"MAS TU NO ME DIJISTE QUE MAYO FUESE ETERNO..."
"MAS TU NO ME DIJISTE QUE MAYO FUESE ETERNO..."
Indiscutiblemente que han descubierto de dónde he sacado el título de esta "calumnia", del poema "En Paz", de mi cuate Amado Nervo, en la parte esa que dice: "Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno, mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno". O sea, el poeta equipara al actual mes con la juventud y, verdaderamente así es. No obstante el mes que acabamos de pasar, abril, es muy, pero muy bonito en función a la explosión de color que significa el estar casi fuera de la temporada invernal y los árboles, flores, plantas, etc., se encuentran en plena eclosión y explosión de color y vida (¿Llegaron a ver las jacarandas en la ciudad de Xalapa, con su magnífico morado en todo su apogeo ¡Maravilloso!).
¡QUE MES TAN PADRE, EXUBERANTE Y PRODIGO!
Pero, mayo, fuera de toda duda, no obstante el calor con el que lo experimentamos los jarochos, es un mes muy, pero muy a todo dar.
Sin pecar de enajenado o atrapado en el tiempo, lo era mejor en nuestra infancia, en virtud de que en aquellos ayeres no estaba en lo absoluto avanzado el asunto este de los invernaderos, como tampoco los métodos de tipo químico para hacer que los frutos broten fuera de su tiempo normal, y ¡Qué padre era ver pasar el mes de mayo con toda esa bola de mangos pegados a los árboles y estarlos tumbando, ya bien a pedradas o con una pértiga, para posteriormente comer los dichos mangos aún "verdes" con sal, no importando al rato trajésemos un "corre que te alcanza" en todo su apogeo.
HOY YA NI HUERTAS HAY PARA IR A VISITARLAS
En la casa de mi abuelita Carlota había un gran mango "criollo" (¿no se por qué mi "agüe" no plantó mejor uno de manila, si a ella era la clase de mango que le gustaba?) y era todo un acontecimiento encontrar entre el follaje algún mango medio amarillo, era todo un suceso y a través de las técnicas explicadas, tirábamos el mango porque lo tirábamos.
Así mismo las ciruelas, cuyos árboles crecían (o crecen) a la vera de las carreteras, en virtud de que son utilizadas las ramas de los árboles una vez desarrolladas como postería para las alambradas de púas y "pegan", como "pegan" los "mulatos", también era toda una vivencia recoger las ciruelas verdes.
Claro, ya a mediados de verano, agosto ¡Las guayabas!
Hoy, dentro de los adelantos, se encuentra el de tener todo tipo de frutas durante todo el año, pero, para mi gusto no es igual, pues no hay nada como lo natural, esto hasta nos refuerza y reconstituye el organismo, a estar comiendo toda una bola de fruta crecida y madurada a la fuerza y a la voluntad humana.
¿A POCO NO ERA BIEN PADRE ARRANCAR LA FRUTA DEL ARBOL?
No es mi intención estar de retrógrada, pero, como que era más romántico el asunto en nuestros ayeres infantiles al estar esperando los meses de las frutas para poderle entrar con singular alegría a la ingesta de las mismas.
COMO HOY COMPRAR ADORNOS NAVIDEÑOS EN AGOSTO ¡BAH!
Hoy, en el super, en pleno invierno se pueden comprar mangos; yo realmente no me atrevo a comerme uno de esos, pues en principio ni se me antoja y en segunda, quién sabe a qué rayos vaya a saber y sobre todo qué química me esté yo ingiriendo. Cuando lo mejor es ir hasta el árbol mismo y con una palanca con una bolsa en el extremo, irlos bajando de uno en uno y comerlos. Incluso ¿Se acuerdan que nos comíamos la fruta directa del árbol, sin haberla lavado? A lo mucho la restregábamos en la ropa para "limpiarla" y ¡Va pa'dentro!, y jamás tuvimos enfermedad terrible alguna como pasa ahora con los infantes.
Y NADIE SE MORIA DEL "CORRE QUE TE ALCANZA"
Pues, los "corre que te alcanza" no pasaban de ser de un día y ni le avisábamos nada a nadie, salvo que estábamos muy seguido en el sitio "a donde el rey va solo", pero nada de medicina u hospitalización ¿Se acuerdan de las almendras maduras? ¡Ricas!, existía el mito de que con ellas salían pecas, pero no, en la casa de mi abuelita había un enorme almendro (que sucumbió después de como 80 años de vida a un fuerte "norte") que arrojaba muchas almendras al patio y ¡Qué ricas sabían! Y jamás me salieron pecas.
Pero, sospecho cambié el tema de la maravillosa comparación de Nervo de mayo con la gozosa juventud, para arrancarme hablando de las frutas de la temporada.
UN POEMA DE MUCHA PROFUNDIDAD EXISTENCIAL
Ojalá y tengan ustedes la oportunidad de leer completo el poema aludido, tiene, amén de profundidad, toda una temática para no echarle la culpa al prójimo de cómo nos ha ido en la vida.
QUE PADRE FUE HABER SIDO NIÑO EN PLENO VERACRUZ
Y retornado a la fruta, qué padre nuestra infancia y qué padre nos la pasamos en provincia y además en ¡Veracruz!, tierra bendita por Dios, en donde incluso se quedó a dormir y por eso es tan benevolente, rica, feraz y pródiga, en donde tuvimos y tenemos la oportunidad de gozar la dicha tierra en la manifestación de sus frutos. Pues, muy bien recuerdo cuando venían unos primos que teníamos en la ciudad de México a visitarnos, se deslumbraban con el milagro de la naturaleza en nuestra tierra, o sea, esos chilangos ya estaban en la etapa en la que ahora se encuentran nuestros infantes, donde ya no saben lo que es arrancar un fruto del árbol, pues creen estos nacen de manera espontánea en los anaqueles del supermercado.
correo: losbuenosdias@gmail.com
Indiscutiblemente que han descubierto de dónde he sacado el título de esta "calumnia", del poema "En Paz", de mi cuate Amado Nervo, en la parte esa que dice: "Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno, mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno". O sea, el poeta equipara al actual mes con la juventud y, verdaderamente así es. No obstante el mes que acabamos de pasar, abril, es muy, pero muy bonito en función a la explosión de color que significa el estar casi fuera de la temporada invernal y los árboles, flores, plantas, etc., se encuentran en plena eclosión y explosión de color y vida (¿Llegaron a ver las jacarandas en la ciudad de Xalapa, con su magnífico morado en todo su apogeo ¡Maravilloso!).
¡QUE MES TAN PADRE, EXUBERANTE Y PRODIGO!
Pero, mayo, fuera de toda duda, no obstante el calor con el que lo experimentamos los jarochos, es un mes muy, pero muy a todo dar.
Sin pecar de enajenado o atrapado en el tiempo, lo era mejor en nuestra infancia, en virtud de que en aquellos ayeres no estaba en lo absoluto avanzado el asunto este de los invernaderos, como tampoco los métodos de tipo químico para hacer que los frutos broten fuera de su tiempo normal, y ¡Qué padre era ver pasar el mes de mayo con toda esa bola de mangos pegados a los árboles y estarlos tumbando, ya bien a pedradas o con una pértiga, para posteriormente comer los dichos mangos aún "verdes" con sal, no importando al rato trajésemos un "corre que te alcanza" en todo su apogeo.
HOY YA NI HUERTAS HAY PARA IR A VISITARLAS
En la casa de mi abuelita Carlota había un gran mango "criollo" (¿no se por qué mi "agüe" no plantó mejor uno de manila, si a ella era la clase de mango que le gustaba?) y era todo un acontecimiento encontrar entre el follaje algún mango medio amarillo, era todo un suceso y a través de las técnicas explicadas, tirábamos el mango porque lo tirábamos.
Así mismo las ciruelas, cuyos árboles crecían (o crecen) a la vera de las carreteras, en virtud de que son utilizadas las ramas de los árboles una vez desarrolladas como postería para las alambradas de púas y "pegan", como "pegan" los "mulatos", también era toda una vivencia recoger las ciruelas verdes.
Claro, ya a mediados de verano, agosto ¡Las guayabas!
Hoy, dentro de los adelantos, se encuentra el de tener todo tipo de frutas durante todo el año, pero, para mi gusto no es igual, pues no hay nada como lo natural, esto hasta nos refuerza y reconstituye el organismo, a estar comiendo toda una bola de fruta crecida y madurada a la fuerza y a la voluntad humana.
¿A POCO NO ERA BIEN PADRE ARRANCAR LA FRUTA DEL ARBOL?
No es mi intención estar de retrógrada, pero, como que era más romántico el asunto en nuestros ayeres infantiles al estar esperando los meses de las frutas para poderle entrar con singular alegría a la ingesta de las mismas.
COMO HOY COMPRAR ADORNOS NAVIDEÑOS EN AGOSTO ¡BAH!
Hoy, en el super, en pleno invierno se pueden comprar mangos; yo realmente no me atrevo a comerme uno de esos, pues en principio ni se me antoja y en segunda, quién sabe a qué rayos vaya a saber y sobre todo qué química me esté yo ingiriendo. Cuando lo mejor es ir hasta el árbol mismo y con una palanca con una bolsa en el extremo, irlos bajando de uno en uno y comerlos. Incluso ¿Se acuerdan que nos comíamos la fruta directa del árbol, sin haberla lavado? A lo mucho la restregábamos en la ropa para "limpiarla" y ¡Va pa'dentro!, y jamás tuvimos enfermedad terrible alguna como pasa ahora con los infantes.
Y NADIE SE MORIA DEL "CORRE QUE TE ALCANZA"
Pues, los "corre que te alcanza" no pasaban de ser de un día y ni le avisábamos nada a nadie, salvo que estábamos muy seguido en el sitio "a donde el rey va solo", pero nada de medicina u hospitalización ¿Se acuerdan de las almendras maduras? ¡Ricas!, existía el mito de que con ellas salían pecas, pero no, en la casa de mi abuelita había un enorme almendro (que sucumbió después de como 80 años de vida a un fuerte "norte") que arrojaba muchas almendras al patio y ¡Qué ricas sabían! Y jamás me salieron pecas.
Pero, sospecho cambié el tema de la maravillosa comparación de Nervo de mayo con la gozosa juventud, para arrancarme hablando de las frutas de la temporada.
UN POEMA DE MUCHA PROFUNDIDAD EXISTENCIAL
Ojalá y tengan ustedes la oportunidad de leer completo el poema aludido, tiene, amén de profundidad, toda una temática para no echarle la culpa al prójimo de cómo nos ha ido en la vida.
QUE PADRE FUE HABER SIDO NIÑO EN PLENO VERACRUZ
Y retornado a la fruta, qué padre nuestra infancia y qué padre nos la pasamos en provincia y además en ¡Veracruz!, tierra bendita por Dios, en donde incluso se quedó a dormir y por eso es tan benevolente, rica, feraz y pródiga, en donde tuvimos y tenemos la oportunidad de gozar la dicha tierra en la manifestación de sus frutos. Pues, muy bien recuerdo cuando venían unos primos que teníamos en la ciudad de México a visitarnos, se deslumbraban con el milagro de la naturaleza en nuestra tierra, o sea, esos chilangos ya estaban en la etapa en la que ahora se encuentran nuestros infantes, donde ya no saben lo que es arrancar un fruto del árbol, pues creen estos nacen de manera espontánea en los anaqueles del supermercado.
correo: losbuenosdias@gmail.com
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