URGE LA EDUCACION VIAL EN LA CIUDADANIA
URGE LA EDUCACION VIAL EN LA CIUDADANIA
Leyendo el otro día el Editorial de este gran diario, vi los conceptos vertidos ahí respecto a la vialidad y no puedo estar más que de acuerdo con éstos y, efectivamente, es la falta de precaución, conciencia y una crasa ausencia de respeto por la norma de tránsito lo que está convirtiendo a nuestras ciudades en auténticas selvas de automovilistas y peatones.
NADIE RESPETA LA NORMA DE TRANSITO
Pues, tal y como se señala en el escrito de referencia, la culpa no es sólo de los automovilistas, sino también de los peatones y usuarios del transporte urbano. Simple, sencilla y llanamente todos nos sentimos "Juan Camaney" y la calle nos la han escriturado a todos y cada uno de los ciudadanos y podemos hacer en ella y de ella cuanto nos venga en gana en el más absoluto detrimento del resto de la ciudadanía, y de ahí el caos en que luego vivimos en la vía pública.
LOS COLEGIOS, TANTO PRIVADOS COMO PÚBLICOS ¡UN CAOS!
Claro, el más conspicuo ejemplo de la anarquía ciudadana en la conducción de automóviles y cruce de calles lo tenemos en la entrada y salida de las escuelas públicas y privadas ¡Todas, absolutamente todas!, son ocasión de un tremendo caos en los alrededores; sólo es cuestión de irle a preguntar a los vecinos de dichos colegios el vía crucis que pasan por la invasión o ataque al más puro estilo de la aviación nazi en sus "blitzkrieg", de pronto, a hora determinada, todo el vecindario se ve invadido por los automóviles de los padres de familia que llevan a sus hijos al colegio o pasan a recogerlos. Y se diga en la entrada de los colegios, es un abigarramiento de automóviles, en tal y total anarquía, que gracias a que la virgencita de Guadalupe debe estar de agente de tránsito no sale aplastado un chamaco o un adulto. En los alrededores, los vecinos deben sufrir la invasión de sus entradas de cocheras, incluso en segunda y tercera fila, pues bajo la máxima de "que tanto es tantito", ya bien los padres, madres o
familiares que llevan al o los querubines al colegio, dejan estacionado el auto como se les da la gana para luego volver con enorme cachaza y como si nada hubiese pasado a abordar el auto y así hasta el infinito. ¿Se imaginan la clase de urbanidad y civismo que esos pequeños están recibiendo por parte de sus progenitores y mayores? La indisciplina, el agendalle y la prepotencia ante todo. Y luego escuchamos a los padres quejarse de la actitud de los hijos.
LA JOYA DE LA CORONA SON LOS TAXIS Y LAS BLINDADAS
Pero, en horas normales, la verdadera joya de la corona son los taxistas y las camionetas blindadas de "seguridad". Se estacionan y paran en donde se les da su real y regalada gana, en el caso de las blindadas, lo mejor es salir huyendo, pues siempre se baja de ellas uno o dos tipos mal encarados (esto es lo de menos), portando pavorosas escopetas (he aquí lo peligroso, pues si no respetan ellos mismos la ley, que se supone deben estar resguardando, lo más seguro es que ni sepan entonces usar el arma y a lo puro tarugo la traigan cargando). Los inefables taxistas, cual si trajeran trailes, se dan la vuelta desde un extremo de la calle al otro, si van con pasaje no respetan nada y quisieran volar; ahora, si van vacíos, van cual cortejo fúnebre a vuelta de rueda esperando alguien les haga la parada y a tal velocidad van deteniendo todo el tráfico y si de pronto aparece el ansiado pasaje, se paran en donde les hacen la parada y todos los demás vehículos detrás del taxi deben esperar, primero, a que el conductor
llegue al acuerdo de la tarifa con el solicitando del servicio y después, aguantar a que se suban en forma por demás parsimoniosa al taxi.
LAMENTABLEMENTE VERACRUZ HA CRECIDO EN TODO SENTIDO
Y hombre, si estuviéramos en los tiempos de la "noche tibia y callada de Veracruz", no me cabría la menor duda de que nada pasaría, había tiempo para todo y espacio era lo que sobraba. Hoy, lamentablemente todo es prisa, todo el mundo anda sobre reloj tratando de cumplir plazos y las calles hoy están testas de automotores, por lo que debe uno con más ganas respetar las normas de tránsito.
EN CARRETERA TAMBIÉN PRIVA LA IGNORANCIA PARA CONDUCIR
Y si en carretera vamos o se trata de las llamadas vías rápidas ¡Dios mío!, de pronto se encuentra a uno a cada tortuga desplazándose en el carril izquierdo, que es el de rebasar o de alta velocidad y por más que les va uno haciendo señas para que lo dejen a uno pasar, la "tortuga" no se quita, y en cuanto lo rebasa uno por la derecha hasta voltea el conductor pasiflorino a verlo a uno mal encarado por estarle pidiendo el paso. Hay algunos tan ignorantes, que incluso hasta sacan el brazo para hacer el además de que los brinque uno. O sea, no saben lo elemental de las normas de tránsito. Sobre todo que quienes van a baja velocidad deben ir del lado derecho.
NO SABEN NI PARA QUE SON LAS LINEAS DIVISORIAS
Y ¿qué les parecen aquellos choferes que creen las líneas divisorias son para el puro adorno del asfalto?, pues no las respetan para nada.
Esto es por lo que a los conductores respecta, pero, los peatones también tienen lo suyo, cruzan en donde se les da la gana, no por la bocacalles y los semáforos están hechos para los automóviles, ellos, los peatones, sencillamente pueden atravesar en cuanto se les hinche la gana, los semáforos no se hicieron para ellos ¡Ah! Pero eso sí, la culpa de todo es de tránsito por no poner un agente para cada conductor y cada transeúnte!
Correo: losbuenosdias@gmail.com
Leyendo el otro día el Editorial de este gran diario, vi los conceptos vertidos ahí respecto a la vialidad y no puedo estar más que de acuerdo con éstos y, efectivamente, es la falta de precaución, conciencia y una crasa ausencia de respeto por la norma de tránsito lo que está convirtiendo a nuestras ciudades en auténticas selvas de automovilistas y peatones.
NADIE RESPETA LA NORMA DE TRANSITO
Pues, tal y como se señala en el escrito de referencia, la culpa no es sólo de los automovilistas, sino también de los peatones y usuarios del transporte urbano. Simple, sencilla y llanamente todos nos sentimos "Juan Camaney" y la calle nos la han escriturado a todos y cada uno de los ciudadanos y podemos hacer en ella y de ella cuanto nos venga en gana en el más absoluto detrimento del resto de la ciudadanía, y de ahí el caos en que luego vivimos en la vía pública.
LOS COLEGIOS, TANTO PRIVADOS COMO PÚBLICOS ¡UN CAOS!
Claro, el más conspicuo ejemplo de la anarquía ciudadana en la conducción de automóviles y cruce de calles lo tenemos en la entrada y salida de las escuelas públicas y privadas ¡Todas, absolutamente todas!, son ocasión de un tremendo caos en los alrededores; sólo es cuestión de irle a preguntar a los vecinos de dichos colegios el vía crucis que pasan por la invasión o ataque al más puro estilo de la aviación nazi en sus "blitzkrieg", de pronto, a hora determinada, todo el vecindario se ve invadido por los automóviles de los padres de familia que llevan a sus hijos al colegio o pasan a recogerlos. Y se diga en la entrada de los colegios, es un abigarramiento de automóviles, en tal y total anarquía, que gracias a que la virgencita de Guadalupe debe estar de agente de tránsito no sale aplastado un chamaco o un adulto. En los alrededores, los vecinos deben sufrir la invasión de sus entradas de cocheras, incluso en segunda y tercera fila, pues bajo la máxima de "que tanto es tantito", ya bien los padres, madres o
familiares que llevan al o los querubines al colegio, dejan estacionado el auto como se les da la gana para luego volver con enorme cachaza y como si nada hubiese pasado a abordar el auto y así hasta el infinito. ¿Se imaginan la clase de urbanidad y civismo que esos pequeños están recibiendo por parte de sus progenitores y mayores? La indisciplina, el agendalle y la prepotencia ante todo. Y luego escuchamos a los padres quejarse de la actitud de los hijos.
LA JOYA DE LA CORONA SON LOS TAXIS Y LAS BLINDADAS
Pero, en horas normales, la verdadera joya de la corona son los taxistas y las camionetas blindadas de "seguridad". Se estacionan y paran en donde se les da su real y regalada gana, en el caso de las blindadas, lo mejor es salir huyendo, pues siempre se baja de ellas uno o dos tipos mal encarados (esto es lo de menos), portando pavorosas escopetas (he aquí lo peligroso, pues si no respetan ellos mismos la ley, que se supone deben estar resguardando, lo más seguro es que ni sepan entonces usar el arma y a lo puro tarugo la traigan cargando). Los inefables taxistas, cual si trajeran trailes, se dan la vuelta desde un extremo de la calle al otro, si van con pasaje no respetan nada y quisieran volar; ahora, si van vacíos, van cual cortejo fúnebre a vuelta de rueda esperando alguien les haga la parada y a tal velocidad van deteniendo todo el tráfico y si de pronto aparece el ansiado pasaje, se paran en donde les hacen la parada y todos los demás vehículos detrás del taxi deben esperar, primero, a que el conductor
llegue al acuerdo de la tarifa con el solicitando del servicio y después, aguantar a que se suban en forma por demás parsimoniosa al taxi.
LAMENTABLEMENTE VERACRUZ HA CRECIDO EN TODO SENTIDO
Y hombre, si estuviéramos en los tiempos de la "noche tibia y callada de Veracruz", no me cabría la menor duda de que nada pasaría, había tiempo para todo y espacio era lo que sobraba. Hoy, lamentablemente todo es prisa, todo el mundo anda sobre reloj tratando de cumplir plazos y las calles hoy están testas de automotores, por lo que debe uno con más ganas respetar las normas de tránsito.
EN CARRETERA TAMBIÉN PRIVA LA IGNORANCIA PARA CONDUCIR
Y si en carretera vamos o se trata de las llamadas vías rápidas ¡Dios mío!, de pronto se encuentra a uno a cada tortuga desplazándose en el carril izquierdo, que es el de rebasar o de alta velocidad y por más que les va uno haciendo señas para que lo dejen a uno pasar, la "tortuga" no se quita, y en cuanto lo rebasa uno por la derecha hasta voltea el conductor pasiflorino a verlo a uno mal encarado por estarle pidiendo el paso. Hay algunos tan ignorantes, que incluso hasta sacan el brazo para hacer el además de que los brinque uno. O sea, no saben lo elemental de las normas de tránsito. Sobre todo que quienes van a baja velocidad deben ir del lado derecho.
NO SABEN NI PARA QUE SON LAS LINEAS DIVISORIAS
Y ¿qué les parecen aquellos choferes que creen las líneas divisorias son para el puro adorno del asfalto?, pues no las respetan para nada.
Esto es por lo que a los conductores respecta, pero, los peatones también tienen lo suyo, cruzan en donde se les da la gana, no por la bocacalles y los semáforos están hechos para los automóviles, ellos, los peatones, sencillamente pueden atravesar en cuanto se les hinche la gana, los semáforos no se hicieron para ellos ¡Ah! Pero eso sí, la culpa de todo es de tránsito por no poner un agente para cada conductor y cada transeúnte!
Correo: losbuenosdias@gmail.com
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