YO SUPE DE LAS DROGAS POR CAUSA DE MI MAMÁ
YO SUPE DE LAS DROGAS POR CAUSA DE MI MAMÁ
Si, así fue, todo un drama, pues resulta que de niño siempre escuchaba a mi mamá decir: "Estoy absolutamente endrogada". Y luego venía todo un lamento borincano, pues se debía, no sólo la renta del departamento, sino en la tienda de abarrotes, en la zapatería "Andrés", donde tenía crédito mi mamá y de ahí nos calzaba a sus diez fieras. Que para cuando llegaba el "giro" de mi papá, la alegría reinaba en la casa porque era para pagar (y no crean que todo, sino parte) a los acreedores, que como el casero, en ocasiones amenazaron hasta con lanzarnos del departamento donde discurrió gran parte de esa buena, cuanto agradable vida que nos proporcionaron nuestros señores padres. Que dicho sea de paso, esta situación económica, no sé por qué la llamaban "droga", término utilizado por el resto de las comadres-amigas de mi mamá, todas hablaban de: "¡Qué bárbaro comadre, si usted supiera cuántas drogas tenemos mi marido y yo!"; y la que no le entraba a la "tanda" le entraba a "la bolita" (pero era tal la restricción económica que ni a esto podía acceder Mein Führer), con el fin y afán de agenciarse algún ingreso extra. Como tampoco lograba yo comprender de niño por qué muchas familias tenían pavor a recibir telegramas, cuando que en mi casa era motivo de fiesta y hasta hacíamos la "ola" al recibir los de mi papá, pero, luego supe que los telegramas regularmente eran portadores de malas noticias. Pero, en el caso de nosotros, eran de algarabía.
EN LOS EUA SUPE DE LAS OTRAS DROGAS
Fue hasta mi llegada a la escuela en gringolandia cuando fui advertido por mi querida hermana Meche (mi otra gran Mecenas), que debía yo tener mucho cuidado de que no me fueran a inducir a tomar algún tipo de droga. A partir de aquí fui diferenciando lo que eran las "drogas" de mi mamá y sus comadres, puramente económicas, de aquellas que causan, amén de uno que otro estado eufórico, dependencias espantosas. Y, como a mi siempre me ha gustado ser autónomo en todos los sentidos, no me dio por probar nada, precisamente para no tener que depender de nada, aunque, ahora he caído en la cuenta de que sí tengo una terrible adicción: ¡La comida! De ahí en fuera, degusto, sin ninguna compulsión y con pleno gozo, el vino tinto, ¡La champaña!; los puros, sobre todo cuando se trata de un buen habano; del tequila Don Julio Reposado y cuando no hay alternativa, he aprendido a degustar y paladear el whisky ¡Y leer un buen libro! De ahí en fuera, me declaro en absoluto ¡recogimiento espiritual!
UN ENORME NEGOCIO REDONDO CONTROLADO POR WASHINGTON Y EL CAPITAL
Pero, amén de la amplia introducción realizada con respecto a cómo supe de las drogas desde "endenantes" a alcanzar mis 56 abriles, logré dilucidar que el gran drama que hoy por hoy vive nuestro país con respecto al narco, no es el problema de los narcos en sí, sino que el problema existe en virtud del ¡Gran mercado que es la sociedad gringa!, que se fuman hasta el zacate de sus jardines. Y miren, la cuestión es sencilla, si no hay demanda no hay oferta ¿Por qué no se vende la arena de desierto? ¡Por qué nadie la compra! ¡Ah!, pero los estupefacientes los demandan los gringos como si de niños se tratara comprando dulces. Y, como entonces hay millones y millones de dólares involucrados, tanto en el mercado de los dichos estupefacientes como en las armas que con tal motivo se comercializan, en virtud de la violencia que todo esto genera, los grandes capitales y el Gobierno de los EUA tienen un buen control del asunto, los que se matan son pura gente ordinaria, nadie del "stablishment" y el negocio funciona para
todos, lógicamente, incluidos los fabricantes de armas. De ahí toda esa gama de "pactos" del gobierno de los EUA, para "prestar" dinero y vender armamento a los países afectados por el narcotráfico, para el "combate" respectivo. Porque no debemos olvidar el gran negocio que han sido y son las guerras por el consumo de armas. En lo absoluto se combate el narco en todas sus vertientes, al contrario, se estimula el multimillonario negocio que es. Y de ahí el interés por crear más y más inseguridad, para vender más y más armamento, de ahí la enorme oposición, sobre todo de Washington a la legalización de los estupefacientes, pues el negocio se le vendría abajo a los grandes capitalistas, a esos que realmente mueven el gobierno de los EUA y para los que trabaja también Obama.
LEGALIZANDO SIEMBRA, FABRICACIÓN, TRAFICO Y CONSUMO ¡SE AFECTA EL NEGOCIO!
Por ejemplo, si ustedes vieran como se vive de tranquilo en Amsterdam, Holanda, en donde está legalizado el consumo de drogas y la venta de las mismas. Que se compran en unas tienditas que tienen en la entrada a guisa de logo una hoja de mariguana, la ciudad y sus calles se ven de lo más tranquilo, no hay excesos de ningún tipo, salvo, claro, aquellos que los deseen cometer, pero si alteran el orden, se les detiene como si se tratara de algún ebrio impertinente. Y ahí no pasa nada, no hay muertos, balaceados o asaltados. Pero, esto ni de chiste le conviene a los grandes capitales gringos, quienes son los que controlan este gran negocio del consumo de drogas. Por lo tanto, no hay que dar muchos brincos estando el suelo tan parejo, todo este gran desmadre en que hoy se encuentra inmerso México, se debe a su cercanía con los EUA, el mayor consumidor de drogas en el mundo. Por lo que más convendría legalizar las drogas, que andarle haciendo al cuento distrayendo a nuestra H. Fuerzas Armadas, pero, esto no lo permitiría el Tío Sam y mucho menos se atrevería el Gobierno de México a contradecir un ordenamiento de Washington.
http://losbuenosdiasblogspot.com
correo:losbuenosdias@gmail.com
Soy como quiero ser en mi Messenger
Si, así fue, todo un drama, pues resulta que de niño siempre escuchaba a mi mamá decir: "Estoy absolutamente endrogada". Y luego venía todo un lamento borincano, pues se debía, no sólo la renta del departamento, sino en la tienda de abarrotes, en la zapatería "Andrés", donde tenía crédito mi mamá y de ahí nos calzaba a sus diez fieras. Que para cuando llegaba el "giro" de mi papá, la alegría reinaba en la casa porque era para pagar (y no crean que todo, sino parte) a los acreedores, que como el casero, en ocasiones amenazaron hasta con lanzarnos del departamento donde discurrió gran parte de esa buena, cuanto agradable vida que nos proporcionaron nuestros señores padres. Que dicho sea de paso, esta situación económica, no sé por qué la llamaban "droga", término utilizado por el resto de las comadres-amigas de mi mamá, todas hablaban de: "¡Qué bárbaro comadre, si usted supiera cuántas drogas tenemos mi marido y yo!"; y la que no le entraba a la "tanda" le entraba a "la bolita" (pero era tal la restricción económica que ni a esto podía acceder Mein Führer), con el fin y afán de agenciarse algún ingreso extra. Como tampoco lograba yo comprender de niño por qué muchas familias tenían pavor a recibir telegramas, cuando que en mi casa era motivo de fiesta y hasta hacíamos la "ola" al recibir los de mi papá, pero, luego supe que los telegramas regularmente eran portadores de malas noticias. Pero, en el caso de nosotros, eran de algarabía.
EN LOS EUA SUPE DE LAS OTRAS DROGAS
Fue hasta mi llegada a la escuela en gringolandia cuando fui advertido por mi querida hermana Meche (mi otra gran Mecenas), que debía yo tener mucho cuidado de que no me fueran a inducir a tomar algún tipo de droga. A partir de aquí fui diferenciando lo que eran las "drogas" de mi mamá y sus comadres, puramente económicas, de aquellas que causan, amén de uno que otro estado eufórico, dependencias espantosas. Y, como a mi siempre me ha gustado ser autónomo en todos los sentidos, no me dio por probar nada, precisamente para no tener que depender de nada, aunque, ahora he caído en la cuenta de que sí tengo una terrible adicción: ¡La comida! De ahí en fuera, degusto, sin ninguna compulsión y con pleno gozo, el vino tinto, ¡La champaña!; los puros, sobre todo cuando se trata de un buen habano; del tequila Don Julio Reposado y cuando no hay alternativa, he aprendido a degustar y paladear el whisky ¡Y leer un buen libro! De ahí en fuera, me declaro en absoluto ¡recogimiento espiritual!
UN ENORME NEGOCIO REDONDO CONTROLADO POR WASHINGTON Y EL CAPITAL
Pero, amén de la amplia introducción realizada con respecto a cómo supe de las drogas desde "endenantes" a alcanzar mis 56 abriles, logré dilucidar que el gran drama que hoy por hoy vive nuestro país con respecto al narco, no es el problema de los narcos en sí, sino que el problema existe en virtud del ¡Gran mercado que es la sociedad gringa!, que se fuman hasta el zacate de sus jardines. Y miren, la cuestión es sencilla, si no hay demanda no hay oferta ¿Por qué no se vende la arena de desierto? ¡Por qué nadie la compra! ¡Ah!, pero los estupefacientes los demandan los gringos como si de niños se tratara comprando dulces. Y, como entonces hay millones y millones de dólares involucrados, tanto en el mercado de los dichos estupefacientes como en las armas que con tal motivo se comercializan, en virtud de la violencia que todo esto genera, los grandes capitales y el Gobierno de los EUA tienen un buen control del asunto, los que se matan son pura gente ordinaria, nadie del "stablishment" y el negocio funciona para
todos, lógicamente, incluidos los fabricantes de armas. De ahí toda esa gama de "pactos" del gobierno de los EUA, para "prestar" dinero y vender armamento a los países afectados por el narcotráfico, para el "combate" respectivo. Porque no debemos olvidar el gran negocio que han sido y son las guerras por el consumo de armas. En lo absoluto se combate el narco en todas sus vertientes, al contrario, se estimula el multimillonario negocio que es. Y de ahí el interés por crear más y más inseguridad, para vender más y más armamento, de ahí la enorme oposición, sobre todo de Washington a la legalización de los estupefacientes, pues el negocio se le vendría abajo a los grandes capitalistas, a esos que realmente mueven el gobierno de los EUA y para los que trabaja también Obama.
LEGALIZANDO SIEMBRA, FABRICACIÓN, TRAFICO Y CONSUMO ¡SE AFECTA EL NEGOCIO!
Por ejemplo, si ustedes vieran como se vive de tranquilo en Amsterdam, Holanda, en donde está legalizado el consumo de drogas y la venta de las mismas. Que se compran en unas tienditas que tienen en la entrada a guisa de logo una hoja de mariguana, la ciudad y sus calles se ven de lo más tranquilo, no hay excesos de ningún tipo, salvo, claro, aquellos que los deseen cometer, pero si alteran el orden, se les detiene como si se tratara de algún ebrio impertinente. Y ahí no pasa nada, no hay muertos, balaceados o asaltados. Pero, esto ni de chiste le conviene a los grandes capitales gringos, quienes son los que controlan este gran negocio del consumo de drogas. Por lo tanto, no hay que dar muchos brincos estando el suelo tan parejo, todo este gran desmadre en que hoy se encuentra inmerso México, se debe a su cercanía con los EUA, el mayor consumidor de drogas en el mundo. Por lo que más convendría legalizar las drogas, que andarle haciendo al cuento distrayendo a nuestra H. Fuerzas Armadas, pero, esto no lo permitiría el Tío Sam y mucho menos se atrevería el Gobierno de México a contradecir un ordenamiento de Washington.
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