¡Y ARRIBA LAS COPAS!
¡Y ARRIBA LAS COPAS!
Que el 2010, no obstante se ve que pinta como Picasso o José Luis Cuevas ¡De la fregada!, pongamos todo de nuestra parte porque sea un año muy, pero muy a todo dar. Sobre todo las generaciones que estamos de una u otra forma en condiciones de mando o toma de decisiones, hacer todo lo posible por terminar con el maleficio de repetir tragedia nacional como sucedió en 1810, cuando México se convulsiona por busca de su independencia de la corona española y 1910, con la "revolución" que los gringos le hacen a Don Porfi. Hoy, sin duda alguna México anda haciendo agua y lo peor es que no tenemos liderazgo en la federación, sino puros palos de ciego, mismos cuyas consecuencias pagamos los mexicanos no incluidos en la dorada burocracia del Gobierno de la República. Pero, no obstante la cosa sigua por esa vertiente, no olvidemos que no hay mal que dure cien años ni menso que lo aguante.
Por lo tanto ¡Arriba las copas! (las de cristal) y digamos salud por este nuevo año, pensando además en pasarla de lo mejor y en caso contrario, apliquemos aquella máxima de: "Cuando la vida te de la espalda ¡Agárrale o pícale las naylon!".
NADA DE TRISTEZAS O PESADUMBRES
¡Claro! Nada de andar de apesadumbrados ni tristes. Pues, como aquella anécdota que me contaba mi gran amigo y benefactor, Don Juan Malpica Mimendi de cuando en una ocasión, su papá, Don Juan Malpica Silva, se sintió un poco indispuesto y fue a ver al médico, su compadre el Dr. Gonzalo Aguirre Beltrán Sr., quien me decía Don Juan le dio la receta correspondiente a su progenitor, quien sin leerla se dirigió a la botica; cuando el boticario leyó la prescripción, sonriendo sólo acató a decirle a Don Juan: "¿Ya leíste lo que te recetó Gonzalo?". El papel decía: "Juan, de vez en cuando hay que darle al macho un cuartazo y no te juntes ni con tristes ni con pendejos". ¡Ese fue y ese es mi Veracruz querido y su gente! Don Juan no estaba enfermo y su bromista amigo le jugaba una vacilada. Toda aquella pléyade de veracruzanos y ¡Tlacotalpeños!, hicieron siempre gala de un gran y fino humor y fueron los que construyeron Veracruz y les tocó vivir momentos muy difíciles.
¡VIVIO, DISFRUTÓ Y GOZO LA EXISTENCIA!
Esto también me remite a mi señora madre, de aquella vez que les cuento andaba yo en la "depre" y no quería ni salir de la cama en determinada mañana y fue mi augusta madre a ver qué me pasaba, si estaba yo enfermo o qué cosa; llegó ante mí y me cuestionó a lo que de inmediato y con semblante gemebundo le expliqué estaba yo hasta la coronilla de todo y que hasta me iba a cambiar de residencia. Mi mamá, toda candor, comprensión, entendimiento, así como con un profundo amor maternal, me miró y me dijo: "¡Pendejo, con tan poco agua te estás ahogando". Y con la misma se fue de mi cuarto. Excuso decirles que fue como si me echaran un cubo de agua fría ¡Ipso facto se acabó la quejumbre!, dejé todo el fardo de torpezas y salí una vez más a la vida tomahawk en mano.
O como me decía luego mi gran Profesorazo Valencia: "¡Ingram! ¡No te me apendejes que me apendejas!". O remomorando a Santa Teresa de Avila: "Nada te turbe, nada te espante, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, pues quien a Dios tiene nada le falta, pues sólo Dios basta"
¡PROHIBIDO APENDEJARSE!
Por lo tanto ¡No se apendejen!, miren todo por el lado positivo, busquen el lado chusco del asunto y nada de andarse pandeando porque a los panuchos la harina se les está haciendo engrudo, total, ya falta menos para que se vayan. ¡Feliz 2010 estimados lectores!
http://losbuenosdias.blogspot.com
correo:losbuenosdias@gmail.com
Windows 7 te la pone aún más fácil a ti, que eres estudiante
Que el 2010, no obstante se ve que pinta como Picasso o José Luis Cuevas ¡De la fregada!, pongamos todo de nuestra parte porque sea un año muy, pero muy a todo dar. Sobre todo las generaciones que estamos de una u otra forma en condiciones de mando o toma de decisiones, hacer todo lo posible por terminar con el maleficio de repetir tragedia nacional como sucedió en 1810, cuando México se convulsiona por busca de su independencia de la corona española y 1910, con la "revolución" que los gringos le hacen a Don Porfi. Hoy, sin duda alguna México anda haciendo agua y lo peor es que no tenemos liderazgo en la federación, sino puros palos de ciego, mismos cuyas consecuencias pagamos los mexicanos no incluidos en la dorada burocracia del Gobierno de la República. Pero, no obstante la cosa sigua por esa vertiente, no olvidemos que no hay mal que dure cien años ni menso que lo aguante.
Por lo tanto ¡Arriba las copas! (las de cristal) y digamos salud por este nuevo año, pensando además en pasarla de lo mejor y en caso contrario, apliquemos aquella máxima de: "Cuando la vida te de la espalda ¡Agárrale o pícale las naylon!".
NADA DE TRISTEZAS O PESADUMBRES
¡Claro! Nada de andar de apesadumbrados ni tristes. Pues, como aquella anécdota que me contaba mi gran amigo y benefactor, Don Juan Malpica Mimendi de cuando en una ocasión, su papá, Don Juan Malpica Silva, se sintió un poco indispuesto y fue a ver al médico, su compadre el Dr. Gonzalo Aguirre Beltrán Sr., quien me decía Don Juan le dio la receta correspondiente a su progenitor, quien sin leerla se dirigió a la botica; cuando el boticario leyó la prescripción, sonriendo sólo acató a decirle a Don Juan: "¿Ya leíste lo que te recetó Gonzalo?". El papel decía: "Juan, de vez en cuando hay que darle al macho un cuartazo y no te juntes ni con tristes ni con pendejos". ¡Ese fue y ese es mi Veracruz querido y su gente! Don Juan no estaba enfermo y su bromista amigo le jugaba una vacilada. Toda aquella pléyade de veracruzanos y ¡Tlacotalpeños!, hicieron siempre gala de un gran y fino humor y fueron los que construyeron Veracruz y les tocó vivir momentos muy difíciles.
¡VIVIO, DISFRUTÓ Y GOZO LA EXISTENCIA!
Esto también me remite a mi señora madre, de aquella vez que les cuento andaba yo en la "depre" y no quería ni salir de la cama en determinada mañana y fue mi augusta madre a ver qué me pasaba, si estaba yo enfermo o qué cosa; llegó ante mí y me cuestionó a lo que de inmediato y con semblante gemebundo le expliqué estaba yo hasta la coronilla de todo y que hasta me iba a cambiar de residencia. Mi mamá, toda candor, comprensión, entendimiento, así como con un profundo amor maternal, me miró y me dijo: "¡Pendejo, con tan poco agua te estás ahogando". Y con la misma se fue de mi cuarto. Excuso decirles que fue como si me echaran un cubo de agua fría ¡Ipso facto se acabó la quejumbre!, dejé todo el fardo de torpezas y salí una vez más a la vida tomahawk en mano.
O como me decía luego mi gran Profesorazo Valencia: "¡Ingram! ¡No te me apendejes que me apendejas!". O remomorando a Santa Teresa de Avila: "Nada te turbe, nada te espante, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, pues quien a Dios tiene nada le falta, pues sólo Dios basta"
¡PROHIBIDO APENDEJARSE!
Por lo tanto ¡No se apendejen!, miren todo por el lado positivo, busquen el lado chusco del asunto y nada de andarse pandeando porque a los panuchos la harina se les está haciendo engrudo, total, ya falta menos para que se vayan. ¡Feliz 2010 estimados lectores!
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