LAS VERSIONES DEL VENCEDOR
LAS VERSIONES DEL VENCEDOR
El otro día, de pura chiripada me encontré con unos libros que me remitieron a hacer el comparativo entre Tomás Moro y mi cuate Nicolás Maquiavelo. Los dos incuestionablemente en paralelo, pues el primero nace en Inglaterra el 7 de febrero de 1478 y muere decapitado el 6 de julio de 1523; el segundo, nace en Florencia (cuna del Renacimiento) el 3 de mayo de 1419 y muere en paz cristiana el 21 de junio de 1527. Tomás Moro escribe su obra "Utopía" en 1516 y Maquiavelo su obra cumbre "El Príncipe" en 1513. A Moro se le considera un humanista, creo, tanto por el contenido de su obra arriba mencionada, pero sobre todo por la influencia de la Iglesia por haberlo convertido en santo al vapor, al haberlo mandado decapitar Enrique VIII de Inglaterra por no haberlo apoyado en la acción de separar a la Iglesia Anglicana de la Católica. En cambio, a Maquiavelo lo encasillan como teórico de Estado y se le a su nombre sinónimo de maldad. Pero, aquí creo hay, para variar, un error histórico provocado precisamente por las fuerzas del momento.
TIBIOS QUE ESTÁN POR SER VOMITADOS DE LA BOCA DE DIOS
Y lo anterior viene a propósito de lo que ayer les platicaba sobre la "izquierda" mexicana, en donde ahora resulta que individuos como Manuel Camacho Solís son auténticas ovejas en pos de la defensa de los intereses de las mayorías empobrecidas, amén de estarse echando guayabazos de donde están emergiendo, él y toda una caterva tránsfugas del PRI (eso creen ellos), oliendo a santidad.
ME FUI CON LA FINTA DE ESTE "HUMANISTA"
En lo personal llegué a considerar a Tomás Moro una persona de gran integridad, firme en sus convicciones, pero sobre todo un verdadero humanista al demostrar en "Utopía", un absoluto desapego de los bienes materiales, apoyado todo esto por su estoica actitud ante el avasallante poder del rey Enrique VIII que jamás lo doblegó, pero, me he enterado que entrando al servicio de dicho rey, cuando aun no había la intención de separación por parte de Inglaterra de la Iglesia católica, Tomás Moró envió a la hoguera a varios contrarios de la "verdadera fe", en una acción de preservar fuera de Inglaterra la influencia reformista de Martín Lutero, Calvino, etc. Por lo que, Mr. Moro no fue entonces un humanista, sino un fanático más de los tantos que a través de la historia han existido en virtud de no haber tenido respeto alguno por la vida de sus semejantes, si no estaban de acuerdo con sus ideas. Esto, incuestionablemente es negativo.
JAMÁS DEJARAN DE SER UNOS CELESTINOS
Esto demuestra que a través del tiempo los vencedores siempre tratan de hacer la historia a su conveniencia -sean del bando que sean- y de ahí la importancia de la investigación para no irse con la finta (lo de la "izquierda" mexicana es otro ejemplo preclaro de camuflaje), pues tipos depredadores como Camacho Solís, Cuauhtémoc Cárdenas, López Obrador, etc., se destetan de las ubres del PRI, en donde estuvieron chupando de lo lindo y ahora resultan redentores del pueblo, pero sobre todo de los pobres, pero eso sí, siguen en el presupuesto oficial, pero se dicen defensores del pueblo.
MAS VALE UNO COLORADO QUE CUARENTA DESCOLORIDOS
En cambio, mi gran cuate Maquiavelo, si no humanista, sí un ser humano de su tiempo, pero sobre todo autóctono, autónomo, autodidacta y más que nada pragmático y realista, forma parte íntegra y expresiva de ese gran movimiento llamado "Renacimiento", en donde en "El Príncipe", refleja de manera llana y sin tapujos la forma en cómo se debe gobernar. O sea, él fue siempre un individuo definido y de una sola pieza y no otro tibio como el hoy defenestrado de mis preferencias, Tomás Moro, que resultó ser un simple fanático recalcitrante, encubierto por meros intereses políticos.
http://losbuenosdias.blogspot.com
correo: losbuenosdias@gmail.com
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El otro día, de pura chiripada me encontré con unos libros que me remitieron a hacer el comparativo entre Tomás Moro y mi cuate Nicolás Maquiavelo. Los dos incuestionablemente en paralelo, pues el primero nace en Inglaterra el 7 de febrero de 1478 y muere decapitado el 6 de julio de 1523; el segundo, nace en Florencia (cuna del Renacimiento) el 3 de mayo de 1419 y muere en paz cristiana el 21 de junio de 1527. Tomás Moro escribe su obra "Utopía" en 1516 y Maquiavelo su obra cumbre "El Príncipe" en 1513. A Moro se le considera un humanista, creo, tanto por el contenido de su obra arriba mencionada, pero sobre todo por la influencia de la Iglesia por haberlo convertido en santo al vapor, al haberlo mandado decapitar Enrique VIII de Inglaterra por no haberlo apoyado en la acción de separar a la Iglesia Anglicana de la Católica. En cambio, a Maquiavelo lo encasillan como teórico de Estado y se le a su nombre sinónimo de maldad. Pero, aquí creo hay, para variar, un error histórico provocado precisamente por las fuerzas del momento.
TIBIOS QUE ESTÁN POR SER VOMITADOS DE LA BOCA DE DIOS
Y lo anterior viene a propósito de lo que ayer les platicaba sobre la "izquierda" mexicana, en donde ahora resulta que individuos como Manuel Camacho Solís son auténticas ovejas en pos de la defensa de los intereses de las mayorías empobrecidas, amén de estarse echando guayabazos de donde están emergiendo, él y toda una caterva tránsfugas del PRI (eso creen ellos), oliendo a santidad.
ME FUI CON LA FINTA DE ESTE "HUMANISTA"
En lo personal llegué a considerar a Tomás Moro una persona de gran integridad, firme en sus convicciones, pero sobre todo un verdadero humanista al demostrar en "Utopía", un absoluto desapego de los bienes materiales, apoyado todo esto por su estoica actitud ante el avasallante poder del rey Enrique VIII que jamás lo doblegó, pero, me he enterado que entrando al servicio de dicho rey, cuando aun no había la intención de separación por parte de Inglaterra de la Iglesia católica, Tomás Moró envió a la hoguera a varios contrarios de la "verdadera fe", en una acción de preservar fuera de Inglaterra la influencia reformista de Martín Lutero, Calvino, etc. Por lo que, Mr. Moro no fue entonces un humanista, sino un fanático más de los tantos que a través de la historia han existido en virtud de no haber tenido respeto alguno por la vida de sus semejantes, si no estaban de acuerdo con sus ideas. Esto, incuestionablemente es negativo.
JAMÁS DEJARAN DE SER UNOS CELESTINOS
Esto demuestra que a través del tiempo los vencedores siempre tratan de hacer la historia a su conveniencia -sean del bando que sean- y de ahí la importancia de la investigación para no irse con la finta (lo de la "izquierda" mexicana es otro ejemplo preclaro de camuflaje), pues tipos depredadores como Camacho Solís, Cuauhtémoc Cárdenas, López Obrador, etc., se destetan de las ubres del PRI, en donde estuvieron chupando de lo lindo y ahora resultan redentores del pueblo, pero sobre todo de los pobres, pero eso sí, siguen en el presupuesto oficial, pero se dicen defensores del pueblo.
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En cambio, mi gran cuate Maquiavelo, si no humanista, sí un ser humano de su tiempo, pero sobre todo autóctono, autónomo, autodidacta y más que nada pragmático y realista, forma parte íntegra y expresiva de ese gran movimiento llamado "Renacimiento", en donde en "El Príncipe", refleja de manera llana y sin tapujos la forma en cómo se debe gobernar. O sea, él fue siempre un individuo definido y de una sola pieza y no otro tibio como el hoy defenestrado de mis preferencias, Tomás Moro, que resultó ser un simple fanático recalcitrante, encubierto por meros intereses políticos.
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