UNA CONQUISTA JAMÁS SERÁ UNA KERMESSE

UNA CONQUISTA JAMÁS SERÁ UNA KERMESSE

Hoy las nuevas generaciones ignoran lo que es una "kermesse", que en mis tiempos de infancia eran unas fiestas muy especiales que se hacían en la escuela para recaudar fondos para la misma. Había venta de todo, sitio para bailar, podía haber un puesto en donde una muchacha guapa vendía besos en la mejilla y además un lugar en donde una persona en calidad de "juez", casaba a quienes así los solicitaban. De ahí el dicho ese (¡Que muy bien se aplica a quien esto escribe!): "Yo no me he casado ni en kermesse".

DEBEMOS SUPERAR EL TRAUMA DE LA CONQUISTA

Pero, lo anterior fue para explicar lo que es una "kermesse", que siempre se lo doy como ejemplo cuando hablo del llamado "choque de dos culturas", como eufemísticamente se define también la conquista de los pueblos del continente americano por los europeos a partir del histórico descubrimiento del Nuevo Mundo llevado a cabo por Cristóbal Colón el 12 de octubre de 1492. Que por cierto, él jamás supo a dónde llegó realmente, ni la trascendencia de su logro y no obstante todo lo que fuera ocasión el hecho, él murió olvidado, pobre y hasta encarcelado. O sea, se cumple con él fehacientemente la acción de toda natura humana. Por lo que, ya va siendo hora que los mexicanos y demás habitantes de esta noble y rica tierra que es el continente americano, pero, principalmente los latinoamericanos, superemos el trauma de la conquista. Pues en virtud a tal impacto, seguimos con tal problema, que querrámoslo o no es una gran rémora en nuestro avance como pueblo. Y, de ahí precisamente viene lo que defino como "síndrome de Quetzalcóatl", al considerar todo lo extranjero superior respecto a lo nacional o del continente. Lo cual es un execrable error, pues, en nuestra nación contamos con recursos tan inmensos y maravillosos en todos sentidos, que, todo lo que debemos hacer es considerarlos como tales y aprovecharlos racionalmente. Uno de ellos es nuestra extensa y rica historia, la cual por lo regular ignoramos y de ahí el mayor afianzamiento del síndrome en cuestión y el aprovechamiento que de él hacen los extranjeros.

AL CONTRARIO, DEBEMOS DEJAR DE SER XENOFÓBICOS

En lo absoluto estoy propugnando por la xenofobia, sino al contrario, que tomemos conciencia del maravilloso pueblo al que pertenecemos. Y, superar entre todos toda esa gama de mitos, rémoras y atavismos que traemos arrastrando precisamente desde la conquista.

HOY, A 513 AÑOS DE DISTANCIA, SE SIGUE HACIENDO LO MISMO

Y, como les decía en el título, una conquista no es una fiesta, sino todo lo contrario, es el aplastamiento de un pueblo hacia otro. No se trata de justificar la acción, pero, hace 513 años, cuando el descubrimiento de América, era lo más común entre las naciones. Lo lamentable es que hoy, cuando el género humano (sobre todo los habitantes de las naciones de las llamadas naciones desarrolladas), presume de un alto avance de civilidad y civilización, sean precisamente las naciones del primer mundo las que lleven a cabo guerras genocidas, de conquista y saqueo, tal y como fuera hace 513 años. Y quien diga que no, ahí está lo que actualmente sucede en Irak y lo sucedido en Vietnam hace más de treinta años. Así como lo que sigue sucediendo en toda América Latina, que no es sino zona de saqueo de sus materias primas por parte de los Estados Unidos. Y esta nación tiene la prioridad en el saqueo, en virtud de que no ha permitido la injerencia de otras naciones, sobre todo europeas en su "traspatio", pero, de que sig

ue la expoliación, tanto de las materias primas como de los recursos humanos, ahí tenemos la cada vez más nutrida caravana de indocumentados en pos del "sueño americano", en donde dejan todo, hasta la vida.

HOY EL PAIS CONQUISTADOR (Y NO CULTURIZADOR) ES EUA

Y esto es consecuencia de las políticas del capitalismo salvaje establecidas por los EUA, tal y como en su momento las estableciera España en los territorios por ella ocupados en nuestro continente. Y, sería un error no decir que lo mismo hizo Portugal, Francia e Inglaterra, en los territorios por ellas conquistados.

El robo, el saqueo, la destrucción de la cultura autóctona por la del pueblo vencedor y conquistador, es una acción natural y lógica en toda guerra de invasión y expoliación, en virtud de que a través de tal práctica se somete de manera más rápida y efectiva a los derrotados. El mismo método lo han empleado todas las naciones que han sido conquistadoras.

OJALA Y VOLVIERA AQUELLA RESPETABLE CONMEMORACION

No, lo del Día de la Raza lo debemos aceptar tal y como se hizo hasta 1992, celebración de los cinco siglos del descubrimiento, a partir de ahí, en todo el continente se han desarrollado protestas por la destrucción sufrida por las civilizaciones conquistadas, sobre todo a manos de los españoles, a los que les tocó la mayor porción de tierra en donde estaban las más representativas civilizaciones de aquel entonces, la Azteca en México y la Inca en lo que hoy es Perú, Ecuador y parte del norte de Chile.

AUN EN LA DESGRACIA ¡FUIMOS AFORTUNADOS LOS MEXICAS!

Dentro de esta acción del sojuzgamiento, los mexicanos nos debemos considerar afortunados, pues lleva a cabo la conquista un universitario, Hernán Cortés, en cambio, en América del Sur, a los indígenas les fue peor de lo peor, porque la conquista de aquel territorio la lleva a cabo un ibero analfabeta y por lo tanto más bruto que un arado: Francisco Pizarro. Quien, él si, fue más allá de todo exceso.

LO LAMENTABLE ES EL GENOCIDIO PREVALECIENTE HASTA HOY

Pero, en fin, la Historia Universal no viene a ser sino la narrativa de robo continuo y perpetuo de un pueblo sobre otro en toda el orbe. Lo malo y criticable de esto, es que en pleno siglo XXI sigan prevaleciendo las mismas prácticas, pero, utilizando tecnología de punta para llevar a cabo el aplastamiento cultural y el genocidio.

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