UN NOTABLE GUIA ESPIRITUAL

UN NOTABLE GUIA ESPIRITUAL
Hoy el Excelentísimo señor Obispo Emérito de la Diócesis de Veracruz, el Dr. José Guadalupe Padilla Lozano se encuentra grave de salud, por lo que ya ha sido hospitalizado.
Tal vez, como sucede en estos casos, el señor Obispo Emérito marche a la Casa del Señor, pero, todos los que lo conocimos y prácticamente crecimos en su ministerio sabemos de la gran obra, no solo cristiana, sino además de enorme contenido humano y social por él desarrolladas. Pues no debemos olvidar que fue el primer Obispo con la que se crea la Diócesis de Veracruz, y es consagrado el 18 de marzo de 1963.
Su mayor aportación a su ministerio fue la erección del seminario de Veracruz, pues él es quien lo levanta desde la primera piedra.
SIEMPRE DISTINGUIA A TODO EL MUNDO CON SU PRESENCIA Y PALABRA
Tuve la oportunidad de saludar y platicar con el señor Obispo Emérito varias veces y su calidez no digamos de pastor, sino de ser humano, era de inmediato transmitida. En las muchas ocasiones que fui al obispado, cuya sede se encuentra en el malecón, a ver y platicar con el padre Arturo, luego veía a Monseñor Padilla sentado a su escritorio recibiendo gente o simplemente leyendo la Biblia, momento este que aprovechaba para asomar la cabeza y pedirle si podía pasar, él siempre con una amable sonrisa me invitaba a pasar, en lo que cerraba su Biblia, pero, como sabía yo de su muy ocupado tiempo, solo le estrechaba su mano y lo abrazaba y a continuación me retiraba.
GRACIAS A DOÑA BERTHA MALPICA DE AHUED PUDE ENTREVISTARLO
En una ocasión que por instrucciones de mi Directora General, la señora Bertha Rosalía Malpica Martínez de Ahued, me envió a entrevistar a su Excelencia, él me concedió de inmediato el honor de recibirme en el comedor de sus aposentos y con la gran sencillez que siempre lo ha caracterizado prácticamente me dio una cátedra del buen decir o retórico, pero mostrando siempre un lado humano a extremo. Cabe mencionar que jamás tuve la necesidad de solicitar audiencia, como tampoco (y lo se de muy buena fuente) ningún otro comunicador debía hacerlo, él siempre estuvo accesible a tratar todos los problemas y asuntos que los integrantes de su grey. Incluso, hasta un iconoclasta como el que esto escribe ¡era yo recibido por el señor Obispo!
"LICENCIADO, SIEMPRE DEBO ATENDER A LA FELIGRESIA"
Platicando con él en una ocasión se quejó por el exceso de peso que traía, pero a la vez me dijo: "Tengo problemas para bajar de peso licenciado, pero, resulta que en todos los puntos de la Diócesis que visito, la feligresía me ofrece de comer y no puedo negarme a la gran amabilidad con la que soy tratado".
EL PODER DE CONVOCATORIA DEL SEÑOR OBISPO EMERITO
Al señor Obispo debo el haber podido saludar de mano y ser bendecido personalmente por la Madre Teresa de Calcuta, pues el día que vino la Santa en Vida a nuestra ciudad, él me invitó muy amablemente a que me acercara a la Madre Teresa en el sitio del altar mayor de la Catedral en donde estaba ella.
Recuerdo muy bien cómo el recinto de la Catedral estaba a reventar, había mucha gente, aun afuera de la misma iglesia y cuando la Madre Teresa comenzó a retirarse, la gente se avalanzó sobre ella para poder siquiera tocarla y quedé muy sorprendido del poder de convocatoria de su Excelencia el señor Obispo, pues desde el altar mayor, micrófono en mano hizo el exhorto a la feligresía que no fuesen a lastimar a la Madre Teresa y el inicial tumulto cesó, la gente comenzó a observar orden y así la Santa en Vida pudo ir bendiciendo a todos a su paso hasta llegar al vehículo que la aguardaba.
En beneficio y abundancia de la obra espiritual y material del Obispo Emérito, cabe decir que su obra la desarrolla él cuando de Derecho la Iglesia no existía para el Estado Mexicano, ni la católica ni ninguna otra, por lo que la tarea de evangelización se puede decir estaba un tanto más impedida, pero no obstante esto, el desarrollo y arraigo del catolicismo fue un hecho tangible en toda la comarca veracruzana en función al gran número de templos católicos que se construyeron durante la labor pastoral de Don José Guadalupe Padilla Lozano.
NO OBSTANTE MI IRRELIGIOSIDAD, RECONOZCO SU TAREA HUMANISTA
Tal y como nunca lo he negado, yo soy un iconoclasta, o sea, un irreverente y peor creyente, pero, en el caso del señor Obispo Emérito no tengo sino que reconocer su enorme labor en función a ese gran espíritu que como ser humano mostró siempre en beneficio de toda la feligresía. Siempre lo recuerdo como una persona muy discreta, cuya presencia era muy poco notada, pero, su trabajo lo podemos ver todos en el desarrollo de la Diócesis. Lo que más me llamó siempre la atención de él fue el contraste de su sencillo actuar con la gran preparación que posee, pues incluso su formación fue cuando el latín era el idioma bajo el cual se comunicaban, fuera y dentro de la Iglesia todo el clero.
CON EL SE TERMINARA UNA GRAN EPOCA
Los veracruzanos estamos a punto de perder a un gran cuanto notable ser humano, pero, quienes tuvimos la oportunidad de conocerlo e intercambiar puntos de vista con él, debemos considerarnos privilegiados en haber alternado con un verdadero pionero del cristianismo.

Correo: losbuenosdias@gmail.com

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