SIEMPRE SUCEDE LO MISMO CUANDO BUSCO EN MI ESTUDIO
SIEMPRE SUCEDE LO MISMO CUANDO BUSCO EN MI ESTUDIO
El otro día urgando entre una bola de papeles y libros en mi estudio, me encontré con un texto en donde se escribe todo un tratado del pan (me refiero al comestible, al que sirve de alimento, no al partido político. No vayan a mal pensar, mi línea priista no la cambio por nada, sobre todo si analizamos los últimos aconteceres. Pero, esto merece una "calumnia" especial), que hacía ¡Años!, había yo leído y me puse a releerla. ¿No les sucede a ustedes que cuando entran a una zona de libros (sobre todo si se trata de los que ha ido uno acumulando a lo largo del tiempo), buscando algo, de pronto se topa uno con cada encuentro, que hasta en el suelo se sienta uno, para luego pararse en dirección al sillón, para más cómodamente echar la memoria a viajar y deleitarse con todos esos recuerdos que traen invariablemente los libros?
¡JUAR, JUAR, JUAR! HABLANDO DE LIBROS
No cabe duda, "lo que Dios no da, el diablo no quita", el otro día que me dio por ser o pasar por "humilde" y "sencillo", al exponer que "casi no leo", debo platicarles además de la gran y respetable amiga que me puso como camote, otras personas me hablaron, así como por correo electrónico me dijeron mis cosas. Y, para variar, una amiga de toda la vida (nos conocemos desde que ella era una pacheliana junto con mis amigas la Lorenzo), Marthita Colina, también participó en este asunto de mi "iletraridad".
"LO QUE DIOS NO DA, EL DIABLO NO QUITA"
Y, bueno, antes de entrar y retomar el tema del pan, y en función a lo expuesto por Marthita Colina, trajo a mi testa una muy amena discusión de hace algunos meses entre mis amigos los doctores Alejandro Córdova Córdova y mi "cuaderno de doble rayas", José Luis Beristáin Silva (en lo que esperábamos a Pedrito Gutiérrez, que para variar llegaba tarde a la reunión, siempre se da "lija", pero, soy el encargado de decirle su precio y bajarlo de empleo); la plática derivó en los luchadores sociales, en eso, estaba la discusión en todo su apogeo, cuando (dice él), por equivocación el Dr. Córdova me calificó ante el Dr. Beristáin de "luchador social", a lo que de inmediato y antes de que expresara mi indisposición, el buen Beris, enarcando una ceja con gran expresión dubitativa le dice al Dr. Córdova: "¡¿Este, un luchador social?!". La carcajada que me aventé a todo pulmón logró la atención de todo el recinto. Y en lo que el buen Dr. Alejandro, entre risas también, se deshacía en explicaciones sobre su error de exposición, le interrumpí agradeciéndole el cumplido, agregando: "Mire Doc., si algo definitivamente a mí no se me da, es la humildad, la sencillez, así como el ser luchador social".
Y bueno, me río todavía al recordar la anécdota, pues efectivamente, en tratando de pasar por humilde me salió cola, de ahí lo de: "Lo que Dios no da el diablo no quita".
MEXICO, EL PAIS CON MAYOR VARIEDAD DE REPOSTERIA
Pero, retomando el asunto del pan, resulta que no obstante en todas las culturas ha existido y existe este muy buen gusto por este complemento alimenticio, resulta en nuestro país es en donde se fabrica la más grande variedad de dicho producto. Claro, cabe recordar a nuestra nación y continente llega el trigo como uno de los géneros originales traídos por los españoles. Cabe recordar la proclividad de los peninsulares por el consumo del pan. Pero, al entrar en contacto con nuestros ancestros indígenas, incuestionablemente tal y como sucedió con tantas otras cosas, todo se enriqueció. Pues no debemos olvidar que del maíz, todas las culturas prehispánicas de América habían hecho no sólo un sistema de alimentación, sino auténtica religión. Siendo que al llegar a territorio mexica, los españoles incluso registran hasta con asombro la muchas variedades de alimento que preparaban los indígenas con el maíz. Lo que más les llamó la atención fue la tortilla y la manera tan elaborada como se debía proceder para obtener el resultado final: ¡La tortilla!
UNA EXCELENTE Y ANTIGUA NARRATIVA DEL ¡TAMAL!
No recuerdo con exactitud, pues no tengo el libro a la mano para consultarlo (para eso sirven además los libros, para irlos subrayando y cuando se requiere ¡Consultarlos!), si es Bernal Díaz el que con gran asombro describe a su manera la elaboración de lo que recuerdo el narrador llama: "pan de maíz envuelto en sus hojas". Que no es otra cosa que el mexicanísimo y sabrosísimo ¡Tamal!
Por lo tanto, y como en América no era conocido el trigo, cuando lo traen los españoles, se revoluciona la cocina mexica y se enriquece esta industria, que más que eso es todo un arte de la exposición del producto final, el riquísimo pan.
EL CHOCOLATE ERA SOLO PARA LAS PRIMERAS COMUNIONES
Jamás en la casa se acostumbró el también mexicanísimo chocolate (salvo en las primeras comuniones), sino el café con leche, y, era de rigor en todas las casas cenar pan día a día. ¡Qué ricas las veracruzanísimas "bombas", los "ojos de Pancha", los "Laureles", "Flautas", "Canillas", ¡Las "Chamberinas"! (tiene años que no las veo); los panqués y ¡Las michas! (en ningún otro lado de la república he encontrado les llamen así a los "bolillos" o "pan de agua").
SE CONSUMIA MÁS PAN Y LA GENTE NO HABIA TANTO GORDO
Incluso, el pan se encuentra todavía tan arraigado en nuestra cultura, que a pesar de consumirse tanto en mis años de niñez no había tanto gordo como ahora, motivo por el cual se combate el consumo del pan, pero, en aquello ayeres todo era natural y sin preservativos, como hoy en la agringada costumbre de prefabricar todo ¡Hasta las bombas! ¡Guácala!
Que hasta cabe recordar una vez más al poeta zacatecano Ramón López Velarde en su inmortal, cuanto bellísimo poema: "Suave Patria", en la parte que dice: "....y por las madrugadas del terruño, en calles como espejos, se vacía el santo olor de la panadería".
LA GLOBALIZACION ¿UNA VERSION NEGATIVA DE CONQUISTA?
Bueno, esto fue lógicamente antes de la globalización, que pareciera tal cosa como cuando la conquista pero en sentido negativo, pues la conquista, a pesar de todos los pesares, dio forma a nuestra nación, en cambio, hoy, con la maldecida globalización, se está acabando con la nación.
Correo: losbuenosdias@gmail.com
El otro día urgando entre una bola de papeles y libros en mi estudio, me encontré con un texto en donde se escribe todo un tratado del pan (me refiero al comestible, al que sirve de alimento, no al partido político. No vayan a mal pensar, mi línea priista no la cambio por nada, sobre todo si analizamos los últimos aconteceres. Pero, esto merece una "calumnia" especial), que hacía ¡Años!, había yo leído y me puse a releerla. ¿No les sucede a ustedes que cuando entran a una zona de libros (sobre todo si se trata de los que ha ido uno acumulando a lo largo del tiempo), buscando algo, de pronto se topa uno con cada encuentro, que hasta en el suelo se sienta uno, para luego pararse en dirección al sillón, para más cómodamente echar la memoria a viajar y deleitarse con todos esos recuerdos que traen invariablemente los libros?
¡JUAR, JUAR, JUAR! HABLANDO DE LIBROS
No cabe duda, "lo que Dios no da, el diablo no quita", el otro día que me dio por ser o pasar por "humilde" y "sencillo", al exponer que "casi no leo", debo platicarles además de la gran y respetable amiga que me puso como camote, otras personas me hablaron, así como por correo electrónico me dijeron mis cosas. Y, para variar, una amiga de toda la vida (nos conocemos desde que ella era una pacheliana junto con mis amigas la Lorenzo), Marthita Colina, también participó en este asunto de mi "iletraridad".
"LO QUE DIOS NO DA, EL DIABLO NO QUITA"
Y, bueno, antes de entrar y retomar el tema del pan, y en función a lo expuesto por Marthita Colina, trajo a mi testa una muy amena discusión de hace algunos meses entre mis amigos los doctores Alejandro Córdova Córdova y mi "cuaderno de doble rayas", José Luis Beristáin Silva (en lo que esperábamos a Pedrito Gutiérrez, que para variar llegaba tarde a la reunión, siempre se da "lija", pero, soy el encargado de decirle su precio y bajarlo de empleo); la plática derivó en los luchadores sociales, en eso, estaba la discusión en todo su apogeo, cuando (dice él), por equivocación el Dr. Córdova me calificó ante el Dr. Beristáin de "luchador social", a lo que de inmediato y antes de que expresara mi indisposición, el buen Beris, enarcando una ceja con gran expresión dubitativa le dice al Dr. Córdova: "¡¿Este, un luchador social?!". La carcajada que me aventé a todo pulmón logró la atención de todo el recinto. Y en lo que el buen Dr. Alejandro, entre risas también, se deshacía en explicaciones sobre su error de exposición, le interrumpí agradeciéndole el cumplido, agregando: "Mire Doc., si algo definitivamente a mí no se me da, es la humildad, la sencillez, así como el ser luchador social".
Y bueno, me río todavía al recordar la anécdota, pues efectivamente, en tratando de pasar por humilde me salió cola, de ahí lo de: "Lo que Dios no da el diablo no quita".
MEXICO, EL PAIS CON MAYOR VARIEDAD DE REPOSTERIA
Pero, retomando el asunto del pan, resulta que no obstante en todas las culturas ha existido y existe este muy buen gusto por este complemento alimenticio, resulta en nuestro país es en donde se fabrica la más grande variedad de dicho producto. Claro, cabe recordar a nuestra nación y continente llega el trigo como uno de los géneros originales traídos por los españoles. Cabe recordar la proclividad de los peninsulares por el consumo del pan. Pero, al entrar en contacto con nuestros ancestros indígenas, incuestionablemente tal y como sucedió con tantas otras cosas, todo se enriqueció. Pues no debemos olvidar que del maíz, todas las culturas prehispánicas de América habían hecho no sólo un sistema de alimentación, sino auténtica religión. Siendo que al llegar a territorio mexica, los españoles incluso registran hasta con asombro la muchas variedades de alimento que preparaban los indígenas con el maíz. Lo que más les llamó la atención fue la tortilla y la manera tan elaborada como se debía proceder para obtener el resultado final: ¡La tortilla!
UNA EXCELENTE Y ANTIGUA NARRATIVA DEL ¡TAMAL!
No recuerdo con exactitud, pues no tengo el libro a la mano para consultarlo (para eso sirven además los libros, para irlos subrayando y cuando se requiere ¡Consultarlos!), si es Bernal Díaz el que con gran asombro describe a su manera la elaboración de lo que recuerdo el narrador llama: "pan de maíz envuelto en sus hojas". Que no es otra cosa que el mexicanísimo y sabrosísimo ¡Tamal!
Por lo tanto, y como en América no era conocido el trigo, cuando lo traen los españoles, se revoluciona la cocina mexica y se enriquece esta industria, que más que eso es todo un arte de la exposición del producto final, el riquísimo pan.
EL CHOCOLATE ERA SOLO PARA LAS PRIMERAS COMUNIONES
Jamás en la casa se acostumbró el también mexicanísimo chocolate (salvo en las primeras comuniones), sino el café con leche, y, era de rigor en todas las casas cenar pan día a día. ¡Qué ricas las veracruzanísimas "bombas", los "ojos de Pancha", los "Laureles", "Flautas", "Canillas", ¡Las "Chamberinas"! (tiene años que no las veo); los panqués y ¡Las michas! (en ningún otro lado de la república he encontrado les llamen así a los "bolillos" o "pan de agua").
SE CONSUMIA MÁS PAN Y LA GENTE NO HABIA TANTO GORDO
Incluso, el pan se encuentra todavía tan arraigado en nuestra cultura, que a pesar de consumirse tanto en mis años de niñez no había tanto gordo como ahora, motivo por el cual se combate el consumo del pan, pero, en aquello ayeres todo era natural y sin preservativos, como hoy en la agringada costumbre de prefabricar todo ¡Hasta las bombas! ¡Guácala!
Que hasta cabe recordar una vez más al poeta zacatecano Ramón López Velarde en su inmortal, cuanto bellísimo poema: "Suave Patria", en la parte que dice: "....y por las madrugadas del terruño, en calles como espejos, se vacía el santo olor de la panadería".
LA GLOBALIZACION ¿UNA VERSION NEGATIVA DE CONQUISTA?
Bueno, esto fue lógicamente antes de la globalización, que pareciera tal cosa como cuando la conquista pero en sentido negativo, pues la conquista, a pesar de todos los pesares, dio forma a nuestra nación, en cambio, hoy, con la maldecida globalización, se está acabando con la nación.
Correo: losbuenosdias@gmail.com
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