"¡NO, NO ME MATES!". "¡AUN NO ES TIEMPO DE QUE TE MUERAS!"
"¡NO, NO ME MATES!". "¡AUN NO ES TIEMPO DE QUE TE MUERAS!"
Como les decía, me he cambiado de casa y hoy vivo en lo que se llama "condominio horizontal", vulgo: patio de vecindad. Pero, incuestionablemente vivo mejor, sobre todo más tranquilo en función a que en un condominio de este tipo siempre hay un "apache" en alerta y en caso de algo extremo pega uno un grito y todo el resto del "condominio" lo escucha a uno y la ayuda llega porque llega. Pero, no es la historia de mi vida la que por enésima vez voy a contar, sino que el título de la "calumnia" viene a propósito de que la hice de "apache" involuntario el otro día, en virtud de que en la sala percibí tal grito y tal respuesta y asomé la cabeza un tanto alarmado, descubriendo se trataba de tres niños como de entre 7 y 9 años de edad, jugando quien sabe a que cosa, pero, uno tenía en la mano una ballesta de plástico, otro traía una pistola del mismo material pero de aspecto "intergaláctico" y el otro definitivamente corría con un palo en la mano detrás de los otros dos. Y, me quedé contemplando desde el sofá la escena de los tres chamacos jugando y gritando, hasta que en eso, al de la ballesta, la supuesta saeta que no le salió con la fuerza que yo esperaba yendo a dar a la alberca vacía (la acababan de reparar) y he ahí que los tres cambiaron drásticamente su juego de persecución para ir a rescatar la saeta del fondo vacío.
TODO UN ARTICULO DE MUSEO O ESCENA ANTEDILUVIANA
Y, el evento se los platico en función a que tenía ¡Años!, pero ¡Años! De no oír y ver a niños jugar en tal forma. Y debo admitir me dio mucho, pero mucho gusto ver a esos tres inesperados chaneques y creo vecinos mios, correr y correr como desesperados, en ese entretenido frenesí e imaginación que solo los niños sanos le imprimen a sus juegos.
HOY, O ES COMPUTADORA O JUEGO ELECTRONICO
Expreso lo anterior verdaderamente con sorpresa en función a que ahora los niños, o están en la computadora o jugando con algún aparato electrónico, acompañados eso si, de un gran refresco embotellado y mucha comida chatarra. Al menos a la bola de niños que me toca ver de manera cotidiana así me los encuentro. Por lo que la gente menuda que vi jugar el otro día a carrera y grito pelón me parecieron como artículos de museo, algo de la etapa prehistórica, como el descubrimiento de un mamut vivo, o de esos manatíes que de pronto aparecieron por la laguna de Alvarado, alguna foca en el río Papaloapan o de plano alguna escena salida del pasado de mi infancia. En virtud de que en el presente, hasta a la misma niñez la "civilización" la ha "ordenado".
LOS TRES SE VEÍAN SANOS, VITALES Y SIN "KILITOS DE MAS"
Cabe hacer la aclaración ninguno de estos tres niños se veía gordo o "llenito", estaban en la plena quema de calorías, o sea, gozando a plenitud su bella etapa de la infancia ¿Por qué?, creo por la sencilla razón de que hasta ahora me he percatado los vecinos de tal "neo patio de vecindad" respetan cada quien su individualidad y nadie se mete con nadie en lo que respecta a las llamada "áreas comunes" (que dicho sea de paso están bastante generosas -me recuerdan el patio de mi casa en Revillagigedo-) y por lo tanto, estos tres amigos pueden corretear todo lo que quieran en función a que además, ¡No hay automóviles!
LOS CARROS Y LA GENTE MAL INTENCIONADA, PELIGRO LATENTE
El otro día me contaba un amigo que está más o menos así como "yoviznando" de edad, que había leído sobre el detalle que escribí respecto a que los niños ahora ya no trepan a los árboles y me decía él, tampoco juegan ahora en la calle. A lo que agregué que precisamente ya no se hace tal práctica, tanto por el enorme peligro que representan para la infancia la enorme cantidad de vehículos automotores que circulan por ¡Todas las calles de la zona urbana!, así como por el gran riesgo que los infantes enfrentan con toda esa gama de asechanzas en virtud a lo mal intencionada que ahora está la gente.
¡QUE TAL AQUELLOS GRANDES TERRENOS BALDÍOS!
¡Ah! Aquellos grandes baldíos en donde transcurrió nuestra infancia (aquí ya estoy casi fusilándome una vez más a mi entrañable cuate el español Antonio Machado con su "Retrato": "Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla y un huerto claro donde madura el limonero..."), que los había a granel por toda la ciudad y hasta estaban limpios, pues no se arrojaba basura a ellos y tenían muchos árboles, por lo que los parques o "áreas verdes" no eran un requisito esencial. Tal vez por este motivo no se construían parques, como ahora se exige pero que no se hacen y si se hacen están de la cachetada, amén de que pululan ahí los malvivientes y en hasta enervantes se venden.
TODA LA CIUDAD ERA UN CONDOMINIO HORIZONTAL
No se que sugerencias dar para el retorno de "espacios verdes" en donde los niños puedan correr, gritar y "coordinarse" una vez para para ver a que horas se debe "morir" uno de ellos en el juego, salvo estos de los condominios horizontales, pero, es bien cierto de que no todos pueden tener acceso a estos. No obstante en nuestra infancia ¡Todo Veracruz era un condominio horizontal! ¿A poco no?
MIENTRAS UN NIÑO GRITE GOZOSO, EL MUNDO SE HA SALVADO
Pero ¡Qué no decaiga el ánimo! En tanto podamos seguir oyendo a los niños gritar, correr jugueteando alegres, sanos, llenos de fantasía y creatividad, sin haber sucumbido al internet como yo con estos tres espontáneos escuincles ¡El mundo se encuentra a salvo! ¡Buen domingo amables lectores!
correo: losbuenosdias@gmail.com
Como les decía, me he cambiado de casa y hoy vivo en lo que se llama "condominio horizontal", vulgo: patio de vecindad. Pero, incuestionablemente vivo mejor, sobre todo más tranquilo en función a que en un condominio de este tipo siempre hay un "apache" en alerta y en caso de algo extremo pega uno un grito y todo el resto del "condominio" lo escucha a uno y la ayuda llega porque llega. Pero, no es la historia de mi vida la que por enésima vez voy a contar, sino que el título de la "calumnia" viene a propósito de que la hice de "apache" involuntario el otro día, en virtud de que en la sala percibí tal grito y tal respuesta y asomé la cabeza un tanto alarmado, descubriendo se trataba de tres niños como de entre 7 y 9 años de edad, jugando quien sabe a que cosa, pero, uno tenía en la mano una ballesta de plástico, otro traía una pistola del mismo material pero de aspecto "intergaláctico" y el otro definitivamente corría con un palo en la mano detrás de los otros dos. Y, me quedé contemplando desde el sofá la escena de los tres chamacos jugando y gritando, hasta que en eso, al de la ballesta, la supuesta saeta que no le salió con la fuerza que yo esperaba yendo a dar a la alberca vacía (la acababan de reparar) y he ahí que los tres cambiaron drásticamente su juego de persecución para ir a rescatar la saeta del fondo vacío.
TODO UN ARTICULO DE MUSEO O ESCENA ANTEDILUVIANA
Y, el evento se los platico en función a que tenía ¡Años!, pero ¡Años! De no oír y ver a niños jugar en tal forma. Y debo admitir me dio mucho, pero mucho gusto ver a esos tres inesperados chaneques y creo vecinos mios, correr y correr como desesperados, en ese entretenido frenesí e imaginación que solo los niños sanos le imprimen a sus juegos.
HOY, O ES COMPUTADORA O JUEGO ELECTRONICO
Expreso lo anterior verdaderamente con sorpresa en función a que ahora los niños, o están en la computadora o jugando con algún aparato electrónico, acompañados eso si, de un gran refresco embotellado y mucha comida chatarra. Al menos a la bola de niños que me toca ver de manera cotidiana así me los encuentro. Por lo que la gente menuda que vi jugar el otro día a carrera y grito pelón me parecieron como artículos de museo, algo de la etapa prehistórica, como el descubrimiento de un mamut vivo, o de esos manatíes que de pronto aparecieron por la laguna de Alvarado, alguna foca en el río Papaloapan o de plano alguna escena salida del pasado de mi infancia. En virtud de que en el presente, hasta a la misma niñez la "civilización" la ha "ordenado".
LOS TRES SE VEÍAN SANOS, VITALES Y SIN "KILITOS DE MAS"
Cabe hacer la aclaración ninguno de estos tres niños se veía gordo o "llenito", estaban en la plena quema de calorías, o sea, gozando a plenitud su bella etapa de la infancia ¿Por qué?, creo por la sencilla razón de que hasta ahora me he percatado los vecinos de tal "neo patio de vecindad" respetan cada quien su individualidad y nadie se mete con nadie en lo que respecta a las llamada "áreas comunes" (que dicho sea de paso están bastante generosas -me recuerdan el patio de mi casa en Revillagigedo-) y por lo tanto, estos tres amigos pueden corretear todo lo que quieran en función a que además, ¡No hay automóviles!
LOS CARROS Y LA GENTE MAL INTENCIONADA, PELIGRO LATENTE
El otro día me contaba un amigo que está más o menos así como "yoviznando" de edad, que había leído sobre el detalle que escribí respecto a que los niños ahora ya no trepan a los árboles y me decía él, tampoco juegan ahora en la calle. A lo que agregué que precisamente ya no se hace tal práctica, tanto por el enorme peligro que representan para la infancia la enorme cantidad de vehículos automotores que circulan por ¡Todas las calles de la zona urbana!, así como por el gran riesgo que los infantes enfrentan con toda esa gama de asechanzas en virtud a lo mal intencionada que ahora está la gente.
¡QUE TAL AQUELLOS GRANDES TERRENOS BALDÍOS!
¡Ah! Aquellos grandes baldíos en donde transcurrió nuestra infancia (aquí ya estoy casi fusilándome una vez más a mi entrañable cuate el español Antonio Machado con su "Retrato": "Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla y un huerto claro donde madura el limonero..."), que los había a granel por toda la ciudad y hasta estaban limpios, pues no se arrojaba basura a ellos y tenían muchos árboles, por lo que los parques o "áreas verdes" no eran un requisito esencial. Tal vez por este motivo no se construían parques, como ahora se exige pero que no se hacen y si se hacen están de la cachetada, amén de que pululan ahí los malvivientes y en hasta enervantes se venden.
TODA LA CIUDAD ERA UN CONDOMINIO HORIZONTAL
No se que sugerencias dar para el retorno de "espacios verdes" en donde los niños puedan correr, gritar y "coordinarse" una vez para para ver a que horas se debe "morir" uno de ellos en el juego, salvo estos de los condominios horizontales, pero, es bien cierto de que no todos pueden tener acceso a estos. No obstante en nuestra infancia ¡Todo Veracruz era un condominio horizontal! ¿A poco no?
MIENTRAS UN NIÑO GRITE GOZOSO, EL MUNDO SE HA SALVADO
Pero ¡Qué no decaiga el ánimo! En tanto podamos seguir oyendo a los niños gritar, correr jugueteando alegres, sanos, llenos de fantasía y creatividad, sin haber sucumbido al internet como yo con estos tres espontáneos escuincles ¡El mundo se encuentra a salvo! ¡Buen domingo amables lectores!
correo: losbuenosdias@gmail.com
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