TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR

TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR
O me estoy poniendo viejo o sencillamente comienzo a añorar más aquellos días en que la Navidad no era víctima de la mercadotecnia y mucho menos de Santa Clos. No había este actual acostumbrado, cuando prácticamente forzado acto de comprar en forma compulsiva y regalar en la misma forma; destinándose cuantiosas cifras del ya de por si exiguo presupuesto para "ser una persona normal". Y andar como enajenado de tienda en tienda viendo qué se consume.
QUE BONITAS NAVIDADES AJENAS A LA MERCADOTECNIA
En aquellos ayeres de los sesenta y todavía tempranos setenta la Navidad transcurría tranquila, serena, plácida y absolutamente familiar ¿A poco no? Los barrios enteros se convertían en lo que eran unas grandes cuanto inmensas familias. Iba uno de casa en casa probando toda esa serie de exquisiteces salidas de cada una de las respectivas cocinas de las casas. Vaya ¡Hasta los mexicanísimos guajolotes dejaron de ser tales! Hoy consumimos "pavos" criados desde hace quién sabe cuántos años en otros países. El de este año, el que se preparó en mi casa dice el envoltorio rojo que lo contenía, que había sido criado en Chile ¿Se imaginan? ¡En Chile! (y no es albur); sólo hay que pensar el titipuchal de meses (si no es que años) que el fachoso pavo fue sacrificado, aliñado y empacado para que llegara hasta la mesa de mi casa (y a la de ustedes). Cuanto antes, mi papá era el encargado de traer el tradicional totol desde mes y medio antes de Navidad y se iba incluso engordando el ave, que también tal práctica era algo novedoso para todos nosotros al tener que estarle llevando maíz y agua diariamente, el día previo al 24 de diciembre se le daba "cuello" (material y literalmente hablando -con todo y que el guajolote involuntariamente había "copelado"-) y ¡Qué rico enchilianchado! Por cierto, de aquí viene la mexicanísima frase de que "sólo los guajolotes se mueren la víspera", en función a que en ocasiones alguien teme a morirse por tal o cual causa, lo cual incuestionablemente es algo fortuito y aleatorio y de ahí el que se le diga a estas aprehensivas cuanto preocupadas personas que: "solo los guajolotes se mueren la víspera".
EN EL MEDIO RURAL DEBEN CONSERVARSE AUN AQUELLAS NAVIDADES
No sé, pero de existir todavía, me imagino será en el medio rural en donde se consumirá, pero, hasta las famosas golosinas populares aquellas llamadas "colación", consistente en una gama de dulces de todos colores y tamaños, eran también parte de la Navidad y ahí andábamos toda la chamacada partiendo (que no chupando) toda una gama de dulces al cual demás sabroso. Y uno que otro traía ya bien cacahuate o un pedazo de cáscara de naranja en el interior ¡Hasta nuestra también mexicanísimas frutas "glaciadas" están a punto de formar parte de la historia ¡Las cáscaras de naranja, las piñas, el chilacayote, el camote, etc.! Todos ellos debidamente endulzados a través de una forma y fórmula que sólo la sabían las mamás de antes, pues las actuales todo lo compran en el super.
VA DE CHISTE, CASI COMO AQUEL "FRANCOISE LE SENSUALITÉ"
Por cierto, en función a este asunto de los cambios tan radicales que ahora se han dado en la celebración y viandas de los festejos de Navidad, me viene a la memoria un chiste, resulta que un señor, asiduo concurrente a una fonda familiar, a la que recientemente sus propietarios, decidiendo tornares muy "chics" y globalizados (como ahora nosotros en las actuales Navidades) decidieron cambiar toda práctica original para entrar de lleno a la modernidad. Que hasta la mesera que siempre atendía al arraigado comensal con gran familiaridad (incluso, el mobiliario de madera había sido cambiado por uno de plástico, para hacer de la fonda todo un "restorán" moderno), fue uniformada y había "recibido" entrenamiento para la atención de la nueva versión de la fonda, viene a tomar la orden y el comensal con el acostumbrado y familiar desenfado le pregunta: "Pepa ¿Qué hay para comer ahora?", la aludida se hace la ofendida y le dice enfatizando que su nombre es "Fina", continuando según ella con aire de profesionalismo de gran Maitre d'hotel, aire de suficiencia, expresión ambigua y un acento en la voz que pretendía ser afrancesado: "De hors d'euvre tenemos una exquisita sopa a la frijolé con baguette y fromage á l'américaine", el cliente todo amoscado pregunta: "¿Qué es eso?" y la ex Pepa, hoy "Fina", ya con aire de enfado le espeta: "Michas con frijoles y una embarrada de cheeswhiz", pretendiendo mantener Pepa su aire de mucho mundo le dice: "De segundo tiempo tenemos entremés de cactácea "a la tomate con cebollita y epecias". De nuevo el comensal, con cara de extrañeza pregunta cómo viene tal cosa servida y de nuevo "Fina", ya para entonces con cara de gran enfado que más bien ecabronamiento responde: "¡Son nopales con tortilla! ¡Hombre!", el confundido cliente agrega y la vez pregunta: "¡Ah! ¿Y de postre?", siendo la respuesta: "Alta repostería en pequeñas porciones con motivos salvajes en forma de fauna". Para entonces el comensal ya había agarrado la onda y ahora él con cara de pocos amigos reclama y cuestiona entre aburrido y hasta el copete: "¡Ash! ¿Otra vez galletas de animalitos?".
PUES QUE ESTO Y QUE LO OTRO ¡SALUD!
Bueno, pues así nosotros con estos cambios tan drásticos en nuestras hoy agrindadas celebraciones, en donde al guajolote le decimos pavo (que además esos rellenos con que es atascado ¡Espantosos!) ¿Y que me dicen de los horrendos "fruit cakes" ¡Guácala", pero, entre el enojo y el enfado que esto refiere ¡Feliz Navidad!

correo: losbuenosdias@gmail.com

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