COMO SE LOS DIJE EL OTRO DIA, UN FESTEJO MAS

COMO SE LOS DIJE EL OTRO DIA, UN FESTEJO MAS
Hace 3 días tocó el turno a "El Día contra la Explotación Infantil", y, como se esperaba, los discursos no se hicieron esperar, el festejo estuvo ad hoc, pero hasta ahí. Los niños siguen siendo explotados en todo el mundo.
3 CUARTAS PARTES DE LA HUMANIDAD VIVE EN LA MISERIA
Y, no sólo los niños, millones y millones de seres humanos son explotados de manera despiadada, vendidos en calidad de esclavos o menos aún, lo que es peor y, los medios de comunicación logrando la nota roja de ello para explotar el humanitarismo, pero, en los hechos son muy pocos los que realmente se preocupan por las condiciones de terrible explotación en que viven las tres cuartas partes de la humanidad.
Pues no crean ustedes que la cosa es tan sencilla y de hacer señalamientos y crear un día especial para reprochar y mostrar las penurias de los infantes y sus padres, la cosa es todavía peor. Por ejemplo, si existe y persiste la explotación infantil en todos los órdenes, incluso vía la pederastia (que mejor ni entro en detalles en este rubro para no ser la voz que clama en el desierto), es que hay un mercado que exige tales satisfactores.
LA MEJOR EPOCA DEL CAMPO MEXICANO FUE CON DON PORFI
Y por ejemplo, en el campo mexicano, que se encuentra mil veces peor que lo que cuentan estaba en la época de Don Porfi, ahí son miles y miles de niños los que son explotados diariamente y durante toda su infancia, adolescencia, juventud y madurez, muriendo sin mayor expectativa de vida que la de estar trabajando en el campo por míseros jornales, que incluso, aquellas tan criticadas "tiendas de raya" de Don Porfirio, muy bien le caerían ahora a los campesinos. Cabe hacer la observación que en la época prerrevolucionaria los mexicanos no huían en masa hacia el país del norte.
Pero, volviendo a lo de los festejos, resulta patético que la llamada sociedad civil no haga nada en favor de quienes tanto le sorprende sean explotados.
LA SOCIEDAD CIVIL SE HA TORNADO APATICA
Creo a pie juntillas los integrantes de la llamada sociedad civil hemos perdido todo tipo de capacidad de asombro y por ello solamente nos conmueve ver en los medios la explotación, no sólo de los niños, sino de todos los seres humanos que son mostrados en las reseñas o reportajes o notas rojas, por ejemplo, cuando algún ilegal cae bajo las ruedas del ferrocarril en donde de manera temeraria viaja en pos del llamado sueño americano. Pero ¿cuántos de nosotros realmente hacemos algo en favor de todo esto? ¡Nadie! Todo lo dejamos en manos de papá gobierno y de las llamadas Ongs, de ahí en fuera, nos conformamos con depositar alguna moneda en alguna alcancía de algún centro comercial que dice esos fondos recaudados son para ayuda de la infancia en algún lugar del mundo. Pero, incluso, una vez en pos de casa, ni nos atrevemos a bajar el vidrio del automóvil cuando se nos acerca un niño para pedir limosna, vendernos un chicle o casi los queremos fulminar cuando intentan limpiar el parabrisas del coche.
Luego entonces ¿cuál festejo?
ADEMÁS, UN TRABAJO DIGNO A LOS NIÑOS LOS AYUDA A CRECER
Es más, opino que el trabajo para los niños es y debe ser debidamente remunerado y se les debe encausar a realizar algún tipo de acción laboral, encaminado precisamente a enseñarles algún oficio independientemente de los estudios que estén realizando. Antes de que apareciera la Ley Federal del Trabajo, muchos niños aprendían oficios que llegaban a dominar muy bien y de los cuales luego lograban vivir en muy buenas condiciones. Hoy, todo esto brilla por su ausencia ¿Por qué?, se hizo una ley del Trabajo, en un frenesí político en donde no se analizaron las consecuencias que tendría el dejar sin opción de trabajo a los infantes, incluso, esto ha dado pauta a que se les explote aún peor.
LA LEY PROPICIO LA EXPLOTACION QUE HOY EXISTE
Por ejemplo, cuando en mi infancia, había siempre un motón de carpinteros, ebanistas ¡Y buenos!, hoy, todos ellos brillan por su ausencia y los que prevalecen por lo regular son unos auténticos defraudadores.
Y no les estoy hablando de oídas, pueden creerlo o no, yo desde los ocho años de edad trabajo ¡Siempre me ha gustado trabajar! Claro, esto nunca me impidió ir a la escuela y mucho menos dejar de divertirme como todo niño en su momento. Les aseguro jamás me sentí explotado, al contrario, viendo hoy en retrospectiva todo este recorrer de centros de trabajo en donde estuve, me es gratificante y además me ayudó a ser siempre independiente. Incluso, cuando viví en los EUA, me dedicaba los sábados a cortar el zacate de las casas de los vecinos y les aseguro me daba mucho gusto, hasta fui ayudante en un super ¡fabulosa la experiencia!, sobre todo cuando me pagaban en dólares y podía irme a los parques de diversiones y subirme a todos los juegos sin tener que andar dependiendo de alguien. Así como comprarme todo tipo de accesorio de la escuela que me gustara.
HABLO PORQUE HE ANDADO EL CAMINO ¡Y NADIE ME HA EXPLOTADO!
Cuando regresé a México, tuve que mentir sobre mi edad, aunque luego arreglé el asunto, pero, por lo pronto en el registro del IMSS, no obstante todos los arreglos, como el número asignado al principio es para siempre, sigo teniendo fecha de nacimiento del 52, cuando debía ser 54, pero, a los catorce años nadie me daba chamba y dije tener 16 para poder trabajar.
ES SANO QUE LOS MENORES TRABAJEN, LES FORTALECE EL ESPIRITU
Por lo tanto, no es motivo de dramatizar todo esto del trabajo de los menores, sólo hay que regularlo y regularlo bien en beneficio de los infantes, para que puedan incluso irse desarrollando y aprendiendo un oficio. Que hoy, a como está de competida la situación, les juro que un buen carpintero ¡honesto y responsable!, puede ganar mucho mejor dinero que un recién egresado de cualquier universidad.

Correo: losbuenosdias@gmail.com

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