LA FELICIDAD POST MORTEM, PRODUCTO CUYA CALIDAD NADIE HA RECLAMADO
LA FELICIDAD POST MORTEM, PRODUCTO CUYA CALIDAD NADIE HA RECLAMADO
Le decía en otras ocasiones de que la muerte es incuestionablemente parte de la vida en virtud de que es su fin y, se podrá decir misa, pero hasta ahora no hay quien fehacientemente convenza de que hay algo del otro lado; unos le llaman paraíso, otros infierno, otros energía, que la nada y en fin, cada quien trae su artículo de fe, pero de que alguien nos garantice algo ¡Ni en cuenta!, pues hasta ahora nadie ha regresado para reclamar nada de lo que le hayan convencido a creer.
SI, LOS MEXICANOS NOS REIMOS DE LA MUERTE
Mientras tanto, en lo que son peras o manzanas, muy bien podemos decir que los mexicanos tendremos patria para mucho, pero para mucho tiempo, en virtud de que en nuestra gran mayoría nos reímos hasta de la muerte y si no, ahí tenemos estos tres días de "Todos Santos". Pues me dijera mi tía luz, que para efectos de la festividad de los muertos, el 31 de octubre era para los que estaban en el limbo, el primero para los niños y el 2 para los adultos. Y, lo que sea de cada quien y no obstante hay uno que otro miedoso, en general los mexicanos, porque desde niños nuestros mayores nos acostumbraron a estarnos "robando" lo de las ofrendas, aprendimos en cierta forma a no tenerle tanto miedo a la muerte y a "burlarnos" de ella. Y, en ese encuentro entre las dos culturas tan creyentes, como la de nuestros indígenas y la de los españoles, la cristiana, en ambas culturas se adoraba de una u otra forma a la muerte; pues nuestros indígenas hicieron del culto a la muerte toda una cultura, que hasta en las excavaciones del "Templo Mayor" en el D. F. ha quedado al descubierto la pirámide construida de puras calaveras talladas en piedra. Y por el otro lado, nos guste o no, en el cristianismo, no obstante el Domingo de Resurrección se festeja el retorno de la vida de Jesús, no deja de regodearse en la muerte (¡Pa'su mecha!, sobre todo en ese tremendo complejo de culpabilidad que nos echan desde que tenemos uso de razón de que "por nuestra culpa" se echaron a Chucho ¡Increíble! ¿Se imaginan a un niño creyendo tal patraña? ¡Un masificado más para la causa!
¿HAN ASISTIDO A UN VELORIO EN ZONA RURAL, AL NOVENARIO O AL CABO DE AÑO?
Pero, a donde quiero ir es a toda esa cultura desarrollada por el rico mestizaje en nuestro país con respecto a la muerte. Y no obstante podemos decir a la muerte la tomamos un tanto en serio, no he visto en otros pueblos algo parecido a lo que sucede en nuestro México rural, pues es incuestionable en el México urbano se perdió gran parte de ello que en los velorios se convierta el asunto en toda una fiesta, pues en lo que se está rece y rece, de cuando en cuando se sirve pan a toda la concurrencia, café, cigarros, refresco y el infaltable "piquete"; incluso se juega baraja, se echan albures y el velorio termina convertido en toda una romería ¡Una fiesta! Y si algo nos perdimos en el velorio ¡Hay que ir al novenario!: ¡Otra fiesta! Pero, para que no se diga que somos olvidadizos ¡El cabo de año! ¡Otra pachanga!
¡TENÍA ESCOGIDA LA VACA PARA LA PACHANGA DE SU VELORIO!
Recuerdo a una gratísima amiga, propietaria de un bellísimo rancho allá por el sur de nuestro Estado, tenía hasta apartada la vaca que iban a preparar para su velorio. Lamentablemente falleció y todo se hizo en su casa en Veracruz, y creo sus hijos efectivamente deben haber traído la vaca destazada, pues miren que hubo comida hasta para llevar. Si esto no es reírse de la muerte o adoptar una actitud folclórica y divertida ante ella, no sé entonces qué sea en si el concepto.
EL GENIAL JOSÉ GUADALUPE POSADA
Para ver nuestra cultura de la diversión con respeto a la muerte, sólo hay que analizar las caricaturas del genial José Guadalupe Posada (1852-1913), quien entre otros personajes producto de pura "calaca", tenemos a la maravillosa y genial "Catrina", que incuestionablemente es una burla a las tendencias sociales y sobre todo de la moda de la alta sociedad de aquellos ayeres en nuestro país. Incluso, el cuadro en donde un grupo de esqueletos están bailando un jarabe, en lo que se recrea toda la festividad, con un esqueleto (entre otros) tomando pulque y una "esqueleta" sirviendo bocadillos ¡Genial!
"NO VALE NADA LA VIDA..."
Sin duda alguna la muerte debe ser algo serio, pero, en México la tomamos sin lugar a equivocarnos a una broma absoluta, tal vez de ahí venga el inicio de la canción de José Alfredo Jiménez "Caminos de Guanajuato" con: "No vale nada la vida, la vida no vale nada...". Pero en fin, con nuestra gran carga indígena y nuestra gran carga hispánica, sin duda alguna también los mexicanos, como lo expresara mi cuate Antonio Machado en "La Saeta", a pesar de que le cantamos al Cristo del madero, todos sin lugar a dudas, amamos y veneramos al que anduvo en la mar, o sea: la vida ¿O no?
http://losbuenosdias.blogspot.com
correo:losbuenosdias@gmail.com
Le decía en otras ocasiones de que la muerte es incuestionablemente parte de la vida en virtud de que es su fin y, se podrá decir misa, pero hasta ahora no hay quien fehacientemente convenza de que hay algo del otro lado; unos le llaman paraíso, otros infierno, otros energía, que la nada y en fin, cada quien trae su artículo de fe, pero de que alguien nos garantice algo ¡Ni en cuenta!, pues hasta ahora nadie ha regresado para reclamar nada de lo que le hayan convencido a creer.
SI, LOS MEXICANOS NOS REIMOS DE LA MUERTE
Mientras tanto, en lo que son peras o manzanas, muy bien podemos decir que los mexicanos tendremos patria para mucho, pero para mucho tiempo, en virtud de que en nuestra gran mayoría nos reímos hasta de la muerte y si no, ahí tenemos estos tres días de "Todos Santos". Pues me dijera mi tía luz, que para efectos de la festividad de los muertos, el 31 de octubre era para los que estaban en el limbo, el primero para los niños y el 2 para los adultos. Y, lo que sea de cada quien y no obstante hay uno que otro miedoso, en general los mexicanos, porque desde niños nuestros mayores nos acostumbraron a estarnos "robando" lo de las ofrendas, aprendimos en cierta forma a no tenerle tanto miedo a la muerte y a "burlarnos" de ella. Y, en ese encuentro entre las dos culturas tan creyentes, como la de nuestros indígenas y la de los españoles, la cristiana, en ambas culturas se adoraba de una u otra forma a la muerte; pues nuestros indígenas hicieron del culto a la muerte toda una cultura, que hasta en las excavaciones del "Templo Mayor" en el D. F. ha quedado al descubierto la pirámide construida de puras calaveras talladas en piedra. Y por el otro lado, nos guste o no, en el cristianismo, no obstante el Domingo de Resurrección se festeja el retorno de la vida de Jesús, no deja de regodearse en la muerte (¡Pa'su mecha!, sobre todo en ese tremendo complejo de culpabilidad que nos echan desde que tenemos uso de razón de que "por nuestra culpa" se echaron a Chucho ¡Increíble! ¿Se imaginan a un niño creyendo tal patraña? ¡Un masificado más para la causa!
¿HAN ASISTIDO A UN VELORIO EN ZONA RURAL, AL NOVENARIO O AL CABO DE AÑO?
Pero, a donde quiero ir es a toda esa cultura desarrollada por el rico mestizaje en nuestro país con respecto a la muerte. Y no obstante podemos decir a la muerte la tomamos un tanto en serio, no he visto en otros pueblos algo parecido a lo que sucede en nuestro México rural, pues es incuestionable en el México urbano se perdió gran parte de ello que en los velorios se convierta el asunto en toda una fiesta, pues en lo que se está rece y rece, de cuando en cuando se sirve pan a toda la concurrencia, café, cigarros, refresco y el infaltable "piquete"; incluso se juega baraja, se echan albures y el velorio termina convertido en toda una romería ¡Una fiesta! Y si algo nos perdimos en el velorio ¡Hay que ir al novenario!: ¡Otra fiesta! Pero, para que no se diga que somos olvidadizos ¡El cabo de año! ¡Otra pachanga!
¡TENÍA ESCOGIDA LA VACA PARA LA PACHANGA DE SU VELORIO!
Recuerdo a una gratísima amiga, propietaria de un bellísimo rancho allá por el sur de nuestro Estado, tenía hasta apartada la vaca que iban a preparar para su velorio. Lamentablemente falleció y todo se hizo en su casa en Veracruz, y creo sus hijos efectivamente deben haber traído la vaca destazada, pues miren que hubo comida hasta para llevar. Si esto no es reírse de la muerte o adoptar una actitud folclórica y divertida ante ella, no sé entonces qué sea en si el concepto.
EL GENIAL JOSÉ GUADALUPE POSADA
Para ver nuestra cultura de la diversión con respeto a la muerte, sólo hay que analizar las caricaturas del genial José Guadalupe Posada (1852-1913), quien entre otros personajes producto de pura "calaca", tenemos a la maravillosa y genial "Catrina", que incuestionablemente es una burla a las tendencias sociales y sobre todo de la moda de la alta sociedad de aquellos ayeres en nuestro país. Incluso, el cuadro en donde un grupo de esqueletos están bailando un jarabe, en lo que se recrea toda la festividad, con un esqueleto (entre otros) tomando pulque y una "esqueleta" sirviendo bocadillos ¡Genial!
"NO VALE NADA LA VIDA..."
Sin duda alguna la muerte debe ser algo serio, pero, en México la tomamos sin lugar a equivocarnos a una broma absoluta, tal vez de ahí venga el inicio de la canción de José Alfredo Jiménez "Caminos de Guanajuato" con: "No vale nada la vida, la vida no vale nada...". Pero en fin, con nuestra gran carga indígena y nuestra gran carga hispánica, sin duda alguna también los mexicanos, como lo expresara mi cuate Antonio Machado en "La Saeta", a pesar de que le cantamos al Cristo del madero, todos sin lugar a dudas, amamos y veneramos al que anduvo en la mar, o sea: la vida ¿O no?
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