EL CELULAR
EL CELULAR
Tal y como se los he platicado siempre, yo mantengo un serio pleito y casi a muerte con los teléfonos celulares, les doy completamente la razón a los españoles cuando han llamado a este artefacto "el invento del diablo", en virtud de que no puede tener uno la menor privacidad, pues en el mismo infierno lo encuentran a uno a través de estos adminículos.
ME VOY A MORIR Y ¡JAMAS SABRE DE LA OPERATIVIDAD!
Pero, lo mejor de todo es cuando debe uno aprender las "funciones" y manera de "operar" de esos artefactos. Aquí incuestionablemente se aplica -al menos en mi persona- aquella máxima de "perro viejo no aprende truco nuevo" , pues miren que me cuesta trabajo aprender toda esta gama de nuevas funciones (que habría que ver a las nuevas generaciones la forma tan expedita en como asimilan todas las aplicaciones). Lo peor de todo es que, cuando ya está uno más o menos entrado y aprendido de cómo usar el artefacto, va siendo hora de cambiarlo porque ya, además de usado y golpeado, existen un sin fin de modelos nuevos que hasta con voz se activan.
¡QUE TRABAJO! NO LE ENTIENDO NADA
Ese es mi caso ahora, fachosamente uso una "minicomputadora" versión celular, modelo "BlackBerry" ¿Ustedes saben qué es eso? ¡Yo menos!, pero, lo cierto es que ando hecho mil y una bola, por lo pronto, he conservado el anterior aparatejo a fin de no perder cuando menos el directorio, pues resulta que ni los más abusados conocedores a mi alrededor le han dado con la cuadratura del círculo, por lo tanto, en lo que a mi persona respecta creo me viene muy bien el aviso ese que Dante Alighieri decía estaba a la entrada del infierno en su inmortal obra "La Divina Comedia": "Pierdan toda esperanza quienes traspongan esta puerta". Así yo, me encuentro en calidad de desahuciado en esta (como en muchas más) materia. Pero que no decaiga el ánimo ¡Sigamos adelante!, a ver qué diantres pasa con este asunto de la tecnología en celulares.
SOY UN CONSUMADO CUENTISTA, SEÑA DE MI "VEJENTUD"
¿Cómo pasaron el año viejo y han recibido al nuevo? Yo en lo personal lo recibí absolutamente en ambiente familiar (por lo regular siempre así lo he hecho) y no me fue tan mal, la pasé bien con toda la gente joven de mi familia, pues estuve además contando toda una gama de anécdotas, chascarrillos y comentarios que al parecer mantuve entretenida a la concurrencia. Pero, incuestionablemente de que tal decir y hacer es ineluctable síntoma de "vejentud". Recuerdo cuando en mis años mozos, el tío Paul, el esposo de mi tía Edna, era el encargado de mantener entretenida a la concurrencia con toda esa rica gama de anécdotas por él contadas, producto de su actividad como piloto de la aviación gringa en la época de la Segunda Guerra Mundial.
A mí en lo personal me agradaba mucho escucharlo platicar anécdotas e historias que vivió con el general Patton, en los apoyos aéreos que recibía el General Rebelde en sus muy acertados cuanto victoriosos ataques al frente nazi.
Hoy, creo, guardando las debidas proporciones, vine a ser el "tío Paul".
QUE HE ENCONTRADO DOCUMENTOS FAMILIARES QUE EVOCAN BUENOS TIEMPOS
Por cierto, como ando en eso de andar revisando y tirando ¡Toneladas de papel!, que logré acumular a lo largo de algunos años de ir "guardando por lo que pudiera servir" el más variopinto material, ya van como 15 cajas grandes de cartón que saco a la basura de ¡Puro desperdicio!, pero, en esta minuciosa "espulgación" llevada a cabo en mi estudio, he encontrado también material muy bueno que traía extraviado desde hace mucho tiempo, por ejemplo, la copia del testamento de mi bisabuela paterna, la señora Jane H. Ingram, en donde en el cuerpo del documento, hace mención del reloj de plata que le deja a su hijo Jacob Ingram ¡Mi abuelo! El documento está fechado en enero de ¡1868!, en el condado de McLennan, en Texas.
¡VAYA! TAMBIEN TUVE UN TIO CORONEL DE LA EPOCA DEL GRAN GENERAL DIAZ
También encontré una foto fechada el ¡28 de agosto de 1902! Recuerdo esta foto me la regaló mi tía Luz hace muchos, pero muchos años. En aquel entonces no le di importancia (incuestionablemente debe carecer de ella, pero ahora, con el tiempo, yo si le veo cierta, sobre todo de tipo familiar y personal), resulta se trata de un señor vestido a la usanza militar de aquel entonces y resultando ser un tío bisabuelo, pues le dedica la foto a "mi hermana Sofía", quien era la mamá de mi abuelita, consecuencia lógica mi bisabuela. El señor de la foto es
(era) el Coronel de Caballería Alberto Herrero. Excuso decir la caligrafía es de primera, escrita con pluma de "cabo", o sea, aquellas generaciones de gran aprendizaje y cultura.
Bueno, para ser el primer día del año creo es suficiente para quitarles el tiempo. Les deseo lo mejor de lo mejor para este ciclo que arranca y que nos vaya a todos muy, pero muy bien.
correo: losbuenosdias@gmail.com
Tal y como se los he platicado siempre, yo mantengo un serio pleito y casi a muerte con los teléfonos celulares, les doy completamente la razón a los españoles cuando han llamado a este artefacto "el invento del diablo", en virtud de que no puede tener uno la menor privacidad, pues en el mismo infierno lo encuentran a uno a través de estos adminículos.
ME VOY A MORIR Y ¡JAMAS SABRE DE LA OPERATIVIDAD!
Pero, lo mejor de todo es cuando debe uno aprender las "funciones" y manera de "operar" de esos artefactos. Aquí incuestionablemente se aplica -al menos en mi persona- aquella máxima de "perro viejo no aprende truco nuevo" , pues miren que me cuesta trabajo aprender toda esta gama de nuevas funciones (que habría que ver a las nuevas generaciones la forma tan expedita en como asimilan todas las aplicaciones). Lo peor de todo es que, cuando ya está uno más o menos entrado y aprendido de cómo usar el artefacto, va siendo hora de cambiarlo porque ya, además de usado y golpeado, existen un sin fin de modelos nuevos que hasta con voz se activan.
¡QUE TRABAJO! NO LE ENTIENDO NADA
Ese es mi caso ahora, fachosamente uso una "minicomputadora" versión celular, modelo "BlackBerry" ¿Ustedes saben qué es eso? ¡Yo menos!, pero, lo cierto es que ando hecho mil y una bola, por lo pronto, he conservado el anterior aparatejo a fin de no perder cuando menos el directorio, pues resulta que ni los más abusados conocedores a mi alrededor le han dado con la cuadratura del círculo, por lo tanto, en lo que a mi persona respecta creo me viene muy bien el aviso ese que Dante Alighieri decía estaba a la entrada del infierno en su inmortal obra "La Divina Comedia": "Pierdan toda esperanza quienes traspongan esta puerta". Así yo, me encuentro en calidad de desahuciado en esta (como en muchas más) materia. Pero que no decaiga el ánimo ¡Sigamos adelante!, a ver qué diantres pasa con este asunto de la tecnología en celulares.
SOY UN CONSUMADO CUENTISTA, SEÑA DE MI "VEJENTUD"
¿Cómo pasaron el año viejo y han recibido al nuevo? Yo en lo personal lo recibí absolutamente en ambiente familiar (por lo regular siempre así lo he hecho) y no me fue tan mal, la pasé bien con toda la gente joven de mi familia, pues estuve además contando toda una gama de anécdotas, chascarrillos y comentarios que al parecer mantuve entretenida a la concurrencia. Pero, incuestionablemente de que tal decir y hacer es ineluctable síntoma de "vejentud". Recuerdo cuando en mis años mozos, el tío Paul, el esposo de mi tía Edna, era el encargado de mantener entretenida a la concurrencia con toda esa rica gama de anécdotas por él contadas, producto de su actividad como piloto de la aviación gringa en la época de la Segunda Guerra Mundial.
A mí en lo personal me agradaba mucho escucharlo platicar anécdotas e historias que vivió con el general Patton, en los apoyos aéreos que recibía el General Rebelde en sus muy acertados cuanto victoriosos ataques al frente nazi.
Hoy, creo, guardando las debidas proporciones, vine a ser el "tío Paul".
QUE HE ENCONTRADO DOCUMENTOS FAMILIARES QUE EVOCAN BUENOS TIEMPOS
Por cierto, como ando en eso de andar revisando y tirando ¡Toneladas de papel!, que logré acumular a lo largo de algunos años de ir "guardando por lo que pudiera servir" el más variopinto material, ya van como 15 cajas grandes de cartón que saco a la basura de ¡Puro desperdicio!, pero, en esta minuciosa "espulgación" llevada a cabo en mi estudio, he encontrado también material muy bueno que traía extraviado desde hace mucho tiempo, por ejemplo, la copia del testamento de mi bisabuela paterna, la señora Jane H. Ingram, en donde en el cuerpo del documento, hace mención del reloj de plata que le deja a su hijo Jacob Ingram ¡Mi abuelo! El documento está fechado en enero de ¡1868!, en el condado de McLennan, en Texas.
¡VAYA! TAMBIEN TUVE UN TIO CORONEL DE LA EPOCA DEL GRAN GENERAL DIAZ
También encontré una foto fechada el ¡28 de agosto de 1902! Recuerdo esta foto me la regaló mi tía Luz hace muchos, pero muchos años. En aquel entonces no le di importancia (incuestionablemente debe carecer de ella, pero ahora, con el tiempo, yo si le veo cierta, sobre todo de tipo familiar y personal), resulta se trata de un señor vestido a la usanza militar de aquel entonces y resultando ser un tío bisabuelo, pues le dedica la foto a "mi hermana Sofía", quien era la mamá de mi abuelita, consecuencia lógica mi bisabuela. El señor de la foto es
(era) el Coronel de Caballería Alberto Herrero. Excuso decir la caligrafía es de primera, escrita con pluma de "cabo", o sea, aquellas generaciones de gran aprendizaje y cultura.
Bueno, para ser el primer día del año creo es suficiente para quitarles el tiempo. Les deseo lo mejor de lo mejor para este ciclo que arranca y que nos vaya a todos muy, pero muy bien.
correo: losbuenosdias@gmail.com
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