¡GRATÍSIMA SORPRESA!

¡GRATÍSIMA SORPRESA!
Como comprenderán, desde hace algunos día he andado en "automático", por lo que me salí de circulación y hoy ando algo así como agachándome y yéndome de lado, pero, incuestionablemente la vida sigue y con ella todos nosotros. Por lo pronto, me concretaré a agradecerles a todos los buenos lectores los correos electrónicos que me han enviado, sobre todo con motivo de la "calumnia" del día de ayer sobre mi progenitora. Pero, para que esto no se vuelva un yo-yo, dentro de las misivas encontré uno de otro lector en donde, debo admitirlo, de manera educada él defiende la propiedad privada y critica mi falta de respeto a la de mi vecino por no cortar las ramas del árbol.
HE AHÍ EL PRINCIPIO DEMOCRATICO, LA DIFERENCIA DE IDEAS
Déjenme decirles que es muy gratificante el intercambio de ideas, en virtud de que a Dios sean dadas las gracias nadie piensa igual y de ahí el riquísimo y enriquecedor intercambio de ideas. Dentro de los mismos correos hay otros en donde me dan la razón.
¿QUE, LOS ARBOLES NO SON SUJETOS DE DERECHO?
Y miren, a estas alturas del partido, cuando todo está tan devastado, contaminado y casi a punto de "tronar" el planeta mismo, ya no se trata de respetar la "propiedad privada", sino de ir tomando acuerdos para defender el sitio en donde vivimos y lograr con ello una mejor calidad de vida, ya no para nosotros, sino para las generaciones posteriores. De lo contrario les vamos a heredar un basurero con mucha propiedad privada.
SERIA TODA UNA DISCUSIÓN BIZANTINA
Lógico, estoy de acuerdo con el amable lector, debemos respetar el derecho ajeno, pero, debemos a la vez defender el entorno ecológico, que en si viene a ser el derecho de todos los demás seres vivos del planeta. Y sería toda una argumentación filosófica con la cual jamás terminaríamos si comenzamos a discutir si el árbol tiene alma o no, si es sujeto de derecho o no. Pero, por lo pronto, sí es sujeto de derecho y de si tiene alma o no, ahí lo dejo para los polemistas profesionales. De lo que si estoy seguro, es que tanto el amable lector, todos los seres vivos en nuestro globo terráqueo, todos, absolutamente todos necesitamos el oxígeno para vivir y éste es producido nada menos que por los árboles. Por lo tanto, partiendo de este principio fundamental de vida ¡Debemos preservar los árboles!
LA ESCLAVITUD FUE LEGAL, PERO INDUDABLEMENTE INJUSTA
Y, en el párrafo anterior hablaba de "si los árboles tienen alma", seguramente es una opinión harto bizantina, pero, la traigo a colación en virtud a que en tanto existió la institución de la esclavitud, se discutía si los esclavos poseían alma. Claro, esto para ver si se ubicaban como seres humanos o no ¡Obvio!, en aras de los intereses creados, se tardó siglos en reconocer el alma a los esclavos. Pero, siempre fueron seres humanos, sujetos a ser objeto de los más terribles abusos, tanto por parte de sus captores, como de sus posteriores propietarios. Todo esto bajo leyes debidamente establecidas y vigentes, que regulaban la compra-venta de seres humanos.
ES PRIORITARIA LA CONSERVACION Y PRODUCCION DE ARBOLES
Hoy, ante la crisis ambiental que se vive en el mundo entero, causada por el ser humano, se hace ya imperativo el defender a los árboles y en si a todo el entorno ecológico. Y no por cuestiones de estética o moda, sino porque todas las miles de hectáreas que año con año resultan yermas, erosionadas y prácticamente muertas, se debe a la tala indiscriminada de árboles. Y todo esto viene a aunarse a ese espantoso fenómeno llamado ahora "calentamiento global".
Indiscutiblemente los árboles deben defenderse y, lejos de ser "desrramados" o cortados, se debe incrementar su producción ¡Sea en donde sea!, pues en las banquetas mismas se debe procurar hacer un arriate y sembrar, pero sobre todo cuidar el pequeño árbol que ahí se plante. Pues también sucede que a todos nos entra el amor por la ecología, plantamos un árbol pero jamás nos preocupamos por verlo crecer.
PLANTEMOS MUCHOS ARBOLES CADA VEZ QUE PODAMOS
En la manifestación de la vida indudablemente está Dios, y, yo recuerdo muy bien cuando en la escuela primaria las profesoras nos pedían cultivar una planta de frijol, o ahora, que me ha tocado ver como a los estudiantes les hacen observar la germinación de un frijol sobre un algodón que todos los días es mojado. Desde aquellos días de dicha planta, yo me sentí un ser importante, pues fui capaz de dar lugar a la creación de vida. Y tal vez desde ahí se me quedó fijada la costumbre de andar plantando árboles y plantas en donde sea.
DEBEMOS DEFENDER LOS ARBOLES, AUN EN CONTRA DE LA LEY
No mi muy respetado lector, si se trata de defender el derecho ajeno, el derecho de la defensa de la preservación de los árboles está ahora por encima de todo, pues entre menos árboles menos oxígeno y ante la disminución del oxígeno menos vida. Y ante todo debemos dar ¡Vida!
OTRA DEL BRINDIS DEL BOHEMIO
Por lo tanto, lamento por esta ocasión no complacerlo. A propósito, esta última expresión es también de "El brindis del bohemio", del inicio de la participación de Arturo, el bohemio puro que ansiaba arrancarle la inspiración a la tristeza.
Esto último lo menciono en función al comentario también de otro lector sobre mi "calumnia" de ayer.

Correo: losbuenosdias@gmail.com

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