EL MARAVILLOSO PAPA BUENO, JUAN XXIII
EL MARAVILLOSO PAPA BUENO, JUAN XXIII
Leyendo una biografía del Papa Juan XXIII, recuerdo muy bien de cómo en el texto describe que habiendo recibido el Sumo Pontífice un reporte sobre una investigación realizada a un prelado, manda a pedir una regla y mide uno de los párrafos del texto, y volteando hacia sus acompañantes les dice: "Es extraordinario ver cómo en diez centímetros de alto en un escrito se puede incluir tanto anatema e información perniciosa". O sea, no queriéndolo decir el Santo Padre, le estaba llamando amargado a quien le dirigía el reporte sobre el prelado en cuestión.
LA CAPACIDAD DE LOS AMARGADOS PARA LA AMARGURA
Viene esta memoria de mis lecturas en virtud de que el otro día me llegó una carta muy, pero muy fea, procedente de una persona que dice ser oriunda de México, pero vive en Málaga, España, desde hace 20 años y denota una enorme amargura, no sólo por la tal vez lejanía que mantiene con su patria, sino por la hiel destilada en lo escrito.
Tal vez algunos de ustedes se pregunten por qué me ocupo de alguien tan negativo, pero ¡Hombre!, que El Dictamen y mi "calumnia" se lea vía Internet hasta la Madre Patria, cabe mencionarse, sobre todo como elemento de raiting.
¡O SOMOS O "SEMOS"! ¡PERO NADA DE QUEDARSE EN MEDIO!
Miren, el otro día le decía a un buen y gran amigo que tenía sus dudas respecto a determinada forma en cómo había actuado y estaba tratando de auto disculparse por haberse mantenido neutro y al margen de un asunto que al parecer, amén de peliagudo, tenía que ver con la presente inseguridad nacional, pero, entonces me permití darle a leer los versículos 15 y 16 del libro de Revelaciones de San Juan, título 3: "Conozco tus obras, sé que no eres ni frío ni caliente, ¡Ojalá que fueras frío, o caliente! Pero como no eres frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca". De aquí viene el dicho ese de: "A los tibios (indecisos) hasta Dios lo vomitará de su boca".
LOS DESNACIONALIZADOS SON SIEMPRE AGRIOS Y ATORMENTADOS
Pues desafortunadamente eso pasa con un sin fin de gente que se va del país por una u otra causa y una vez lejos, ante la amargura de verse fuera, para reafirmarse comienzan a despotricar de México, pero, lo hacen porque lejos de México siempre serán eso: extranjeros. Y nunca se sentirán en casa. Lo digo con conocimiento de causa pues viví en el extranjero y cuando me comenzó a llegar tal pesar, tome mis bártulos y me dije: "Guillermo, con tus pulgas para tu casa, ahí te quedas y ahí la bebes o la derramas, pero nada de andarle haciendo al de "no soy de aquí ni soy de allá", por lo tanto ¡Rumbo a nuestro querido México!". Y aquí estoy, dando la lucha de una u otra forma, con tomahawk en mano y nada de andarle haciendo al tibio o al enzarapado, sino dando la cara, argumentando, dialogando y ¡En la lid!
De lo cual en lo absoluto me arrepiento, sino al contrario ¡Qué bien estoy y mucho mejor me siento!
¡PRRRTT!
Por lo tanto, damos las gracias al supuesto "malagueño" por tanta hiel y tanto encono, pero, ni lo conozco, no obstante le agradezco grandemente su tiempo de ocuparse de mí y de estos dos grandes periódicos para los que trabajo, dirigido por gente de mano firme, no de correlones.
No recuerdo en qué libro lo leí, pero sí de la máxima (que está muy buena): "Si algo no perdona ni Dios, es el abandonar la lucha, incluso la tentación misma de la comisión de tal acto". Por lo que mi lector negativo, además de ser un tibiazo, abandonó la lucha, entonces, intuitivamente sabe que además de vomitado, Dios tampoco lo perdonará por ¡Abandono de la lucha!
http://losbuenosdias.blogspot.com
correo: losbuenosdias@gmail.com
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Leyendo una biografía del Papa Juan XXIII, recuerdo muy bien de cómo en el texto describe que habiendo recibido el Sumo Pontífice un reporte sobre una investigación realizada a un prelado, manda a pedir una regla y mide uno de los párrafos del texto, y volteando hacia sus acompañantes les dice: "Es extraordinario ver cómo en diez centímetros de alto en un escrito se puede incluir tanto anatema e información perniciosa". O sea, no queriéndolo decir el Santo Padre, le estaba llamando amargado a quien le dirigía el reporte sobre el prelado en cuestión.
LA CAPACIDAD DE LOS AMARGADOS PARA LA AMARGURA
Viene esta memoria de mis lecturas en virtud de que el otro día me llegó una carta muy, pero muy fea, procedente de una persona que dice ser oriunda de México, pero vive en Málaga, España, desde hace 20 años y denota una enorme amargura, no sólo por la tal vez lejanía que mantiene con su patria, sino por la hiel destilada en lo escrito.
Tal vez algunos de ustedes se pregunten por qué me ocupo de alguien tan negativo, pero ¡Hombre!, que El Dictamen y mi "calumnia" se lea vía Internet hasta la Madre Patria, cabe mencionarse, sobre todo como elemento de raiting.
¡O SOMOS O "SEMOS"! ¡PERO NADA DE QUEDARSE EN MEDIO!
Miren, el otro día le decía a un buen y gran amigo que tenía sus dudas respecto a determinada forma en cómo había actuado y estaba tratando de auto disculparse por haberse mantenido neutro y al margen de un asunto que al parecer, amén de peliagudo, tenía que ver con la presente inseguridad nacional, pero, entonces me permití darle a leer los versículos 15 y 16 del libro de Revelaciones de San Juan, título 3: "Conozco tus obras, sé que no eres ni frío ni caliente, ¡Ojalá que fueras frío, o caliente! Pero como no eres frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca". De aquí viene el dicho ese de: "A los tibios (indecisos) hasta Dios lo vomitará de su boca".
LOS DESNACIONALIZADOS SON SIEMPRE AGRIOS Y ATORMENTADOS
Pues desafortunadamente eso pasa con un sin fin de gente que se va del país por una u otra causa y una vez lejos, ante la amargura de verse fuera, para reafirmarse comienzan a despotricar de México, pero, lo hacen porque lejos de México siempre serán eso: extranjeros. Y nunca se sentirán en casa. Lo digo con conocimiento de causa pues viví en el extranjero y cuando me comenzó a llegar tal pesar, tome mis bártulos y me dije: "Guillermo, con tus pulgas para tu casa, ahí te quedas y ahí la bebes o la derramas, pero nada de andarle haciendo al de "no soy de aquí ni soy de allá", por lo tanto ¡Rumbo a nuestro querido México!". Y aquí estoy, dando la lucha de una u otra forma, con tomahawk en mano y nada de andarle haciendo al tibio o al enzarapado, sino dando la cara, argumentando, dialogando y ¡En la lid!
De lo cual en lo absoluto me arrepiento, sino al contrario ¡Qué bien estoy y mucho mejor me siento!
¡PRRRTT!
Por lo tanto, damos las gracias al supuesto "malagueño" por tanta hiel y tanto encono, pero, ni lo conozco, no obstante le agradezco grandemente su tiempo de ocuparse de mí y de estos dos grandes periódicos para los que trabajo, dirigido por gente de mano firme, no de correlones.
No recuerdo en qué libro lo leí, pero sí de la máxima (que está muy buena): "Si algo no perdona ni Dios, es el abandonar la lucha, incluso la tentación misma de la comisión de tal acto". Por lo que mi lector negativo, además de ser un tibiazo, abandonó la lucha, entonces, intuitivamente sabe que además de vomitado, Dios tampoco lo perdonará por ¡Abandono de la lucha!
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