¡QUE AÑO ESTE DEL 2007! ¡QUE PÉRDIDAS!

¡QUE AÑO ESTE DEL 2007! ¡QUE PÉRDIDAS!
Este año indiscutiblemente va a ser inolvidable para mí si lo logro sobrevivir, no sólo perdí a mi señora madre, sino a toda una gama de amigos y amigas a cual más queridos y entrañables. Entre los que debo destacar al Dr. Lucas Deschamps Deschamps, que para más ironía de la vida, al haber concluido el novenario de mi mamá, al otro día, al estar en estado aletargado y reflexivo, me llamó Guillermo Deschamps para avisarme del deceso de mi gran amigo, su tío el Dr. Lucas y en cuestión de horas, estaba yo de nuevo en la capilla ardiente en donde apenas hacía 10 días había estado velando a mi augusta madre.
Hoy, lamento mucho la desaparición física de alguien a quien gracias a Don Juan Malpica Mimendi, mi gran amigo y benefactor tuve la oportunidad de conocer personalmente, estrechar su mano y escuchar su palabra docta y llena de conocimiento y experiencia y que además me "tuteara" y dijera lo considerara mi amigo, me refiero al gran jurisconsulto, Don Arturo Llorente González, hijo ilustre de este terruño querido, así como de nuestro Estado.
¡CUANTA GENTE EJEMPLAR CONOCI GRACIAS A DON JUAN!
En vida de Don Juan, ya les he platicado, todos los sábados se reunía él con sus amigos en la fresca y amplia terraza de su casa. En ese grupo tuve el alto honor de ser integrado por Don Juan. Y, en vísperas de Navidad, a esas notabilísimas reuniones llegaban Don Arturo Llorente González, el médico militar Osvaldo Arias y otros cuyos nombres no logro retener y el convivio se hacía todavía más creativo, más dinámico, más generoso en temas de gran contenido (didáctico para mí, pues con el solo hecho de observar y escuchar aprendí lo que no vean ustedes), cuentos, anécdotas, a cual más interesante, chusca y ¡Carcajeable! Pues de pronto, no obstante la gran sabiduría que todos detentaban, de vez en cuando se aventaban recordatorios y memorias que desprendían la risa de todo el grupo, sobre todo el Dr. Arias, comentarios jocosísimos.
Lamentablemente todo eso se terminó, como todo lo bueno en esta vida y Don Arturo Llorente fue el último de toda esa pléyade de grandes personajes que forjaron y formaron Veracruz con su dinámica, trabajo, esfuerzo, pero sobre todo ejemplo.
LOS VI EN ESA CONVIVENCIA DE AMIGOS CON DON JUAN
Ni duda me cabe existen un sin fin de veracruzanos que conocieron muy bien y mejor que yo a todos estos ilustres ciudadanos que les digo, pero, tuve la dicha de verlos interactuar en sus años de feliz e intacta senectud.
VOY A ESCRIBIR UN LIBRO CON LAS ANECDOTAS DE TAN GRANDES PERSONAJES
Se me ocurre la idea de algún día escribir un libro en donde incluir a todos ellos ¡Incuestionablemente a mi gran profe Valencia!, que indiscutiblemente forma parte de todos esos grandes que le dieron forma y rumbo a este Veracruz querido. Y, no es que me las dé de gran escritor y mucho menos historiador, pero, creo no equivocarme, la forma en como todos ellos se conducían en las charlas y convivencias en la terraza de la casa de Don Juan, fue situación única e inédita, pues no estaban en función de ninguna representación o desempeño de puesto alguno, sino de camaradas y grandes amigos en completo estado de relajación, en donde platicaban de sus maestros, Don Salvador Díaz Mirón, el Capitán Fernando Siliceo y Torres, amigos de la talla de Don Adolfo Ruiz Cortines, Don Adolfo López Mateos; de otros veracruzanos ilustres que los precedieron, como el Dr. Rafael Cuervo, el Dr. Horacio Díaz Correa, el Capitán de Altura Don Marcelino Tuero Molina, y tantos otros que escapan a mi memoria, pero que en la actualidad, ante el refulgente brillo que dieron a la ciudad, la comarca, el Estado y el país, sus nombres se encuentran perpetuados en los nombres de calles y avenidas de todo el territorio nacional y ni se diga de nuestro querido Veracruz. Y en muchos de los casos también en estatuas ubicadas en puntos importantes de ciudades y parques.
Indiscutiblemente de que nos encontramos apesadumbrados los veracruzanos por la desaparición de tan notable y gran ser humano como lo fue Don Arturo Llorente González, pero, indiscutiblemente tenemos ahora una fuerte referencia y ejemplo a seguir de lo que es y debe ser el ejercicio y desempeño de un puesto público, dedicado en cuerpo y alma al servicio de los demás, tal y como siempre debe ser.
UN HOMBRE DESARROLLADO A PLENITUD EN TODOS SENTIDOS
Don Arturo cumplió con creces su ciclo de vida, su paso por este mundo fue fructífero, pleno, lleno de voluntad por servir a los demás.
El, al igual que todos los veracruzanos ilustres que lo acompañaron en la grata cuanto ejemplar tarea de la consolidación de la Institución de la Superación Ciudadana, hicieron de la amistad y la ayuda al prójimo un apostolado.
SON REFERENCIA OBLIGADA DE EJEMPLOS A SEGUIR
No, ya no los veremos más, a toda esa pléyade de gente grande, humanista y generosa, pero, fuera de toda duda, son ahora guía imperecedera del camino a seguir para lograr una vida de armonía y hacer del entorno que nos rodee, ese remanso de paz y tranquilidad que ellos llevaron, no sólo a los suyos, sino a la comunidad en general.
Descanse en paz mi ejemplar amigo, y vaya mi abrazo solidario a su señora esposa, a mi gran amigo Alfredito Llorente Martínez, a Arturo, a Silvia y Bertha.

correo: losbuenodias@gmail.com

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