EL DOMINGO SE HACE INTERACTIVO
EL DOMINGO SE HACE INTERACTIVO
He aquí que como ya lo he hecho costumbre en los días domingo les cuento unos chistes intentando hace un tanto más amable el fin y principio de semana. Trato de que sean lo más publicable posibles a fin de evitar que alguien se me sonroje, por lo tanto: ¡Ahí voy!:
¡FUERA GRIPA!
Juan y María eran dos jóvenes campesinos y paseaban juntos por el campo.
En eso María se detiene y le pregunta a Juan: "¿Cómo sabe el potro cuando la yegua quiere?". Responde Juan: "Por el olor".
Siguen caminando y a poco andar, María se detiene de nuevo y pregunta: "Juan ¿Cómo sabe el perro cuando la perra quiere". Respondiendo Juan: "Por el olor".
Más adelante María vuelve a preguntar: "Juan ¿Cómo sabe el toro cuando la vaca quiere?". Juan (pacientemente) responde: "María ¡Ya te he dicho que por el ¡nche olor!".
Siguen caminando y después de esperar un buen rato, María detiene el paso y encarando a Juan lo mira fijamente a los ojos entre firme y dubitativa e increpándolo exclama: "¿Y tú Juan ¿Tienes gripa o eres choto?".
MI PRIMER CONDÓN
Tenía yo 16 años y en el colegio iba a celebrarse la fiesta de fin de curso, por lo que por aquello de las moscas quería ir bien preparado y me fui a una farmacia a comprar condones.
La farmacéutica que estaba de muy buen ver, se dio cuenta de inmediato de mi novatez en estos menesteres pues al entregarme el paquete me preguntó si sabía como usarlos, a lo que respondí que no, por lo que decidió explicarme y ayudarme a fin de evitarme problemas al usarlos. Abrió el paquete, tomó uno de los condones y se lo puso en el dedo. Me dijo que debía asegurarme que quedara ajustado y seguro.
Yo seguí con cara de confusión, y entonces ella me dijo: "Espera un momento". Acto seguido se dirigió a la puerta y la cerró con llave. Tomándome de la mano me llevó a la trastienda y empezó a insinuarse y a quitarse la ropa, en lo que me preguntó: "¿Te excito?".
Tragué saliva y asentí con la cabeza. Me dijo que era hora de ponerse el condón. Mientras yo me lo ponía ella se acabó de desnudar y se acostó en una pequeña cama que ahí había. "¡Anda!", me dijo, agregando: "No tenemos mucho tiempo".
¡Todo fue fantástico!, pero, como era mi primera vez no duró mucho tiempo y en unos cuantos minutos todo había terminado.
Ella se me quedó mirando y me preguntó: "¿Te pusiste el condón?". "¡Claro!", enfático le aseguré yo, en lo que le enseñaba lo bien puesto que lo tenía en el dedo.
HE AQUÍ LO DE "INTERACTIVO"
Esperando no haber causado escozor a nadie, déjenme comentarles que el título de la presente "calumnia" se debe a que los chistes dominicales corren por cuenta de los mismos lectores que ahora me hacen el favor de enviármelos vía correo electrónico, por lo tanto de ahí lo de "interactivo".
Por lo tanto y en afán de ser domingo debe haber brevedad.
http: //losbuenosdias.blogspot.com
correo: losbuenosdias@gmail.com
Únete a la celebración de Messenger y sigue siendo parte de esta historia
He aquí que como ya lo he hecho costumbre en los días domingo les cuento unos chistes intentando hace un tanto más amable el fin y principio de semana. Trato de que sean lo más publicable posibles a fin de evitar que alguien se me sonroje, por lo tanto: ¡Ahí voy!:
¡FUERA GRIPA!
Juan y María eran dos jóvenes campesinos y paseaban juntos por el campo.
En eso María se detiene y le pregunta a Juan: "¿Cómo sabe el potro cuando la yegua quiere?". Responde Juan: "Por el olor".
Siguen caminando y a poco andar, María se detiene de nuevo y pregunta: "Juan ¿Cómo sabe el perro cuando la perra quiere". Respondiendo Juan: "Por el olor".
Más adelante María vuelve a preguntar: "Juan ¿Cómo sabe el toro cuando la vaca quiere?". Juan (pacientemente) responde: "María ¡Ya te he dicho que por el ¡nche olor!".
Siguen caminando y después de esperar un buen rato, María detiene el paso y encarando a Juan lo mira fijamente a los ojos entre firme y dubitativa e increpándolo exclama: "¿Y tú Juan ¿Tienes gripa o eres choto?".
MI PRIMER CONDÓN
Tenía yo 16 años y en el colegio iba a celebrarse la fiesta de fin de curso, por lo que por aquello de las moscas quería ir bien preparado y me fui a una farmacia a comprar condones.
La farmacéutica que estaba de muy buen ver, se dio cuenta de inmediato de mi novatez en estos menesteres pues al entregarme el paquete me preguntó si sabía como usarlos, a lo que respondí que no, por lo que decidió explicarme y ayudarme a fin de evitarme problemas al usarlos. Abrió el paquete, tomó uno de los condones y se lo puso en el dedo. Me dijo que debía asegurarme que quedara ajustado y seguro.
Yo seguí con cara de confusión, y entonces ella me dijo: "Espera un momento". Acto seguido se dirigió a la puerta y la cerró con llave. Tomándome de la mano me llevó a la trastienda y empezó a insinuarse y a quitarse la ropa, en lo que me preguntó: "¿Te excito?".
Tragué saliva y asentí con la cabeza. Me dijo que era hora de ponerse el condón. Mientras yo me lo ponía ella se acabó de desnudar y se acostó en una pequeña cama que ahí había. "¡Anda!", me dijo, agregando: "No tenemos mucho tiempo".
¡Todo fue fantástico!, pero, como era mi primera vez no duró mucho tiempo y en unos cuantos minutos todo había terminado.
Ella se me quedó mirando y me preguntó: "¿Te pusiste el condón?". "¡Claro!", enfático le aseguré yo, en lo que le enseñaba lo bien puesto que lo tenía en el dedo.
HE AQUÍ LO DE "INTERACTIVO"
Esperando no haber causado escozor a nadie, déjenme comentarles que el título de la presente "calumnia" se debe a que los chistes dominicales corren por cuenta de los mismos lectores que ahora me hacen el favor de enviármelos vía correo electrónico, por lo tanto de ahí lo de "interactivo".
Por lo tanto y en afán de ser domingo debe haber brevedad.
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