¿SER O NO SER? ESA ES LA PREGUNTA

¿SER O NO SER? ESA ES LA PREGUNTA
Lógico, el título corresponde a una cita de mi tocayo Shakespeare: "To be or not to be, that is the question", en su obra Hamlet. Y, esto viene muy bien en función a todo lo sucedido todos los años en mi gran Tlacotalpan en el ahora tristemente célebre embalse de los toros, en donde la crueldad y violencia de los seres humanos sale a relucir en todo su apogeo.
NO TENGO EL MISMO GUSTO QUE LAS VACAS
He admitido y admito que soy seguidor de la tauromaquia, y bueno...no es disculpa, pero, de una corrida de toros a el embalse, hay una distancia sideral. Si, hay violencia en las corridas de toros, pero, como les decía el otro día, si queremos llevar a cabo una transformación integral en favor de todo el aspecto protección animal, debemos comenzar por volvernos vegetarianos a ultranza.
ESTA SI ES UNA AUTENTICA TRADICION SÁDICA
Pero, entrando en materia de embalse, éste, indiscutiblemente debe ser reformado. Por muchos años, en el viejo sur americano, abusar de los esclavos en todos los sentidos y aspectos, había sido una tradición, pero, todo esto debió cambiar  por la sencilla razón de que era inhumano lo que se le hacía a los negros. Incluso, la expresión: "péguenle al negro", viene de un espectáculo y actividad de feria en esa zona de la Unión Americana donde se permitió la esclavitud hasta mediados del siglo XIX, en donde, así como en nuestras ferias hay los juegos de intentar meter una pelota en un agujero y ganarse un premio, en aquellos tiempos de esclavitud, por un agujero era obligado a sacar la cabeza un negro, y el público asistente podía, mediante el pago correspondiente, lanzarle pelotas a discreción y con la fuerza que quisiera. Obvio, todo eso acabó.
ES VIOLENCIA EXTREMA ¡QUE NO DEBE SER PERMITIDA!
Ayer les comentaba sobre el factor violencia, bueno, pues en el "embalse", lo que se ve y contempla es eso, la violencia ejercida hacia seres indefensos, que en este caso son los toros y de acuerdo con las escenas captadas, la gente se ve divertida, relajada y disfrutando del escenario en donde los toros son torturados con saña y toda la impunidad del caso, esto se llama: VIOLENCIA, con sadismo colectivo.
No, no se debe y puede seguir permitiendo estos actos sádicos masivos, en donde una bola de gente embrutecida por el alcohol saca a relucir lo peor de la naturaleza humana sobre seres indefensos a los que no se les da la oportunidad de responder; en la nueva versión del día de ayer, se ve a los toros amarrados para que no ataquen, pero eso sí, se permitió la violencia sobre ellos.
QUE SE TERMINE EL "EMBALSE", PERO NO EL SOLTAR TOROS
Ya en una ocasión me permití sugerir a los amigos tlacotalpeños transformar los embalses y evitar el cansancio que se le provoca a los toros al traerlos de un lado al otro del río, esto que se eliminara; y, copiar lo que sucede en Pamplona, España, en las fiestas de San Fermín, improvisar un gran callejón que atraviese de manera estratégica la ciudad, por cuyo corredor puedan soltar a auténticos toros de lidia, debiendo terminar el recorrido en un gran corral en donde se pueda  torear a los astados. Y, en el trayecto, los osados que se bajen al callejón, tal y como sucede en Pamplona, saben a lo que se atienen, incluso de morir. De esta manera incluso se le ahorraría a la población invertir en la protección adicional que deben dar a sus casas y comercios a fin de evitar, gente y toros se metan de manera violenta a tales recintos.
¡VAYA! FINALMENTE HUBO RESULTADOS EN EL SER O NO SER
Bueno, algo ya ha sucedido en Tlacotalpan, ayer, a pesar de no ser toros de lidia, sino cebúes cansados, pero maltratados por el mismo público para que ataquen estimulados por el dolor, un "osado" fue topeteado por un astado y otro más embestido y corneado por otro, resultando el osado con la espalda perforada por un cuerno del toro, amén de más lesionados.
Bueno, no hay nada de qué quejarse, los accidentados decidieron y obtuvieron lo que buscaban, no hay nada más que decir y nada que lamentar. Simplemente aplicaron el ser o no ser y ¡Fueron!
LA TRADICION NO DESMERECERÍA, SINO TODO LO CONTRARIO
Tal y como les digo, en el callejón improvisado, en donde se deje correr a auténticos toros de lidia, como en Pamplona, no desmerecerá la "tradición", al contrario, la afluencia de público será aún mayor, se evitará el mal trato a los animales y, quien baje al callejón a su propio riesgo y voluntad, sabe con exactitud a lo que le va tirando. Y nada de andarle cortando la piel a un toro cansado, quebrándole el rabo y picándolo para que embista, o, una vez el toro echado por tanto ajetreo, buscando descansar por estar exhausto y exánime, quedando entonces a merced del "respetable" a recibir patadas y todo tipo de agresiones por parte de borrachos sádicos, para deleite de la gente que observa jubilosa tan deplorable trato.
ENTONCES SI, VERIAMOS QUE TANTO LES GUSTA LA ADRENALINA
No, se debe transformar la tradición, que se elimine el embalse pero no los toros, que estos no sea cebúes acostumbrados a ser manejados por seres humanos y por tanto no temerles, sino auténticas "locomotoras" con cuernos, que embistan, pisoteen, mayuguen, contusionen, aplasten, etc., a quienes quieran sentir el fluir de la adrenalina, pero eso si, bajo ninguna circunstancia permitir se maltrate al animal, pues el semoviente no se encuentra ahí por voluntad propia, sino por voluntad de los seres humanos que quieren "divertirse". Por lo que, sería la decisión de cada quien, ser o no ser. Les aseguro, la afluencia de público se incrementaría.

correo: losbuenosdias @ gmail.com

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