase rápido esta temporada de calor y lleguen las lluvias, aunque con ello se incrementarán los mosquitos, pero, ya por lo "betabel" que nos encontramos, nos hemos ganado el uso del aire acondicionado, aunque en ello nos vayan gripas, tos de perro y esa sensación espantosa que se experimenta cuando se sale de la estancia enfriada hacia la terrible realidad del calor abundante.
Por lo tanto, les deseamos muy cordialmente, el mensaje tumulario ese de:
"¡Qué la tierra les sea leve".
http: //losbuenosdias.blogspot.com
correo:losbuenosdias@gmail.com
En Messenger están mis contactos con los que sí tengo contacto
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