"¡QUE PAÍS ESTE! ¡ME VOY A IR AL CANADÁ A VIVIR!"
"¡QUE PAÍS ESTE! ¡ME VOY A IR AL CANADÁ A VIVIR!"
"¡Con tan poca agua te estás ahogando!". Tanto el título como la respuesta, corresponden al inicio de un inesperado diálogo de un grato amigo con quien esto escribe. El me recibió en su negocio, que es un muy próspero taller mecánico con esa expresión de desánimo y por toda respuesta le espeté ¡Con qué poca agua se estaba ahogando!
Indiscutiblemente de que gente sin mayor oportunidad y con grandes necesidades a cubrir, sobre todo cuando se tiene una familia, salen como último recurso a la búsqueda del "sueño americano". Pero en el caso de mi amigo, no sé si exista algún plan de trabajo para gente con preparación en Canadá, pero, ya sé de varios conocidos con muy buenos potenciales laborales e intelectuales que han salido rumbo aquellos lugares colindantes con el círculo Artico en búsqueda de mejores oportunidades de desarrollo, pero, en el caso muy particular del amigo del que ahora les hablo, él tiene, como les digo un próspero negocio de taller mecánico y no le va mal. Pero, tal vez lo encontré en esos famosos cinco minutos de exasperación y como un escape me expresó su pesar en el plan de irse al extranjero.
¡A RAJARSE A SU TIERRA!
Pero ¿Qué va a ser de nuestra nación si todos los seres pensantes salen huyendo de aquí?, México no lo ha venido a organizar extranjero alguno. Eso sí, tenemos una bola de presiones, sobre todo de tipo económico, como lo es la "deuda eterna", a través de la cual se va mucho de lo que producimos los mexicas e impide entonces el buen crecimiento de la nación, pero, insisto: ¿Qué va a ser de México si quienes contamos con una preparación universitaria lo abandonamos?
No, eso no es posible, sobre todo quienes tenemos la oportunidad de crear empleos o en su caso de sostener los ya creados, exactamente como es el caso del amigo que les platico. Y como dirían las notas de rojo subido: "Por razones obvias no damos su nombre".
Por ahí les dije ya en una ocasión que leyendo uno que otro papel con los que luego me encuentro, vi una sentencia realmente para ser recordada en la historia entera: "Si existe algo por lo que ni Dios nos puede perdonar, es en abandonar la lucha".
¡Ah! Si, que digan de uno todo lo dicho y por decir, menos rajones ¡A rajarse a su tierra!
EL IMPACTO ECONOMICO ES MUNDIAL, HE AQUI UN EJEMPLO:
Miren, la situación económica de la trompada no es privativa de los países del llamado Tercer Mundo, por no decir de los "jodi-amolados", pues el otro día al más puro estilo de la "churronovela": "Los ricos también lloran", hemos sido testigos de cómo Francia, una de las naciones reconocidas como poderosas en el mundo, enfrentó hace apenas unas semanas un terrible conflicto de carácter socio-laboral, en función a la reforma legislativa llamada de "el primer contrato", el cual permite a los patrones echar a la calle sin indemnización alguna a los empleados de recién ingreso ¿La razón?, por las condiciones económicas imperantes en la nación y lo favorable de las condiciones legales en materia laboral hacia los empleados, las inversiones sencillamente, no sólo ya no llegaban, sino se estaban cancelando fuentes de trabajo. Entonces, para hacer más atractivo el panorama a los inversionistas e impedir se fueran a otro lado con sus empresas, se creó la figura jurídica de "el primer contrato", que casi pone de cabeza
a la tierra de Víctor Hugo.
RECORDEMOS QUE "NO DESEES LOS BIENES AJENOS"
Por lo tanto, podemos vislumbrar la cosa no está nada halagüeña en el mundo. En todos lados se están cociendo habas y en nuestra casa comalada. Pero, insisto, si nos echamos a correr al primer temblor de tierra, pues qué poco espíritu de lucha estamos mostrando. Y eso si que estaría mal.
Y ESO QUE TODAVÍA NO HEMOS ALCANZADO VERDADEROS NIVELES DE AQUELLAS CRISIS DE LOS ANCESTROS
La historia nacional es rica en ejemplos de cómo los mexicanos hemos salido de situaciones tan terribles y espantosas que en lo absoluto tiene punto de comparación con lo ahora vivido y experimentado ¡Para nada! Seguimos siendo una nación fuerte, que requiere ¡Eso sí!, que todos sus hijos nos pongamos la pila y sigamos yendo hacia adelante, nada de echarse para atrás, en tal circunstancia ¡Ni para agarrar vuelo!
Tal y como lo dice Amado Nervo en su poema "En paz": "Hallé sin duda largas las noches de mis penas; mas no me prometiste tan sólo noches buenas; y en cambio tuve algunas santamente serenas...".
Y SI ALGO NO PERDONA NI DIOS, ES ABANDONAR LA BATALLA
Por lo tanto, no nos rajemos, somos de la generación privilegiada que tuvo acceso a grados universitarios de manera enteramente gratuita, incluso, quienes decidieron ir en pos de maestrías y doctorados lo lograron también con grandes oportunidades y ahora, porque el país ha sido asaltado y saqueado a través de varias décadas por gente falta de planificación y porque los mexicanos no hemos logrado consolidarnos como un grupo homogéneo luchando en pos de un bien común, las asechanzas del exterior nos han hecho gran mella. Por lo tanto, nada de sueños guajiros, más que nada quienes hemos sido privilegiados en haber estudiado grados universitarios que nos han capacitado para dar una buena lucha.
¿QUIEN SE QUEDARA A DEFENDER A LAS NUEVAS GENERACIONES DE LOS LOBOS?
Y si todos abandonan la lucha ¿Quién se quedará a orientar y defender a las nacientes y jóvenes generaciones?, cuyos integrantes estarían condenados a repetir lastimosa y dolorosamente la historia que nuestros ancestros, de una forma u otra nos aligeraron a los que actualmente poblamos este rico, mágico y maravilloso territorio llamado México.
"¡Con tan poca agua te estás ahogando!". Tanto el título como la respuesta, corresponden al inicio de un inesperado diálogo de un grato amigo con quien esto escribe. El me recibió en su negocio, que es un muy próspero taller mecánico con esa expresión de desánimo y por toda respuesta le espeté ¡Con qué poca agua se estaba ahogando!
Indiscutiblemente de que gente sin mayor oportunidad y con grandes necesidades a cubrir, sobre todo cuando se tiene una familia, salen como último recurso a la búsqueda del "sueño americano". Pero en el caso de mi amigo, no sé si exista algún plan de trabajo para gente con preparación en Canadá, pero, ya sé de varios conocidos con muy buenos potenciales laborales e intelectuales que han salido rumbo aquellos lugares colindantes con el círculo Artico en búsqueda de mejores oportunidades de desarrollo, pero, en el caso muy particular del amigo del que ahora les hablo, él tiene, como les digo un próspero negocio de taller mecánico y no le va mal. Pero, tal vez lo encontré en esos famosos cinco minutos de exasperación y como un escape me expresó su pesar en el plan de irse al extranjero.
¡A RAJARSE A SU TIERRA!
Pero ¿Qué va a ser de nuestra nación si todos los seres pensantes salen huyendo de aquí?, México no lo ha venido a organizar extranjero alguno. Eso sí, tenemos una bola de presiones, sobre todo de tipo económico, como lo es la "deuda eterna", a través de la cual se va mucho de lo que producimos los mexicas e impide entonces el buen crecimiento de la nación, pero, insisto: ¿Qué va a ser de México si quienes contamos con una preparación universitaria lo abandonamos?
No, eso no es posible, sobre todo quienes tenemos la oportunidad de crear empleos o en su caso de sostener los ya creados, exactamente como es el caso del amigo que les platico. Y como dirían las notas de rojo subido: "Por razones obvias no damos su nombre".
Por ahí les dije ya en una ocasión que leyendo uno que otro papel con los que luego me encuentro, vi una sentencia realmente para ser recordada en la historia entera: "Si existe algo por lo que ni Dios nos puede perdonar, es en abandonar la lucha".
¡Ah! Si, que digan de uno todo lo dicho y por decir, menos rajones ¡A rajarse a su tierra!
EL IMPACTO ECONOMICO ES MUNDIAL, HE AQUI UN EJEMPLO:
Miren, la situación económica de la trompada no es privativa de los países del llamado Tercer Mundo, por no decir de los "jodi-amolados", pues el otro día al más puro estilo de la "churronovela": "Los ricos también lloran", hemos sido testigos de cómo Francia, una de las naciones reconocidas como poderosas en el mundo, enfrentó hace apenas unas semanas un terrible conflicto de carácter socio-laboral, en función a la reforma legislativa llamada de "el primer contrato", el cual permite a los patrones echar a la calle sin indemnización alguna a los empleados de recién ingreso ¿La razón?, por las condiciones económicas imperantes en la nación y lo favorable de las condiciones legales en materia laboral hacia los empleados, las inversiones sencillamente, no sólo ya no llegaban, sino se estaban cancelando fuentes de trabajo. Entonces, para hacer más atractivo el panorama a los inversionistas e impedir se fueran a otro lado con sus empresas, se creó la figura jurídica de "el primer contrato", que casi pone de cabeza
a la tierra de Víctor Hugo.
RECORDEMOS QUE "NO DESEES LOS BIENES AJENOS"
Por lo tanto, podemos vislumbrar la cosa no está nada halagüeña en el mundo. En todos lados se están cociendo habas y en nuestra casa comalada. Pero, insisto, si nos echamos a correr al primer temblor de tierra, pues qué poco espíritu de lucha estamos mostrando. Y eso si que estaría mal.
Y ESO QUE TODAVÍA NO HEMOS ALCANZADO VERDADEROS NIVELES DE AQUELLAS CRISIS DE LOS ANCESTROS
La historia nacional es rica en ejemplos de cómo los mexicanos hemos salido de situaciones tan terribles y espantosas que en lo absoluto tiene punto de comparación con lo ahora vivido y experimentado ¡Para nada! Seguimos siendo una nación fuerte, que requiere ¡Eso sí!, que todos sus hijos nos pongamos la pila y sigamos yendo hacia adelante, nada de echarse para atrás, en tal circunstancia ¡Ni para agarrar vuelo!
Tal y como lo dice Amado Nervo en su poema "En paz": "Hallé sin duda largas las noches de mis penas; mas no me prometiste tan sólo noches buenas; y en cambio tuve algunas santamente serenas...".
Y SI ALGO NO PERDONA NI DIOS, ES ABANDONAR LA BATALLA
Por lo tanto, no nos rajemos, somos de la generación privilegiada que tuvo acceso a grados universitarios de manera enteramente gratuita, incluso, quienes decidieron ir en pos de maestrías y doctorados lo lograron también con grandes oportunidades y ahora, porque el país ha sido asaltado y saqueado a través de varias décadas por gente falta de planificación y porque los mexicanos no hemos logrado consolidarnos como un grupo homogéneo luchando en pos de un bien común, las asechanzas del exterior nos han hecho gran mella. Por lo tanto, nada de sueños guajiros, más que nada quienes hemos sido privilegiados en haber estudiado grados universitarios que nos han capacitado para dar una buena lucha.
¿QUIEN SE QUEDARA A DEFENDER A LAS NUEVAS GENERACIONES DE LOS LOBOS?
Y si todos abandonan la lucha ¿Quién se quedará a orientar y defender a las nacientes y jóvenes generaciones?, cuyos integrantes estarían condenados a repetir lastimosa y dolorosamente la historia que nuestros ancestros, de una forma u otra nos aligeraron a los que actualmente poblamos este rico, mágico y maravilloso territorio llamado México.
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