¡MUCHAS FELICIDADES A TODAS LAS MAMÁS!
¡MUCHAS FELICIDADES A TODAS LAS MAMÁS!
En función a que la fecha lo amerita y sin afán de caer, ni en lo cursi y mucho menos en lo melodramático y a petición de algunos amables lectores que al deceso de Doña Elvira me solicitaron no dejar de escribir sobre mis avatares con ella, hoy con motivo del Día de las Madres, además de enviar un saludo y una felicitación muy, pero muy merecida para todas ellas: ¡Las mamás!
Procedo a arrancar a la melancolía inspiración, y a la alegría un gajo, me voy a la mitad del foro y exclamo: "¡Mamáááááá!" (le acabo de dar en la torre al inicio de "Suave Patria").
Y, no obstante la extraño y en ocasiones hasta llego a pensar se encuentra de vacaciones con alguno de mis hermanos, siempre caigo en la cuenta no está más entre nosotros, pero, vienen a mi mente toda esa gama de sucesos en que invariablemente ella estaba con el tomahauk en ristre, proporcionando momentos realmente memorables.
ELLA TODA TERNURA Y AMOR
De todo el tiempo, al llegar a la casa al mediodía, ella estaba mirando la T.V. muy apoltronada en el sofá y con el ritual acostumbrado saludaba y le decía: "¡Ya llegué madre! ¿Cómo te encuentras?". Y venía la acostumbrada respuesta de: "Bien hijo, cada día más vieja", sin retirar la mirada de la TV. Al subir la escalera hacia mi recámara, siempre lograba verla a través del rellano en la escalera y a todo pulmón le gritaba algún cumplido, como: "¡Gotzila". Ella todo amor y ternura me reviraba presta y precisa: "¡Tu madre cabrón!". Y yo prorrumpía en carcajadas en lo que ella en su mismo tono lleno de ternura dejaba escuchar: "Pero ahorita que bajes te compongo".
¡AAH! LAS MENTADAS TELEFONICAS DE LOS "ADMIRADORES"
No creo ser el único escribidor que en el ejercicio de la profesión reciba "mentadas" telefónicas (mismas que ha bajado en número desde la aparición del correo electrónico), pero, en cuanto era del conocimiento de mi madre que la recordaban vía mía a través del teléfono, en llegando yo a casa me pasaba al costo el suceso y me decía: "En cuanto te llamen diles que si tienes madre ¡Y mucha! (de ahí el título de la presente "calumnia", porque no pienso adelgazar".
¡HOMBRE! NO CUMPLIO SU AMENAZA DE VIVIR HASTA LOS 100
Lamento mucho no haya cumplido su amenaza de vivir hasta los cien años de edad, pues todavía me estaría peleando amistosamente con ella, pero, me siento muy afortunado de que me tocara el tremendo calibre de mamá del que tuve la fortuna me concibiera. Pues paradójicamente y no obstante la consideré siempre una mujer valiente, arrojada e intrépida. Que hasta le decía se le había escapado a los Aliados del juicio de Nüremberg (donde fueran enjuiciados los pocos nazis capturados), pues indiscutiblemente tenía una casta guerrera comparaba sólo con la manifestada por las juventudes hitlerianas. Hasta el último momento mostró que es tesis aquello de: "genio y figura hasta la sepultura".
NUNCA PERDIO LA COMPOSTURA, NI LA PRESTANCIA
Pues en su lecho de enferma, siempre estuvo mandona, dicharachera, haciendo gala de humor en todo momento, que con las carcajadas que se proferían en el cuarto 210 del San Francisco, como les conté ya en una ocasión, llegué a temer en ocasiones las religiosas de ahí nos vinieran a callar o a echar a la calle con todo y enferma. Pero no, las religiosas estuvieron más que a la altura durante los 6 días que duró la partida de mi madre de este maravilloso misterio llamado vida.
Por lo tanto, aprovechando el día, reitero mi más absoluta felicitación para todas las mamás, que realmente mucho tienen de heroínas en virtud a todo lo que deben desarrollar en bienestar de sus familias.
REALMENTE UNA BENDICION TENER MAMI Y DISFRUTARLA
Por lo tanto, todos aquellos que aún tengan madre (me refiero a la autora de sus días), me uno a la recomendación que hacen todos aquellos que físicamente la han perdido: gocen, disfruten, vacilen y sobre todo apapachen a sus mamis. Pues una vez que se marchan, así se dediquen a montar guardia permanente en el cementerio no remedian ni recuperan nada ¡Todo en vida!
Amén que debe ser altamente escatológico, triste y casi un caso para mi amigo el psiquiatra, el Dr. Alejandro Córdova, el ir seguido a los cementerios (al menos para mí lo es y, salvo por los sepelios ¡Nunca visito "muertos"! Ni para llevar flores, que además ahora los floreros producen los mosquitos del dengue ¡Todo en vida!).
Por lo que, en virtud de que mi mamá fue una inveterada amante de la vida, la cual gozó, disfrutó y reprodujo a plenitud, sigo su gran ejemplo de amar y respetar la existencia.
EFECTIVAMENTE, UNA MADRE ES UN REGALO DE DIOS
Por ello reitero mi felicitación para todas las mamás, verdaderos regalos de Dios, con la capacidad de generar más vida. Y aprovecho para hacer el panegírico de Doña Elvira, mi augusta madre, que me hace sentirme agradecido con Dios por habérmela dado en calidad de progenitora, pues entre sus múltiples enseñanzas a todos sus hijos en su cotidiano vivir, no sólo nos enseñó, como les digo, a amar, respetar y disfrutar la vida, sino, como un exacto complemento de todo ello, a ser libres y autónomos, sobre todo en pensamiento. Con lo cual, incuestionablemente se pone en práctica otro de los dicharachos que ella luego me aventaba en nuestros acostumbrados y por demás amigables pleitos, cuando yo le decía ella me debía el aire que respiraba, la clásica respuesta, entre otras, era: "Pues, ¿sabes una cosa recabrón?, soy como los tranvías eléctricos, no necesito de mulas para andar".
Correo: losbuenosdias@gmail.com
En función a que la fecha lo amerita y sin afán de caer, ni en lo cursi y mucho menos en lo melodramático y a petición de algunos amables lectores que al deceso de Doña Elvira me solicitaron no dejar de escribir sobre mis avatares con ella, hoy con motivo del Día de las Madres, además de enviar un saludo y una felicitación muy, pero muy merecida para todas ellas: ¡Las mamás!
Procedo a arrancar a la melancolía inspiración, y a la alegría un gajo, me voy a la mitad del foro y exclamo: "¡Mamáááááá!" (le acabo de dar en la torre al inicio de "Suave Patria").
Y, no obstante la extraño y en ocasiones hasta llego a pensar se encuentra de vacaciones con alguno de mis hermanos, siempre caigo en la cuenta no está más entre nosotros, pero, vienen a mi mente toda esa gama de sucesos en que invariablemente ella estaba con el tomahauk en ristre, proporcionando momentos realmente memorables.
ELLA TODA TERNURA Y AMOR
De todo el tiempo, al llegar a la casa al mediodía, ella estaba mirando la T.V. muy apoltronada en el sofá y con el ritual acostumbrado saludaba y le decía: "¡Ya llegué madre! ¿Cómo te encuentras?". Y venía la acostumbrada respuesta de: "Bien hijo, cada día más vieja", sin retirar la mirada de la TV. Al subir la escalera hacia mi recámara, siempre lograba verla a través del rellano en la escalera y a todo pulmón le gritaba algún cumplido, como: "¡Gotzila". Ella todo amor y ternura me reviraba presta y precisa: "¡Tu madre cabrón!". Y yo prorrumpía en carcajadas en lo que ella en su mismo tono lleno de ternura dejaba escuchar: "Pero ahorita que bajes te compongo".
¡AAH! LAS MENTADAS TELEFONICAS DE LOS "ADMIRADORES"
No creo ser el único escribidor que en el ejercicio de la profesión reciba "mentadas" telefónicas (mismas que ha bajado en número desde la aparición del correo electrónico), pero, en cuanto era del conocimiento de mi madre que la recordaban vía mía a través del teléfono, en llegando yo a casa me pasaba al costo el suceso y me decía: "En cuanto te llamen diles que si tienes madre ¡Y mucha! (de ahí el título de la presente "calumnia", porque no pienso adelgazar".
¡HOMBRE! NO CUMPLIO SU AMENAZA DE VIVIR HASTA LOS 100
Lamento mucho no haya cumplido su amenaza de vivir hasta los cien años de edad, pues todavía me estaría peleando amistosamente con ella, pero, me siento muy afortunado de que me tocara el tremendo calibre de mamá del que tuve la fortuna me concibiera. Pues paradójicamente y no obstante la consideré siempre una mujer valiente, arrojada e intrépida. Que hasta le decía se le había escapado a los Aliados del juicio de Nüremberg (donde fueran enjuiciados los pocos nazis capturados), pues indiscutiblemente tenía una casta guerrera comparaba sólo con la manifestada por las juventudes hitlerianas. Hasta el último momento mostró que es tesis aquello de: "genio y figura hasta la sepultura".
NUNCA PERDIO LA COMPOSTURA, NI LA PRESTANCIA
Pues en su lecho de enferma, siempre estuvo mandona, dicharachera, haciendo gala de humor en todo momento, que con las carcajadas que se proferían en el cuarto 210 del San Francisco, como les conté ya en una ocasión, llegué a temer en ocasiones las religiosas de ahí nos vinieran a callar o a echar a la calle con todo y enferma. Pero no, las religiosas estuvieron más que a la altura durante los 6 días que duró la partida de mi madre de este maravilloso misterio llamado vida.
Por lo tanto, aprovechando el día, reitero mi más absoluta felicitación para todas las mamás, que realmente mucho tienen de heroínas en virtud a todo lo que deben desarrollar en bienestar de sus familias.
REALMENTE UNA BENDICION TENER MAMI Y DISFRUTARLA
Por lo tanto, todos aquellos que aún tengan madre (me refiero a la autora de sus días), me uno a la recomendación que hacen todos aquellos que físicamente la han perdido: gocen, disfruten, vacilen y sobre todo apapachen a sus mamis. Pues una vez que se marchan, así se dediquen a montar guardia permanente en el cementerio no remedian ni recuperan nada ¡Todo en vida!
Amén que debe ser altamente escatológico, triste y casi un caso para mi amigo el psiquiatra, el Dr. Alejandro Córdova, el ir seguido a los cementerios (al menos para mí lo es y, salvo por los sepelios ¡Nunca visito "muertos"! Ni para llevar flores, que además ahora los floreros producen los mosquitos del dengue ¡Todo en vida!).
Por lo que, en virtud de que mi mamá fue una inveterada amante de la vida, la cual gozó, disfrutó y reprodujo a plenitud, sigo su gran ejemplo de amar y respetar la existencia.
EFECTIVAMENTE, UNA MADRE ES UN REGALO DE DIOS
Por ello reitero mi felicitación para todas las mamás, verdaderos regalos de Dios, con la capacidad de generar más vida. Y aprovecho para hacer el panegírico de Doña Elvira, mi augusta madre, que me hace sentirme agradecido con Dios por habérmela dado en calidad de progenitora, pues entre sus múltiples enseñanzas a todos sus hijos en su cotidiano vivir, no sólo nos enseñó, como les digo, a amar, respetar y disfrutar la vida, sino, como un exacto complemento de todo ello, a ser libres y autónomos, sobre todo en pensamiento. Con lo cual, incuestionablemente se pone en práctica otro de los dicharachos que ella luego me aventaba en nuestros acostumbrados y por demás amigables pleitos, cuando yo le decía ella me debía el aire que respiraba, la clásica respuesta, entre otras, era: "Pues, ¿sabes una cosa recabrón?, soy como los tranvías eléctricos, no necesito de mulas para andar".
Correo: losbuenosdias@gmail.com
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