LOS REGLAMENTARIOS DOMINICALES
LOS REGLAMENTARIOS DOMINICALES
Buen domingo estimados lectores, afortunadamente no todo es guerra sucia y por cortesía de ustedes mismos, les transcribo los chistes dominicales que tan amablemente me hacen llegar ¡Vámonos!:
SE ...INGÓ LA CORONA
Van caminando Chon y Juana a echarse un rapidín al río. Al llegar, ella se sube la falda, pero deciden hacerlo al otro lado de la cerca, en la sombrita. Chon le dice a Juana: "Juana, agáchate y pasa por debajo del alambre de la cerca, que yo lo sostengo.
Cuando ella ya pasaba, que queda atorada en cuatro patas entre los alambres de púas de la cerca. Juana grita desesperada: "¡Chon, sácame rápido de aquí! ¡Apuuuuurate!... no ves que tengo el trasero al aire". Chon le dice a Juana: "Sostén la TECATE, mientras voy a buscar unas alicatas para cortar la cerca... espérame, que ya regreso".
En eso, pasa un borrachín que acató a caminar por ahí y, se encuentra con la Juana en cuatro patas, el trasero al aire y lista para la acción. El borrachín dice en voz baja aunque un tanto tartajosa: "¡Pa'su ma...! ¡Me acabo de encontrar un tremendo trasero y todavía en pose!". Y ¡Moles!, sin pérdida de tiempo comienza el ayuntamiento carnal con la Juana.
Al terminar y quedar satisfecho el borrachín de su inesperado, cuanto lúbrico encuentro, ve la TECATE que la Juana tiene en la mano, se la toma, eructa y dice entre gozoso y asombrado: "¡Nooombre! ¡Con esta piche promoción... ya se ching... la CORONA".
¡COSSSITA!
Mientras un hombre paseaba por un parque, vio a otro que estaba abrazado a un árbol, con una oreja pegada fuertemente al tronco. Viendo esto, el hombre le pregunta. "Disculpe, sólo por curiosidad, que está usted haciendo". El de la oreja en el árbol responde: "Estoy escuchando la música del árbol". "Vamos, vamos, que debe usted estar bromeando", dice el que caminaba. Respondiendo el de la oreja pegada al árbol: "Por supuesto que no ¿Quiere usted escuchar también?". Vencido finalmente por la curiosidad, el paseante, aceptando, coloca sus brazos alrededor del tronco y acerca la oreja. Pero, haciendo esto el caminante, el otro le pone un par de esposas sujetándolo firmemente al tronco, le quita la cartera, los anillos, el reloj, las llaves del auto, como también toda la ropa, dejándolo desnudo y acto seguido se marcha corriendo de ahí.
Dos horas después, otro caminante pasó cerca, vio al hombre desnudo esposado al árbol y le pregunta: "¿Qué le pasó?". El preso al árbol le cuenta entonces la terrible historia de cómo y por qué se encontraba allí en tan tremenda situación. Terminando de contarle lo sucedido, el otro, moviendo la cabeza en señal de comprensión, camina hasta quedar detrás de él, lo besa suavemente en la oreja y le dice con galana ternura: "De veras que ahora mismo te voy a componerte el día cosssita"
CRISIS, REALIDAD O PELÍCULA DE TERROR...
Va caminando un cristiano por un callejón en la noche, de repente le sale un enmascarado y le dice: "¡La cartera, cabrón!"... ¡Esto es un asalto!". El pobre cristiano se la da, el ratero la revisa y le dice: "¡Ya ni la friegas! ¡Un pinche billete de 20 pesos, y un vale de despensa de 25 pesos! ¡Dame el reloj también!". Se quita el reloj, se lo da al ratero y éste, viendo la prenda dice: "Ya ni la amuelas ...abrón, este pinche reloj lo has de haber comprado con los chinos a dólar". Más enojado por esto, el ratero le exige a su víctima el celular, el cual le es entregado en lo que el sometido, contrito le informa: "Nomás que no tiene crédito". Super encanijado el ratero le dice: "¡Bueno, ...ingada ...adre, pues ¿A qué ...ingaos te dedicas?". El asaltado, todo avergonzado y casi a punto de romper en llanto le contesta: "Soy profesor, con dos maestrías y un doctorado...". El ratero, todo emocionado se quita la máscara y le dice: "¡Ah ...abrón! ¿En serio? Y... ¿De qué generación eres güey? ¡Te me haces conocido!".
LAS VEGAS, NEVADA
En una ocasión un hombre de ciencias le cuenta a un colega que llevó exitosamente a cabo un cruce entre una ladilla y una luciérnaga. Ante tal portento el escucha, ansioso le pregunta a su colega: "¿Y qué resultó de tal cruza". El aludido, con gesto grave le responde: "No sé con certeza, pero los aquellos que te conté los tengo llenos de luces como si fueran Las Vegas, Nevada".
http://losbuenosdias.blogspot.com
correo:losbuenosdias@gmail.com
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SE ...INGÓ LA CORONA
Van caminando Chon y Juana a echarse un rapidín al río. Al llegar, ella se sube la falda, pero deciden hacerlo al otro lado de la cerca, en la sombrita. Chon le dice a Juana: "Juana, agáchate y pasa por debajo del alambre de la cerca, que yo lo sostengo.
Cuando ella ya pasaba, que queda atorada en cuatro patas entre los alambres de púas de la cerca. Juana grita desesperada: "¡Chon, sácame rápido de aquí! ¡Apuuuuurate!... no ves que tengo el trasero al aire". Chon le dice a Juana: "Sostén la TECATE, mientras voy a buscar unas alicatas para cortar la cerca... espérame, que ya regreso".
En eso, pasa un borrachín que acató a caminar por ahí y, se encuentra con la Juana en cuatro patas, el trasero al aire y lista para la acción. El borrachín dice en voz baja aunque un tanto tartajosa: "¡Pa'su ma...! ¡Me acabo de encontrar un tremendo trasero y todavía en pose!". Y ¡Moles!, sin pérdida de tiempo comienza el ayuntamiento carnal con la Juana.
Al terminar y quedar satisfecho el borrachín de su inesperado, cuanto lúbrico encuentro, ve la TECATE que la Juana tiene en la mano, se la toma, eructa y dice entre gozoso y asombrado: "¡Nooombre! ¡Con esta piche promoción... ya se ching... la CORONA".
¡COSSSITA!
Mientras un hombre paseaba por un parque, vio a otro que estaba abrazado a un árbol, con una oreja pegada fuertemente al tronco. Viendo esto, el hombre le pregunta. "Disculpe, sólo por curiosidad, que está usted haciendo". El de la oreja en el árbol responde: "Estoy escuchando la música del árbol". "Vamos, vamos, que debe usted estar bromeando", dice el que caminaba. Respondiendo el de la oreja pegada al árbol: "Por supuesto que no ¿Quiere usted escuchar también?". Vencido finalmente por la curiosidad, el paseante, aceptando, coloca sus brazos alrededor del tronco y acerca la oreja. Pero, haciendo esto el caminante, el otro le pone un par de esposas sujetándolo firmemente al tronco, le quita la cartera, los anillos, el reloj, las llaves del auto, como también toda la ropa, dejándolo desnudo y acto seguido se marcha corriendo de ahí.
Dos horas después, otro caminante pasó cerca, vio al hombre desnudo esposado al árbol y le pregunta: "¿Qué le pasó?". El preso al árbol le cuenta entonces la terrible historia de cómo y por qué se encontraba allí en tan tremenda situación. Terminando de contarle lo sucedido, el otro, moviendo la cabeza en señal de comprensión, camina hasta quedar detrás de él, lo besa suavemente en la oreja y le dice con galana ternura: "De veras que ahora mismo te voy a componerte el día cosssita"
CRISIS, REALIDAD O PELÍCULA DE TERROR...
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LAS VEGAS, NEVADA
En una ocasión un hombre de ciencias le cuenta a un colega que llevó exitosamente a cabo un cruce entre una ladilla y una luciérnaga. Ante tal portento el escucha, ansioso le pregunta a su colega: "¿Y qué resultó de tal cruza". El aludido, con gesto grave le responde: "No sé con certeza, pero los aquellos que te conté los tengo llenos de luces como si fueran Las Vegas, Nevada".
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