TEMA DELICADO DE MUCHA TRASCENDENCIA
TEMA DELICADO DE MUCHA TRASCENDENCIA
El otro día vi finalmente y de pura casualidad la película española "Mar Adentro", muy bien actuada por el hispano Javier Bardem, en donde aborda un tema muy, pero muy delicado, de gran actualidad y de enorme trascendencia, la de la eutanasia o suicidio asistido. Se trata del drama vivido por Ramón Sampedro, marinero que tras un accidente queda parapléjico y permanece postrado en cama durante casi 30 años. Sólo podía mover la cabeza y a través de una computadora adaptada, por medio de una cuchara larga de madera escribía en ella. Y durante mucho tiempo llevó a cabo toda una batalla legal en España para que las autoridades le permitieran ser asistido en su suicidio, porque lo que él tenía, decía, no era vida (con lo cual estoy de acuerdo) y exigía su derecho a disponer de su vida como quisiera, pero, como no podía él suicidarse por estar incapacitado para tal acción (no podía hacer movimiento de la cabeza para abajo). La petición le fue denegada y los jueces españoles advirtieron que quien le ayudara a tal propósito incurriría en un delito. Finalmente, el 12 de enero de 1998 llevó a cabo su deseo, ingiriendo cianuro potásico, ayudado por su amiga Ramona Maneiro. Quien fuera detenida posteriormente pero no la pudieron juzgar por falta de pruebas. Y 7 años después, en cuanto había prescrito el delito, ella admitió en televisión haber facilitado a Ramón el acceso al veneno que le causó la muerte y haber grabado el vídeo donde él pronuncia sus últimas palabras. Ramón escribió dos libros, "Cartas desde el Infierno" (1996) y "Cuando yo caiga", publicado póstumamente en 1998.
QUE BUENO POR ESTA CONTEMPORANEA LEGISLACIÓN
La película está muy bien hecha y mejor llevada y la comento ahora en virtud a la entrada en vigor en el Distrito Federal de la llamada ley de "bien morir". En donde se reconoce el derecho a los enfermos terminales a solicitar no se les prolongue la vida por medios artificiales, siendo que no existe ya esperanza alguna para la recuperación, y de esta manera no se les prolonga en lo absoluto la vida, sino ¡El sufrimiento!
¡CLARO QUE DEBE CONCLUIR EN LA EUTANASIA!
Que, dicho sea de paso, indiscutiblemente este es el primer paso para llegar a la eutanasia para personas, como en el caso que se trata en "Mar Adentro", de personas, que sin calidad de vida alguna, sino de un verdadero infierno en este mundo.
Claro, hay infinidad de implicaciones de tipo moral y religioso, pero..."sólo la cuchara es la que sabe el fondo de la olla" y no es lo mismo opinar desde una posición cómoda a estar viviendo el infierno que debe haber vivido Ramón Sampedro.
MI GRAN AMIGO MAURICIO GONZALEZ DE LA GARZA
Recuerdo muy bien las dos columnas escritas por Mauricio González de la Garza, en donde pedía a sus lectores que si se enteraban lo tenían en un hospital, cundido de mangueras, sueros, tubos, etc. Autorizaba a todos a acudir al hospital a solicitar lo desconectaran de inmediato a fin de que pudiera morir en paz. De esto tiene como más de 15 años, hoy, se ve el "tío Mauricio" (me consideraba su sobrino, fue un tipazo, de un ingenio privilegiado y altamente cáustico, irónico, divertidísimo y con una intelectualidad ¡Malvadísima!, y siempre sabía dar en el blanco) fue además un visionario.
DEBE SER ESPANTOSO ATRAVESAR POR UN INFIERNO ASI
Incuestionablemente hay que estar en los zapatos de la familia que tiene a un ser querido en condiciones terminales para saber de lo que se trata. Pues filosofías sobran y hay hasta en exceso, pero, atravesar, por ejemplo, por la etapa terminal del cáncer ¡Terrible! Y, si de todas formas se va uno a morir, pero en medio de dolores tremendos, peor aún cuando no se tiene acceso a la medicina adecuada para atenuar los dolores, es mejor indiscutiblemente que lo dejen a uno morir en paz.
ESO DEL PAGO DE LOS PECADOS EN VIDA, ES ALGO ALEATORIO
Y en lo absoluto estoy de acuerdo en que se debe al pago de los pecados, pues, en mi familia hemos tenido dos ejemplos extremos, la de mi tío Ramón, un viejo crápula y libertino, la reencarnación de Pancho López o Juan Charrasquiado, que hizo de la vida una auténtica pachanga, que no me cabe la menor duda cometió y con fruición los 7 pecados capitales (tomó desde que nació hasta el día antes de morir a la edad de 83 años, y fumó igual) y vivió una vejez placentera al lado de mi familia (mi mamá era su hermana) y tuvo la enorme fortuna de morirse en 3 minutos, le vino un derrame cerebral masivo; que al verlo yacente (me tocó verlo morir en el hospital al que lo llevé de emergencia) sólo pensé en la enorme suerte que tuvo de morir como murió. En cambio, mi gran amiga Doña Lala, la suegra de mi hermano Gerardo, una señora cuyo comportamiento la equipara a una santa, que incluso entregó como 30 años de su larga vida al servicio de la religión, estuvo postrada en cama por muy largo tiempo y padeciendo mucho, cuando que debió haber sido al revés ¿O no?
VEAN LA PELICULA, SABRAN DE LO QUE LES HABLO
Pero, en fin, así es la vida, pero se los quise contar a guisa de ejemplo para que vean que eso de pagar los pecados en este mundo no es del todo cierto, por lo tanto ¡Qué bueno por lo de la nueva legislación! Y que redunde en algo más completo en donde se permita acabar con una vida en la que ya no hay nada que hacer, como en la de la película "Mar Adentro".
correo:losbuenodias@gmail.com
El otro día vi finalmente y de pura casualidad la película española "Mar Adentro", muy bien actuada por el hispano Javier Bardem, en donde aborda un tema muy, pero muy delicado, de gran actualidad y de enorme trascendencia, la de la eutanasia o suicidio asistido. Se trata del drama vivido por Ramón Sampedro, marinero que tras un accidente queda parapléjico y permanece postrado en cama durante casi 30 años. Sólo podía mover la cabeza y a través de una computadora adaptada, por medio de una cuchara larga de madera escribía en ella. Y durante mucho tiempo llevó a cabo toda una batalla legal en España para que las autoridades le permitieran ser asistido en su suicidio, porque lo que él tenía, decía, no era vida (con lo cual estoy de acuerdo) y exigía su derecho a disponer de su vida como quisiera, pero, como no podía él suicidarse por estar incapacitado para tal acción (no podía hacer movimiento de la cabeza para abajo). La petición le fue denegada y los jueces españoles advirtieron que quien le ayudara a tal propósito incurriría en un delito. Finalmente, el 12 de enero de 1998 llevó a cabo su deseo, ingiriendo cianuro potásico, ayudado por su amiga Ramona Maneiro. Quien fuera detenida posteriormente pero no la pudieron juzgar por falta de pruebas. Y 7 años después, en cuanto había prescrito el delito, ella admitió en televisión haber facilitado a Ramón el acceso al veneno que le causó la muerte y haber grabado el vídeo donde él pronuncia sus últimas palabras. Ramón escribió dos libros, "Cartas desde el Infierno" (1996) y "Cuando yo caiga", publicado póstumamente en 1998.
QUE BUENO POR ESTA CONTEMPORANEA LEGISLACIÓN
La película está muy bien hecha y mejor llevada y la comento ahora en virtud a la entrada en vigor en el Distrito Federal de la llamada ley de "bien morir". En donde se reconoce el derecho a los enfermos terminales a solicitar no se les prolongue la vida por medios artificiales, siendo que no existe ya esperanza alguna para la recuperación, y de esta manera no se les prolonga en lo absoluto la vida, sino ¡El sufrimiento!
¡CLARO QUE DEBE CONCLUIR EN LA EUTANASIA!
Que, dicho sea de paso, indiscutiblemente este es el primer paso para llegar a la eutanasia para personas, como en el caso que se trata en "Mar Adentro", de personas, que sin calidad de vida alguna, sino de un verdadero infierno en este mundo.
Claro, hay infinidad de implicaciones de tipo moral y religioso, pero..."sólo la cuchara es la que sabe el fondo de la olla" y no es lo mismo opinar desde una posición cómoda a estar viviendo el infierno que debe haber vivido Ramón Sampedro.
MI GRAN AMIGO MAURICIO GONZALEZ DE LA GARZA
Recuerdo muy bien las dos columnas escritas por Mauricio González de la Garza, en donde pedía a sus lectores que si se enteraban lo tenían en un hospital, cundido de mangueras, sueros, tubos, etc. Autorizaba a todos a acudir al hospital a solicitar lo desconectaran de inmediato a fin de que pudiera morir en paz. De esto tiene como más de 15 años, hoy, se ve el "tío Mauricio" (me consideraba su sobrino, fue un tipazo, de un ingenio privilegiado y altamente cáustico, irónico, divertidísimo y con una intelectualidad ¡Malvadísima!, y siempre sabía dar en el blanco) fue además un visionario.
DEBE SER ESPANTOSO ATRAVESAR POR UN INFIERNO ASI
Incuestionablemente hay que estar en los zapatos de la familia que tiene a un ser querido en condiciones terminales para saber de lo que se trata. Pues filosofías sobran y hay hasta en exceso, pero, atravesar, por ejemplo, por la etapa terminal del cáncer ¡Terrible! Y, si de todas formas se va uno a morir, pero en medio de dolores tremendos, peor aún cuando no se tiene acceso a la medicina adecuada para atenuar los dolores, es mejor indiscutiblemente que lo dejen a uno morir en paz.
ESO DEL PAGO DE LOS PECADOS EN VIDA, ES ALGO ALEATORIO
Y en lo absoluto estoy de acuerdo en que se debe al pago de los pecados, pues, en mi familia hemos tenido dos ejemplos extremos, la de mi tío Ramón, un viejo crápula y libertino, la reencarnación de Pancho López o Juan Charrasquiado, que hizo de la vida una auténtica pachanga, que no me cabe la menor duda cometió y con fruición los 7 pecados capitales (tomó desde que nació hasta el día antes de morir a la edad de 83 años, y fumó igual) y vivió una vejez placentera al lado de mi familia (mi mamá era su hermana) y tuvo la enorme fortuna de morirse en 3 minutos, le vino un derrame cerebral masivo; que al verlo yacente (me tocó verlo morir en el hospital al que lo llevé de emergencia) sólo pensé en la enorme suerte que tuvo de morir como murió. En cambio, mi gran amiga Doña Lala, la suegra de mi hermano Gerardo, una señora cuyo comportamiento la equipara a una santa, que incluso entregó como 30 años de su larga vida al servicio de la religión, estuvo postrada en cama por muy largo tiempo y padeciendo mucho, cuando que debió haber sido al revés ¿O no?
VEAN LA PELICULA, SABRAN DE LO QUE LES HABLO
Pero, en fin, así es la vida, pero se los quise contar a guisa de ejemplo para que vean que eso de pagar los pecados en este mundo no es del todo cierto, por lo tanto ¡Qué bueno por lo de la nueva legislación! Y que redunde en algo más completo en donde se permita acabar con una vida en la que ya no hay nada que hacer, como en la de la película "Mar Adentro".
correo:losbuenodias@gmail.com
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