QUE SE NOS PONCHA MI GRAN AMIGA CHABELITA CANTILLO
QUE SE NOS PONCHA MI GRAN AMIGA CHABELITA CANTILLO
Vaya un saludo de lo más afectuoso y cariñoso a mi gran amiga la señora Chabelita Cantillo de Herrera, quien se encuentra ahora reponiéndose en su calurosa Coatzacoalcos de un inconveniente de salud. Por lo que próximamente podré charlar con ella y deleitarme no solo con su amena y ágil plática, sino con su gran personalidad. Siempre la recuerdo de aquella visita que en una ocasión hizo a la casa de Don Juan ¡Qué rico platicaron mi gran amigo y benefactor y Chabelita! Que cuando ella se marchó, el ambiente de festividad que había dejado me trajo al recuerdo el paso bullicioso de aves canoras en una tarde de verano con fresca brisa de mar ¡Arriba el espíritu y el corazón querida amiga!
¡Y NO PASO NADA!
Efectivamente, no pasó nada en relación al merequetengue ese, armado con motivo de la seguridad llevada a cabo en las afueras de la sede del Congreso de la Unión, con motivo de la rendición del último informe del Presidente Fox, pero, no me queda la menor duda esto dejó frustrados a más de un "comunicador" o "medio", que con cuanto gusto les habría encantado hacer la crónica con el clásico "¡Se los dije!", pues incuestionablemente de cuando se echa uno a leer algunas "columnas" de "opinión" o en si medios en su entero contenido, tal pareciera quieren tener un México incendiado, por lo que se les ve fomentando el fratricidio en pleno.
Indudablemente lo sucedido el pasado primero en el Congreso de la Unión, interpretando a Amado Nervo, no fue sino la consecuencia de: "Cuando sembré rosales coseché siempre rosas...", de su poema "En Paz". Toda vez que lo obtenido por el Presidente Fox es consecuencia de la absoluta ausencia de oficio político durante su mandato. Sin duda alguna la política de Estado se debe llevar con bastante tino y mano firme. Creo en algún sitio del camino, al Presidente le sucedió lo que a Pedro en el pasaje de la Transfiguración, cuando Jesús le da chance a que vea y pruebe lo que es estar en la gloria del Señor y presto Pedro al ver lo bien que ahí se vivía, se acomidió a construir tres tiendas de campaña para Elías, Moisés y Jesús (Mateo 17: 4) para quedarse ahí instalados; pero, Jesús lo bajó de empleo y lo regresó (junto con Santiago y Juan que los habían acompañado) a la polvorienta vida de los mortales. Así el actual Presidente, vio lo bien que se vivía en el ejercicio del poder y ahí se instaló, hasta que ha sid
o preciso regresar a la vida común y cotidiana.
Pero, independientemente de lo sucedido el pasado día primero, en donde por fortuna, tal y como reza el dicho: "la sangre no llegó al río", se hace imperativo comenzar a definir las posiciones y defensa de la ciudadanía. Y no obstante López Obrador y compañía, están deseosos de uno o varios muertos para dar "imagen" y recuperar fuerza a su "movimiento", que ya recibe el repudio de la gran mayoría de la población, misma que se encuentra ya extrañada de que no se apliquen las medidas adecuadas para levantar el secuestro bajo el cual se tiene a puntos importantes de la ciudad de México, que incluso han sido objeto de pérdida del empleo de muchos trabajadores, cuyas fuentes laborales han debido cerrar ante la falta de clientes que les ha provocado el "plantón".
Y claro, que buenos estuvieron los discursos de los legisladores, sobre todo el del PRD cuando hablo de la virtual suspensión de garantías individuales en la zona de la sede del Congreso de la Unión, según él por órdenes del Presidente Fox; pero, una vez más, solo se dice lo que conviene, pues ¿Por qué no le mandó también un extrañamiento a López Obrador que tiene secuestrada la ciudad de México en contra de la voluntad de la ciudadanía capitalina y así como de la opinión pública nacional, en donde de forma descarada está participando con especie el gobierno del Distrito Federal? Lo mismo de siempre, la paja en el ojo del hermano, ignorándose alegremente la viga que trae uno en el propio. Pues es un hecho la pérdida de empleos y la pésima imagen, no solo para el D. F., sino para la nación entera esas carpas que tanto agreden a la ciudadanía y hacen todavía más tortuoso el ya de por si terrible tráfico vehicular del D.F.
Por cierto, tampoco hizo mención el tribuno perredista de que los "pobres" que fueron causa de la "agresión" por parte de las fuerzas del orden, atacaban con improvisados sopletes a los uniformados ¿Acaso estos porros profesionales son los que representan a las etnias y demás desposeídos del país? ¡Para nada!, ahí en esa turba que protestaba no había ningún obrero, meseros, lavanderas, albañiles, elevadoristas, oficinista, etc.; había eso sí, una bola de criminales que han hecho del golpismo una actividad profesional. Claro, a la tolerancia de las autoridades competentes que no les han aplicado la ley.
Pues insisto, con toda la bola de atentados perpetrados por órdenes del Peje, éste debería de estar en la cárcel, de ahí el que ya haya procedido a curarse en salud al decir que Felipe Calderón procedería a dar "quinazos" (en recuerdo a la detención de La Quina en el sexenio de Salinas) para legitimarse. Pues ojalá y lo procesen, pues él no es un luchador político como se ha autonombrado, es un porro, un golpeador y saboteador profesional.
Aquí no estamos hablando de castas, ni de gente "bien" y la "chusma", sino de la imperante necesidad, que todos los sectores sociales ya están pidiendo a gritos (incluidos los albañiles, obreros, meseros, elevadoristas, boleros, secretarias, burócratas, etc.) se aplique la ley y se dejen de tanta y absurda tolerancia a quien en todas las formas se le está permitiendo agredir a la población.
Y, así como se declara de que la familia es la célula de toda comunidad humana, en toda familia debe imperar siempre la autoridad y el orden, de lo contrario se viene abajo la familia. Y recuerdo muy bien cuando mi padre, a quien siempre le guardamos mís hermanos y yo un gran cariño y respeto, en cuanto él decía: "Hijo, usted a la prudencia la llama pend...", había que ponerse listo para hacer la graciosa huida, pues podía pasarse de la palabra al acto ejecutivo. Y, ahora, al tiempo, de no haber actuado así mi padre con nosotros los varones, habríamos salido más locos de lo que estamos.
Por lo tanto, alguien le debe mostrar, demostrar y hacer sentir al Peje que una cosa es la prudencia y otra...el abuso de la misma.
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