NO SE TRATA DE JUGARNOS LAS CONTRAS
NO SE TRATA DE JUGARNOS LAS CONTRAS
El otro día en que escribí sobre la gran problemática prevaleciente en todas las zonas urbanas en función al enorme aforo vehicular, a las prisas que siempre traemos y sobre todo a la irresponsabilidad de estacionarnos en donde no debemos, en donde tienen mención muy destacada los colegios en general, poniendo como ejemplo al colegio América, el cual queda en frente de este gran diario, imagino que en función al "imperio contra ataca", por ahí me hicieron mención sobre la forma en como los vehículos se estacionan frente a este recinto del deber y del trabajo, pero, en lo absoluto se obstruye el tráfico; incluso, en la otra parte de la glorieta, en donde está una empresa aseguradora, los automóviles están estacionados en doble fila uno detrás del otro, pero, esto no representa tampoco problema alguno en función a que en ambas zonas de la glorieta el tráfico no es fluido, no así del lado del América, por donde fluye toda la circulación y he que ahí es a donde el problema se agrava. Por lo tanto, concluyo esta parte de la "calumnia", con el "¡Ah, verdad!", con que la lectora concluyó su exposición.
HE AQUÍ EL POR QUE DE LA RESPUESTA
Bueno, comencé el asunto por la respuesta a dicha cita, en función a que volveré a entrar al asunto vialidad, precisamente porque el domingo pasado, en camino a este recinto del deber y del trabajo, al pasar exactamente enfrente del entronque de 16 de Septiembre y el bulevar Avila Camacho, vi como un impertinente individuo a bordo de una enorme pick up, apresuraba a un par de ancianas, que, apoyada prácticamente una en la otra, iban atravesando la cinta asfáltica del bule; el chofer les gritaba algo en lo que iba echando hacia adelante la camioneta. Realmente fue un espectáculo denigrante y triste, pues se echó de ver la violencia y absoluta falta de respeto bajo la cual ahora se vive en todo el mundo. Fue por demás patético ver como la más joven de las ancianitas hacía señas al palurdo individuo de que esperara a que terminaran de cruzar la calle.
FUE TRISTE Y PATETICA TAL ESCENA
Esto, insisto es el clásico ejemplo de que ya no tenemos respeto por nada y lejos de haber adoptado la ciudadanía la actitud de la cortesía hacia los semejantes, como lo era hace tiempo, hemos optado por la agresión y la aplicación de la ley del más fuerte. Lo malo de esto que en cuanto nos toca a nosotros el padecer tal ley, entonces es cuando pegamos el grito en el cielo, protestando por la actitud negativa de la gente. Pero, el problema lamentablemente somos todos.
SE TRATA DE FASTIDIAR NO DE CONVIVIR
El otro día precisamente (hace una semana exactamente), venía frente a plaza Kristal en camino hacia el centro, frente a nosotros venía el taxi 3131, eran como las 10 de la mañana, el taxista se ve venía en búsqueda de pasaje, pues venía a vuelta de rueda ¡Y por la línea izquierda! (la que se supone es para rebasar, digo se supone pues nadie toma en cuenta tal circunstancia), le pedimos el paso pues iba yo hacia una cita, el sacrosanto chofer del taxi se inconformó con la petición y por toda respuesta bajó más la velocidad, cuando tratamos de rebasarlo por la derecha, cambió de línea a fin de no dejarnos pasar ¿De qué se trata?
LA CULPA ES COLECTIVA, ESTAMOS ¡MAL EDUCADOS!
Y, no es posible echarle la culpa de esto a las autoridades de tránsito, en virtud de que toda esta gama de calaveradas las hacemos con toda la santa intención de fastidiar al prójimo o sencillamente porque sentimos la calle nos la han escriturado ¿El resultado?, toda esa gran cantidad de accidente que ahora hay, amén de todos los actos de violencia que imperan en la cinta asfáltica.
¿SEREMOS CAPACES DE LA SER ALGUN DIA CORTESES?
La gran cantidad de vehículos que ya hay en todos lados, nos debe obligar a cumplir con lo más esencial de la norma de tránsito, la de respetar al peatón, sobre todo si se trata de niños, ancianos o de minusválidos. No es cuestión, insisto, de que nos juguemos las contras, pues, entonces, lejos de encontrar soluciones a los enormes problemas de tránsito, lo único que haremos es agravarlos.
PROPORCIONALMENTE MANEJAMOS PEOR QUE LOS CHILANGOS
Tuve la enorme oportunidad, cuanto experiencia, de vivir durante dos años en la ciudad de México ¡Ahí si es tráfico vehicular, no jaladas como las de provincia!, pero, entre toda la bola de cafres existentes en chilangolandia prevalece el respeto hacia el tiempo y espacio del prójimo e incluso, hay más cultura de vialidad, imposible pero cierto. Tal vez las tremendas experiencias de ir pasando de una etapa a otra de ir perdiendo cada vez más espacios por cuestión de haber día a día más y más vehículos, obligó a los chilangos irse adaptando a tal situación y como en el caso de las ciudades de provincia, como Veracruz, el "boom" vehicular ha sido de un día para otro, como que todavía no asimilamos tal situación y seguimos en la tendencia de sentirnos "Juan Camaney" en todos los sentidos y aspectos y de ahí la violencia y acciones por demás tristes y denigrantes como la del mequetrefe ese echándoles encima la pick up a las ancianitas a fin de que ambas aceleraran el paso, cuando que por cuestiones propias de la edad les era imposible y, aunque hubiesen podido las señoras, la cortesía es la que siempre debe prevalecer a fin de ir haciendo mejores condiciones de vida en todo este entorno que pareciera día a día mayor número de orates andan al volante.
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