SI HAY SOLUCION Y ES SENCILLA, FALTA VOLUNTAD
SI HAY SOLUCION Y ES SENCILLA, FALTA VOLUNTAD
Leía el otro día sobre una declaración del Presiente Calderón que decía respecto a la marina mercante nacional, la cual se recuperaría con inversionistas y, como éste es un tema muy importante y delicado, sobre todo para nosotros los veracruzanos que hemos vivido toda la vida de frente al mar y además con familiares absolutamente relacionados y compenetrados en todos los sentidos con la marina mercante. Por ello, quiero sólo insistir que no polemizar sobre lo dicho por el Primer Mandatario de la Nación, si, incuestionablemente se requiere de inversionistas para el rescate de la Marina Mercante, pero, lo más importante de todo es que se necesita una legislación, sobre todo impositiva, totalmente favorable hacia quienes inviertan en este rubro, porque, precisamente, la Marina Mercante chupó faros de un día para otro por la sencilla razón de que se cambiaron todas las reglas del juego impositivo, siendo las nuevas contrarias a los intereses de los navieros o empresas navieras y por lo tanto, así de sencillo estuvo el fin de la Marina Mercante Nacional, el día en que entró en vigencia la nueva ley de impuestos (que dicho sea de paso, esto fue durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari -si la memoria no me falla-), el día anterior todo los barcos con bandera mexicana se habían cambiado por las llamadas "banderas de conveniencia".
UN CAPRICHO CON UN SOLO PERDEDOR: MÉXICO
Los navieros o navieras han seguido ganando dinero, comprando barcos y renovando su flotas y los únicos perjudicados con la "sabia" medida de cambiar la ley sobre los impuestos, para variar fue el pueblo de México, entiéndase con exactitud, todos aquellos individuos que durante toda su vida se dedicaron al mar, a trabajar en los barcos mexicanos y gozar de las prebendas y grandes prestaciones que recibían en este renglón de la economía nacional ¿Por qué no se han querido cambiar las reglas del juego a como estaban antes cuando todo era jauja para el pueblo en general? ¡Es una pregunta muy buena! Y ojalá alguno de nuestros ínclitos legisladores nos pudieran decir por qué se sigue arrastrando una espantosa rémora que tanto perjudica al sector marino mercante de la nación.
ERRAR ES HUMANO, RECTIFICAR ES DE SABIOS
"Volviendo la mula al trigo", México llegó a estar entre las naciones más prósperas en materia de marina mercante; incluso se llegó a decir que tal vez no se contaba con una gran flota naval militar, pero, esto no era justificable en función a que nuestro país no era una nación belicosa, pero, en cambio teníamos los mexicanos una flota mercante compitiendo con las mejores del mundo ¡Y había trabajo y muy bien remunerado para los marinos mexicas! Oficiales y no oficiales, todos ganaban muy buen dinero, pero, he aquí que por alguna venganza política se lleva a cabo el cambio de reglamentación de impuestos en lo que a barcos mercantes se refiere, o no faltó el "sabio" o "iluminado" que así consideró se allegarían más recursos al erario y hete ahí que matan a la gallina de los huevos de oro, pues ahora, el sector público no recibe un centavo vía impuestos porque simple, sencilla y llanamente ya no hay barcos que los paguen y para acabarla de amolar dieron al traste con una industria de primera clase que daba trabajo a cientos de trabajadores y alimentaba a otro tanto de familias. Por lo que ahora los otrora muy bien pagados marinos mexicanos, deban andar hoy de muertos de hambre rogando y buscando quien les avienta un mendrugo en las empresas extranjeras, cuando que antes eran un sector hasta envidiado en función a las percepciones que tenían por el sólo hecho de andar navegando en un barco de la flota mercante mexicana.
AUTENTICAS FABRICAS DE DESEMPLEADOS
Incluso, sólo egresar de la Escuela Náutica Mercante "Fernando Siliceo" era una garantía de seguridad laboral y económica porque el trabajo estaba prácticamente esperando la llegada de los nuevos egresados, que hasta tuvieron que abrir las otras escuelas en Tampico y Mazatlán, pero, con la llegada de los "genios" salinistas, lo que fuera oro se trocó en polvo vil.
Por lo tanto, no le busquemos la vuelta a algo que es derecho y simple, en tanto se mantenga la draconiana ley impositiva sobre la marina mercante ¡Nunca habrá un barco con bandera mexicana!, y mucho menos van a invertir bajo las condiciones del gobierno mexicano en este renglón. Por el otro lado, la respuesta es sencilla, cambiemos a como estaba antes y no sólo habrá impuestos que cobrar, sino ¡Empleos que tan urgentemente hacen falta en el país!
http://losbuenosidas.blogspot.com
correo: losbuenosdias@gmail.com
Si eres de los que usa Messenger no solo para chatear. esto te va a interesar
Leía el otro día sobre una declaración del Presiente Calderón que decía respecto a la marina mercante nacional, la cual se recuperaría con inversionistas y, como éste es un tema muy importante y delicado, sobre todo para nosotros los veracruzanos que hemos vivido toda la vida de frente al mar y además con familiares absolutamente relacionados y compenetrados en todos los sentidos con la marina mercante. Por ello, quiero sólo insistir que no polemizar sobre lo dicho por el Primer Mandatario de la Nación, si, incuestionablemente se requiere de inversionistas para el rescate de la Marina Mercante, pero, lo más importante de todo es que se necesita una legislación, sobre todo impositiva, totalmente favorable hacia quienes inviertan en este rubro, porque, precisamente, la Marina Mercante chupó faros de un día para otro por la sencilla razón de que se cambiaron todas las reglas del juego impositivo, siendo las nuevas contrarias a los intereses de los navieros o empresas navieras y por lo tanto, así de sencillo estuvo el fin de la Marina Mercante Nacional, el día en que entró en vigencia la nueva ley de impuestos (que dicho sea de paso, esto fue durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari -si la memoria no me falla-), el día anterior todo los barcos con bandera mexicana se habían cambiado por las llamadas "banderas de conveniencia".
UN CAPRICHO CON UN SOLO PERDEDOR: MÉXICO
Los navieros o navieras han seguido ganando dinero, comprando barcos y renovando su flotas y los únicos perjudicados con la "sabia" medida de cambiar la ley sobre los impuestos, para variar fue el pueblo de México, entiéndase con exactitud, todos aquellos individuos que durante toda su vida se dedicaron al mar, a trabajar en los barcos mexicanos y gozar de las prebendas y grandes prestaciones que recibían en este renglón de la economía nacional ¿Por qué no se han querido cambiar las reglas del juego a como estaban antes cuando todo era jauja para el pueblo en general? ¡Es una pregunta muy buena! Y ojalá alguno de nuestros ínclitos legisladores nos pudieran decir por qué se sigue arrastrando una espantosa rémora que tanto perjudica al sector marino mercante de la nación.
ERRAR ES HUMANO, RECTIFICAR ES DE SABIOS
"Volviendo la mula al trigo", México llegó a estar entre las naciones más prósperas en materia de marina mercante; incluso se llegó a decir que tal vez no se contaba con una gran flota naval militar, pero, esto no era justificable en función a que nuestro país no era una nación belicosa, pero, en cambio teníamos los mexicanos una flota mercante compitiendo con las mejores del mundo ¡Y había trabajo y muy bien remunerado para los marinos mexicas! Oficiales y no oficiales, todos ganaban muy buen dinero, pero, he aquí que por alguna venganza política se lleva a cabo el cambio de reglamentación de impuestos en lo que a barcos mercantes se refiere, o no faltó el "sabio" o "iluminado" que así consideró se allegarían más recursos al erario y hete ahí que matan a la gallina de los huevos de oro, pues ahora, el sector público no recibe un centavo vía impuestos porque simple, sencilla y llanamente ya no hay barcos que los paguen y para acabarla de amolar dieron al traste con una industria de primera clase que daba trabajo a cientos de trabajadores y alimentaba a otro tanto de familias. Por lo que ahora los otrora muy bien pagados marinos mexicanos, deban andar hoy de muertos de hambre rogando y buscando quien les avienta un mendrugo en las empresas extranjeras, cuando que antes eran un sector hasta envidiado en función a las percepciones que tenían por el sólo hecho de andar navegando en un barco de la flota mercante mexicana.
AUTENTICAS FABRICAS DE DESEMPLEADOS
Incluso, sólo egresar de la Escuela Náutica Mercante "Fernando Siliceo" era una garantía de seguridad laboral y económica porque el trabajo estaba prácticamente esperando la llegada de los nuevos egresados, que hasta tuvieron que abrir las otras escuelas en Tampico y Mazatlán, pero, con la llegada de los "genios" salinistas, lo que fuera oro se trocó en polvo vil.
Por lo tanto, no le busquemos la vuelta a algo que es derecho y simple, en tanto se mantenga la draconiana ley impositiva sobre la marina mercante ¡Nunca habrá un barco con bandera mexicana!, y mucho menos van a invertir bajo las condiciones del gobierno mexicano en este renglón. Por el otro lado, la respuesta es sencilla, cambiemos a como estaba antes y no sólo habrá impuestos que cobrar, sino ¡Empleos que tan urgentemente hacen falta en el país!
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