REALMENTE SORPRENDENTE NUESTRA CIUDAD Y HABITANTES
REALMENTE SORPRENDENTE NUESTRA CIUDAD Y HABITANTES
Miren, el título que antecede esta "calumnia" me lo ha inspirado el temblor del pasado martes, que de acuerdo con la intensidad observada, causó uno que otro desperfecto en la zona del Istmo de Tehuantepec, principalmente en territorio oaxaqueño, en cambio, en nuestra ciudad, pocos lo sentimos en virtud de lo tempranero del temblor y quienes así lo percibimos, llegamos a pensar se trataba de algún desorden de hipertensión y no pasó de ahí.
UNA CIUDAD Y SUS HABITANTES EN ETERNO REVENTON
Y es que en nuestra ciudad, Veracruz, todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo camino y pachanga, pachanga al andar. Claro, estoy parafraseando a Machado una vez más, pero, tengo entendido que al mismo Machado le encantaba la bohemia, como buen andaluz, que muy bien se pudo haber dado un quien vive con un jarocho. Pues ciertamente, en Veracruz no pasa nada. Por eso creo a pie juntillas Cortés, el fundador de nuestra ciudad, fue un visionario, sobre todo en haberla fundado en aquel agreste arenal lleno de alimañas, tal y como lo narra Bernal Díaz del Castillo ¡Y qué bien nos ha ido!, pues temblores van y temblores vienen y salvo inmuebles bajo el "protectorado" del terrible INAH, nada sale dañado aquí. Incluso, para efectos de los huracanes, por estar ubicados en la "curvita" del Golfo de México, estamos por lo regular a salvo de la furia de estos meteoros.
Pero, lo que más sorprendido me tiene, y tal vez sea causa o resultado de todos estos privilegios que la madre naturaleza tiene para con nosotros los jarochos (este nombre, no obstante se generaliza en materia nacional e internacional para los oriundos del Estado, en lo particular lo es para los nacidos en el bello, cuanto maravilloso municipio de Veracruz, sitio primario del nombre de tan espectacular, cuanto singular ciudad), el ambiente de fiesta constante, continua y perpetua que hay en la ciudad.
Y ES QUE LA FIESTA ES INTERMINABLE
Y van a ver por qué, estaba observando el otro día que apenas terminado el hiper "puente" Lupe-Reyes", en donde, desde las "mañanitas" a la Virgen, posadas, Navidad, Año Nuevo y ¡Rosca de Reyes!, terminado en calidad de epílogo con los tamales del 2 de febrero para los que les tocó muñeco en la rosca, de inmediato hemos pasado a las fiestas carnestolendas (que cada vez atraen más gente), en donde el reventón y el ordenado exceso fue y ha sido la divisa, lo cual duró toda una semana, vi ayer con gran sorpresa cómo la gente andaba felicitando al resto de la gente con motivo del "Día de San Valentín". Una bola de muchachos y muchachas (ésta fue la moda de Fox, el haber dejado en la ignorancia la cuestión del género y el número) andaban acarreando globos alusivos a esta festividad. En la notaría de mi padrino de padrinos, el licenciado Pablo Pérez Kuri, sus aguerridas secretarias también tenían su buena cantidad de globos ambientando la ya de por si siempre ambientada notaría (hasta parece están regalando algo, pues continuamente hay gente ¡Hasta en las escaleras! "es que estamos esperando al colega" -o sea, a mi padrino-. Es más, la misma notaría del Lic. Pérez Kuri puede ser muy bien un ejemplo de la idiosincrasia jarocha, ahí todo es amistad, concordia, alegría y fraternidad -con la salvedad a la jarocha alegría, de que ahí sí se trabaja-, lástima mi padrino sea abstemio, de lo contrario, por la veracruzana fraternidad ahí manifestada, los asiduos concurrentes a la notaría hasta de barra libre disfrutaríamos -botana incluida-).
¡Y YA VIENE LA SEMANA SANTA!
A escaso un mes ya está en puerta Semana Santa, Semana Mayor, o como le quieran ustedes llamar, en donde una vez más la ciudad de Veracruz principalmente y ¡Todo el litoral veracruzano!, se torna en una inmensa pachanga de siete días, con Jueves, Viernes Santos y Sábado de Gloria de apoteosis de la manifestación más nutrida de alegría, fiesta, reventón y playa de todo el año. No sé que tenga que ver esta expresión de festividad con la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, pero, de que la mega pachanga se arma ¡Se arma!
Luego viene el día Del Niño, el Día del Maestro, el Día de la Madre, el del Padre, para dar la bienvenida casi ipso facto a las ¡Vacaciones de verano! Dos meses de asueto estudiantil en el que ¡Todo México!, incluido Chilangolandia vienen a tomar posesión de toda nuestra ciudad y ¡Sigue la pachanga!
¡CUANTA RESISTENCIA PARA VIVIR EN TANTA FIESTA!
¿A poco no es esto algo altamente extraordinario?, pues, por lo regular en todo el mundo y gracias a la influencia cristiana, cada ciudad va teniendo su fiesta según el Santo patrono de la localidad, hay fiesta dos días o una semana y párenle de contar, el resto del año es dedicación absoluta a la fecunda y creadora acción laboral, pero, aquí en Veracruz prácticamente todo el año es la más pura y sórdida pachanga.
Lo bueno de todo esto es que ya se ha logrado crear toda una industria a partir del carácter alegre de los jarochos: el turismo. Y los visitantes vienen a la ciudad en búsqueda de toda esa grata y despreocupada disipación jarocha.
SI, SOMOS UNA SUCURSAL DEL AL- ANDALUS
Que, mirándolo bien, ni duda cabe mi gran amigo Don Marcelino Fernández Lavín no se equivocó al haber equiparado a los veracruzanos con los andaluces. Es más, el día que conocí Sevilla, me vino a la mente Veracruz, sobre todo por una frase que escuché en aquella tierra de la Madre Patria, utilizada para describir a los andaluces (la cual ya he compartido con ustedes): "Y si el trabajo es salud ¡Arriba la tuberculosis!"
http://losbuenosdias.blogspot.com
correo: losbuenosdias @ gmail.com
Miren, el título que antecede esta "calumnia" me lo ha inspirado el temblor del pasado martes, que de acuerdo con la intensidad observada, causó uno que otro desperfecto en la zona del Istmo de Tehuantepec, principalmente en territorio oaxaqueño, en cambio, en nuestra ciudad, pocos lo sentimos en virtud de lo tempranero del temblor y quienes así lo percibimos, llegamos a pensar se trataba de algún desorden de hipertensión y no pasó de ahí.
UNA CIUDAD Y SUS HABITANTES EN ETERNO REVENTON
Y es que en nuestra ciudad, Veracruz, todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo camino y pachanga, pachanga al andar. Claro, estoy parafraseando a Machado una vez más, pero, tengo entendido que al mismo Machado le encantaba la bohemia, como buen andaluz, que muy bien se pudo haber dado un quien vive con un jarocho. Pues ciertamente, en Veracruz no pasa nada. Por eso creo a pie juntillas Cortés, el fundador de nuestra ciudad, fue un visionario, sobre todo en haberla fundado en aquel agreste arenal lleno de alimañas, tal y como lo narra Bernal Díaz del Castillo ¡Y qué bien nos ha ido!, pues temblores van y temblores vienen y salvo inmuebles bajo el "protectorado" del terrible INAH, nada sale dañado aquí. Incluso, para efectos de los huracanes, por estar ubicados en la "curvita" del Golfo de México, estamos por lo regular a salvo de la furia de estos meteoros.
Pero, lo que más sorprendido me tiene, y tal vez sea causa o resultado de todos estos privilegios que la madre naturaleza tiene para con nosotros los jarochos (este nombre, no obstante se generaliza en materia nacional e internacional para los oriundos del Estado, en lo particular lo es para los nacidos en el bello, cuanto maravilloso municipio de Veracruz, sitio primario del nombre de tan espectacular, cuanto singular ciudad), el ambiente de fiesta constante, continua y perpetua que hay en la ciudad.
Y ES QUE LA FIESTA ES INTERMINABLE
Y van a ver por qué, estaba observando el otro día que apenas terminado el hiper "puente" Lupe-Reyes", en donde, desde las "mañanitas" a la Virgen, posadas, Navidad, Año Nuevo y ¡Rosca de Reyes!, terminado en calidad de epílogo con los tamales del 2 de febrero para los que les tocó muñeco en la rosca, de inmediato hemos pasado a las fiestas carnestolendas (que cada vez atraen más gente), en donde el reventón y el ordenado exceso fue y ha sido la divisa, lo cual duró toda una semana, vi ayer con gran sorpresa cómo la gente andaba felicitando al resto de la gente con motivo del "Día de San Valentín". Una bola de muchachos y muchachas (ésta fue la moda de Fox, el haber dejado en la ignorancia la cuestión del género y el número) andaban acarreando globos alusivos a esta festividad. En la notaría de mi padrino de padrinos, el licenciado Pablo Pérez Kuri, sus aguerridas secretarias también tenían su buena cantidad de globos ambientando la ya de por si siempre ambientada notaría (hasta parece están regalando algo, pues continuamente hay gente ¡Hasta en las escaleras! "es que estamos esperando al colega" -o sea, a mi padrino-. Es más, la misma notaría del Lic. Pérez Kuri puede ser muy bien un ejemplo de la idiosincrasia jarocha, ahí todo es amistad, concordia, alegría y fraternidad -con la salvedad a la jarocha alegría, de que ahí sí se trabaja-, lástima mi padrino sea abstemio, de lo contrario, por la veracruzana fraternidad ahí manifestada, los asiduos concurrentes a la notaría hasta de barra libre disfrutaríamos -botana incluida-).
¡Y YA VIENE LA SEMANA SANTA!
A escaso un mes ya está en puerta Semana Santa, Semana Mayor, o como le quieran ustedes llamar, en donde una vez más la ciudad de Veracruz principalmente y ¡Todo el litoral veracruzano!, se torna en una inmensa pachanga de siete días, con Jueves, Viernes Santos y Sábado de Gloria de apoteosis de la manifestación más nutrida de alegría, fiesta, reventón y playa de todo el año. No sé que tenga que ver esta expresión de festividad con la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, pero, de que la mega pachanga se arma ¡Se arma!
Luego viene el día Del Niño, el Día del Maestro, el Día de la Madre, el del Padre, para dar la bienvenida casi ipso facto a las ¡Vacaciones de verano! Dos meses de asueto estudiantil en el que ¡Todo México!, incluido Chilangolandia vienen a tomar posesión de toda nuestra ciudad y ¡Sigue la pachanga!
¡CUANTA RESISTENCIA PARA VIVIR EN TANTA FIESTA!
¿A poco no es esto algo altamente extraordinario?, pues, por lo regular en todo el mundo y gracias a la influencia cristiana, cada ciudad va teniendo su fiesta según el Santo patrono de la localidad, hay fiesta dos días o una semana y párenle de contar, el resto del año es dedicación absoluta a la fecunda y creadora acción laboral, pero, aquí en Veracruz prácticamente todo el año es la más pura y sórdida pachanga.
Lo bueno de todo esto es que ya se ha logrado crear toda una industria a partir del carácter alegre de los jarochos: el turismo. Y los visitantes vienen a la ciudad en búsqueda de toda esa grata y despreocupada disipación jarocha.
SI, SOMOS UNA SUCURSAL DEL AL- ANDALUS
Que, mirándolo bien, ni duda cabe mi gran amigo Don Marcelino Fernández Lavín no se equivocó al haber equiparado a los veracruzanos con los andaluces. Es más, el día que conocí Sevilla, me vino a la mente Veracruz, sobre todo por una frase que escuché en aquella tierra de la Madre Patria, utilizada para describir a los andaluces (la cual ya he compartido con ustedes): "Y si el trabajo es salud ¡Arriba la tuberculosis!"
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correo: losbuenosdias @ gmail.com
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