MI SIEMPRE JOVEN AMIGA YOLI QUEVEDO DE PIÑA
MI SIEMPRE JOVEN AMIGA YOLI QUEVEDO DE PIÑA
Vaya un muy afectuoso saludo a mi gran amiga, la siempre respetada y respetable Yolanda Quevedo de Piña, quien en su muy leída y amena columna "Desde México, hola Veracruz", tuvo palabras de encomio para mi mamá. Y sin querer Yoli ya me dio la idea para otro seudónimo para Mein Führer: ¡El tornado! Gracias Yoli. Aprovecho para felicitarte, no solo por tu enorme energía, sino por lo inacabable de la misma. Yo, hablando en términos taurinos, a veces ya ando en busca del cariño de las tablas y en cambio siempre que te veo y leo, luces vivaz, rozagante, rebosando energía, creatividad y ¡Juventud!, pues solo quien es joven, vive con esa intensidad y sin cansancio ¡Rediez! Que debéis pasar la receta.
¡CUÁNTO HA CRECIDO VERACRUZ!
Hace como treinta años (¡Ya llovió!), cuando venía de la Facultad de Derecho desde la ciudad de Xalapa, había que llegar hasta donde se encuentra ahora una gasolinera y una tienda de autoservicio ubicadas a la salida de la autopista a Cardel para comenzar a ver las grúas de la zona portuaria, comenzando a continuación a verse la ciudad. Hoy, a varios kilómetros de distancia se ve el desborde de la mancha urbana sobre los médanos que se contemplan lontananza. O sea, estamos en una ciudad enorme.
DEBEMOS APRENDER A CUIDAR Y PRESERVAR A VERACRUZ
Como lo hemos ya dicho, los jarochos debemos aprender a vivir en tal ciudad. Y no es que no nos guste vivir en ella, sino que muchos o tal vez la inmensa mayoría de quienes tenemos la dicha de vivir en Veracruz, seguimos con la idea de la "noche tibia y callada" a que hace referencia Agustín Lara en su internacional obra musical "Veracruz". Y que conste, que para ver los cocuyos a los que el mismo Flaco de Oro hace referencia en "Noche Criolla", hay que remar bastante, o sea, internarse en el monte cerca de alguna ranchería, pues en lo absoluto "bordan de lentejuelas la oscuridad". En mi infancia se encontraban como ver lagartijas en los patios baldíos. Hoy, finito está, no más en la zona urbana.
Pero, retomando el tema, debemos estar conscientes de la enormidad de la ciudad, de la gran cantidad de automóviles que en ella hay y entonces, todos, absolutamente todos los que vivimos en esta maravillosa ciudad, debemos aprender ahora a convivir con los vehículos.
LA CORTESÍA ANTE TODO
O sea, antes que nada, aprender las mínimas normas de tránsito (sobre todo las básicas) y aplicarlas, principalmente la de ser corteses, manejar a la defensiva (o sea, insisto, con cortesía) no a la ofensiva (con grosería, agresividad y majadería, tal y como lo hacemos casi todos) y respetar al peatón, y éste, saber respetar los cruces de calles y las señales de tránsito, principalmente la de los semáforos ¡Y no estacionarnos en donde se nos de la gana! ¡Por favor!
¡QUÉ VIEJO TAN MAS FODONGO!
Precisamente ayer, que venía un poco retrasado (¡Cuando no Wily Ingram!) a este centro del deber y del trabajo, sobre Xicoténcatl (que es una vía altamente transitada), un fodongo conductor, con todo y que el carril pegado a la banqueta se encontraba vacío (o sea, el de estacionarse) ¡Del lado izquierdo de la calle, en el carril de mayor velocidad!, muy capulinamente el sacrosanto señor, con las luces intermitentes de su vehículo activadas, hasta fumando un cigarrillo estaba, en lo que todos los demás vehículos que venían precisamente por el lado izquierdo, debíamos desacelerar o parar por completo, en lo que los vehículos del lado derecho permitían cambiarse hacia tal carril. Al señor ese solo le faltaba una calcamonía en la defensa trasera de su automóvil, con la figura de ese personaje bigotón, panzón y sucio, con cara de pocos amigos, con una pata sobre una calavera, con un letrero debajo de él, diciendo: "¡Me vale madre!".
YA HASTA NOS PARECEMOS AL PEJE
Eso es precisamente lo que debemos evitar ya, el importamadrismo y darnos cuenta de que Veracruz (como casi todas las demás ciudades del país) se encuentran más allá del tope de población y vehículos, por tanto, debemos olvidarnos del individualismo y concientizarnos de lo urgente que es desarrollar la convivencia muy armonizada con todos los demás.
HE AHÍ EL PRECIO DEL DESCUIDO Y LA ESTULTICIA
Pues ahí tenemos los resultados del "importamadrismo" por andar arrojando la basura a la calle sin ton ni son, luego andamos en la quejumbre trascendental de quejarnos por las inundaciones, pero, ese papel que tiramos a la calle, ese vaso de plástico que igual destino tuvo o el envase del mismo material que arrojamos es mismo sentido, forman los tapones que impiden el flujo del agua a través de tuberías, canales y demás sistemas de desagüe existente ¡Ah!, pero eso sí: "¡El gobierno tiene la culpa!" ¿De qué seamos cochinos e irresponsables? ¡Para nada! En este sentido a los ciudadanos nos falta lo que se necesita para bailar la Bamba, "una poca de gracia...y otra cosita".
RESPETANDO LA CIUDAD NOS RESPETAMOS A NOSOTROS MISMOS
Ni por un minuto llegaría a dejar de pensar en lo privilegiados que somos los jarochos por vivir en una ciudad tan bonita como la nuestra y un Estado tan maravilloso y mágico como Veracruz, pero, para preservarlo así ¡Aprendamos a coexistir y respetar el entorno en todos los sentidos!, sobre todo el ecológico.
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