LAS TERTULIAS
LAS TERTULIAS
El Larousse dice respecto a la definición de la palabra tertulia: Reunión habitual de personas que se juntan para conversar sobre un tema determinado.
Traigo a colación la palabra en virtud de ahora ha caído en un tremendo desuso, pues hasta la década de los sesentas del siglo pasado, para los "chamacos" de aquel entonces tal palabra era sinónimo de tardeadas, bailes y fiestas, precisamente en la tarde y que no se prolongaban más allá del anochecer, pues de irse a más horas ya era una "fiesta".
LAS TERTULIAS, ORIGEN DE LA EPOCA CONTEMPORANEA
Me vino a la mente el asunto tertulia, en función a que hasta mediados del siglo XX, efectivamente las tertulias eran la reunión de personas para discutir temas muy bien definidos y en ellas participaban la crema y nata de la intelectualidad. Tal vez fuera la televisión con los "planes de entretenimiento" la que vino a dar al traste con estas muy, pero muy fructíferas reuniones. Que remontándonos en el tiempo vemos como fue en reuniones de tertulias (obvio, adecuados los usos y costumbres de los países que se trataran) se fraguaron los grandes movimientos sociales de la época contemporánea. Incluso, uno de ellos que marca el inicio de tal época en la división de la Historia, lo es la Revolución Francesa.
Pero, no es intención hacer toda una antología, pretendiendo ir a las reuniones a las que todavía nos tocara ir en calidad de contertulios a bailar y a platicar. No obstante se trataba de meras reuniones informales, ahí lograba uno sacar cuestiones muy interesantes en las conversaciones entre los distintos amigos y amigas con las que lograba uno convivir, sobre todo de las cuestiones sociopolíticas del momento.
PROHIBIDO PENSAR O IMPROVISAR
Lamentablemente todo esto se ha perdido y ahora ya nada se improvisa y ahora los llamados "panels", "mesas redondas", "talleres de discusión", etc., se encuentran regidos bajo un estricto cartabón y protocolo, siendo esto ahora presentado en los medios electrónicos (pues hasta en la radio todo está sometido a un horario), que incluso discutir por ejemplo entre varios los grandes problemas de México, le dan los participantes ¡3 minutos para exponer! Esto en lo absoluto ni siquiera se puede calificar como discusión, sino la mera lectura de cinco o diez renglones en donde no se puede expresar nada. O sea, todo vuelve a quedar en lo mismo, en una tremenda monotonía, letargo y cotidianidad terribles.
¡AAH! ASISTÍ A LAS ESAS ILUSTRATIVAS TERTULIAS
Pero, me complace auto denominarme el último observador de las grandes tertulias literarias-humanistas en Veracruz, y que tenían lugar en la casa de mi gran amigo y benefactor Don Juan Malpica Mimendi, se llevaban a cabo en forma religiosa todos los sábados a partir de las once o doce del día en la mesa del patio de su casa, concurriendo a tales reuniones (a las que bauticé como "sabatinas", toda una gama de personajes por demás conocedores de tan diversos cuanto variados temas, que para los legos como yo era un privilegio oír y enterarse de todo ese intercambio de ideas, hechos históricos e intelecto que volaba entorno a esa mesa de amigos. Se hablaba desde cacería, cuentos ligeros y muy colorados, pasando por vinos, libros, hechos históricos de todo tipo y discusiones sobre la problemática social del país ¡Cómo se aprendía en esos semanarios encuentros!, que eran una verdadera tertulia en el sentido más estricto y amplio de la palabra. ¡Qué de personajes no conocí ahí y los oí disertar!
LA MODERNIDAD ACABA CON LA ESPONTANEIDAD
Hoy ya no hay tertulias y mucho menos espontaneidad. Pero, me doy por bien servido por haber tenido la oportunidad de haber estado cuando menos en calidad de oyente en aquellas interesantísimas tertulias que siempre organizó Don Juan en su casa todos los sábados. Y viene a mi memoria aquella frase adjudicada a Pablo Picasso: "Hay personas que transforman el sol en una simple mancha amarilla, pero hay también quienes hacen de una simple mancha amarilla el propio sol". Y creo firmemente Don Juan Malpica Mimendi tuvo la virtud de tener el sol siempre consigo ¡Compartiéndolo en todo momento de forma generosa, abundante y sin distingos!
http://losbuenosdias.blogspot.com
correo: losbuenosdias@gmail.com
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El Larousse dice respecto a la definición de la palabra tertulia: Reunión habitual de personas que se juntan para conversar sobre un tema determinado.
Traigo a colación la palabra en virtud de ahora ha caído en un tremendo desuso, pues hasta la década de los sesentas del siglo pasado, para los "chamacos" de aquel entonces tal palabra era sinónimo de tardeadas, bailes y fiestas, precisamente en la tarde y que no se prolongaban más allá del anochecer, pues de irse a más horas ya era una "fiesta".
LAS TERTULIAS, ORIGEN DE LA EPOCA CONTEMPORANEA
Me vino a la mente el asunto tertulia, en función a que hasta mediados del siglo XX, efectivamente las tertulias eran la reunión de personas para discutir temas muy bien definidos y en ellas participaban la crema y nata de la intelectualidad. Tal vez fuera la televisión con los "planes de entretenimiento" la que vino a dar al traste con estas muy, pero muy fructíferas reuniones. Que remontándonos en el tiempo vemos como fue en reuniones de tertulias (obvio, adecuados los usos y costumbres de los países que se trataran) se fraguaron los grandes movimientos sociales de la época contemporánea. Incluso, uno de ellos que marca el inicio de tal época en la división de la Historia, lo es la Revolución Francesa.
Pero, no es intención hacer toda una antología, pretendiendo ir a las reuniones a las que todavía nos tocara ir en calidad de contertulios a bailar y a platicar. No obstante se trataba de meras reuniones informales, ahí lograba uno sacar cuestiones muy interesantes en las conversaciones entre los distintos amigos y amigas con las que lograba uno convivir, sobre todo de las cuestiones sociopolíticas del momento.
PROHIBIDO PENSAR O IMPROVISAR
Lamentablemente todo esto se ha perdido y ahora ya nada se improvisa y ahora los llamados "panels", "mesas redondas", "talleres de discusión", etc., se encuentran regidos bajo un estricto cartabón y protocolo, siendo esto ahora presentado en los medios electrónicos (pues hasta en la radio todo está sometido a un horario), que incluso discutir por ejemplo entre varios los grandes problemas de México, le dan los participantes ¡3 minutos para exponer! Esto en lo absoluto ni siquiera se puede calificar como discusión, sino la mera lectura de cinco o diez renglones en donde no se puede expresar nada. O sea, todo vuelve a quedar en lo mismo, en una tremenda monotonía, letargo y cotidianidad terribles.
¡AAH! ASISTÍ A LAS ESAS ILUSTRATIVAS TERTULIAS
Pero, me complace auto denominarme el último observador de las grandes tertulias literarias-humanistas en Veracruz, y que tenían lugar en la casa de mi gran amigo y benefactor Don Juan Malpica Mimendi, se llevaban a cabo en forma religiosa todos los sábados a partir de las once o doce del día en la mesa del patio de su casa, concurriendo a tales reuniones (a las que bauticé como "sabatinas", toda una gama de personajes por demás conocedores de tan diversos cuanto variados temas, que para los legos como yo era un privilegio oír y enterarse de todo ese intercambio de ideas, hechos históricos e intelecto que volaba entorno a esa mesa de amigos. Se hablaba desde cacería, cuentos ligeros y muy colorados, pasando por vinos, libros, hechos históricos de todo tipo y discusiones sobre la problemática social del país ¡Cómo se aprendía en esos semanarios encuentros!, que eran una verdadera tertulia en el sentido más estricto y amplio de la palabra. ¡Qué de personajes no conocí ahí y los oí disertar!
LA MODERNIDAD ACABA CON LA ESPONTANEIDAD
Hoy ya no hay tertulias y mucho menos espontaneidad. Pero, me doy por bien servido por haber tenido la oportunidad de haber estado cuando menos en calidad de oyente en aquellas interesantísimas tertulias que siempre organizó Don Juan en su casa todos los sábados. Y viene a mi memoria aquella frase adjudicada a Pablo Picasso: "Hay personas que transforman el sol en una simple mancha amarilla, pero hay también quienes hacen de una simple mancha amarilla el propio sol". Y creo firmemente Don Juan Malpica Mimendi tuvo la virtud de tener el sol siempre consigo ¡Compartiéndolo en todo momento de forma generosa, abundante y sin distingos!
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