¡PERO PERDERÍA SENTIDO!
¡PERO PERDERÍA SENTIDO!
Hace algunos días un muy respetable y nuevo lector que se adhiere a esta "calumnia", me decía vía correo electrónico que le parecía al mencionar la palabra "Führer" me refería yo a una persona del sexo femenino, por lo que de ser así la manera correcta de escribir tal vocablo en alemán sería: führerin. Y me explicaba la traducción al castellano se puede tomar como: capitán, guía, encargado, líder.
Incuestionablemente se nota mi interlocutor posee un conocimiento extenso de la lengua de Goethe, pero, sin duda alguna no llegó a tiempo para leer los espacios que le dediqué a mi señora madre en función al carácter casi prusiano del que fuera poseedora y por lo tanto, como siempre era expedita en sus juicios (amén de sumarísimos) y no era precisamente un dechado de democracia, siempre traté de hacer el más respetuoso escarnio de ella en este sitio, lógicamente usando el nombre de "Führer", haciendo alusión al régimen militar instituido por Hitler.
Lógico, mi madre fue siempre muy humana y sin lugar a dudas humanista, amó la vida entrañablemente y por lo tanto la reprodujo en la misma forma (fuimos diez hijos) y todavía tuvo los arrestos para ayudar a primos, primas y conexas ¿Cómo la ven?
UNA DICTADORA SUI GÉNERIS
Pero, de que tenía carácter, ni la duda les quepa, creo estaba sobrada del mismo, pero, realmente me resulta siempre grato acordarme de ella, pues incluso otros lectores y amigos, cuando me los encuentro rememoran los escritos en que siempre hice referencia a Doña Elvira y su siempre singular forma de ser.
Siempre tenía la palabra y acción correcta para sacarlo a uno adelante, eso sí, no esperaran fuera nada pedagógico, harto de psicología o amor maternal ¡Para nada!, se imponía su trato rudo, pero eso sí, muy a su estilo lleno de ternura.
A mi y a mis hermanos nunca nos permitió sacar ocho en ninguna asignatura en la primaria, debían ser 9 ó 10 ¡Ay de quien sacara algo fuera de eso!, con mis hermanas fue más tolerante, pero con los varones ¡Ni un paso atrás!
"¡¿MI MAMÁ DEPRIMIDA?!"
En una ocasión una de sus secretarias gastronómicas, al bajar yo a desayunar y preguntar por ella (invariablemente estaba sentada al comedor dando instrucciones) me dijo se había regresado a su recámara a descansar pues se sentía ¡Deprimida! Eso era como para Ripley ¿¡Mi mamá deprimida!?, era algo digno de verse. Llegué hasta su recámara y efectivamente estaba de lamentosa y le pregunté qué le pasaba, me dijo toda una retahíla de las desgracias familiares y por ello estaba triste. Entonces, lo único que se me ocurrió decirle fue: "¡Pues te me desabandejas!". Ella, incorporándose un tanto en su cama me dijo casi en tono lastimero: "No me faltes al respeto". A lo que yo le volví a responder con la misma expresión, ella, ya no tan lastimera me reclamó la falta de respeto y yo volví con nuevos arrestos a decirle lo mismo.
Entonces, en lo que se iba incorporando de la cama y poniéndose de pie me iba diciendo: "¡Recabrón! Te estoy diciendo que a mi no me faltes al respeto". Eso fue suficiente señal para salir pies en polvorosa de su cuarto en lo que ella echaba mano de lo que tuviera a su alcance para enviármelo con destino a donde cayera en mi amplia anatomía. En lo que yo corría hacia el patio y de ahí a la calle, le dije a su secre: "¡Listo!, ahí te la dejo, ya se le quitó lo deprimida ¡toreala ahora!".
UNA AMOROSA Y REFRESCANTE MENTADA
Todavía alcancé a oír una maternal mentada en lo que iba cerrando el zaguán, acompañada de la clásica amenaza: "¡Aquí te voy a estar esperando a que regreses recabrón y ya no vas a poder salir corriendo!".
Esa fue mi madre, quien siempre estuvo enhiesta hasta el día en que se fue de este mundo al que ella tanto amó y tan interesante encontró.
Por cierto, hoy es su segundo aniversario luctuoso y les juro que no estoy triste, pues siempre la recuerdo como ella fue, alegre, canija, virtuosa, guerrera, con tomahawk en ristre y muy enamorada de la vida y todos sus encantos.
http://losbuenosdias.blogspot.com
correo: losbuenosdias@gmail.com
Agrupa tus contactos de Messenger y realiza conversaciones grupales.
Hace algunos días un muy respetable y nuevo lector que se adhiere a esta "calumnia", me decía vía correo electrónico que le parecía al mencionar la palabra "Führer" me refería yo a una persona del sexo femenino, por lo que de ser así la manera correcta de escribir tal vocablo en alemán sería: führerin. Y me explicaba la traducción al castellano se puede tomar como: capitán, guía, encargado, líder.
Incuestionablemente se nota mi interlocutor posee un conocimiento extenso de la lengua de Goethe, pero, sin duda alguna no llegó a tiempo para leer los espacios que le dediqué a mi señora madre en función al carácter casi prusiano del que fuera poseedora y por lo tanto, como siempre era expedita en sus juicios (amén de sumarísimos) y no era precisamente un dechado de democracia, siempre traté de hacer el más respetuoso escarnio de ella en este sitio, lógicamente usando el nombre de "Führer", haciendo alusión al régimen militar instituido por Hitler.
Lógico, mi madre fue siempre muy humana y sin lugar a dudas humanista, amó la vida entrañablemente y por lo tanto la reprodujo en la misma forma (fuimos diez hijos) y todavía tuvo los arrestos para ayudar a primos, primas y conexas ¿Cómo la ven?
UNA DICTADORA SUI GÉNERIS
Pero, de que tenía carácter, ni la duda les quepa, creo estaba sobrada del mismo, pero, realmente me resulta siempre grato acordarme de ella, pues incluso otros lectores y amigos, cuando me los encuentro rememoran los escritos en que siempre hice referencia a Doña Elvira y su siempre singular forma de ser.
Siempre tenía la palabra y acción correcta para sacarlo a uno adelante, eso sí, no esperaran fuera nada pedagógico, harto de psicología o amor maternal ¡Para nada!, se imponía su trato rudo, pero eso sí, muy a su estilo lleno de ternura.
A mi y a mis hermanos nunca nos permitió sacar ocho en ninguna asignatura en la primaria, debían ser 9 ó 10 ¡Ay de quien sacara algo fuera de eso!, con mis hermanas fue más tolerante, pero con los varones ¡Ni un paso atrás!
"¡¿MI MAMÁ DEPRIMIDA?!"
En una ocasión una de sus secretarias gastronómicas, al bajar yo a desayunar y preguntar por ella (invariablemente estaba sentada al comedor dando instrucciones) me dijo se había regresado a su recámara a descansar pues se sentía ¡Deprimida! Eso era como para Ripley ¿¡Mi mamá deprimida!?, era algo digno de verse. Llegué hasta su recámara y efectivamente estaba de lamentosa y le pregunté qué le pasaba, me dijo toda una retahíla de las desgracias familiares y por ello estaba triste. Entonces, lo único que se me ocurrió decirle fue: "¡Pues te me desabandejas!". Ella, incorporándose un tanto en su cama me dijo casi en tono lastimero: "No me faltes al respeto". A lo que yo le volví a responder con la misma expresión, ella, ya no tan lastimera me reclamó la falta de respeto y yo volví con nuevos arrestos a decirle lo mismo.
Entonces, en lo que se iba incorporando de la cama y poniéndose de pie me iba diciendo: "¡Recabrón! Te estoy diciendo que a mi no me faltes al respeto". Eso fue suficiente señal para salir pies en polvorosa de su cuarto en lo que ella echaba mano de lo que tuviera a su alcance para enviármelo con destino a donde cayera en mi amplia anatomía. En lo que yo corría hacia el patio y de ahí a la calle, le dije a su secre: "¡Listo!, ahí te la dejo, ya se le quitó lo deprimida ¡toreala ahora!".
UNA AMOROSA Y REFRESCANTE MENTADA
Todavía alcancé a oír una maternal mentada en lo que iba cerrando el zaguán, acompañada de la clásica amenaza: "¡Aquí te voy a estar esperando a que regreses recabrón y ya no vas a poder salir corriendo!".
Esa fue mi madre, quien siempre estuvo enhiesta hasta el día en que se fue de este mundo al que ella tanto amó y tan interesante encontró.
Por cierto, hoy es su segundo aniversario luctuoso y les juro que no estoy triste, pues siempre la recuerdo como ella fue, alegre, canija, virtuosa, guerrera, con tomahawk en ristre y muy enamorada de la vida y todos sus encantos.
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