¡AAAH! LA REUNION CON LOS VIEJOS AMIGOS
¡AAAH! LA REUNION CON LOS VIEJOS AMIGOS
Hace ocho días volví a reivindicar en mi persona aquella cuarteta de Alfonso X "El Sabio", rey de Castilla, que ya en otras ocasiones les he referido y va así: "Vieja leña que quemar, viejo vino que beber, viejo libro que leer y viejo amigo con quien charlar". Pues resulta que exactamente a las once y media de la noche me "fugué" de mi cubículo en virtud de estar invitado a una cena con unos amigos en función a que uno de ellos (Luis Ramírez Saiz Calderón) había cumplido ¡54 años! (¡Puros vejestorios!). Debimos haber sido como siete personas a lo sumo en la muy opípara cena, en la que estuvo incluida mi amiga Elena Saiz Calderón Vda. de Ramírez, mamá, lógicamente de Luis. Y con los años de Elena debimos haber juntado como medio milenio conservadoramente visto. O sea, la polilla en la máxima expresión, pero, sin duda alguna fue por demás grato estar en amena reunión con amigos que tenía más de diez años de no ver. Incluso, en cuanto vi a varios de ellos les pregunté cuándo había sido el accidente pues la edad no había pasado por ellos ¡Se les quedó encima!
¡CÓMO NOS REIMOS Y QUE DE BIEN LA PASAMOS!
Y, no cabe duda, no hay mejor medicina que la risa, pues desde que llegué eso fue lo que hicimos, reír, reír y reír, además de porque estuvimos acordándonos de muy divertidas anécdotas de cuando estudiantes universitarios, ahí mismo, en plena reunión volvimos a evocar aquellos tiempos de irresponsabilidad en pleno, de cuando la vida era todo futuro y risa y nos reíamos de todo, de todos y hasta de nosotros mismos. Pues eso hicimos esa noche, acabamos con el cuadro y el prójimo, nadie se movía y mucho menos se atrevió a irse, so pena de que le fuera peor en toda esa improvisada bohemia que se estaba dando y en donde hasta mentadas volaron, pero, todas absolutamente "comerciales", pues en lo absoluto fue con la intención de ofender y herir a nadie, salvo, poner la pimienta que el caso y el momento requería. El Lic. David Medina y el señor Pedagogo Alejandro Fuentes Almeyda fueron los clásicos "venenos" de la reunión, yo, como siempre, propio, sobrio, reservado y sobre todo bien expresado, puse el tono elegante de la reunión....
YO ESTUVE EN EL PAPEL DE ARTURO, EL BOHEMIO PURO
Eso estaba como la narrativa de "El brindis del bohemio", en el cual yo desempeñaba el papel de Arturo, aquel cuyo brindis extrañara aquellos integrantes emisores de "...la tempestad de frases vanas, de aquellas tan humanas que hallan en todas partes acomodo, y en cada frase de entusiasmo ardiente, hubo ovación creciente, y libaciones y reír y todo". ¿Se acuerdan de Arturo (pero sin alburearme por favor)?, aquel que en el poema en uno de los sextetos dice: "Sólo faltaba un brindis, el de Arturo, el del bohemio puro, de noble corazón y gran cabeza; aquel que sin ambages declaraba que sólo ambicionaba robarle inspiración a la tristeza".
¡PASU MECHA! COMENTARIOS VENENÉRRIMOS DE ANTOLOGIA
Pues por ahí anduvo yo, no obstante recibí la metralla dura, mas me mantuve enhiesto, algo propio de mi reciedumbre ¡Rediez!
¡No'mbre!, voló de todo en la improvisada reunión, pero eso sí ¡Cómo nos divertimos! ¡Hasta mezcal tomé porque de pronto los pertrechos de guerra fueron insuficientes!, pero, esto en lo absoluto arredró el fragor de la batalla y mucho menos las andanadas de torpezas que nos dijimos.
¡POR UN FUGAZ INSTANTE VOLVIMOS A SER JÓVENES!
Pero todo estuvo ¡Muy bien!, de pronto el tiempo no solo se detuvo, sino que retrocedió aproximadamente ¡25 años! Y todos volvimos a ser jóvenes de nuevo, el cabello nos salió, la panza se volatilizó, la piel se recogió y el brillo de la juventud irredenta volvió por algunas horas de nuevo a nuestro mirar ¡Fuimos jóvenes de nuevo!
Lamentablemente todo termina, hasta lo bueno y, fui yo el que tuvo que hacer la graciosa retirada en primer lugar de tan sui géneris grupo, por lo tanto, no me cabe la menor duda lo poco que aun quedó de mi reputación en todo este tiempo transcurrido ahí se desvaneció, o mejor dicho, entre David, Alejandro, Elena ¡Y Luisito! (así le llamaba su abuelita Doña Teté -QEPD-) debieron acabar o mejor dicho diseminaron lo que aun prevalecía.
PURO INTEGRANTE DE LA GENERACION PERDIDA
Pero no importa, pues la reunión lo valía, pero eso sí, antes de marcharme les dije a todos que pertenecíamos a la "generación perdida" y no porque seamos unos perdidos desde el punto de vista moral o ético (pues esto es altamente subjetivo mis estimados lectores), sino porque de todos los egresados de aquel variopinto grupo, nadie, lo que se dice ¡Nadie!, anda en ligas mayores de la política o de la actividad misma de la profesión de jurisconsultos. Por lo tanto, no me fui así de manera facilona ¡Para nada!, les dejé tarea de reflexión, aunque, ante tanta crápula no creo les haya valido o servido de nada, pero eso sí, se los puedo asegurar ¡Cómo me divertí y nos divertimos!
"SE QUE A MIS LOZANÍAS LLEGARA EL INVIERNO..."
Por lo que haciendo un recuento de lo ahí gozado, muy bien podemos decir todos los ahí relajados (o al menos yo, de eso si estoy seguro): "...el sol acarició mi faz, vida nada me debes, vida estamos en paz".
correo: losbuenosdias@gmail.com
Hace ocho días volví a reivindicar en mi persona aquella cuarteta de Alfonso X "El Sabio", rey de Castilla, que ya en otras ocasiones les he referido y va así: "Vieja leña que quemar, viejo vino que beber, viejo libro que leer y viejo amigo con quien charlar". Pues resulta que exactamente a las once y media de la noche me "fugué" de mi cubículo en virtud de estar invitado a una cena con unos amigos en función a que uno de ellos (Luis Ramírez Saiz Calderón) había cumplido ¡54 años! (¡Puros vejestorios!). Debimos haber sido como siete personas a lo sumo en la muy opípara cena, en la que estuvo incluida mi amiga Elena Saiz Calderón Vda. de Ramírez, mamá, lógicamente de Luis. Y con los años de Elena debimos haber juntado como medio milenio conservadoramente visto. O sea, la polilla en la máxima expresión, pero, sin duda alguna fue por demás grato estar en amena reunión con amigos que tenía más de diez años de no ver. Incluso, en cuanto vi a varios de ellos les pregunté cuándo había sido el accidente pues la edad no había pasado por ellos ¡Se les quedó encima!
¡CÓMO NOS REIMOS Y QUE DE BIEN LA PASAMOS!
Y, no cabe duda, no hay mejor medicina que la risa, pues desde que llegué eso fue lo que hicimos, reír, reír y reír, además de porque estuvimos acordándonos de muy divertidas anécdotas de cuando estudiantes universitarios, ahí mismo, en plena reunión volvimos a evocar aquellos tiempos de irresponsabilidad en pleno, de cuando la vida era todo futuro y risa y nos reíamos de todo, de todos y hasta de nosotros mismos. Pues eso hicimos esa noche, acabamos con el cuadro y el prójimo, nadie se movía y mucho menos se atrevió a irse, so pena de que le fuera peor en toda esa improvisada bohemia que se estaba dando y en donde hasta mentadas volaron, pero, todas absolutamente "comerciales", pues en lo absoluto fue con la intención de ofender y herir a nadie, salvo, poner la pimienta que el caso y el momento requería. El Lic. David Medina y el señor Pedagogo Alejandro Fuentes Almeyda fueron los clásicos "venenos" de la reunión, yo, como siempre, propio, sobrio, reservado y sobre todo bien expresado, puse el tono elegante de la reunión....
YO ESTUVE EN EL PAPEL DE ARTURO, EL BOHEMIO PURO
Eso estaba como la narrativa de "El brindis del bohemio", en el cual yo desempeñaba el papel de Arturo, aquel cuyo brindis extrañara aquellos integrantes emisores de "...la tempestad de frases vanas, de aquellas tan humanas que hallan en todas partes acomodo, y en cada frase de entusiasmo ardiente, hubo ovación creciente, y libaciones y reír y todo". ¿Se acuerdan de Arturo (pero sin alburearme por favor)?, aquel que en el poema en uno de los sextetos dice: "Sólo faltaba un brindis, el de Arturo, el del bohemio puro, de noble corazón y gran cabeza; aquel que sin ambages declaraba que sólo ambicionaba robarle inspiración a la tristeza".
¡PASU MECHA! COMENTARIOS VENENÉRRIMOS DE ANTOLOGIA
Pues por ahí anduvo yo, no obstante recibí la metralla dura, mas me mantuve enhiesto, algo propio de mi reciedumbre ¡Rediez!
¡No'mbre!, voló de todo en la improvisada reunión, pero eso sí ¡Cómo nos divertimos! ¡Hasta mezcal tomé porque de pronto los pertrechos de guerra fueron insuficientes!, pero, esto en lo absoluto arredró el fragor de la batalla y mucho menos las andanadas de torpezas que nos dijimos.
¡POR UN FUGAZ INSTANTE VOLVIMOS A SER JÓVENES!
Pero todo estuvo ¡Muy bien!, de pronto el tiempo no solo se detuvo, sino que retrocedió aproximadamente ¡25 años! Y todos volvimos a ser jóvenes de nuevo, el cabello nos salió, la panza se volatilizó, la piel se recogió y el brillo de la juventud irredenta volvió por algunas horas de nuevo a nuestro mirar ¡Fuimos jóvenes de nuevo!
Lamentablemente todo termina, hasta lo bueno y, fui yo el que tuvo que hacer la graciosa retirada en primer lugar de tan sui géneris grupo, por lo tanto, no me cabe la menor duda lo poco que aun quedó de mi reputación en todo este tiempo transcurrido ahí se desvaneció, o mejor dicho, entre David, Alejandro, Elena ¡Y Luisito! (así le llamaba su abuelita Doña Teté -QEPD-) debieron acabar o mejor dicho diseminaron lo que aun prevalecía.
PURO INTEGRANTE DE LA GENERACION PERDIDA
Pero no importa, pues la reunión lo valía, pero eso sí, antes de marcharme les dije a todos que pertenecíamos a la "generación perdida" y no porque seamos unos perdidos desde el punto de vista moral o ético (pues esto es altamente subjetivo mis estimados lectores), sino porque de todos los egresados de aquel variopinto grupo, nadie, lo que se dice ¡Nadie!, anda en ligas mayores de la política o de la actividad misma de la profesión de jurisconsultos. Por lo tanto, no me fui así de manera facilona ¡Para nada!, les dejé tarea de reflexión, aunque, ante tanta crápula no creo les haya valido o servido de nada, pero eso sí, se los puedo asegurar ¡Cómo me divertí y nos divertimos!
"SE QUE A MIS LOZANÍAS LLEGARA EL INVIERNO..."
Por lo que haciendo un recuento de lo ahí gozado, muy bien podemos decir todos los ahí relajados (o al menos yo, de eso si estoy seguro): "...el sol acarició mi faz, vida nada me debes, vida estamos en paz".
correo: losbuenosdias@gmail.com
Comentarios