UNA BORRACHERA DE INTERNET
UNA BORRACHERA DE INTERNET
El otro día me puse a "navegar" en esta maravilla de nuestra época, que es el internet, y prácticamente me "emborraché", porque me dieron las 7 de la mañana en mera "navegación". Todo sucedió porque de alguna manera busqué a María Antonieta Pons, aquella exuberante y rítmica rumbera de la década de los cincuenta. Realmente me motivó a seguir buscando sobre ella y en ello, como se van presentando toda una serie de sugerencias a consultar en lo que va viendo uno el tema buscado, me entusiasmé tanto en ir viajando de época en época y de personaje en personaje, que llegué hasta la misma Chabela Vargas (¡Qué contrastes! ¿A poco no?).
¡QUÉ ÉPOCA TAN BONITA!
Y ¡Qué bárbaro!, cuanto gusto me dio encontrar toda una gama de canciones y anécdotas sucedidas en mi tiempo y juventud. Rememoré aquellas épocas en donde con una sola guitarra se armaba toda una improvisada, cuanto divertida velada, canturriando: "Ojalá que te vaya bonito", "No volveré", "El Rey", "Pero anoche en la playa", etc. Se ponía todavía mejor la cosa cuando esto se llevaba a cabo a la orilla de las aguas de Mocambo ¿Se acuerdan? No hacia falta nada más, únicamente la guitarra y jamás faltaba en el grupo alguien quien la supiera tocar, todo lo demás venía por añadidura, pues para efectos del "pomo" o de las "chelas", una vez en la inspiración no dolía nada entrarle a la cooperacha para ir por pertrechos de guerra, cuyos restos se iban acumulando imperceptiblemente.
HASTA LAS SEÑORAS ECHABAN SUS GORGORITOS
Incluso en las casas mismas, todo era cuestión de que se comenzara a rasgar las cuerdas de la guitarra que hasta las señoras de la casa comenzaban a cantar "Reloj", "Se cerró la puerta detrás de ti", "Farolito", "Noche de Ronda", etc. (casi puras de Agustín Lara); eso sí, aquí no había nada de beberecua en función a que no se estilaba tomar en casa, estaba totalmente prohibido, salvo que se tratara de una fiesta formal y eso una o dos copas, nada de embriagarse. Además, se debía cumplir con la norma de protocolo que debía estar presente el jefe de familia, si no, no había ni siquiera una copa de rompope.
¿DROGAS? SALVO LAS DEUDAS QUE SE DEBÍA
Pero, de que se la pasaba uno bien a todo dar ni duda había. Incluso, se acuerdan ustedes de cómo, cuando alguien irrumpía con la guitarra y comenzaba la ingesta de bebidas espirituosas no faltaba quien ya en determinadas horas de la noche sugiriera llevarle serenata a su novia y ahí si se armaba la grande, pues todo terminaba como a las cuatro o cinco de la mañana porque una vez iniciado el periodo de serenata, todos los integrantes de la palomilla querían llevarle serenata a su chica.
CREO ESTO YA ES ARTÍCULO DE MUSEO
Hoy, ignoro si siga esta muy vernácula costumbre, pero, a como veo el comportamiento de la sobrinada, creo lo de las serenatas ya forma parte del acervo museístico de nuestras muy divertidas, cuanto altamente culturales costumbres.
Pero de que las bohemias eran todo un acontecer y además altamente constructivas, ni quien lo dude, se hablaba de todo y gracias a Dios menos de política y religión, creo por eso eran muy divertidas.
¡SACAREMOS JUVENTUD DEL PASADO!
Un día de estos voy a convocar a mis coterráneos aún supérstites (porque eso también ya han chupado faros varios de ellos y otros andan muy lejos), entre ellos a Enrique Lorenzo, pues él tocaba muy bien la guitarra, para hacer una remembranza de aquellos tiempos en que una guitarra, unas cervezas y una botella eran motivo de una gran y sana alegría.
http://losbuenosdias.blogspot.com
correo: losbuenosdias@gmail.com
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El otro día me puse a "navegar" en esta maravilla de nuestra época, que es el internet, y prácticamente me "emborraché", porque me dieron las 7 de la mañana en mera "navegación". Todo sucedió porque de alguna manera busqué a María Antonieta Pons, aquella exuberante y rítmica rumbera de la década de los cincuenta. Realmente me motivó a seguir buscando sobre ella y en ello, como se van presentando toda una serie de sugerencias a consultar en lo que va viendo uno el tema buscado, me entusiasmé tanto en ir viajando de época en época y de personaje en personaje, que llegué hasta la misma Chabela Vargas (¡Qué contrastes! ¿A poco no?).
¡QUÉ ÉPOCA TAN BONITA!
Y ¡Qué bárbaro!, cuanto gusto me dio encontrar toda una gama de canciones y anécdotas sucedidas en mi tiempo y juventud. Rememoré aquellas épocas en donde con una sola guitarra se armaba toda una improvisada, cuanto divertida velada, canturriando: "Ojalá que te vaya bonito", "No volveré", "El Rey", "Pero anoche en la playa", etc. Se ponía todavía mejor la cosa cuando esto se llevaba a cabo a la orilla de las aguas de Mocambo ¿Se acuerdan? No hacia falta nada más, únicamente la guitarra y jamás faltaba en el grupo alguien quien la supiera tocar, todo lo demás venía por añadidura, pues para efectos del "pomo" o de las "chelas", una vez en la inspiración no dolía nada entrarle a la cooperacha para ir por pertrechos de guerra, cuyos restos se iban acumulando imperceptiblemente.
HASTA LAS SEÑORAS ECHABAN SUS GORGORITOS
Incluso en las casas mismas, todo era cuestión de que se comenzara a rasgar las cuerdas de la guitarra que hasta las señoras de la casa comenzaban a cantar "Reloj", "Se cerró la puerta detrás de ti", "Farolito", "Noche de Ronda", etc. (casi puras de Agustín Lara); eso sí, aquí no había nada de beberecua en función a que no se estilaba tomar en casa, estaba totalmente prohibido, salvo que se tratara de una fiesta formal y eso una o dos copas, nada de embriagarse. Además, se debía cumplir con la norma de protocolo que debía estar presente el jefe de familia, si no, no había ni siquiera una copa de rompope.
¿DROGAS? SALVO LAS DEUDAS QUE SE DEBÍA
Pero, de que se la pasaba uno bien a todo dar ni duda había. Incluso, se acuerdan ustedes de cómo, cuando alguien irrumpía con la guitarra y comenzaba la ingesta de bebidas espirituosas no faltaba quien ya en determinadas horas de la noche sugiriera llevarle serenata a su novia y ahí si se armaba la grande, pues todo terminaba como a las cuatro o cinco de la mañana porque una vez iniciado el periodo de serenata, todos los integrantes de la palomilla querían llevarle serenata a su chica.
CREO ESTO YA ES ARTÍCULO DE MUSEO
Hoy, ignoro si siga esta muy vernácula costumbre, pero, a como veo el comportamiento de la sobrinada, creo lo de las serenatas ya forma parte del acervo museístico de nuestras muy divertidas, cuanto altamente culturales costumbres.
Pero de que las bohemias eran todo un acontecer y además altamente constructivas, ni quien lo dude, se hablaba de todo y gracias a Dios menos de política y religión, creo por eso eran muy divertidas.
¡SACAREMOS JUVENTUD DEL PASADO!
Un día de estos voy a convocar a mis coterráneos aún supérstites (porque eso también ya han chupado faros varios de ellos y otros andan muy lejos), entre ellos a Enrique Lorenzo, pues él tocaba muy bien la guitarra, para hacer una remembranza de aquellos tiempos en que una guitarra, unas cervezas y una botella eran motivo de una gran y sana alegría.
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