LAS REVOLUCIONES Y LOS MATRIMONIOS, COMIENZAN EN UN IDEAL Y ACABAN A FREGADAZOS
LAS REVOLUCIONES Y LOS MATRIMONIOS, COMIENZAN EN UN IDEAL Y ACABAN A FREGADAZOS
Pues miren, para que no digan luego mis detractores panuchos que cómo jodo, hoy les hablaré de lo que tantas veces ya les he platicado, de la épica jornada de los Insurgentes (sí, con mayúscula, porque lo que hicieron, a pesar de tanto tropiezo, no les salió tan mal, fue bueno ¿el resultado?: ¡Nuestra patria, México!
HE AQUÍ LA VERDADERA HISTORIA DE NUESTRA GUERRA DE INDEPENDENCIA
Tal y como les he contado, todo nació con un sueño (como suele ser todo inicio), de un grupo de criollos que ya estaban hasta el gorro de los excesos de los españoles peninsulares, que se quedaban con todo lo mejor ¡Hasta con los cargos píos y harto onerosos de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana (que dicho sea de paso, se han excedido con Norbocop, que es un clon, mixtura de alguna remanencia infausta de "la raza de bronce" con lo peorcito de lo que trajeron los españoles), quien por cierto (la Santa Madre), en cuanto se dio cuenta de lo que tramaban estos canijos criollos, instruyó a la "pía" Santa Inquisición a que entrara en "diálogo" con ellos, por lo que todo se apresuró y el cura Don Miguel Hidalgo se aventó el "Grito", la noche-madrugada del 15 para el 16 de septiembre del 1810, arengando al pueblo en Dolores Hidalgo, Guanajuato a que se levantaron en armas y como el pueblo ya estaba más allá de hasta la mother con el virreinato (hagan de cuenta como estamos los mexicanos más corrientes que comunes que en el presente pululamos en este valle de lágrimas otrora la gran nación mexicana, con Calderón. Con la ligera diferencia que a los españoles les tomó 300 años colmarle la paciencia a los mexicas y Calderón lo ha logrado apenas en 4) se unió a la arenga del Padre de la Patria y ahí tienen que se armaron los cocolazos de a devis, que utilizando un lenguaje actual: "las bases rebasaron a Hidalgo". Pues como les he referido, pueblo al que entraban, degollaban a cuanto cristiano pareciera u oliera a español, el ejemplo más preclaro lo tenemos en la toma de la alhóndiga de Granaditas, precisamente en la ciudad de Guanajuato, en donde se encierran los gachupines a esperar la llegada del ejército realista para que los rescatara, surgiendo aquí la mítica figura de "El Pípila", ese personaje que nos cuenta la historia nacional que cargando una gran piedra sobre la espalda para que no le dieran los balazos que mantenía a raya a toda la raza para llegar hasta el edificio, él pudo alcanzar el portón y prenderle fuego, con lo cual a continuación no quedó títere con cabeza dentro de la edificación.
LE FALTÓ LIDERAZGO A HIDALGO Y LE SALIO PEOR EL REMEDIO QUE LA ENFERMEDAD
Y así fue todo el mes de septiembre y octubre, hasta llegar al 30 de octubre, las fuerzas de Hidalgo, en la famosa Batalla del Monte de las Cruces, le dio en toda la chapa al ejército realista, no quedando entonces otra que entrar a la ciudad de México que se hallaba inerme y tomarla, pudiéndose haber consumado así la Independencia de México en apenas mes y medio ¡Peeeeero!, como Hidalgo no era el líder que hoy nos proyecta la historia oficial, tuvo los clásicos cargos de conciencia, entró en una auténtica crisis existencial y para no cargar con el baño de sangre que se iba a dar en la ciudad de México cuando el desordenado ejército insurgente pasara a cuchillo a los gachupas, el Padre de la Patria decidió regresar por donde había venido y la guerra de Independencia se prolongó por once años, muriendo no sólo el mismo Don Miguel Hidalgo, sino casi todos los insurgentes iniciales, muriendo así más personas de las que se hubiesen escabechado nuestros aguerridos mexicas en aquel ya lejano 30 de octubre de 1810.
Pero, como les digo, Hidalgo era un soñador, un cura muy a toda madre, que le gustaba la buena vida, los buenos vinos y las buenas mujeres (le decían el "saludo": no se le negaba a nadie).
¡OTRA VEZ NINGUNIARON A LAS MUJERES! ¡GACHOS!
Cabe hacer mención, para hacerle justicia a todos, que tanto los festejos del Centenario (podemos decir que aquí era la costumbre imperante), como en los del presente, se ha excluido de manera rotunda en forma por demás injusta a la mujer, pues miren que las señoras bien que se fajaron con los varones en eso de la creación de la patria, Doña Josefa Ortiz de Domínguez (la más conocida), Doña Leona Vicario ¡La Güera Rodriguez!, guapa, aguerrida y del "tacón dorado", pero de lujo, para mencionar algunas y ninguna fue inmortalizada en el monumento a la Independencia y en el presente se quedaron igual, nadie las tomó en cuenta, o sea, la misoginia sigue, lo cual es de lo más injusto. De perdido le hubiesen hecho un añadido al monumento a la Independencia, agregando la estatua de alguna de las mencionadas, o de plano, en los millonarios gastos erogados por la inexistente fiesta del Bicentenario, se hubiese hecho un grandioso monumento en el Paseo de la Reforma, a todas las grandes mujeres de la Insurgencia ¿O no? ¡
Merecido se lo tienen nuestras siempre aguerridas, entronas, guapas y muy valientes mexicanas!
http://losbuenosdias.blogspo.com
correo:losbuenosdias@gmail.com
Pues miren, para que no digan luego mis detractores panuchos que cómo jodo, hoy les hablaré de lo que tantas veces ya les he platicado, de la épica jornada de los Insurgentes (sí, con mayúscula, porque lo que hicieron, a pesar de tanto tropiezo, no les salió tan mal, fue bueno ¿el resultado?: ¡Nuestra patria, México!
HE AQUÍ LA VERDADERA HISTORIA DE NUESTRA GUERRA DE INDEPENDENCIA
Tal y como les he contado, todo nació con un sueño (como suele ser todo inicio), de un grupo de criollos que ya estaban hasta el gorro de los excesos de los españoles peninsulares, que se quedaban con todo lo mejor ¡Hasta con los cargos píos y harto onerosos de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana (que dicho sea de paso, se han excedido con Norbocop, que es un clon, mixtura de alguna remanencia infausta de "la raza de bronce" con lo peorcito de lo que trajeron los españoles), quien por cierto (la Santa Madre), en cuanto se dio cuenta de lo que tramaban estos canijos criollos, instruyó a la "pía" Santa Inquisición a que entrara en "diálogo" con ellos, por lo que todo se apresuró y el cura Don Miguel Hidalgo se aventó el "Grito", la noche-madrugada del 15 para el 16 de septiembre del 1810, arengando al pueblo en Dolores Hidalgo, Guanajuato a que se levantaron en armas y como el pueblo ya estaba más allá de hasta la mother con el virreinato (hagan de cuenta como estamos los mexicanos más corrientes que comunes que en el presente pululamos en este valle de lágrimas otrora la gran nación mexicana, con Calderón. Con la ligera diferencia que a los españoles les tomó 300 años colmarle la paciencia a los mexicas y Calderón lo ha logrado apenas en 4) se unió a la arenga del Padre de la Patria y ahí tienen que se armaron los cocolazos de a devis, que utilizando un lenguaje actual: "las bases rebasaron a Hidalgo". Pues como les he referido, pueblo al que entraban, degollaban a cuanto cristiano pareciera u oliera a español, el ejemplo más preclaro lo tenemos en la toma de la alhóndiga de Granaditas, precisamente en la ciudad de Guanajuato, en donde se encierran los gachupines a esperar la llegada del ejército realista para que los rescatara, surgiendo aquí la mítica figura de "El Pípila", ese personaje que nos cuenta la historia nacional que cargando una gran piedra sobre la espalda para que no le dieran los balazos que mantenía a raya a toda la raza para llegar hasta el edificio, él pudo alcanzar el portón y prenderle fuego, con lo cual a continuación no quedó títere con cabeza dentro de la edificación.
LE FALTÓ LIDERAZGO A HIDALGO Y LE SALIO PEOR EL REMEDIO QUE LA ENFERMEDAD
Y así fue todo el mes de septiembre y octubre, hasta llegar al 30 de octubre, las fuerzas de Hidalgo, en la famosa Batalla del Monte de las Cruces, le dio en toda la chapa al ejército realista, no quedando entonces otra que entrar a la ciudad de México que se hallaba inerme y tomarla, pudiéndose haber consumado así la Independencia de México en apenas mes y medio ¡Peeeeero!, como Hidalgo no era el líder que hoy nos proyecta la historia oficial, tuvo los clásicos cargos de conciencia, entró en una auténtica crisis existencial y para no cargar con el baño de sangre que se iba a dar en la ciudad de México cuando el desordenado ejército insurgente pasara a cuchillo a los gachupas, el Padre de la Patria decidió regresar por donde había venido y la guerra de Independencia se prolongó por once años, muriendo no sólo el mismo Don Miguel Hidalgo, sino casi todos los insurgentes iniciales, muriendo así más personas de las que se hubiesen escabechado nuestros aguerridos mexicas en aquel ya lejano 30 de octubre de 1810.
Pero, como les digo, Hidalgo era un soñador, un cura muy a toda madre, que le gustaba la buena vida, los buenos vinos y las buenas mujeres (le decían el "saludo": no se le negaba a nadie).
¡OTRA VEZ NINGUNIARON A LAS MUJERES! ¡GACHOS!
Cabe hacer mención, para hacerle justicia a todos, que tanto los festejos del Centenario (podemos decir que aquí era la costumbre imperante), como en los del presente, se ha excluido de manera rotunda en forma por demás injusta a la mujer, pues miren que las señoras bien que se fajaron con los varones en eso de la creación de la patria, Doña Josefa Ortiz de Domínguez (la más conocida), Doña Leona Vicario ¡La Güera Rodriguez!, guapa, aguerrida y del "tacón dorado", pero de lujo, para mencionar algunas y ninguna fue inmortalizada en el monumento a la Independencia y en el presente se quedaron igual, nadie las tomó en cuenta, o sea, la misoginia sigue, lo cual es de lo más injusto. De perdido le hubiesen hecho un añadido al monumento a la Independencia, agregando la estatua de alguna de las mencionadas, o de plano, en los millonarios gastos erogados por la inexistente fiesta del Bicentenario, se hubiese hecho un grandioso monumento en el Paseo de la Reforma, a todas las grandes mujeres de la Insurgencia ¿O no? ¡
Merecido se lo tienen nuestras siempre aguerridas, entronas, guapas y muy valientes mexicanas!
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