NUNCA NADA PODRA SUSTITUIR EL LIBRO

NUNCA NADA PODRA SUSTITUIR EL LIBRO
Totalmente de acuerdo con lo expresado por el señor Doctor Jesús Lao, Director de la USBI-Veracruz: ¡El libro es insustituible como transmisor del conocimiento!
LOS AGOREROS DEL FUTURO Y SABIOS DE INTERNET: KAPUTT
Incluso, para quienes sintiéndose los "papas fritas", brujos y agoreros del futuro y vaticinan el fin del libro por el Internet, en la forma más respetuosa que se puedan ustedes imaginar les expreso se encuentran total y absolutamente equivocados. Pues, indiscutiblemente el Internet es una fuente de consulta ¡Tremenda!, ojalá y hubiese existido en mis tiempos de escolapio ¡Qué gran ayuda hubiese sido!, pero, en lo absoluto es el non plus ultra que se nos quiere ahora presentar, en virtud de que por lo regular hay muchas y variadas acepciones, opiniones y definiciones, que, fuera de toda duda enriquecen todo el espectro cultural, pero, siempre y cuando se tengan las bases de lo que anda uno buscando o investigando, de lo contrario, se puede ir uno con grandes pifias y quedar en el más absoluto de los ridículos. Y, de no admitirse este argumento super válido, entonces estamos ante la creación de una novedosa generación de conocedores de pura cápsula informativa, dominadores de frases rimbombantes, pero sin sustento. Que en lo absoluto sabrán nada, pero, ¡nada de nada! De todo lo maravilloso que es el saber.
¡REDIEZ! UN LIBRO ES TODO UN AGASAJO ¡SOBRE TODO LEERLO!
Y ¡Hombre!, además un libro no desgasta la vista como lo hace la pantalla de una computadora. Independientemente de que no obstante ya hay gente que desde que se levanta hasta que se vuelve a la cama no hace otra cosa que estar pegada a la pantalla y teclado de la computadora, estoy seguro que el placer de leer un libro no se puede comparar con mil computadoras y todas las pantallas enlazadas a Internet. Cuando llega uno a una parte de la lectura, en que es tal la emoción de lo que va uno leyendo, que hasta deja uno marcado el espacio para irse a dar la vuelta a algún lado de la casa para reflexionar por tan vívido momento de la lectura. O, cuando de plano el libro se pone tan emocionante, que no importa incluso dejar de comer porque ya lo quiere uno terminar de inmediato. O si las circunstancias lo obligan a uno a dejar la lectura, lo primero que se hace al regreso a casa o al sitio en donde se encuentra el libro, es ir en su búsqueda para continuar la narrativa.
¡LOS CLASICOS!
Vuelvo a los clásicos, leer Los Miserables, de Víctor Hugo ¡Qué cosa tan más grande caballero!, incluso, mi escasa cultura bíblica la arranqué en esta novela (que no puedo decir libro en virtud de venir en dos tomos -al menos el que yo leí), pues son tantas e interesantes las citas bíblicas, que debí comprarme una para estar consultando cada una de ellas. Y nada de que me dio flojera, al contrario, pude explicarme toda una gama de cosas al ir desplazándome junto a la escritura de Víctor Hugo. ¿Y qué me dicen de "Nuestra Señora de París" ¡Qué agasajo haber conocido Notre Dam después de haber leído tan memorable obra. Que dicho sea de paso, la iglesia en cuestión se salvó y fue rescatada integramente a partir del éxito de esta novela de Víctor Hugo.
¡HOMBRE! ESTUVO LA CULTURA AL ALCANCE DE LA MANO
Y, no se crean mis libros son de forro de piel y toda cosa ¡Para nada!, cuando en la Universidad, y estando estudiando en Xalapa, en la tienda Chedraui de la calle de Lucio, hubo una oferta de obras clásicas que salían baratísimas, fue ahí en donde comencé a "arrancharme" de muchos clásicos.
Incluso La Divina Comedia, de Dante Alighieri, ahí la compré y de ahí la leí. Los Diálogos de Platón ya me los había aventado desde el bachillerato, pero, me compré la versión popular vendida en Chedraui, porque además la presentación, no obstante de cartón, estaba muy, pero muy bien hecha; era una imitación piel, que hasta lo hacía sentir a uno importante.
¡NUNCA HABRIA EL MISMO DISFRUTE Y GOCE!
Pero, lo importante de los libros no es andarlos "sobaqueando" o lucirse con ellos como para que la gente piense que uno lee bastante, sino llevar cabo !LA LECTURA DE LOS MISMOS! ¿Cuándo va a proporcionar el mismo placer leer unos cuantos fragmentos de el "Fausto", de Goethe en el Internet, hasta ir subrayando frases completas del mismo para después, con el tiempo irlas a consultar? ¡Nunca!
¡LEAN, LEAN, LEAN! ¡SEAN LO QUE QUIERAN SER, PERO LEAN!
¡Qué bonito es leer!, efectivamente, tal y como lo explica el Doctor Lao, la lectura nos va mejorando en todos los sentidos. De ahí que debe uno leer lo que a uno le guste. Y, un libro lo lleva a uno a otro y a otro, que una vez iniciado el viaje de la lectura, no lo termina uno nunca.
POR ELLO FUE CONSIDERADO EL INVENTO DEL MILENIO
Y es un viaje, tan, pero tan bonito y gratificante, que no de en balde el invento de mi cuate Gutemberg, la imprenta, fue considerado por aquella encuesta realizada por "The History Channel", el invento más importante del milenio, allá en diciembre de 1999, en virtud que gracia a tal producto de su ingenio, LA IMPRENTA, fue posible la confección en forma masiva de EL LIBRO, y así, no la masificación, que si la transmisión del conocimiento y el saber de manera expedita y a grandes contingentes a través del insustituible elemento y artefacto llamado: LIBRO.
Que tan importante y trascendente es el libro, que precisamente muchos de ellos han sido objeto de persecución, destrucción y ocultamiento por quienes temen, precisamente que la gente se eduque y tome conciencia de su papel y lugar en el mundo.

Correo: losbuenosdias@gmail.com

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