"A QUIENES LOS DIOSES AMAN, MUEREN JOVENES"
"A QUIENES LOS DIOSES AMAN, MUEREN JOVENES"
Bueno, pues aprovecho que ayer se festejó el 50 (lo correcto para efectos de óbito son lo números romanos, por lo tanto debe ser L) aniversario luctuoso del llamado ídolo nacional Pedro Infante.
LA EPICA MARIA LA CHARRA
Allá como en sueños (tenía yo tres años de edad), recuerdo cómo en la casa de la vecina (vivíamos en lo que hoy se denominaría un "dúplex", compartiendo el corredor de entrada y un enorme traspatio -tal vez no lo era tanto, pero, para efectos de mi edad y lógica estatura a mi me parecía inmenso), así como en las demás casas aledañas, cómo las mujeres de todas las edades lloraban. Enfrente de la casa en narrativa, había una vecina cuyo máximo "plus" fue el ser soldadera en la época de la Revolución, que hasta era conocida como "María la Charra" (todo un acontecimiento épico la personalidad de esta señora), ella, entre gritos y sollozos decía ser "íntima" amiga del sinaloense (poco faltó para incluirse en la lista de odaliscas), rematando su duelo izando un lábaro negro en la azotea de su casa, que quedaba exactamente en la esquina (quien sabe de donde sacó el gran trapo negro. Entre los comentarios de familia, mis hermanos mayores -yo soy de los menores ¡Por favor!- siempre han especulado si se trató de un ves
tido de ella, pues además era algo "repuestita").
En mi casa, a Dios sean dadas las gracias no hubo expresiones de duelo mayor, mi mamá se concretó a mostrarse sorprendida, pero sin llegar aspaviento.
HA CONVENIDO A LAS DISQUERAS MANTENER Y EXPLOTAR EL MITO
Hoy, a cincuenta años de su deceso, Pedro Infante sigue siendo recordado, sobre todo creo yo porque a las compañías disqueras les ha convenido mantener vivo el mito. Pero, de algo si debemos estar seguros, en función a que el cantante y actor murió joven y en la plenitud de su fama, es que así se ha mantenido en imagen. Aquí también se cumple a cabalidad aquella máxima de los griegos clásicos que decía: "A quienes los dioses aman, mueren jóvenes". Claro, se han venido toda una gama de especulaciones si Pedro Infante andaba en la entonces incipiente y altamente productiva industria de la "fayuca" o no, pero, eso se lo dejamos a los expertos.
MUCHO DE NEGATIVO HUBO EN MUCHAS DE SUS PELICULAS
Por lo pronto, en mi muy personal opinión (¡Juar, juar, juar!, pues de que otra índole podría ser al estarla emitiendo quien esto escribe), en las actuaciones de Pedro Infante los señores dueños de las empresas cinematográficas explotaron hasta la ignominia el fenómeno de la pobreza y del alcoholismo, pues que yo recuerde, de todas las películas que vi (me llevaban) de este señor, o andaba en las últimas en materia económica y solo hacía falta lo orinara un perro o andaba hasta la chancla. Y, lamentablemente el fenómeno mercadotécnico pegó y las películas se convirtieron en todo un fomento del machismo en cuestión a la tomadera extrema que por lo regular se da en las películas de este señor, como también llegar a ver como "normal" la pobreza.
CLARO, OJALA LA MAYORIA HUBIESE SIDO DE ESTA INDOLE
Hay una película que siempre me ha gustado, la de "Los Tres Huastecos" (también hay alcohol de por medio), con el personaje de "La Tucita", la niña hija de uno de los tres personajes que interpreta Pedro Infante, así como su mascota "Chabela", una víbora que jalaba para todos lados a donde iba la intrépida niña. Otra de notable aceptación, fue la de "Sobre las olas", en donde interpreta la vida del gran compositor mexicano Juventino Rosas.
PUDIERON USAR SU "ANGEL" PARA ELEVAR LA MORAL DEL PUEBLO
Ojalá y ese "arrastre" que tuvo este personaje entre el pueblo, lo hubiese utilizado, tanto el gobierno, como lógicamente las empresas de cine, para levantarle la moral a la gente, sobre todo para cambiar la cultura de derrotados y perdedores con la que todavía seguimos cargando (y si no me creen, ahí tienen a los deportistas mexicanos, que siempre juegan como nunca y pierden como siempre. Y no hablemos de la selección mexicana de futbol, que es épica dentro de lo épico para demostraciones de "l-á-s-t-i-m-a M-a-r-g-a-r-i-t-o").
En fin, las secuelas de la influencia de aquellas películas que muy bien se pudieron utilizar para mejoría de la moral y el pensamiento, se utilizaron para ser éxitos pasajeros de taquilla, en detrimento de la moral y la cultura de la inmensa mayoría de la población.
¡AAAHH! VA EL CHISTE PROMETIDO
Ayer hice el compromiso con ustedes sobre el chiste a propósito del malinchismo que en ocasiones muestran algunos compatriotas (por efectos de mi cuate el alemán Alzheimer, no recuerdo si ya se los conté, pero de ser así, bueno, lo que abunda no mata): Resulta que en una ocasión estaba un muchachón de clara proclividad en gusto por personas de su mismo sexo alabando a extremis a los ciudadanos franceses. Encomiando en todo momento el alto grado de civilización de los galos en comparación a la pedestre manifestación cultural que en todos los órdenes él observaba, pero sobre por lo que él experimentaba. En eso estaba el muchachón cuando uno de sus interlocutores le pregunta por qué tanto encono con sus mismos compatriotas, entonces el interpelado dice: "Pues mira, por ejemplo, en Francia me dicen: "Francois le sensualite". Y en cambio aquí en México me dicen: "Pancho el pu...".
Pues así va el asunto este del malinchismo ¿No les parece?
Correo: losbuenosdias@gmail.com
Bueno, pues aprovecho que ayer se festejó el 50 (lo correcto para efectos de óbito son lo números romanos, por lo tanto debe ser L) aniversario luctuoso del llamado ídolo nacional Pedro Infante.
LA EPICA MARIA LA CHARRA
Allá como en sueños (tenía yo tres años de edad), recuerdo cómo en la casa de la vecina (vivíamos en lo que hoy se denominaría un "dúplex", compartiendo el corredor de entrada y un enorme traspatio -tal vez no lo era tanto, pero, para efectos de mi edad y lógica estatura a mi me parecía inmenso), así como en las demás casas aledañas, cómo las mujeres de todas las edades lloraban. Enfrente de la casa en narrativa, había una vecina cuyo máximo "plus" fue el ser soldadera en la época de la Revolución, que hasta era conocida como "María la Charra" (todo un acontecimiento épico la personalidad de esta señora), ella, entre gritos y sollozos decía ser "íntima" amiga del sinaloense (poco faltó para incluirse en la lista de odaliscas), rematando su duelo izando un lábaro negro en la azotea de su casa, que quedaba exactamente en la esquina (quien sabe de donde sacó el gran trapo negro. Entre los comentarios de familia, mis hermanos mayores -yo soy de los menores ¡Por favor!- siempre han especulado si se trató de un ves
tido de ella, pues además era algo "repuestita").
En mi casa, a Dios sean dadas las gracias no hubo expresiones de duelo mayor, mi mamá se concretó a mostrarse sorprendida, pero sin llegar aspaviento.
HA CONVENIDO A LAS DISQUERAS MANTENER Y EXPLOTAR EL MITO
Hoy, a cincuenta años de su deceso, Pedro Infante sigue siendo recordado, sobre todo creo yo porque a las compañías disqueras les ha convenido mantener vivo el mito. Pero, de algo si debemos estar seguros, en función a que el cantante y actor murió joven y en la plenitud de su fama, es que así se ha mantenido en imagen. Aquí también se cumple a cabalidad aquella máxima de los griegos clásicos que decía: "A quienes los dioses aman, mueren jóvenes". Claro, se han venido toda una gama de especulaciones si Pedro Infante andaba en la entonces incipiente y altamente productiva industria de la "fayuca" o no, pero, eso se lo dejamos a los expertos.
MUCHO DE NEGATIVO HUBO EN MUCHAS DE SUS PELICULAS
Por lo pronto, en mi muy personal opinión (¡Juar, juar, juar!, pues de que otra índole podría ser al estarla emitiendo quien esto escribe), en las actuaciones de Pedro Infante los señores dueños de las empresas cinematográficas explotaron hasta la ignominia el fenómeno de la pobreza y del alcoholismo, pues que yo recuerde, de todas las películas que vi (me llevaban) de este señor, o andaba en las últimas en materia económica y solo hacía falta lo orinara un perro o andaba hasta la chancla. Y, lamentablemente el fenómeno mercadotécnico pegó y las películas se convirtieron en todo un fomento del machismo en cuestión a la tomadera extrema que por lo regular se da en las películas de este señor, como también llegar a ver como "normal" la pobreza.
CLARO, OJALA LA MAYORIA HUBIESE SIDO DE ESTA INDOLE
Hay una película que siempre me ha gustado, la de "Los Tres Huastecos" (también hay alcohol de por medio), con el personaje de "La Tucita", la niña hija de uno de los tres personajes que interpreta Pedro Infante, así como su mascota "Chabela", una víbora que jalaba para todos lados a donde iba la intrépida niña. Otra de notable aceptación, fue la de "Sobre las olas", en donde interpreta la vida del gran compositor mexicano Juventino Rosas.
PUDIERON USAR SU "ANGEL" PARA ELEVAR LA MORAL DEL PUEBLO
Ojalá y ese "arrastre" que tuvo este personaje entre el pueblo, lo hubiese utilizado, tanto el gobierno, como lógicamente las empresas de cine, para levantarle la moral a la gente, sobre todo para cambiar la cultura de derrotados y perdedores con la que todavía seguimos cargando (y si no me creen, ahí tienen a los deportistas mexicanos, que siempre juegan como nunca y pierden como siempre. Y no hablemos de la selección mexicana de futbol, que es épica dentro de lo épico para demostraciones de "l-á-s-t-i-m-a M-a-r-g-a-r-i-t-o").
En fin, las secuelas de la influencia de aquellas películas que muy bien se pudieron utilizar para mejoría de la moral y el pensamiento, se utilizaron para ser éxitos pasajeros de taquilla, en detrimento de la moral y la cultura de la inmensa mayoría de la población.
¡AAAHH! VA EL CHISTE PROMETIDO
Ayer hice el compromiso con ustedes sobre el chiste a propósito del malinchismo que en ocasiones muestran algunos compatriotas (por efectos de mi cuate el alemán Alzheimer, no recuerdo si ya se los conté, pero de ser así, bueno, lo que abunda no mata): Resulta que en una ocasión estaba un muchachón de clara proclividad en gusto por personas de su mismo sexo alabando a extremis a los ciudadanos franceses. Encomiando en todo momento el alto grado de civilización de los galos en comparación a la pedestre manifestación cultural que en todos los órdenes él observaba, pero sobre por lo que él experimentaba. En eso estaba el muchachón cuando uno de sus interlocutores le pregunta por qué tanto encono con sus mismos compatriotas, entonces el interpelado dice: "Pues mira, por ejemplo, en Francia me dicen: "Francois le sensualite". Y en cambio aquí en México me dicen: "Pancho el pu...".
Pues así va el asunto este del malinchismo ¿No les parece?
Correo: losbuenosdias@gmail.com
Comentarios