¡UNOS ABOGADOS ARREPENTIDOS!
¡UNOS ABOGADOS ARREPENTIDOS!
Sólo falta que ahora caiga nieve sobre la península de Yucatán y los osos polares vengan a vacacionar a Cancún. Realmente es de risa la nota periodística en donde los abogados que estaban al frente de la defensa del caso Jean Succar Kuri, declaran "arrepentirse" por haberlo tomado y además hasta han escrito un libro al respecto llamado: "En las entrañas del monstruo" ¡Qué cosas!, hasta dónde se ha denigrado la profesión de la abogacía, en principio porque un buen abogado jamás se arrepiente, así tenga que defender al diablo mismo, considerando haya aceptado llevar el asunto del mismo Mefistófeles. Que el cliente no tenga dinero, que fallaron los recursos y por lógica los jurisconsultos no trabajan de a "grapa" y por ello den por terminada la relación profesional con su cliente, es otro cantar, pero, incluso en estos casos debe prevalecer algo que se llama "ética" y "confidencialidad", por lo que, los abogados podrán dar por concluida la relación profesional, pero, no por ello, por espantosa y terrible que sea la realidad del defendido ¡Nunca!, el abogado debe hablar del asunto.
LA OBLIGACION DE TODO ABOGADO ES PROBAR LA INOCENCIA DE SU CLIENTE
Una de las primeras enseñanzas que se dan en la Facultad de Derecho (al menos a mí si me tocó nos lo dijeran en varias clases todos los catedráticos que nos dieron clases, sobre todo los de Derecho Penal, por cierto, el licenciado Francisco Loyo Ramos fue uno de ellos), es que se debe escuchar siempre a quien acuda a buscar ayuda y desde ahí se analiza y decide en base a esto si se procede a llevar o no el caso, pero, bajo ninguna circunstancia se debe hacer público lo declarado por el cliente. Incluso, aun en el caso de que el abogado sepa de que su cliente es culpable, tiene, en el caso de que acepte ser el litigante, de buscar la manera de probar la inocencia del mismo. Todo lo demás no es sino hacerle al cuento, al enzarapado y en el tema que ahora nos ocupa, subirse a la estela de fama y prestigio que ha obtenido con el caso la periodista Lydia Cacho, para también ahora los abogados hacerle a los escritores "arrepentidos" ¡Mentira!, no hay nada en el mundo como un abogado arrepentido, esas son pamplinas, peor aún con la cantidad de dinero que se maneja y se ha manejado en el caso de Jean Succar Kuri (que si algo le gusta a los profesionales del Derecho -como a todo ser humano normal, cabe explicarlo- ¡Es el billete!).
EN EUA Y OTROS PAÍSES LES CANCELARÍAN SUS CEDULAS PROFESIONALES
De ser la cuestión en nuestro país un tanto estricta en materia del ejercicio de la abogacía, como se encuentra organizado gringolandia, estos dos abogados (padre e hijo) metidos ahora a literatos redimidos y redentores, se les estaría cancelando su cédula profesional y, además de enfrentar cargos por revelación de secretos profesionales, lo más seguro es que jamás podrían volver a ejercer la profesión, precisamente por traicionar el secreto profesional con su cliente.
UN ABOGADO EN LO ABSOLUTO ES ¡NI DEBE SER!, UNA HERMANA DE LA CARIDAD
Quien se mete al litigio, muy bien lo sabe, éste no es el llevar la palabra del Señor a los oprimidos y mucho menos a andarle haciendo la competencia a la Madre Teresa, sino enfrentar toda una serie de dificultades y en función al conocimiento del Derecho y de las mañas que haya aprendido, salir adelante dentro de lo que permite el marco del Derecho con los asuntos que lleve. Por lo tanto, este señor Wenceslao Cisneros e hijo Hernán, o no les dieron el dinero que pidieron o sencillamente les vino muy grande el traje y han aprovechado la ocasión para hacer "un libro" sobre el caso de un cliente de quien aceptaron ofrecerle sus servicios profesionales como conocedores del Derecho y, en función a la delación que hacen de lo que se enteraron de su cliente, están incluso cometiendo un delito, falto lógicamente de todo profesionalismo y nula ética.
Todo lo contrario con la señora Lydia Cacho, quien en su carácter de periodista está cumpliendo cabalmente con su función, pero ¿Unos abogados se supone ya muy experimentados? ¡Por favor!
PUEDE SER UN TERRIBLE CRIMINAL, PERO, TIENE DERECHO A LA DEFENSA
A mí en lo personal, por lo que he leído del asunto de Jean Succar Kuri, de ser cierto todo lo que de él se dice, claro de que es un asqueroso criminal, pero, el Derecho otorga la asistencia legal aun al peor de los criminales y los señores Cisneros aceptaron defender el caso y hoy resulta que se han "espantado". Resultando con su acción tan criminales o peores aún que el mismo cliente.
http://losbuenosdias.blogspot.com
correo: losbuenosdias@email.com
¿Tus fotos son un desorden? La solución a tus males se llama Galería fotográfica de Windows Live
Sólo falta que ahora caiga nieve sobre la península de Yucatán y los osos polares vengan a vacacionar a Cancún. Realmente es de risa la nota periodística en donde los abogados que estaban al frente de la defensa del caso Jean Succar Kuri, declaran "arrepentirse" por haberlo tomado y además hasta han escrito un libro al respecto llamado: "En las entrañas del monstruo" ¡Qué cosas!, hasta dónde se ha denigrado la profesión de la abogacía, en principio porque un buen abogado jamás se arrepiente, así tenga que defender al diablo mismo, considerando haya aceptado llevar el asunto del mismo Mefistófeles. Que el cliente no tenga dinero, que fallaron los recursos y por lógica los jurisconsultos no trabajan de a "grapa" y por ello den por terminada la relación profesional con su cliente, es otro cantar, pero, incluso en estos casos debe prevalecer algo que se llama "ética" y "confidencialidad", por lo que, los abogados podrán dar por concluida la relación profesional, pero, no por ello, por espantosa y terrible que sea la realidad del defendido ¡Nunca!, el abogado debe hablar del asunto.
LA OBLIGACION DE TODO ABOGADO ES PROBAR LA INOCENCIA DE SU CLIENTE
Una de las primeras enseñanzas que se dan en la Facultad de Derecho (al menos a mí si me tocó nos lo dijeran en varias clases todos los catedráticos que nos dieron clases, sobre todo los de Derecho Penal, por cierto, el licenciado Francisco Loyo Ramos fue uno de ellos), es que se debe escuchar siempre a quien acuda a buscar ayuda y desde ahí se analiza y decide en base a esto si se procede a llevar o no el caso, pero, bajo ninguna circunstancia se debe hacer público lo declarado por el cliente. Incluso, aun en el caso de que el abogado sepa de que su cliente es culpable, tiene, en el caso de que acepte ser el litigante, de buscar la manera de probar la inocencia del mismo. Todo lo demás no es sino hacerle al cuento, al enzarapado y en el tema que ahora nos ocupa, subirse a la estela de fama y prestigio que ha obtenido con el caso la periodista Lydia Cacho, para también ahora los abogados hacerle a los escritores "arrepentidos" ¡Mentira!, no hay nada en el mundo como un abogado arrepentido, esas son pamplinas, peor aún con la cantidad de dinero que se maneja y se ha manejado en el caso de Jean Succar Kuri (que si algo le gusta a los profesionales del Derecho -como a todo ser humano normal, cabe explicarlo- ¡Es el billete!).
EN EUA Y OTROS PAÍSES LES CANCELARÍAN SUS CEDULAS PROFESIONALES
De ser la cuestión en nuestro país un tanto estricta en materia del ejercicio de la abogacía, como se encuentra organizado gringolandia, estos dos abogados (padre e hijo) metidos ahora a literatos redimidos y redentores, se les estaría cancelando su cédula profesional y, además de enfrentar cargos por revelación de secretos profesionales, lo más seguro es que jamás podrían volver a ejercer la profesión, precisamente por traicionar el secreto profesional con su cliente.
UN ABOGADO EN LO ABSOLUTO ES ¡NI DEBE SER!, UNA HERMANA DE LA CARIDAD
Quien se mete al litigio, muy bien lo sabe, éste no es el llevar la palabra del Señor a los oprimidos y mucho menos a andarle haciendo la competencia a la Madre Teresa, sino enfrentar toda una serie de dificultades y en función al conocimiento del Derecho y de las mañas que haya aprendido, salir adelante dentro de lo que permite el marco del Derecho con los asuntos que lleve. Por lo tanto, este señor Wenceslao Cisneros e hijo Hernán, o no les dieron el dinero que pidieron o sencillamente les vino muy grande el traje y han aprovechado la ocasión para hacer "un libro" sobre el caso de un cliente de quien aceptaron ofrecerle sus servicios profesionales como conocedores del Derecho y, en función a la delación que hacen de lo que se enteraron de su cliente, están incluso cometiendo un delito, falto lógicamente de todo profesionalismo y nula ética.
Todo lo contrario con la señora Lydia Cacho, quien en su carácter de periodista está cumpliendo cabalmente con su función, pero ¿Unos abogados se supone ya muy experimentados? ¡Por favor!
PUEDE SER UN TERRIBLE CRIMINAL, PERO, TIENE DERECHO A LA DEFENSA
A mí en lo personal, por lo que he leído del asunto de Jean Succar Kuri, de ser cierto todo lo que de él se dice, claro de que es un asqueroso criminal, pero, el Derecho otorga la asistencia legal aun al peor de los criminales y los señores Cisneros aceptaron defender el caso y hoy resulta que se han "espantado". Resultando con su acción tan criminales o peores aún que el mismo cliente.
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correo: losbuenosdias@email.com
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