FALTAN LIBROS Y NO LOS ACEPTAN NI REGALADOS

FALTAN LIBROS Y NO LOS ACEPTAN NI REGALADOS
Leía el otro día un artículo muy interesante sobre las bibliotecas privadas, en donde se exponía el hecho de que no obstante se invierte una enorme cantidad de tiempo y dinero en formarlas, al final de finales ninguna institución quiere recibirlas, incluso, luego los deudos andan en un auténtico peregrinaje buscando "quién quiere los libros de mi papá".
NI EN LA UNAM QUISIERON TAN MEMORABLE BIBLIOTECA
Un gran amigo, quien lamentablemente ya falleció, me platicó en una ocasión sobre un amigo muy, pero muy connotado de la política nacional quien logró reunir un sin fin de textos, a cual más interesante y de muy alta calidad; pues ni en la UNAM, no obstante el renombre del difunto, quiso aceptar en donación tan exclusivo material.
¡BIENVENIDOS SEAN TODOS LOS LIBROS!
Yo he tenido el privilegio, de que algunos amigos me hayan obsequiado uno que otro libro de sus bibliotecas, uno de ellos fue el Dr. Lucas Deschamps, quien le legó a su hija, mi grata amiga la Dra. Flor Deschamps todo un compendio interesantísimo de textos de todos los colores y sabores, pero a cual más ¡Padrísimos! Incluso, toda una gama de enciclopedias médicas que dejó en su legado el médico a su hija, se ven como nuevas; todas muy bien acomodadas. De lo que no me cabe la menor duda es que mi gran amigo leyó y volvió a leer todos sus libros, pues si algo realmente le apasionó a él fue leer, leer y leer ¡Qué gratos recuerdos guardo de las pláticas sostenidas con él. Porque su trabajo lo absorbió de manera muy singular, el doctor no pudo viajar al extranjero, salvo a los EUA, a donde fue a cursos de posgrado, pero, en los viajes que me he aventado a Europa, siempre fueron gratas cuanto grandes sesiones en que intercambiábamos puntos de vista sobre lo viajado y parecía él había sido el viajero. Con datos y señas me describía todo lo que yo había visto, pero, él ya lo había conocido a través de la lectura.
BIBLIOTECA QUE HA QUEDADO EN MUY BUENAS MANOS
Lo bueno de la biblioteca de mi gran amigo, es que ha caído en buenas manos, las de su hija, quien no le va muy a la zaga en materia de lectura, desde infanta ella siempre incursionó en la biblioteca paterna, la cual hoy no sólo posee, sino la acrecienta con los que va leyendo.
¡SE DOLIA DE QUE NO LE REGRESABAN LO LIBROS!
En el artículo del que les platico, el entrevistado aparece rodeado de todos sus libros y se queja de que luego sus cuates le "roban" libros, o los presta y ya no se los regresan. Yo estoy convencido sobre este último planteamiento de esta persona, que lo expresado es con motivo de hacerse un tanto el inocente, pues todo aquel que ya lleva cierto tiempo en esto de la lectura, sabe muy bien del alto valor del principio literario de: "Es un tonto quien presta un libro, pero es más tonto el que lo regresa".
Yo sinceramente en cuanto puedo, no regreso ningún libro y por ello, no presto ninguno, prefiero regalarlos y así sé con exactitud de que el libro ciertamente no va a retornar a mí.
¡QUE LIBROS ME REGALÓ DON JUAN! ¡Y LOS QUE AHORA ME OBSEQUIA DOÑA BERTHA!
¡Ah!, con cuánta gratitud recuerdo a mi gran mecenas y distinguido amigo, Don Juan Malpica Mimendi, fui recipiendario de muchos libros que él me regalara, verdaderas obras de arte, como uno que me dio sobre la obra completa de Don Salvador Díaz Mirón ¡De epopeya!, en el presente, no me puedo, ni debo quejar, mi Directora, Doña Bertha Rosalía Malpica Martínez de Ahued, también me hace objeto de regalos muy significativos en libros. Resultando muy gratificante cuando entre acuerdo y acuerdo hacemos cometarios sobre los textos.
ACERTADO, CUANTO EXCELENTE ANALISIS DEL TEXTO
El otro día hubo uno interesantísimo, que yo le había obsequiado a ella y, no obstante le gustó bastante la narrativa (es sobre las religiones del mundo), me comentó al haberlo concluido, que para leer tal texto era menester tener bases intelectuales muy sólidas, de lo contrario podría uno verse confundido. E indudablemente le asiste la razón a Doña Bertha, el libro yo apenas lo acabo de terminar de leer ¡Padrísimo!, pero, si no está uno abusado en el análisis del mismo según se avanza en la lectura, seguramente que si se le pueden mover a uno las estructuras del pensamiento y la formación desde la cimentación misma.
¡QUE PADRES SON LOS LIBROS!
En fin, lo que ahora trato de comentar con ustedes es la grata actividad de ir formando la "biblioteca personal", que además es muy importante, pues ahí es a donde tiene uno los libros de consulta, sobre todo si ha tenido uno la manía de ir rayando y subrayando los textos. Pues luego de que ande uno buscando una cita, un párrafo o una palabra, si no se subrayó está en chino encontrarla y....hay que volver a leer el texto completo. Por ejemplo, no logro yo acordarme del nombre del individuo o más bien esclavo que llevaba en el carruaje el emperador romano en turno o general en su entrada triunfal a Roma, cuyo único propósito de ir en la cuadriga, era murmurarle al oído al receptor de los vítores que: "recuerda que eres mortal". A fin de no resultara mareado o "levitara" de tanto clamor de gloria (no era el auriga, éste era solamente el encargado y responsable de ir controlando los cuatro caballos que tiraban del carro -de ahí el nombre de "cuadriga"-).
Pero, voy a "chutarme" todo el libro de nuevo y un día de estos les doy el nombre.
"Y SI NO ME ENTIERRAN ¡LES APESTO EL PUEBLO!"
Pero, por lo pronto, yo sigo en la acumulación de mis libros, total, a mí  me gustan y, en cuanto llegue yo a "chupar Faros", pues, como dijera el borrachito aquel cuando alguien le dijo que de perdido juntara dinero para cuando se muriera y no se emborrachara todo, el interpelado respondió: "Pues cuando me muera, si no me entierran ¡Les apesto el pueblo!". Así yo con mis libracos, cuando me muera, lo que hagan con ellos, les aseguro es lo que menos me va a importar, total, yo ya los disfruté.
No olviden mi cumple mañana, como tampoco el Mercedes Benz.

correo: losbuenodias @ gmail.com