EL INTERNET VERSUS LOS LIBROS
EL INTERNET VERSUS LOS LIBROS
Muy interesante la nota de un propietario de una librería en Kansas, EUA., que al no poder vender sus libros en función a la poca demanda de los mismos por la competencia del internet, decidió regalarlos, pero, nadie los quiso, amén de no aceptarlos siquiera en donación en librerías y estancos, por ello decidió quemarlos, pero, al estarlo haciendo llegaron los bomberos y le apagaron el fuego en virtud de no contar con la autorización para hacer fuego.
ME HE DEDICADO A LA ACUMULACION DE LIBROS ¡DE TODOS!
Yo casi no leo, pero, admito que me gustan mucho los libros y desde mi adolescencia me he dedicado a coleccionarlos y me encanta entrar a lo que llamo mi "sancta sanctórum", en donde tengo libros de pared a pared y al apoltronarme en mi escritorio y sacar alguno de ellos y comenzar a consultarlos. Esto, sin pretender ser esnob, me trae más satisfacción que aquello encontrado luego en el internet. Claro, el internet como medio de consulta es excelente, pero, indiscutiblemente que jamás podrá sustituir al libro.
¡COMERCIALAZO!
Por cierto, aprovecho para hacer el anuncio y solicitud, en virtud de que ya parezco frijol en olla en mi casa, ando buscando algo bueno, bonito y barato de planta baja (porque ya voy para viejo que ni los domingos pierdo), en donde quepan mis libros y yo (hasta eso, no soy exigente). Si me dan buen precio le entro a la compra: se aceptan ofertas y sugerencias.
ES UNA INNOVACIÓN TOTALMENTE JUVENIL
Indiscutiblemente las jóvenes generaciones han encontrado en internet y todo lo que ofrece el ciberespacio una opción informativa y formativa, que incuestionablemente la hubiésemos querido haber experimentado aunque en una ínfima parte los de nuestra generación. Pues había luego que remarle bastante duro para encontrar buenos libros de consulta. Pero (aquí viene el incómodo pero), los jóvenes en su mayoría, al no haber estado en contacto con los libros, consideran lógicamente como la última palabra elevada a categoría de axioma lo expuesto en el internet y lamentablemente hay luego algunas confusiones y lógicamente tremendas lagunas informativas.
SE PUEDEN IR CON LA FINTA TODOS ESTOS BUENOS JOVENAZOS
Por ejemplo, el otro día, sosteniendo un muy divertido, cuanto interesante diálogo con un jovenazo en función a lo que luego aquí escribo, el joven me refutó el haberle hecho algunas observaciones sobre su ortografía (yo tengo mis gazapos y peor aún con los "duendes de la redacción", por no decir los "correctores", que luego destrozan todavía lo poco que queda por destruir), esto, claro en función a ese pedestal al que siempre se alude cuando se es joven y se ignora y se niega luego uno a creer que "más sabe el diablo por viejo que por diablo". El imberbe crítico me hizo la observación sobre el verbo "echar" del que yo había echado mano para hacer una exposición. Ahí él me expone (supongo yo), lo que primeramente encontró en el internet. En donde se negaba la existencia de tal palabra.
EL VERBO EXISTE Y ESTA EN EL DICCIONARIO
Al ver este manifiesto gazapo, pero a la vez férrea defensa (casi rayando en el fundamentalismo de mi amable lector), di por terminada la polémica pues ya no vi enriquecedor el debatir. Cuando que habría sido un tanto simple haberse ido al diccionario en lugar de al internet, para encontrar: ECHAR, verbo transitivo, (del latín iectare, arrojar). Lanzar: echar un papel por la ventana (sinónimo de tirar, arrojar, desechar), etc.
El Larousse sigue dando toda una gama de ejemplos en donde entraba la expresión por mi utilizada. Pero, al ver la precaria, pero enérgica posición de mi contendiente, preferí callar y dejar todo por la paz. Pues, efectivamente me encanta la alegata, pero incuestionablemente la constructiva, sobre todo con gente que pueda manejar la ironía (el maestro Alfonso Valencia Ríos manejaba magistralmente la ironía y con él jamás adopté la irreverente actitud de "discutir" -no le hubiese aguantado ni dos rounds-, sino me gustaba mucho platicar con él y escucharlo).
LE GANO LA JUVENTUD
En fin, el jovenazo se dejó ganar por el natural ímpetu de sus años y por lo tanto di unilateralmente por concluido el intercambio epistolar.
Pero, hoy que vi el asunto este de la quema de los libros y leer el razonamiento y motivo por el cual se realizaba, bueno, pues mueve a la reflexión y a tratar de exponer toda una gama de supuestos argumentos válidos para fortalecer la prevalecencia del libro sobre otro tipo de método de consulta.
Es lógico, la juventud debe irse hacia lo novedoso, pero, no se les debe dejar de mostrar las bondades y ventajas de un libro, sobre todo si este es de notable calidad en función al contenido.
Correo: losbuenosdias@gmail.com
Muy interesante la nota de un propietario de una librería en Kansas, EUA., que al no poder vender sus libros en función a la poca demanda de los mismos por la competencia del internet, decidió regalarlos, pero, nadie los quiso, amén de no aceptarlos siquiera en donación en librerías y estancos, por ello decidió quemarlos, pero, al estarlo haciendo llegaron los bomberos y le apagaron el fuego en virtud de no contar con la autorización para hacer fuego.
ME HE DEDICADO A LA ACUMULACION DE LIBROS ¡DE TODOS!
Yo casi no leo, pero, admito que me gustan mucho los libros y desde mi adolescencia me he dedicado a coleccionarlos y me encanta entrar a lo que llamo mi "sancta sanctórum", en donde tengo libros de pared a pared y al apoltronarme en mi escritorio y sacar alguno de ellos y comenzar a consultarlos. Esto, sin pretender ser esnob, me trae más satisfacción que aquello encontrado luego en el internet. Claro, el internet como medio de consulta es excelente, pero, indiscutiblemente que jamás podrá sustituir al libro.
¡COMERCIALAZO!
Por cierto, aprovecho para hacer el anuncio y solicitud, en virtud de que ya parezco frijol en olla en mi casa, ando buscando algo bueno, bonito y barato de planta baja (porque ya voy para viejo que ni los domingos pierdo), en donde quepan mis libros y yo (hasta eso, no soy exigente). Si me dan buen precio le entro a la compra: se aceptan ofertas y sugerencias.
ES UNA INNOVACIÓN TOTALMENTE JUVENIL
Indiscutiblemente las jóvenes generaciones han encontrado en internet y todo lo que ofrece el ciberespacio una opción informativa y formativa, que incuestionablemente la hubiésemos querido haber experimentado aunque en una ínfima parte los de nuestra generación. Pues había luego que remarle bastante duro para encontrar buenos libros de consulta. Pero (aquí viene el incómodo pero), los jóvenes en su mayoría, al no haber estado en contacto con los libros, consideran lógicamente como la última palabra elevada a categoría de axioma lo expuesto en el internet y lamentablemente hay luego algunas confusiones y lógicamente tremendas lagunas informativas.
SE PUEDEN IR CON LA FINTA TODOS ESTOS BUENOS JOVENAZOS
Por ejemplo, el otro día, sosteniendo un muy divertido, cuanto interesante diálogo con un jovenazo en función a lo que luego aquí escribo, el joven me refutó el haberle hecho algunas observaciones sobre su ortografía (yo tengo mis gazapos y peor aún con los "duendes de la redacción", por no decir los "correctores", que luego destrozan todavía lo poco que queda por destruir), esto, claro en función a ese pedestal al que siempre se alude cuando se es joven y se ignora y se niega luego uno a creer que "más sabe el diablo por viejo que por diablo". El imberbe crítico me hizo la observación sobre el verbo "echar" del que yo había echado mano para hacer una exposición. Ahí él me expone (supongo yo), lo que primeramente encontró en el internet. En donde se negaba la existencia de tal palabra.
EL VERBO EXISTE Y ESTA EN EL DICCIONARIO
Al ver este manifiesto gazapo, pero a la vez férrea defensa (casi rayando en el fundamentalismo de mi amable lector), di por terminada la polémica pues ya no vi enriquecedor el debatir. Cuando que habría sido un tanto simple haberse ido al diccionario en lugar de al internet, para encontrar: ECHAR, verbo transitivo, (del latín iectare, arrojar). Lanzar: echar un papel por la ventana (sinónimo de tirar, arrojar, desechar), etc.
El Larousse sigue dando toda una gama de ejemplos en donde entraba la expresión por mi utilizada. Pero, al ver la precaria, pero enérgica posición de mi contendiente, preferí callar y dejar todo por la paz. Pues, efectivamente me encanta la alegata, pero incuestionablemente la constructiva, sobre todo con gente que pueda manejar la ironía (el maestro Alfonso Valencia Ríos manejaba magistralmente la ironía y con él jamás adopté la irreverente actitud de "discutir" -no le hubiese aguantado ni dos rounds-, sino me gustaba mucho platicar con él y escucharlo).
LE GANO LA JUVENTUD
En fin, el jovenazo se dejó ganar por el natural ímpetu de sus años y por lo tanto di unilateralmente por concluido el intercambio epistolar.
Pero, hoy que vi el asunto este de la quema de los libros y leer el razonamiento y motivo por el cual se realizaba, bueno, pues mueve a la reflexión y a tratar de exponer toda una gama de supuestos argumentos válidos para fortalecer la prevalecencia del libro sobre otro tipo de método de consulta.
Es lógico, la juventud debe irse hacia lo novedoso, pero, no se les debe dejar de mostrar las bondades y ventajas de un libro, sobre todo si este es de notable calidad en función al contenido.
Correo: losbuenosdias@gmail.com
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