BUEN DOMINGO E INICIO DE MES
BUEN DOMINGO E INICIO DE MES
Una grata amiga de la infancia me hizo llegar estas líneas, las que ahora comparto con ustedes, pues vale la pena, toda vez que o todo tiempo pasado fue mejor o la vida era más sencilla y por lo tanto mejor.
Si tu infancia transcurrió en los sesentas (como la mía) o en los setenta, resulta muy grato recordar todo aquello y preguntarnos si los actuales niños sobrevivirían.
NADIE SE MURIO POR ESO
Pues en aquellos ayeres, cuando subíamos a un automóvil, estos no tenían ni cinturones de seguridad y mucho menos bolsas de aire; ir en la batea de una camioneta Pick Up era toda una experiencia. Muchos de nuestros juguetes y las cunas de los niños estaban pintados a base de ¡Pïntura de plomo!
Las medicinas (cuando las había), no tenían tapas con seguro contra niños, ni enchufes especiales. Cuando se andaba en bicicleta no se usaba casco, ni rodilleras, ni coderas. Tomábamos agua de la llave del patio, directo de la manguera o donde la encontráramos, siempre y cuando quitara la sed y en lo absoluto de botella hasta con sello de garantía para asegurar que el agua es purificada.
¡Qué recuerdo de aquellos carritos de baleros que entre los hermanos o con los vecinos construíamos! La cosa se ponía mejor si algún amigo nos remolcaba en su bici, pero, la emoción subía al llegar a la esquina en función a que no había frenos.
Chocábamos contra arbustos, contra las banquetas, contra túmulos de tierra, pero jamás en contra de autos.
HOY HAY DE TODO Y LOS NIÑOS SE ABURREN
No había Play station, MP3, nintendo 64, X Boxs, juegos de video, 99 canales de TV en cable, videograbadoras, sonido surround, celulares, computadoras, "chatrooms" en internet, etc. Sino que saltábamos, nos subíamos a los árboles o simplemente íbamos a la casa de nuestros vecinos, tocábamos el timbre o sencillamente entrábamos y ¡Ahí estaban los cuates y salíamos a jugar! ¡A la calle! Sin que nadie nos cuidara.
NO NOS ENFERMABAMOS
Salíamos a jugar con la única condición de regresar antes del anochecer.
La escuela duraba hasta el medio día o a la una de la tarde, a la salida comprábamos cuanta porquería podíamos y de ahí a comer a casa.
No teníamos celular ¡Así que nadie podía ubicarnos! ¡Imposible!
¡QUE ZAPOTAZOS NOS DIMOS!
Nos cortábamos, nos descalabrábamos y hasta hubo fracturas y caídas de dientes, pero nunca a nadie se demandó o acusó por estos accidentes; nadie tenía la culpa mas que nosotros mismos.
Comíamos de todo hasta hartarnos, dulces, panes, helados, tomábamos bebidas con azúcar y nunca tuvimos exceso de peso porque siempre estábamos afuera jugando y corriendo. Compartíamos un refresco (cuando podíamos comprarlo) con los amigos ¡La botella era de vidrio!, todos tomábamos de la misma botella y nadie moría por eso.
CUALQUIER COSA ERA MOTIVO PARA JUGAR
Hacíamos juegos con palitos, pelotas de trapo, jugábamos al yoyo, al balero, indios y vaqueros, a las econdidas. En algunos de los equipos que se formaban para jugar beis o fut alguien se quedaba sin ser elegido y esto no era motivo para que nadie se traumatizara.
Algunos estudiantes no eran del todo brillantes como otros y cuando se perdía un año simplemente se repetía. Nadie iba al psicólogo, al psicopedagogo, nadie tenía dislexia, simplemente se repetía y había una segunda oportunidad.
¡QUE BONITA INFANCIA!
Había libertad, fracasos, éxitos, responsabilidades y aprendimos a manejarlos.
¡Nada nos pasó y aquí estamos!
¿Sabes crear emoticones con tu imagen en Messenger? Descubre cómo.
Una grata amiga de la infancia me hizo llegar estas líneas, las que ahora comparto con ustedes, pues vale la pena, toda vez que o todo tiempo pasado fue mejor o la vida era más sencilla y por lo tanto mejor.
Si tu infancia transcurrió en los sesentas (como la mía) o en los setenta, resulta muy grato recordar todo aquello y preguntarnos si los actuales niños sobrevivirían.
NADIE SE MURIO POR ESO
Pues en aquellos ayeres, cuando subíamos a un automóvil, estos no tenían ni cinturones de seguridad y mucho menos bolsas de aire; ir en la batea de una camioneta Pick Up era toda una experiencia. Muchos de nuestros juguetes y las cunas de los niños estaban pintados a base de ¡Pïntura de plomo!
Las medicinas (cuando las había), no tenían tapas con seguro contra niños, ni enchufes especiales. Cuando se andaba en bicicleta no se usaba casco, ni rodilleras, ni coderas. Tomábamos agua de la llave del patio, directo de la manguera o donde la encontráramos, siempre y cuando quitara la sed y en lo absoluto de botella hasta con sello de garantía para asegurar que el agua es purificada.
¡Qué recuerdo de aquellos carritos de baleros que entre los hermanos o con los vecinos construíamos! La cosa se ponía mejor si algún amigo nos remolcaba en su bici, pero, la emoción subía al llegar a la esquina en función a que no había frenos.
Chocábamos contra arbustos, contra las banquetas, contra túmulos de tierra, pero jamás en contra de autos.
HOY HAY DE TODO Y LOS NIÑOS SE ABURREN
No había Play station, MP3, nintendo 64, X Boxs, juegos de video, 99 canales de TV en cable, videograbadoras, sonido surround, celulares, computadoras, "chatrooms" en internet, etc. Sino que saltábamos, nos subíamos a los árboles o simplemente íbamos a la casa de nuestros vecinos, tocábamos el timbre o sencillamente entrábamos y ¡Ahí estaban los cuates y salíamos a jugar! ¡A la calle! Sin que nadie nos cuidara.
NO NOS ENFERMABAMOS
Salíamos a jugar con la única condición de regresar antes del anochecer.
La escuela duraba hasta el medio día o a la una de la tarde, a la salida comprábamos cuanta porquería podíamos y de ahí a comer a casa.
No teníamos celular ¡Así que nadie podía ubicarnos! ¡Imposible!
¡QUE ZAPOTAZOS NOS DIMOS!
Nos cortábamos, nos descalabrábamos y hasta hubo fracturas y caídas de dientes, pero nunca a nadie se demandó o acusó por estos accidentes; nadie tenía la culpa mas que nosotros mismos.
Comíamos de todo hasta hartarnos, dulces, panes, helados, tomábamos bebidas con azúcar y nunca tuvimos exceso de peso porque siempre estábamos afuera jugando y corriendo. Compartíamos un refresco (cuando podíamos comprarlo) con los amigos ¡La botella era de vidrio!, todos tomábamos de la misma botella y nadie moría por eso.
CUALQUIER COSA ERA MOTIVO PARA JUGAR
Hacíamos juegos con palitos, pelotas de trapo, jugábamos al yoyo, al balero, indios y vaqueros, a las econdidas. En algunos de los equipos que se formaban para jugar beis o fut alguien se quedaba sin ser elegido y esto no era motivo para que nadie se traumatizara.
Algunos estudiantes no eran del todo brillantes como otros y cuando se perdía un año simplemente se repetía. Nadie iba al psicólogo, al psicopedagogo, nadie tenía dislexia, simplemente se repetía y había una segunda oportunidad.
¡QUE BONITA INFANCIA!
Había libertad, fracasos, éxitos, responsabilidades y aprendimos a manejarlos.
¡Nada nos pasó y aquí estamos!
¿Sabes crear emoticones con tu imagen en Messenger? Descubre cómo.
Comentarios