ACCIÓN DE GRAN TRASCENDENCIA Y ENORME RESPONSABILIDAD
ACCIÓN DE GRAN TRASCENDENCIA Y ENORME RESPONSABILIDAD
¿A qué me refiero en el título? ¡a la docencia! Pues miren que enseñar es tal vez la acción y responsabilidad más delicada del ser humano, o sea, de aquel que se dedica a vertir saber en sus semejantes. En virtud de que en sus manos está la formación de personas, pueblos y naciones.
"LA VERDAD OS HARÁ LIBRES"
Es a través de la enseñanza como se van levantando las personas en lo individual y los pueblos en lo general. Al contrario, en la ignorancia, en el analfabetismo, en la incultura, en el desconocimiento se da pauta a mantener a la comunidad en la oscuridad, en el retroceso.
En otras ocasiones les he comentado que por lo regular en la Historia Universal y lógicamente en la de nuestro país, vemos un sin fin de ejemplos de como las clases dominantes siempre se cuidaron de mantener en la ignorancia a las masas, a fin de que éstas no se revelaran ante los abusos que se les ejercían. Sobre todo en lugares en donde prevalecía la terrible institución de la esclavitud, bajo pena de muerte se les prohibía a los esclavos aprender a leer y a escribir y a quien los enseñara, con fuertes penas corporales ¿por qué?, por la sencilla razón de que en tanto la gente se encuentre en la ignorancia no tendrá grandes elementos y recursos para protestar por su condición de sometimiento y será mucho más fácil mantener a los sometidos en tal condición.
ES DE HUMANOS ERRAR, PERO HAY QUE LEVANTARSE
Obvio, es parte de la misma naturaleza humana errar y vemos como pueblos que han dado al mundo genios como Goethe, Beethoven, Juan Sebastián Bach, Mozart, etc., han dado lugar a etapas tan degradantes de la humanidad como la del nazismo. Pero, esto no ha sido privativo del pueblo alemán, pues hoy por hoy tenemos el terrible ejemplo de lo que sucede en todo el mundo con el militarismo de los EUA.
Pero, lo que hoy quiero resaltar en este espacio, es la importancia, trascendencia y responsabilidad del maestro, mentor, profesor o preceptor, de transmitir saber a sus educandos. Y aparejado con el saber y el conocimiento, va de por medio indiscutiblemente la influencia que todo profe ejerce sobre el alumno y que resulta fundamental en la formación no sólo intelectual sino de ser humano del estudiante.
Por ello, todos aquellos que han optado por esta actividad que mucho tiene de apostolado y martirio, la deben ejercer con todo el cariño y pasión que requiere el enseñar y a la vez ser ejemplo para infinidad de personas, sobre todo en su etapa formativa de su personalidad y como futuros ciudadanos integrantes y en lo futuro dirigentes de una comunidad.
CON TALES ACCIONES NI PROFESORES PARECEN
Por ejemplo, es terrible ver los nada edificantes ejemplos los que diciéndose maestros van en sus marchas, por lo regular en el D.F. obstruyendo y destruyendo todo a su paso, cual hordas de Atila ¿es esto un ejemplo edificante? ¡Claro que no! ¿Con qué cara y estatura moral pueden reclamar o llamar la atención a un alumno a fin de enmendar su conducta? Con ninguna.
LOS RECUERDOS DE ANTAÑO
Tal y como se los he platicado, en mi época de alumno de primaria, recuerdo a mis profesoras luego no les llegaba en tiempo su pago y había ocasiones (por los comentarios que escuchábamos cuando platicaban entre profesores a lo hora del recreo), en que hasta cuatro o cinco meses no les llegaba el pago. Pero ni de chiste dejaban de ir a dar clases los profesores, nunca pedían permiso (y creo jamás se les hubiese concedido) "para ir a cobrar", ni para "juntas" o "marchar", no había "puentes" y no obstante los métodos de enseñanza estaban harto a la "antigüita", saliendo de sexto año nos sabíamos muy bien las fechas patrias y los héroes en sus respectivas épocas.
LOS GRANDES MAESTROS DE LA ANTIGÜEDAD
Pero, para no estar escribiendo mis "memorias de viejito", vuelvo a hacer las anotaciones sobre el enorme personaje que es un maestro. Incluso, desde la antigüedad, con el mismo Sócrates, que como expresa Napoleón Hill: "La decisión de Sócrates de beber la copa de veneno antes que comprometer sus creencias personales, fue muy valerosa. En aquel momento se adelantaron mil años de Historia y se concedió a la gente aún no nacida el derecho a la libertad de acción y de palabra." ¡Y no defraudó a sus alumnos! Pasando luego por su alumno (posteriormente maestro en su academia) Platón, para completar la trilogía con Aristóteles, a su vez alumno de éste último y después también ilustre maestro (fue el mentor de Alejandro Magno), estos tres personajes, con su sabiduría, honradez, pero más que nada, entereza y grandeza de espíritu, legaron a la humanidad un tremendo ejemplo de lo que debe ser quien se dedique a la formación y enseñanza de otro ser humano.
MIS GRANDES Y MUY SIGNIFICATIVOS MAESTROS
Lógico, no dejaré pasar la ocasión para hacer mención de mis grandes maestras de la primaria, Luz María Ventura Limón y mi profesora Evangelina Ruiz Ferto, quien en sus clases de geografía me enseñó a viajar por todo el mundo. Y ni qué decir de mi gran maestro, amigo y benefactor, el siempre muy bien recordado Don Juan Malpica Mimendi, gran personaje de enorme humanismo, cuyo quehacer, ejemplo y pensamiento lejos de decrecer aumenta con el tiempo, precisamente por haber sido siempre congruente su gran actividad periodística con su forma de ser y vivir. Así como mi otro maestro en las lides periodísticas, el profesorazo Alfonso Valencia Ríos.
REPROBADO PERO FUI EL ULTIMO ALUMNO
Que, cabe hacer y reiterar la observación, de que algunos "bien intencionados" del ámbito periodístico, no les cabe ni aceptan (no obstante y hasta en calidad de reprobado), haya yo tenido el enorme honor y lujo, de ser el último alumno de Don Juan Malpica Mimendi y del maestro Valencia, pero...qué le vamos a hacer si así fue e incluso hay testimonios (¡Suertudote de yo! ¿A poco no?)
Correo: losbuenosdias@gmail.com
¿A qué me refiero en el título? ¡a la docencia! Pues miren que enseñar es tal vez la acción y responsabilidad más delicada del ser humano, o sea, de aquel que se dedica a vertir saber en sus semejantes. En virtud de que en sus manos está la formación de personas, pueblos y naciones.
"LA VERDAD OS HARÁ LIBRES"
Es a través de la enseñanza como se van levantando las personas en lo individual y los pueblos en lo general. Al contrario, en la ignorancia, en el analfabetismo, en la incultura, en el desconocimiento se da pauta a mantener a la comunidad en la oscuridad, en el retroceso.
En otras ocasiones les he comentado que por lo regular en la Historia Universal y lógicamente en la de nuestro país, vemos un sin fin de ejemplos de como las clases dominantes siempre se cuidaron de mantener en la ignorancia a las masas, a fin de que éstas no se revelaran ante los abusos que se les ejercían. Sobre todo en lugares en donde prevalecía la terrible institución de la esclavitud, bajo pena de muerte se les prohibía a los esclavos aprender a leer y a escribir y a quien los enseñara, con fuertes penas corporales ¿por qué?, por la sencilla razón de que en tanto la gente se encuentre en la ignorancia no tendrá grandes elementos y recursos para protestar por su condición de sometimiento y será mucho más fácil mantener a los sometidos en tal condición.
ES DE HUMANOS ERRAR, PERO HAY QUE LEVANTARSE
Obvio, es parte de la misma naturaleza humana errar y vemos como pueblos que han dado al mundo genios como Goethe, Beethoven, Juan Sebastián Bach, Mozart, etc., han dado lugar a etapas tan degradantes de la humanidad como la del nazismo. Pero, esto no ha sido privativo del pueblo alemán, pues hoy por hoy tenemos el terrible ejemplo de lo que sucede en todo el mundo con el militarismo de los EUA.
Pero, lo que hoy quiero resaltar en este espacio, es la importancia, trascendencia y responsabilidad del maestro, mentor, profesor o preceptor, de transmitir saber a sus educandos. Y aparejado con el saber y el conocimiento, va de por medio indiscutiblemente la influencia que todo profe ejerce sobre el alumno y que resulta fundamental en la formación no sólo intelectual sino de ser humano del estudiante.
Por ello, todos aquellos que han optado por esta actividad que mucho tiene de apostolado y martirio, la deben ejercer con todo el cariño y pasión que requiere el enseñar y a la vez ser ejemplo para infinidad de personas, sobre todo en su etapa formativa de su personalidad y como futuros ciudadanos integrantes y en lo futuro dirigentes de una comunidad.
CON TALES ACCIONES NI PROFESORES PARECEN
Por ejemplo, es terrible ver los nada edificantes ejemplos los que diciéndose maestros van en sus marchas, por lo regular en el D.F. obstruyendo y destruyendo todo a su paso, cual hordas de Atila ¿es esto un ejemplo edificante? ¡Claro que no! ¿Con qué cara y estatura moral pueden reclamar o llamar la atención a un alumno a fin de enmendar su conducta? Con ninguna.
LOS RECUERDOS DE ANTAÑO
Tal y como se los he platicado, en mi época de alumno de primaria, recuerdo a mis profesoras luego no les llegaba en tiempo su pago y había ocasiones (por los comentarios que escuchábamos cuando platicaban entre profesores a lo hora del recreo), en que hasta cuatro o cinco meses no les llegaba el pago. Pero ni de chiste dejaban de ir a dar clases los profesores, nunca pedían permiso (y creo jamás se les hubiese concedido) "para ir a cobrar", ni para "juntas" o "marchar", no había "puentes" y no obstante los métodos de enseñanza estaban harto a la "antigüita", saliendo de sexto año nos sabíamos muy bien las fechas patrias y los héroes en sus respectivas épocas.
LOS GRANDES MAESTROS DE LA ANTIGÜEDAD
Pero, para no estar escribiendo mis "memorias de viejito", vuelvo a hacer las anotaciones sobre el enorme personaje que es un maestro. Incluso, desde la antigüedad, con el mismo Sócrates, que como expresa Napoleón Hill: "La decisión de Sócrates de beber la copa de veneno antes que comprometer sus creencias personales, fue muy valerosa. En aquel momento se adelantaron mil años de Historia y se concedió a la gente aún no nacida el derecho a la libertad de acción y de palabra." ¡Y no defraudó a sus alumnos! Pasando luego por su alumno (posteriormente maestro en su academia) Platón, para completar la trilogía con Aristóteles, a su vez alumno de éste último y después también ilustre maestro (fue el mentor de Alejandro Magno), estos tres personajes, con su sabiduría, honradez, pero más que nada, entereza y grandeza de espíritu, legaron a la humanidad un tremendo ejemplo de lo que debe ser quien se dedique a la formación y enseñanza de otro ser humano.
MIS GRANDES Y MUY SIGNIFICATIVOS MAESTROS
Lógico, no dejaré pasar la ocasión para hacer mención de mis grandes maestras de la primaria, Luz María Ventura Limón y mi profesora Evangelina Ruiz Ferto, quien en sus clases de geografía me enseñó a viajar por todo el mundo. Y ni qué decir de mi gran maestro, amigo y benefactor, el siempre muy bien recordado Don Juan Malpica Mimendi, gran personaje de enorme humanismo, cuyo quehacer, ejemplo y pensamiento lejos de decrecer aumenta con el tiempo, precisamente por haber sido siempre congruente su gran actividad periodística con su forma de ser y vivir. Así como mi otro maestro en las lides periodísticas, el profesorazo Alfonso Valencia Ríos.
REPROBADO PERO FUI EL ULTIMO ALUMNO
Que, cabe hacer y reiterar la observación, de que algunos "bien intencionados" del ámbito periodístico, no les cabe ni aceptan (no obstante y hasta en calidad de reprobado), haya yo tenido el enorme honor y lujo, de ser el último alumno de Don Juan Malpica Mimendi y del maestro Valencia, pero...qué le vamos a hacer si así fue e incluso hay testimonios (¡Suertudote de yo! ¿A poco no?)
Correo: losbuenosdias@gmail.com
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