¿REALMENTE VEN LA TRASCENDENCIA DEL PROBLEMA?
¿REALMENTE VEN LA TRASCENDENCIA DEL PROBLEMA?
Esta en puerta otro paro de los transportistas en protesta por el aumento al diesel, esto, incuestionablemente es lo de menos, pero, lo que si es muy preocupante es el silencio y la falta de atención del gobierno federal hacia la petición de una industria que es representativa en forma tácita del resto de las del país, en función a que como se los he comentado, amén de que todo, absolutamente todo, se mueve en nuestro país a través de vehículos de diesel; la otra parte de la industria en general y que da el resto de los empleos en la nación, se mueve a través del diesel o de la energía eléctrica, luego entonces eso nos da una idea del enorme problema que significa el alza sistematizada del combustible en cuestión, y la falta de atención de la federación hacia la problemática que se vive. Pues el lunes de la semana pasada, en 17 entidades federativas pararon todos los transportes en protesta por el alza al diesel y realmente pasó algo inesperado e inusitado en México: nada.
Salvo las penurias por las que atravesaron infinidad de ciudadanos y el impacto negativo que tal inmovilización de transporte en general tuvo en más de la mitad del país, la federación no se dio por aludida.
TAMPOCO PASO NADA, PERO QUE TAL DESPUÉS
Lo anterior me trae a la testa dos acontecimientos históricos, el primero en nuestro propio país y sucediera el 20 de noviembre de 1910, fecha estipulada por Madero en el Plan de San Luis, en donde convocaba tal día a que la población en México se levantara en contra de Don Porfirio y tal día sucedió el fenómeno arriba descrito en territorio
nacional: nada.
"¿ES UNA PROTESTA...?"
Pero, desafortunadamente todos sabemos posteriormente lo que se vino encima al país, no obstante cinco meses y días posteriores al 20 de noviembre, Don Porfi, como una medida profiláctica para salvar "el buen crédito de la nación", se fue por su propia voluntad al exilio rumbo a Europa.
El otro acontecer fue nadamenos que en la Francia de la época de los Luises, cuando estando en Versalles el rey Luis XVI y al escuchar el tremendo estruendo de la muchedumbre tomando la sede real de Versalles, el soberano preguntara a uno de sus servidores: "¿Se trata de una protesta?", recibiendo por toda contestación: "No su majestad ¡Es una revolución!". Y, todos sabemos las consecuencias de tal situación.
En el primer caso, no obstante al final se hizo lo extremo, no debió ser así y el país de destrozó; en el segundo, Luis XVI no escuchó a tiempo el llamado del pueblo hambriento y se cumple a cabalidad lo dicho por su antecesor, Luis XV: "Después de mi, el diluvio".
SABIA VIRTUD DE CONOCER EL TIEMPO...
Sin dármelas de brujo o pitoniso, creo estamos exactamente en un punto histórico en la nación, en la que si no se dan los pasos adecuados ante lo delicado de la situación que se está viviendo, podemos lamentar al rato situaciones un tanto fuera de orden, cuando la mayoría desesperada por la situación y la agudización de la crisis económica, no tenga ya ningún otro recurso que la protesta airada, toda vez que si un poco más de la mitad del país prácticamente se paralizó un día y nadie de los que debían expresar algo o tomar una decisión nada se dijo al respecto, estamos entonces ante una circunstancia de autoridad de oídos sordos, lo cual es lo peor de aconsejable en momentos de crisis. Y, si agregamos a esto la nueva paralización de transportes en general que se tiene en puerta de nuevo para todo el país, es tal una sintomatología de que hace falta atender la problemática y si se sigue por la misma vertiente de no oír, no hablar y no ver, a la vuelta de la esquina está entonces el cierre sistemático de empresas por el encarecimiento del combustible y con ello el lógico desempleo, que aunado al ya existente, se estaría llevando al país a situación de carácter social algo difíciles. Por lo qué, ojalá y se considere muy en serio este asunto del diesel antes de que sea demasiado tarde.
http://losbuenosdias.blogspot.com
correo: losbuenosdias@gmail.com
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Esta en puerta otro paro de los transportistas en protesta por el aumento al diesel, esto, incuestionablemente es lo de menos, pero, lo que si es muy preocupante es el silencio y la falta de atención del gobierno federal hacia la petición de una industria que es representativa en forma tácita del resto de las del país, en función a que como se los he comentado, amén de que todo, absolutamente todo, se mueve en nuestro país a través de vehículos de diesel; la otra parte de la industria en general y que da el resto de los empleos en la nación, se mueve a través del diesel o de la energía eléctrica, luego entonces eso nos da una idea del enorme problema que significa el alza sistematizada del combustible en cuestión, y la falta de atención de la federación hacia la problemática que se vive. Pues el lunes de la semana pasada, en 17 entidades federativas pararon todos los transportes en protesta por el alza al diesel y realmente pasó algo inesperado e inusitado en México: nada.
Salvo las penurias por las que atravesaron infinidad de ciudadanos y el impacto negativo que tal inmovilización de transporte en general tuvo en más de la mitad del país, la federación no se dio por aludida.
TAMPOCO PASO NADA, PERO QUE TAL DESPUÉS
Lo anterior me trae a la testa dos acontecimientos históricos, el primero en nuestro propio país y sucediera el 20 de noviembre de 1910, fecha estipulada por Madero en el Plan de San Luis, en donde convocaba tal día a que la población en México se levantara en contra de Don Porfirio y tal día sucedió el fenómeno arriba descrito en territorio
nacional: nada.
"¿ES UNA PROTESTA...?"
Pero, desafortunadamente todos sabemos posteriormente lo que se vino encima al país, no obstante cinco meses y días posteriores al 20 de noviembre, Don Porfi, como una medida profiláctica para salvar "el buen crédito de la nación", se fue por su propia voluntad al exilio rumbo a Europa.
El otro acontecer fue nadamenos que en la Francia de la época de los Luises, cuando estando en Versalles el rey Luis XVI y al escuchar el tremendo estruendo de la muchedumbre tomando la sede real de Versalles, el soberano preguntara a uno de sus servidores: "¿Se trata de una protesta?", recibiendo por toda contestación: "No su majestad ¡Es una revolución!". Y, todos sabemos las consecuencias de tal situación.
En el primer caso, no obstante al final se hizo lo extremo, no debió ser así y el país de destrozó; en el segundo, Luis XVI no escuchó a tiempo el llamado del pueblo hambriento y se cumple a cabalidad lo dicho por su antecesor, Luis XV: "Después de mi, el diluvio".
SABIA VIRTUD DE CONOCER EL TIEMPO...
Sin dármelas de brujo o pitoniso, creo estamos exactamente en un punto histórico en la nación, en la que si no se dan los pasos adecuados ante lo delicado de la situación que se está viviendo, podemos lamentar al rato situaciones un tanto fuera de orden, cuando la mayoría desesperada por la situación y la agudización de la crisis económica, no tenga ya ningún otro recurso que la protesta airada, toda vez que si un poco más de la mitad del país prácticamente se paralizó un día y nadie de los que debían expresar algo o tomar una decisión nada se dijo al respecto, estamos entonces ante una circunstancia de autoridad de oídos sordos, lo cual es lo peor de aconsejable en momentos de crisis. Y, si agregamos a esto la nueva paralización de transportes en general que se tiene en puerta de nuevo para todo el país, es tal una sintomatología de que hace falta atender la problemática y si se sigue por la misma vertiente de no oír, no hablar y no ver, a la vuelta de la esquina está entonces el cierre sistemático de empresas por el encarecimiento del combustible y con ello el lógico desempleo, que aunado al ya existente, se estaría llevando al país a situación de carácter social algo difíciles. Por lo qué, ojalá y se considere muy en serio este asunto del diesel antes de que sea demasiado tarde.
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